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INSTITUTO DE EDUCACIÓN SUPERIOR 9-026 LAS HERAS

LAS REPRESENTACIONES SOCIALES Y LA REINCIDENCIA DELICTIVA DE NIÑOS Y ADOLESCENTES EN LA JUSTICIA EN LO PENAL DE MENORES

AUTORA: Docente -Investigadora: FLAVIA MANONI

 

 

Introducción.

 

Desde las diferentes corrientes psicosociológicas y sociocognitivas del aprendizaje, la teoría de las representaciones sociales, es que se hace una lectura de la reincidencia delictiva de niños y adolescentes en conflicto con la ley penal.

 

Se selecciona este tema, porque se considera una mirada innovadora desde las ciencias sociales. Durante años, “la supuesta objetividad y neutralidad científica, propuesta por el positivismo” ha teñido gran parte de los estudios sociales.  Por otro lado las corrientes psicologistas parecían no congeniar con las antes mencionadas.  Se pone de manifiesto una supuesta “disidencia entre individuo y sociedad”, entre “conocimiento por elaboración individual o por imposición social”. Como respuesta a ello Moscovici, con la teoría de las representaciones sociales parece aportar algunos argumentos superadores.

 

Moscovici propuso el concepto de representación social en 1961. Desde entonces, se ha pasado de la elaboración del concepto a un desarrollo de la teoría que ha permeado las ciencias sociales porque constituye una nueva unidad de enfoque que unifica e integra lo individual y lo colectivo, lo simbólico y lo social; el pensamiento y la acción.

 

La teoría de las Representaciones Sociales es una valiosa herramienta dentro y fuera del ámbito de la sicología social porque ofrece un marco explicativo acerca de los comportamientos de las personas estudiadas que no se circunscribe a las circunstancias particulares de la interacción, sino que trasciende al marco cultural y a las estructuras sociales más amplias.

 

Se comenzará con una primera aproximación, donde se definirán como a las representaciones sociales como esquemas de conocimiento compartidos acerca de "objetos sociales" que adquieren así una tipicidad. Son elaboraciones del "sentido común", de la experiencia cotidiana que orientan la conducta de las personas de un grupo social. En este sentido D. Jodelet (1989) expone el concepto de representación social: "Es una forma de conocimiento socialmente elaborado y compartido que posee un alcance práctico y concurre a la construcción de una realidad común a un conjunto social. Indistintamente designado como un "saber de sentido común" o "saber ingenuo (naïf)" o "natural" esta forma de conocimiento ha de distinguirse del científico. Pero se le considera objeto de estudio legítimo en razón de su importancia en la vida social y de la luz que arroja sobre los procesos cognitivos y las interacciones sociales. Se acepta que las representaciones sociales, en tanto que sistemas de interpretación que rigen nuestra relación al mundo y a las demás personas, orientan y organizan las conductas y la comunicación social. Asimismo intervienen en procesos tan diversos como la difusión y asimilación de conocimientos, el desarrollo individual y colectivo, la definición de la identidad personal, la expresión de grupo y las transformaciones sociales". (Jodelet)

 

Luego de dicha aclaración se seleccionara un artículo, que será analizado de acuerdo a diferentes categorías de análisis a la luz del marco teórico brindado en el doctorado. Por ultimo se intentará  realizar un pequeño ensayo desde la teoría de las representaciones sociales, de un “problema” que interesa particularmente, porque está en boga en la opinión pública. En este caso se hace referencia a las representaciones sociales de la mayoría de la población en relación a los niños y adolescentes infractores de la ley penal. Para el mismo se contó con la colaboración de los profesionales del CAI Valle de Uco.

REINCIDENCIA DELICTIVA  DE NIÑOS Y ADOLESCENTES EN LA JUSTICIA EN LO PENAL DE MENORES”

La familia, el contexto, y la intervención del Trabajo Social.

Casuística Valle de Uco. Representaciones sociales.

AUTORAS:

Mgter. Flavia M. Manoni

Mgter. Stella Cusimano.

 

INTRODUCCIÓN:

 

Con el presente trabajo se intentó analizar aspectos relevantes que convergen en la respuesta transgresora de niños y adolescentes infractores de la ley penal reincidentes del Valle de Uco, intentando entender las representaciones sociales que sustentan dichos comportamientos y la visión al respecto de la sociedad.  Se plantea desde la doctrina de la protección integral, el postulado de la construcción de ciudadanía. Cabe aclarar que la mirada es multidisciplinaria.

 

En este sentido Moscovici, definió a las representaciones sociales como “GUIAS PARA LA ACCIÓN” abriendo la brecha de una importante serie de investigaciones orientadas al estudio del funcionamiento de una “modalidad” especifica de conocimiento común a un grupo de personas”. En este trabajo se demuestra como las representaciones sociales elaboradas en situación de “interacción” juegan un rol, frecuentemente, más importante en las conductas adoptadas por los sujetos, que las características objetivas de la situación. Ejemplo de ello es la sensación de inseguridad de la población.

 

En pos del estudio cabe exponer la situación de los niños y adolescentes en conflicto con la ley penal, realizando el análisis no sólo desde las variables familiares y del contexto inmediato, sino también se presentan las condiciones socio-económicas que provocan la reacción de los sistemas de control social formal y la vulnerabilidad post institucional producto de mitos, estereotipos, los procesos culturales  y la institucionalización. Este es en muchos casos un factor importante en la reincidencia de los adolescentes estudiados. En efecto, se concibió como relevante abordar el desajuste social juvenil a partir de un enfoque que abarque aspectos familiares, sociales culturales y del control social formal e informal que son decisivos en la configuración de esta problemática social.

 

La secuencia metodológica derivó de las particularidades que asumió el objeto de intervención en este año. Se indagó la escala de valores de los jóvenes, la prioridad y contenidos de significación otorgados a los valores y el ejercicio efectivo de su condición de ciudadano. También profundizamos en relación al aspecto familiar, ocupación, valores de ciudadanía y ejercicio de participación por parte de los jóvenes del Valle de Uco en conflicto con la ley penal.

El trabajo incluirá el análisis del contexto, aspectos teóricos y el estudio cualitativo de seis adolescentes del Valle de Uco que no sólo están judicializados sino que también han reincidido en su conducta infractora de la ley penal. La muestra fue seleccionada al azar, esta se compone de  dos jóvenes por departamento del Valle de Uco.

 

Para facilitar el análisis, los datos fueron ordenados en distintas variables, como familia, salud, vivienda, reincidencia etc. Con este marco referencial nos preguntamos ¿qué predomina en la conducta de dichos jóvenes, los aspectos individuales o psicologicos o los sociales?

 

 

ENCUADRE TEÓRICO:

 

No hace falta insistir en que la criminalidad no es un fenómeno privativo de la franja más pobre de la sociedad, sino que está presente, bajo diversas modalidades en todos los sectores sociales. Desgraciadamente en las representaciones sociales existe una fuerte presencia de prejuicios que le otorgan “peligrosidad a los niños y adolescentes de los sectores vulnerables, o excluidos”. Infortunadamente la mayoría de los causantes en el Valle de Uco, captados por el sistema y judicializados provienen de los sectores más vulnerables. Estos mitos se refuerzan en la ciencia desde el paradigma “positivista”.  O responden a análisis lineales como: Que el sistema social es el que determina la conducta delictiva, los problemas familiares son los que llevan a la delincuencia, o los trastornos psicológicos…

 

Siguiendo este razonamiento, podemos afirmar que el sistema penal ha respondido en muchos casos con prácticas abusivas a la demanda de seguridad “de la gente bien, no delincuente, trabajadora que paga sus impuestos…”. (se sismetatizaron las entrevistas 100 ciudadanos al azar) Desde esta mirada, Pegoraro señala, que la que está en crisis es “una sociedad hipócrita que no se cuestiona el proyecto social que lleva adelante, que produce en cierta medida a estos jóvenes y sólo atina a transformarlos en chivos expiatorios en donde colocar todos los males sociales”.

 

Este es el contexto donde se construye el concepto de delincuencia infantil, señalando que el rol de la escuela y demás agencias de control social es decisivo.  Bermann en este sentido cita un párrafo de la ley del Estado de Colorado donde se expresa claramente a que se refieren con la palabra delincuente: "Las palabras niño delincuente se aplican a todos los niños de diez y seis años, o menores de esta edad, que violen alguna ley o alguna ordenanza de una ciudad o aldea; o al que es incorregible- a los que,  se asocian con ladrones o con personas viciosas o inmorales; o cuando se desarrollan en un ambiente de holgazanería y de delincuencia;  visita o entra en casas de mala reputación; visita alguna casa de juego, visita un café o un despacho de licores, o vagabundea por las calles durante la noche sin poder justificar una ocupación legítima,  o emplea habitualmente un lenguaje vil, obsceno, vulgar, profano o indecente; o se hace culpable de una conducta inmoral en un lugar público o en las cercanías de una escuela"…

 

Este segmento traduce algunos de los mitos a los que América Latina no está ajena. Muchos se preguntan ¿Será que los jóvenes de hoy son más violentos? ¿Los jóvenes de hoy tienen tendencia a delinquir? ¿No son capaces hoy de respetar los valores?. Para Corsi, La adolescencia no es en si misma una edad critica, ni los jóvenes constituyen un peligro para la sociedad, pero también es cierto que la expectativa sostenida de que una persona o grupo actuarán violentamente contribuye finalmente a que eso suceda. Los jóvenes perciben las respuestas por parte de los distintos ámbitos de “autoridad”  y estas son negligentes o represivas en lugar de educativas; y esa violencia ejercida sobre los jóvenes solo consigue incrementar el odio y la necesidad de venganza que redunda en nuevas conductas delictivas. Esto lo tenemos en cuenta dado que todos los jóvenes de la muestra han reincidido en conductas delictivas. En Argentina el fenómeno se ve agravado por “su empobrecimiento, sus carencias y sus niños, recordamos a los millones de niños y adolescentes que deambulan por las calles, mendigando, limpiando autos, prostituyéndose, en un permanente contacto con la violencia de la que son víctimas y victimarios y con notoria proximidad con la muerte”. Estos son los niños y adolescentes que llegan a ser captados por los sistemas de control social formal, prueba de ello es que en el Valle de Uco, el 90% de los Jóvenes judicializados corresponden a la franja de pobres estructurales.

 

Se pone de manifiesto una cadena en la reproducción de violencia donde el joven es un eslabón más. Es altísima la probabilidad de que los niños maltratados o testigos de violencia sean a su vez adultos maltratadores en el hogar y/o violentos en el mundo social ya que es el comportamiento que han internalizado como natural en su proceso de sociabilización primaria.

 

Por ello afirmamos que “las representaciones sociales no son un simple reflejo de la realidad, ellas constituyen una organización significante, significación que depende a la vez de factores contingentes, como por ejemplo, el contexto inmediato, la finalidad de la situación, las “circunstancias” y de factores más generales que depasan la situación misma, como por ejemplo el lugar que ocupa el individuo dentro de la organización social, el contexto social e ideológico en el cual dicha organización se encuentra, la historia del individuo y de su grupo de pertenencia”. (Aparicio 2007)

 

Esto no quita que rescatemos además, algunos aspectos personales para la elaboración del diagnóstico y posterior abordaje, dado que la representación supone un sujeto activo, desde este punto se poderi decir que la representación evidencia una “textura psicológica” (Moscovici 1976).

 

Los aspectos personales detectados en los adolescentes de la muestra son:

·        el déficit en la integración del Yo,

·        baja autoestima,

·        labilidad afectiva,

·        dificultad en el control de impulsos, agresividad, resolución de conflictos de manera violenta.

·        dificultad en la capacidad de anticipación y planeamiento conductual,

·        escasos hábitos reflexivos,

·        tendencia a culpabilizar al entorno,

·        baja empatía,

·        utilización de mecanismos de defensa tales como la racionalización, justificación, minimización y proyección de la propia conducta,

 

Si a esto le sumamos la violencia a la que son sometidos en tanto a la vulneración de la mayoría de sus derechos de la mano de la exclusión, marginación, esta realidad se ve agravada. Por ello no  podemos dejar de lado el análisis macrosocial, argumentando como los procesos mundiales, la concentración de capitales, la escasa distribución de los mismos, desempleo, subempleo etc.,  ejerce una violencia material sobre los sectores de escasos recursos, que se traduce en la vulnerabilidad de masas, y fuertes procesos de exclusión y desafiliación social. En síntesis esta violencia estructural impide que amplios sectores participen de los beneficios sociales, por ende se reduce “su estatus de ciudadano, en tanto le son negados los bienes socialmente relevantes”.

 

Desde esta mirada ROSANVALLON,  plantea una relación entre delincuencia y desunión social.  En esta situación se encuentran numerosos jóvenes, que fueron por diversos motivos excluidos del sistema educativo, que viven en familias multiproblemáticas, sin ninguna perspectiva de empleo, donde la trasgresión les ofrece una oportunidad de hacerse viriles, en suma de socializarse, aunque sea de manera negativa. En síntesis de una u otra forma esto les da IDENTIDAD.  Los destinatarios de tal identidad, puestos bajo sospecha, asumen la  identificación de su situación con el crimen, acatando el rol desviado, teniendo en cuenta que el control social crea la norma, y de hecho también las desviaciones a la misma. Cuando los niños actúan la desviación, es decir el rol esperado de ellos, justifican su conducta asumiendo la representación social como la criminalización anterior al crimen, la peligrosidad latente, la violencia como mecanismo de sobrevivencia etc. En las representaciones sociales se decodifica el mensaje trasmitido a los jóvenes, que  es sumamente contradictorio, por un lado deben respetar las normas del mundo de los adultos, pero por el otro deben asumir su responsabilidad de individuos en un mundo con algunas manifestaciones anómicas. Para el sociólogo Juan Pegoraro. ¨La violencia juvenil  ha adquirido en la última década una cierta autonomía y una visibilidad creciente, en parte debidas a un modelo de apropiación y distribución regresiva de bienes y servicios que ha victimizado a amplios sectores de esta franja etaria, en especial a los de bajos recursos, expulsándolos, del ámbito escolar y del trabajo, sumiéndolos en la degradación y en la miseria”.

 

Para este autor “la sociedad le ha creado a los jóvenes de hoy una imagen de lo que significa ser joven... estrechamente ligada a la necesidad de consumir objetos que antes no eran necesarios y no a modelos productivos. La búsqueda de la satisfacción de esas necesidades materiales choca contra los altos niveles de exclusión social, lo que da por resultado un quiebre de las normas de convivencia social. Para estos jóvenes la barrera social es infranqueable, solo se franquea mediante el delito, porque no pueden acceder a “ser Jóvenes” de otra manera. Esta sociedad produce estos Jóvenes y después quiere meterlos bajo la alfombra. Pero ellos se hacen presentes violando las normas”. Este padecimiento encuentra también su resorte en la transformación de los vínculos, tanto familiares como los sociales. Por ello Rosanvallon manifiesta que la pertenencia a una estructura familiar “clásica” en efecto ofrecía un punto de equilibrio al individuo, al mismo tiempo lo insertaba en un espacio de sostenimiento social y redistribución económica; también le recordaba que el mundo no empezaba con él, que estaba incluido en una genealogía que le brindaba un punto de apoyo y referencia.

 

Consideramos desde lo expuesto que la familia es el espacio donde convergen las identidades de sus miembros, pero los jóvenes que integran la muestra pertenecen a una estructura familiar multiproblemática. Esta es caótica,  disgregada, dispersa. En relación a este aspecto surge un nuevo padecimiento, que para intentar mitigar se desarrolla que  el uso creciente de toda clase de medicamentos, alcohol, somníferos, tranquilizantes, antidepresivos, antiestrés, etc.…de los que se espera una ayuda para hacer frente a todas las nuevas exigencias y responsabilidades del mundo pos-moderno… Para Rosanvallon el lugar que ocupan las drogas en nuestras sociedades corresponde a un fenómeno de la “civilización”. “La droga en efecto promete la reconstitución del yo, de manera temporaria y ficticia, es cierto, pero aligera el peso de las restricciones. Los tranquilizantes generan la ilusión de resolver la gran contradicción moderna de ser uno mismo y estar a la vez liberado de sí mismo”.

 

Por supuesto que no se trata aquí de hacer una apología de la violencia juvenil, sino es un intento de no ser tan lineales en el análisis y comenzar a examinarnos como sociedad, científicos  y profesionales para así poder revisar críticamente nuestra practica.

 

Desde esta mirada hemos intentado corrernos del rol de controladores sociales, para intervenir desde un nuevo enfoque, que disminuya la intervención judicial, que atenúe la violencia de las instituciones cerradas o totales, que ofrezca verdaderas alternativas de reeducación y reinserción de los jóvenes. En fin tratar de generar respuestas más profesionales, humanitarias y más comprometidas de toda la sociedad. 

 

Como hemos visto   nuestra contemporaneidad se ubica en un tiempo de ruptura histórica, epistemológica, donde, lo viejo no termina de morir y lo nuevo no termina de nacer…Nos encontramos en el marco de una crisis civilizatoria que se expresa en el plano de los valores, de las ideas, del conocimiento, de las practicas sociales que nos incluye y no escapa a los jóvenes con los que trabajamos, sino que por el contrario este es uno de los últimos estamentos de esta constante reproducción de desigualdad.

 

Como lo expresa Bourdieu, lo que está en juego es inventar progresivamente una nueva figura de la acción intelectual, en ruptura con los modelos del "intelectual orgánico" o del "compañero de ruta", sino debemos ser capaces de agrupar, de hacer circular energías, analizar y hacer transitar los análisis, en definitiva, resistir intelectualmente  a la hegemonía del pensamiento neoliberal.

Como hemos visto en todo el documento, las representaciones sociales juegan un rol fundamental en la dinámica de las relaciones y las practicas sociales a través del cumplimiento de cuatro funciones esenciales a saber:

1.     La función cognitiva: ellas posibilitan la comprensión y la explicación de la realidad.

2.     la función identitataria: puesto que intervienen en la definición de la propia identidad social, permitiendo a su vez, salvaguardar la especificidad de los grupos.

3.     la función de orientación. Ellas guían las conductas de los individuos.

4.     La función de justificación: ellas permiten a posteriori la justificación y conductas adoptadas por los individuos.

Se pone de manifiesto, que las tres primeras funciones aquí descriptas hacen referencia al rol ejercido por las representaciones sociales antes de llevarse a cabo una acción. La última hace referencia al rol postcomportamental, puesto que las representaciones sociales permiten a los actores sociales la explicación y justificación de sus conductas.

ANÁLISIS DE LOS DATOS OBTENIDOS:

 

 

Del análisis de los datos obtenidos podemos inferir lo siguiente:

                                                   I.      DEL CONTEXTO:

·        Que el total de los jóvenes de la muestra se encuentran bajo la línea de la pobreza.

·        la mayoría están incluidos en la denominada pobreza estructural,  con necesidades básicas insatisfechas y bajo la línea de la indigencia.

·        El 100% presentan Repitencia y deserción escolar. Han sido expulsados o excluidos del sistema.

·        Tienen escasa o nula vinculación con las organizaciones de la comunidad, sean estas deportivas, culturales recreativas etc.

·        Tienen antecedentes previos en los Juzgados de Familia.

                                               II.      DE LA FAMILIA

·        El 90% de la familia se encuentran excluidos del sistema laboral formal y del educativo (deserción escolar).

·        También encuentran etiquetados o estigmatizados por su apellido, o por el lugar donde residen.

·        pertenecen a familias multiproblemáticas.

·        Se observa en todos los grupos estudiados diversas formas de violencia intrafamiliar.

·        Conflictos entre progenitores. Familia expulsora o sobreprotectora, con limites difusos y contradictorios.

                                           III.      PERSONALES

·        Están incluidos en la denominada personalidad vulnerable.

·        Internación en el COSE.

·        Comportamiento que oscila entre la agresividad y la abulia, sin proyectos hacia el futuro.

 

CONCLUSIÓN Y APORTES:

 

 

Después de este recorrido teórico y el análisis de los casos, podemos afirmar que la vulnerabilidad psicosocial y de las instituciones de control social permite visualizar los serios problemas que surgen cuando el Estado interviene, pero con intentos no asertivos. Los jóvenes con los que estamos trabajando en el Valle de Uco, están “menos educados, menos sanos, condicionados a un espacio social muy limitado etc. Esta desprotección vulnera los derechos consagrados en la Convención de los derechos del niño.

 

La breve descripción ha descuidado el aspecto vincular, “el lazo social”, que incluye el modo y calidad de las relaciones, lo que puede o no coincidir con los aspectos formales. Las consecuencias de un diagnostico incompleto, acritico y meramente formal, no reduce los aspectos negativos y por ende no colabora con elementos de reinserción o rehabilitación, sino por el contrario puede incrementar la vulnerabilidad. En cuanto al aspecto comunitario, este es un dato de gran valor, ya que es necesaria  la historia de la comunidad en tanto espacio originario, dado que ha producido formas de organización social, de producción y de comunicación. Estar atentos en como construyen los jóvenes y sus familias el lazo con la comunidad y viceversa. Esta se aborda a través de sus instituciones, escuelas, centros de salud, iglesia, uniones vecinales, municipio, y el rol que cada una de esta juega. Debemos recordar que los grupos vulnerables lo han sido más al control social ya que el prematuro proceso de condicionamiento social, que favorece la criminalización temprana de estos grupos, aumenta el grado de deterioro. Por esto es que planteamos un  giro en la intervención, que tienda a acciones que generen alternativas concretas. No sólo que sean viables y eficaces sino que tiendan a revisar el contrato social  brindando un impacto no solo en los  niños y adolescentes, sino en toda la comunidad. Entendemos que se deben evitar  las medidas de protección que con “buenas intenciones” reproducen los modelos de exclusión social con actividades represivas, o negligentes y no educativas que generan una inevitable reacción negativa de los jóvenes. Pensar en niños y adolescentes como ciudadanos es una manera de corrernos de acciones paternalistas, represivas o asistencialistas.

 

Esto significa abandonar la concepción de los sujetos como si fueran víctimas, por lo tanto incapacitados para decidir su propio destino. Abandonar también la idea de "beneficiario" o "destinatario” para reemplazarla por la noción de ciudadano activo, esto es, sujeto de derechos pero también de responsabilidades.

 

Construir ciudadanía implica, tensar al máximo tanto las posibilidades distributivas de las políticas vigentes, el trabajo en redes, reconstruirlas o fortalecerlas, como así también acciones culturales de reconocimiento del otro. Asimismo implica, a través de la dimensión cultural de nuestra práctica, elevar el capital cultural de los sujetos con los que trabajamos, en tanto está constatada una asociación positiva entre disponibilidad de capital cultural y ejercicio activo de la ciudadanía.

 

Por ello para el análisis del tema propuesto, el estudio de las representaciones se localiza en el punto de intersección de imaginarios y comportamientos, entre los niveles micro y macro de la realidad. “los vínculos entre sujeto, objeto y contexto”.

Mead y Blummer ya habían precisado que los fenómenos de representación tienen su origen en interacciones como los propios intercambios comunicativos. Para Moscovici, las representaciones pueden originarse, también, a través de mecanismos de observación o de reflexión individuales los cuales, por supuesto siempre están mediados por el contexto.

 

Las representaciones son sociales porque son inseparables de los grupos y de los objetos de referencia. Por ello en el “tema de los adolescentes infractores de la ley penal, lo social interviene ahí de varias maneras: a través del contexto concreto en que se sitúan los adolescentes estudiados y los grupos de pertenencia; a través de la comunicación que se establece entre ellos; a través de los marcos de aprehensión que proporciona su bagaje cultural; a través de los códigos, valores e ideologías relacionados con las posiciones y pertenencias sociales específicas. 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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1 comentario

PEDRO VERGARA -

PARTIENDO DE MIS POCOS CONOCIMIENTOS ACADEMICOS POR TENER PRIMARIA Y ENCARAR LA VIDA COMO ALBAÑIL, COMPARTO LAS CONCLUCIONES Y APORTES A ESTA PROBLEMATICA YA QUE YO E VISTO CON MIS OJOS COMO SE HAN AUTO ELIMINADO MUCHOS JOVENES PARTIENDO DESDE LA ESPULCION DE LO QUE PODRIA HABER SIDO SU SEGUNDA CASA , LA ESCUELA Y CUIDADO ESTOY VIENDO HOY AL FINAL DEL 2011 QUE ESTAMOS EN PRESENCIA DE UNA CULTURA AGRESIVA QUE SE ESTA DESPLASANDO EN MOTO AHI YA NO HAY INDIGENCIA HAY OCIO COLECTIVO Y A ESE PUNTO TENEMOS QUE DIRIGIR NUESTRA MIRADA LAS NUEVAS GENERACIONES NOS ESTAN PIDIENDO ATENCION-Y YO SOLO LOS PUEDO MIRAR PERO YO VOTE EL23 ALGUIEN SE TIENE QUE HACER CARGO,,,, EL RECURSO ESTA--VER ESTA PUBLICACION ME DA ESPERANZA