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INSTITUTO DE EDUCACIÓN SUPERIOR 9-026 LAS HERAS

Comparación entre las políticas educativas de las décadas de 1880/1990









 



COMPARACIÓN ENTRE LAS POLÍTICAS EDUCATIVAS DE
LAS



DÉCADAS 1880/1990

Autora: Elsa Yolanda Cáceres



 





Este trabajo tiene como
objeto describir e interpretar dos períodos singulares de la historia  del Sistema Educativo argentino,
específicamente las políticas educativas llevadas a cabo en dos décadas que
marcaron el rumbo de nuestro país, nos referimos a la década de 1880 y la década de 1990. La problemática se expone en sus
diferentes facetas, con el fin de demostrar no solamente la complejidad que es
inherente a la naturaleza de los sistemas, sino también los variados papeles
sociales que le han sido asignados en dichos períodos; siguiendo desde éste
punto de vista el propósito presentado por la catedra. Para comprender el
significado de los sistemas es menester analizar el contexto sociocultural,
económico y político que marcaron el rumbo de la educación en ambos períodos,
poniendo especial énfasis en la metodología empleada en educación comparada y
en los procesos de su evolución.



La conformación del sistema
educativo moderno se inscribió en un contexto de fuerte impronta político-
institucional, en el cual el Estado utilizó mecanismos y estrategias de
inculcación ideológica basadas en una arbitraria pseudo democratización. Un
sentido ilusorio inculcó en el imaginario social que la educación era un
derecho intransferible e inalienable; así, la escuela se constituiría en
dispositivo integrador,  homogeneizador y
suturador de las desigualdades sociales, pero
también en institución formadora de un futuro ciudadano.   Específicamente nos
encontramos en la década de 1880 con
lo que Sarmiento dio en llamar la “Educación
Popular”[1]
que formó parte
del proceso de la constitución del Estado Nacional y que por un centenar de
años  tuvo el basamento en la Ley 1420, Ley de Educación
Común, que prescribió  la obligación del
Estado de brindar educación a todos los habitantes del territorio argentino,
con un relato propio: educar al soberano.



Por otro lado, el discurso
impulsado por los organismos internacionales de Educación Para Todos[2]  durante la década de 1990, en el caso argentino quedó plasmado en la Ley 24195, Ley Federal de
Educación, en la que las nuevas políticas educativas llevadas a cabo en
Argentina y Latinoamérica, desplegaron relatos políticos de Inclusión escolar.



El propósito será  analizar como a través del Estado, se
construyó un discurso político que tenía clara correlación  con el sistema
educativo en ambos períodos.



 Debemos aclarar que si bien el Estado fue un
agente responsable primario del proceso de inclusión/ exclusión de los sujetos
sociales  en edad de ser escolarizados
durante la década de 1880,   existieron no obstante  otras instituciones como la familia y la Iglesia que también
contribuyeron a reforzar estos mecanismos; como así también dispositivos
vinculados a la cultura, tradiciones y representaciones que actuaron con
frecuencia como variables de autoexclusión por parte de estos mismos sujetos.  



Retomando el tema del
propósito del trabajo, intentaremos abordar la brecha generada entre los
discursos del poder político y nuestro eje de análisis que en términos actuales
hace referencia a las prácticas de exclusión e inclusión educativa generadas en
Argentina a través de las políticas educativas de los períodos señalados.



En tal sentido Finkel, S.
plantea que “la Argentina en la década
de 1880 atendía a la séptima parte de los niños en edad escolar, como una madre
atiende sólo a uno de los siete hijos que cobija”
[3]
y en lo que respecta a la década de 1990 Guillermina Tiramonti plantea que “se han desarrollado las políticas de
compensación como un remedio para la desigualdad y la exclusión ya que el
Estado argentino no puede siquiera sostener la utopía de la igualdad y la inclusión
educativa”
[4]



Intentaremos interpretar la
década de 1880 recurriendo a la
utilización de categorías conceptuales contemporáneas para poder establecer
procedimientos comparativos con la década reciente, sabiendo que como
estrategia implicará algunas resistencias metodológicas.



Nuestro interrogante en cuanto al eje de
análisis de este trabajo es:



En qué medida el sistema
educativo en dos momentos centrales de
la historia de la educación Argentina –debido a la promulgación de las dos
leyes más importantes en lo que a la Historia del sistema educativo se refiere: Ley
1420 y Ley 24.195- generó desde el discurso los relatos  de inclusión, cuando en la práctica se pueden
identificar situaciones que dan cuenta de mecanismos de exclusión social y  escolar.



Al respecto,
debemos hacer otra aclaración que se relaciona a una cuestión de tipo
metodológica y estratégica: el tratamiento de estos dos momentos no se pueden
abordar sin reconocer el contexto histórico- social en el que se desarrollan,
los que se encuentran atravesados por una trama de sentidos históricos
complejos.   



Es llamativo
que una Ley como la sancionada en 1884 (Ley 1420) haya perdurado una centuria y
recién en la década de
1990 se la
sustituya. Podemos interpretar que los discursos no solo atravesaron  y determinaron el  “pensamiento” y las acciones de los sujetos
sociales, sino que también su puesta en acto como expresión del currículo tuvo
una fuerza disciplinadora que se “impuso” como verdad inobjetable.



 



 



Capítulo I



PRIMEROS ESTUDIOS COMPARATIVOS:



En las últimas décadas del siglo XVII y sobre
todo en las dos primeras del XIX, aparezca el vocablo de “comparado” o
“comparada”, incluido en el título de tratados de científicos.



Corresponde a Jullien de París el
mérito de haber visto por primera vez de un modo relativamente completo el
carácter científico y práctico de la Educación Comparada,
al que le atribuyó una autonomía epistemológica.



Jullien, nació en París en el año 1775. Era
un hombre de la
Ilustración, fiel a los ideales típicamente racionalistas y
proclive al nacionalismo imperante. A partir de 1808, se ve una inclinación
hacía el tema de la educación. La obra más importante lleva por titulo :
“El Esquisse et vues préliminaires d´un ouvrage sur l´éducation
comparée”
publicado en 1817”.

Jullien tiene una intención de carácter práctico. Esta obra se divide en dos
partes, la primera, es una justificación de dicho proyecto y una breve reseña
de sus objetivos y aspectos generales. La segunda está destinada a proporcionar
un instrumento eficaz para la recopilación de los datos, y consiste en unas
tablas o como él las denomina, “series de preguntas”.



El siglo XIX, también llamado el siglo de los
viajeros, esto quiere decir que en el siglo XIX hubo una cierta predisposición
a ver con buenos ojos las realizaciones de los demás, pese al clima de
nacionalismo dominante. También es cierto que no todos los autores y viajeros
aceptaron todas los modelos extranjeros que habían conocido, poniendo en
entredicho la utilidad de los viajes y de las comparaciones educativas en su
conjunto. Se puede decir que el representativo de ellos es el ruso Leon
Tolstoi.



Viajo a varios países europeos, en
busca de posibles experiencias que le sirvieran de inspiración para llevar a
cabo su idea de crear instituciones de educación. Manifestó su repulsa hacia el
modelo Prusiano considerado como el supermodelo educativo en aquellos tiempos.
Manifestó que Rusia no sólo no debía imitar a Occidente, sino que necesitaba
evitar cualquier contagio. Pero por otro lado las escuelas para trabajadores de
Marsella y los de Kindergarten froebelianos le causaron buena impresión.



El viajero K.D. Ushinsky, cuyos viajes
y apreciaciones son de vital importancia para la educación comparada rusa,
puesta de relieve por Nicolas Hans, y por ello deben ser situados en una
línea más en consonancia con la habitual de los viajeros del siglo XIX.



Durante el siglo
XX son muchos los viajeros y los informes que se realizaron y que aún se
realizan hoy. Muchos autores consideran que "la enseñanza en el
extranjero" constituye una parcela de saber diferente a la propia de la
educación comparada. La "enseñanza en el extranjero" pervive
en nuestro mundo de hoy y seguirá perviviendo, porque su existencia es
necesaria.



ETAPA DESCRIPTIVA
O DE LA PEDAGOGÍA EN
EL EXTRANJERO



Esta etapa esta comprendida en el siglo XIX y
se denomina “siglo de los viajeros”. Se desarrolla la descripción de la Educación Comparada.
Se comienza a recoger experiencias de otros países que pudieran ser utilizadas
en el propio.



Las visitas han sido casi siempre realizadas
con el preconcebido de hallar experiencias aplicables y no tanto estudiar el
verdadero valor que en si mismas pudieran tener. Los viajeros, algunos becados
por su país de origen, visitaban el país y observaba las experiencias bajo su
óptica, aunque también se dieron casos de viajeros que llevaban un plan
preelavorado para evitar impresiones subjetivas. Pero por lo general los
autores no realizaban recogidas de datos sistemáticos, tampoco estaban sujetos
a unas reglas de orden y de exactitud, para que fueran homologados y comparados
con los datos de otros países. Tampoco tienen la conciencia de que están
contribuyendo al nacimiento de una nueva ciencia educacional y comparativa.



Si somos exhaustivos nos daremos cuenta que
no llevaron a cabo comparaciones propiamente dichas sino que lo que realizaron
fueron yuxtaposiciones de realidades educativos, pero esto no habría que
infravalorarlo puesto que esto ha ayudado al desarrollo de la disciplina y
propagaron el interés de los poderes públicos sobre las realizaciones de los
demás países.



ETAPA
INTERPRETATIVA O DE ELABORACIÓN SISTEMÁTICA



El 1900 puede llamarse la fecha clave de la Educación Comparada.
Se producen dos hechos para que llamemos así a esta fecha.



·        
La organización por primera vez en la historia de un curso
universitario de Educación Comparada, en la Universidad de
Columbia. Esto hace que aparezca la necesidad de abordar la Educación Comparada
de manera sistemática, aunque no se puede confundir una ciencia con una
asignatura o materia de estudio. Pero estas necesidades académicas afectaron
sobretodo al aspecto formal de la Educación Comparada.



·        
La aparición de un escrito excepcional, consecuencia de una
conferencia pronunciada por su autor, Sadler, con el titulo “¿Hasta qué
punto podemos aprender algo de valor práctico con el estudio de los sistemas
extranjeros de educación?”



En esta etapa se pueden diferenciar tres
enfoques:   Enfoque
interpretativo-histórico.  Enfoque
interpretativo-antropológico.  Enfoque
interpretativo-filosófico.



 



ETAPA COMPARATIVA



Esta etapa abarca desde mediados del siglo
XX, hasta nuestros días, y en ella podemos distinguir dos momentos, uno hasta
los años setenta, y otro desde entonces:



  Hasta
los años setenta
: asistimos a la consolidación de organismos
internacionales, cooperación entre ellos y la realización de auténticos
estudios comparados. También se prestó atención a la elaboración de una
metodología científica de la Educación Comparada, en un primer momento usando
métodos puramente comparativos (Hilker y Bereday), posteriormente valorando el
método científico (Husen, Noah y Eckstein), o abriendo nuevas vías de estudio
(Holmes, Anderson y Roselló).



  A
partir de la fecha anteriormente señalada
, se organiza el Consejo Mundial
de Sociedades de la
Educación comparada, y se produce una proliferación de
sociedades nacionales, produciéndose un aumento en el número de congresos, de
publicaciones e investigaciones comparativas.



En esta etapa podemos diferenciar tres
enfoques:  Enfoque
comparativo-predictivo.  Enfoque
comparativo-funcional.  Enfoque
comparativo-global.



ETAPA DESCRIPTIVA
O DE LA PEDAGOGÍA EN
EL EXTRANJERO



ALEMANIA



Alemania y más concretamente Prusia fue el
país más admirado y más visitado a efectos educativos durante el siglo XIX.



Uno de los pioneros fue A.H. Niemeyer,
escribió en 1824 una obra dedicada a realizaciones educativas tan significadas
como la reforma universitaria de Napoleón y de la enseñanza en Suiza. También
las experiencias de Fischer y Kruse merecieron el interés, pero sin embargo F.
W. Thiersch redacta la obra más ambiciosa de este periodo, dedicada al
análisis de experiencias alemanas, holandesa, francesa y belgas, y con
observaciones sobre el carácter de los viajes al extranjero con fines
educacionales y sobre algunas precauciones que es preciso tomar cuando se
realizan descripciones de este tipo. Se mostró partidario de la unidad de
Europa, señalando lo mucho que podría contribuir a ese objetivo una cierta
unidad de los sistemas y métodos de enseñanza.



FRANCIA



Un representante de este país es Cousin,
miembro del Consejo Superior de Institución Pública de Francia. El informe que
sobre su viaje redactó en 1832 sirvió de base a la ley Guizot de 1833, después
publico otros trabajos. Los trabajos que realizo tuvieron una repercusión que
traspaso las fronteras de su país. Lo que podríamos destacar de sus obras, es
la precaución que tiene sobre la imitación de las experiencias útiles de otros
pueblos, precauciones que justifica en la diversidad d caracteres, de historia,
de estructuras de gobierno…



También hay que destacar a P. E. Levasseur,
se dedicó a la estadística, sus principales trabajos se planteaban en
confrontar datos estadísticos sobre la enseñanza primaria de varios países
europeos. Este autor nos ponen en alerta ante las deficiencias. El mismo
Levasseur no se pone en guardia sobre tales deficiencias y sobre la relativa
fiabilidad que debe concederse a las comparaciones que tengan a los datos
estadísticos como base fundamental. Hace uso de la comparación dinámica,
muestra especial ineterés por estudiar los principales factores que inciden en
la educación.



Fue un hombre que supo adelantarse a su
época, utilizando ya en el siglo pasado, aunque rudimentariamente, unas
técnicas metodológicas que gozan hoy de plena vigencia.



INGLATERRA



Kay (1821-1878) , este autor
considera que su país debería tener muy en cuenta los ejemplos de algunos otros
de Europa, y en especial de Alemania y suiza, para mejorar el grado de
educación y el nivel de vida de los pobres pues ambas cosas guardaban, según
él, estrecha relación.



El libro de Kay contiene apreciaciones
comparativas de gran agudeza, por la convicción de que el progreso de un pueblo
es una neta consecuencia de la calidad de sus instituciones sociales y, sobre
todo, educativas. ve en Suiza el marco ideal que ejemplifica lo que debería ser
el estudio de la educación comparada.



Otro autor Matthew Arnold (1822-1888)
también ocupa un papel importante en la educación comparada. Realizo varias
visitas a distintas experiencias que se estaban llevando a cabo. Muestra un
profundo conocimiento de las prácticas educativas en el continente,
especialmente francesas e inglesas. Busca ideas y experiencias que puedan ser
útiles a su país. No se trata de imitar experiencias aisladas, sino de crear un
contexto que las haga posibles.



A diferencia de otros tiene un afán de no
teñir sus apreciaciones con el toque subjetivista y de los perjuicios nacionales.
Afirma que los estudios comparativos no deben ir encaminados de antemano a
demostrar algo, sino a descubrir la realidad. Lo mejor de la comparación no es
intentar ajustarla a las exigencias de nuestras inclinaciones o perjuicios sino
en tratar de averiguar, simple y seriamente, qué es lo que nos enseña.



Fue uno de los primeros en entrever que las
instituciones educativas y sus resultados están sujetos permanentemente al
influjo de una serie de factores, entre los que él destaco las tradiciones
históricas y el carácter nacional.



Sir Michael Ernest Sadler, (1861-1943), su
labor fue mucho más allá, no se limitó a recoge experiencias educativas
extranjeras, sino que dio un impulso decisivo al enfoque metodológico de
nuestro campo.



Fue uno de los viajeros educacionales del S.
XIX. Lo más importante de su aportación a la educación Comparada lo realizo ya
en el s. XX. En 1903, publicó once volúmenes de informes en los que pueden
encontrarse abundantes referencias a las prácticas educativas británicas,
europeas y norteamericanas. Prefirió la vía de los informes y de las
Conferencias para mostrar su pensamiento. lo más significativo de su
contribución, en el nuevo enfoque de carácter teórico y científico que supo dar
a la Educación
Comparada.



Una etapa nueva, no se trata de salir a los
países, como sucedía en la etapa de los viajeros, con el ánimo de encontrar en
ellos experiencias para copiar en otro país, sino que se busca entender el por
qué más profundo de tales experiencias. Son las causas de las experiencias, y
no estas en cuanto a los efectos, las que deben ocupar la mirada atenta del
investigador.



Por primera vez de modo consciente y
sistemático, va surgiendo la convicción de que la educación de un país no se
investiga sólo a través de sus escuelas. No puede confundir el sistema escolar
con el sistema educativo, porque no son dos realidades equivalentes, define los
sistemas educativos como: “son organismos vivos, constantemente modificados
por las presiones y los conflictos políticos e ideológicos.”



Este autor sigue pensando en la eficacia del
estudio comparado de cara a la política educativa del propio país, entendiendo
que el objeto de la
Educación Comparada: “debe procurar descubrir la fuerza
espiritual intangible que, en todo sistema de educación eficaz, en realidad
sustenta el sistema escolar y es responsable de su eficiencia.”



ETAPA
INTERPRETATIVA O DE ELABORACIÓN SISTEMÁTICA



INTERPRETATIVO HISTÓRICO



Isaac León Kandel, aborda el estudio de
algunos sistemas educativos, tiene una preocupación por los problemas básicos
de índole histórica y política. El estudio que realizo con una serie de países
están realizados sobre la base de reunir datos referentes a puntos
concretos:Organización de los sistemas nacionales,Administración escolar,Educación
elemental,Preparación de maestros, Educación secundaria.



Pone de manifiesto un nuevo enfoque, le
preocupan las causas que hacen los hechos educativos, las concepciones que los
preparan y alimentan, las similitudes y diferencias que guardan con los
experimentos en otros piases. La Educación Comparada tiene como primer deber la
comparación entre sí de esas concepciones, bajo esta línea.



El autor se da cuenta de que las
experiencias, tienden a repetirse de modo parecido en países distintos, pero
con resultados distintos , esto se debe a que los problemas educativos son de
alcance general, cada país ensaya solucionarlos de un modo diverso.



Lo que tiene que quedar claro de esta etapa
es que el estudio de la
Educación Comparada no debe venir presidido por la idea de
incorporar al propio sistema educativo experiencias del extranjero, sino por
comprender las razones profundas de esas experiencias distintas y por extraer
de ellas enseñanzas que puedan servir a mejorar la comprensión de otros pueblos
y para criticar las propias realizaciones.



Este autor, concedió relevancia a los
factores históricos, entendidos en sentido amplio, los que configuran sobre
todo el carácter nacional , pieza básica para entender las peculiaridades y las
experiencias educativas.



Kandel contribuyó decisivamente a que la Educación Comparada
haya progresado hasta el punto de estar hoy en condiciones de discutir con base
científica algunos de sus asertos y apreciaciones y de respetar y de admirar la
gran solidez y calidad de su obra.



Nicholas Hans, es uno de los que más se
esforzó en encontrar un adecuado cauce a la explicación de los sistemas
educativos, su actividad fundamental se desarrollo en Inglaterra, su aportación
ha sido decisiva.



Tiene una tendencia a utilizar la comparación
como método predominante. Junto a su amplia producción escrita, desarrolló una
intensa labor como profesor de Educación Comparada, iniciada en el King ´s
College de Londres.



Los puntos esenciales de su pensamiento:



 
Factores naturales: factor racial, lingüístico y factores geográficos y
económicos.



 
Factores religiosos o antiguos: entre las religiones tradicionales de
Europa. Hans elige 3: católica, la anglicana y la puritana.



 
Factores seculares o ideológicos: humanismo, socialismo, nacionalismo y
democracia.



Como elemento clave cabe explicar las
diferencias entre los sistemas educativos, Hans acude, al carácter nacional.
Hay 5 factores fundamentales que constituyen como tal a una nación:  Unidad de raza,  Unidad de religión ,  Unidad de lengua,  Territorio,compacto,  Soberanía política



Incluso puede darse el caso de que exista
nación donde falten dos de estos factores confluyentes sean varios y nunca uno
solo.



Este autor explícitamente reconoce, en el
mismo lugar, que “la educación, siendo una función del carácter nacional, viene
a ser ella misma un nuevo factor modelador de éste” los sistemas educativos han
tenido tiempo todavía de ejercer un influjo importante sobre los caracteres
nacionales, y que, en cualquier caso, nunca lograrán, a no ser que renieguen de
si mismos, desembarazarse de sus propias raíces históricas. Este autor tuvo que
compatibilizar la vocación comparatista con su vocación de historiador.



INTERPRETATIVO
ANTROPOLÓGICO



Friedrich Schneider, Este autor realizo
poderosas aportaciones a la Educación Comparada. En dos de sus obras se
encierra, lo mejor de su pensamiento, "Triebkrafte der Pädagogik der
Völker
" ( traducida al castellano: Pedagogía de los pueblos) y "Vergleichende
Erziehungswissenschaft" (
en castellano Pedagogía Comparada, traducida
y presentada por J. Tusquets)



Después de prestar atención sobre
determinados aspectos que otros comparativas olvidan cuando hablan del carácter
nacional. Pone de relieve la necesidad de profundizar en la psicología de los
pueblos, la necesidad de no importar ningún modelo educativo determinado sin
examinar antes si está de hecho de acuerdo con el carácter propio del pueblo
importador y de la necesidad de no recomendar reformar o innovación alguna que
no esté radicalmente posibilitada en el concreto carácter del pueblo que haya
que recibirla. Además del carácter nacional enumera otros factores:



  El
espacio geográfico,,  La economía,  La cultura, 
La religión,  La ciencia,, La
estructura social y política,  La
historia,  Las influencias extranjeras,  Los factores endógenos del desarrollo
pedagógico.



Los factores endógenos vendrían en principio
definidos como el “creador impulso vital” de la vida educativa de los pueblos,
o como “energías configurativas internas”.



Metodológicamente, sugiere la necesidad de
dar un impulso nuevo y atrevido a la “ciencia comparativa de la educación”
nombre que él prefiere para nuestra disciplina.



Un objetivo de la Educación Comparada
para Schneider, es la asistencia educativa a los pueblos de menor desarrollo.



La tendencia de este autor es dotar a la
investigación comparativa de un sesgo prospectivo, de llevarla a cabo con la
mirada puesta en el futuro.



Arthur Henry Moehlman, Su obra
fundamental publicada en 1964, titulada Sistemas comparados de educación. Tiene
un marco teórico formado por 14 factores, cuyas interacciones son las que a
largo plazo determinan el carácter de la educación de un pueblo determinado.
Los factores están agrupados de la siguiente manera:



Poblaciones, espacio y tiempo,Idioma, arte,
filosofía y religión.,Estructura social, gobierno y economía,Tecnología,
ciencia, salud y enseñanza.



Moehlman está ya muy en línea con las
tendencias que, desde comienzos de los años sesenta, vendrán a presentarse en
la sistematización de la
Educación Comparada y a las que más adelante.



INTERPRETATIVO FILOSÓFICO



Joseph A. Lauwerys, fue el primer profesor de
Educación Comparada en la
Universidad de Londres. Desarrollo una amplia actividad
científica y docente en pro de la disciplina.



El pensamiento de Lauwerys fue difundido por
varios estudios, artículos… hizo una gran aportación en un encargo de la UNESCO, fruto de su
preocupación por encontrar un sistema de clasificación universalmente aplicable
a los diversos niveles y aspectos de los sistemas educativos. Lo que dice es
que, en el fondo, el carácter nacional, es un concepto de fuerte endeblez
teórica, si bien le reconoce “un valor heurístico; ayuda a formular preguntas y
guiar la investigación”. Más que de “carácter nacional” o de “características
nacionales”, la
Educación Comparada debería hablar de “estilo nacionales” en
filosofía: aunque la filosofía tiene un alcance universal, es cierto que los
diversos pueblos han insistido un tipo concreto de filosofía.



Hessen En 1928, publico un
espléndido capitulo titulado Comparación crítica de la estructura escolar de
otros paises . Hessen puso atención a 4 problemas:



 
Educación Obligatoria,  Escuela y
estado,  Escuela e iglesia,  Escuela y vida económica.



 Y pasó
luego a examinar críticamente el enfoque de estos problemas en diez sistemas
educativos. Su influjo fue importante tanto en Alemania como, a través de Hans,
en el ámbito angloparlante.



ETAPA COMPARATIVA



ENFOQUE COMPARATIVO PREDICTIVO



Pedro Roselló, el máximo impulsor de este
enfoque es el español, Pedro Rosselló. Pedro Roselló nació en 1.897 en un
pueblo ampurdanés y realizados sus estudios en Gerona y Madrid, se vinculó
desde bastante pronto, primero como alumno y después como profesor, al
Instituto J. J. Rousseau de Ginebra y, algo más tarde a la Oficina Internacional
de Educación, de la que fue pieza clave hasta poco tiempo antes de su muerte,
acaecida en 1.970.



Este concibe la educación comparada de una
forma dinámica, que denomina “corrientes educativas”. La estructura de la
comparación debe girar en torno a una serie de variables que a su vez están
relacionadas con determinados factores. Un ejemplo sería, la variable
“naturaleza de la comparación”, dependerá de los factores como son la
descripción, la comparación,...



Rosselló establece la estructura de la Educación Comparada
desde cuatro variables:



1. El sujeto de la comparación: puede ser más
específico y más general dentro del esquema del Sistema Educativo de un país.
El sujeto de la comparación será:



·        
Todo el sistema educativo del país,Cualquier nivel educativo. La
financiación,La estructuras administrativas,Los planes de estudio, la
metodología,...



2. El área de la comparación: entre ciudades,
regiones, países, continentes,...



3. La naturaleza de la comparación:



·        
Ser una comparación DESCRIPTIVA (analogías y diferencias).



·        
Ser una comparación EXPLICATIVA (tratando de encontrar causas de
estas diferencias y analogías).



4. El sentido de la comparación: puede tener
dos sentidos diferentes: ser una comparación ESTÁTICA, estudio de un momento.



-Ser una comparación DINÁMICA, comparación de
las situaciones en evolución



ENFOQUE COMPARATIVO FUNCIONAL



Andreas M. Kazamías, discípulo de R.
Ulich en Harvard y colega de C. Arnold Anderson en Chicago, concibe la
metodología en la
Educación Comparada desde una perspectiva interdisciplinar,
combinando el enfoque “humanista” y las aportaciones de la Historia con las Ciencias
Políticas y de la
Sociología. En sus estudios comparativos, de clara tendencia
analítica, aparecen trazadas simultáneamente la fuerzas de la tradición y del
cambio que caracterizan el desarrollo de la educación contemporánea; el
objetivo de la
Educación Comparada es descubrir las funciones que las
escuelas, como instituciones sociales, desarrollan en cada país.



Kazamías proclama que la Educación Comparada
debe adoptar deliberadamente una “base científica”, y critica duramente las
fundamentaciones históricistas como insuficientes, dado que están viciadas del
subjetivismo y sesgan los tratamientos hacia un “ensalzamiento” o una
“devaluación” de los sistemas educativos estudiados. Afirma que los estudios
comparados en educación alcanzarán la objetividad necesaria para que se les
considere como científicos, cuando usen el método funcionalista y su técnica de
las covariaciones, cuyo valor está suficientemente contrastado en los estudios
sociológicos y antropológicos. Aboga por que las comparaciones se realicen entre
dos o más sistemas educativos, previamente descritos y considerados como
estructuras sociales, aunque advierte que estructuras semejantes pueden llenar
funciones diferentes. Su funcionalismo sociológico le permite aislar distintas
variables en la estructura institucional de la enseñanza y determinar las
relaciones que existen entre ellas y otras funciones de las estructuras
sociales.



Brian Holmes, catedrático de Educación
Comparada en la
Universidad de Londres desde 1979 y jefe del Departamento de
Educación Comparada del Instituto de Educación Comparada de la misma
Universidad.



La metodología de la Educación Comparada
ha constituido su preocupación fundamental. Su libro Problems in Education -
A Comparative Approach
(1965) (Problemas de la educación - Una aproximación
comparativa) reunía las conclusiones de su tesis doctoral y otras
investigaciones, y desde entonces se ha convertido en tema de multitud de
artículos y aportaciones en conferencias. En 1967 publicó una colección de
ensayos titulada “Educational policy and the mission schools” (Política
educativa y las escuelas misioneras) elaborada por el propio Dr. Holmes y por
sus alumnos.



ENFOQUE COMPARATIVO TIPOLÓGICO



C. Arnold Anderson, desarrolló la docencia en
las Universidades de Harvard, Iowa y Kentucky, y también la desempeñó en el
Centro de Educación Comparada de la Universidad de Chicago, jubilándose en 1974.
Durante su dilatada carrera universitaria impartió cursos como profesor
especialista en la universidades de Harvard, California en Berkeley, Nueva
Cork, Upsala... Fue director de la revista The American Journal of Sociology
y pertenció al consejo de redacción de la Comparative Educaction
Review
desde 1966 a
1978.



Sus principales publicaciones se centran en
los problemas de la movilidad y el cambio social y su influjo en la educación.
En la década de los 60 profundizó en el estudio de la planificación y los
problemas educativos en los países industrializados. Sus últimos trabajos, con
motivo de un simposio internacional sobre la evaluación del rendimiento
educativo.



Concibe la Educación Comparada
como una ciencia interdisciplinar y propugna una metodología más empírica, que
potencie el valor de los enfoques multidisciplinares. Considera que le
Educación Comparada es un medio, no un fin en sí misma, defendiendo además de
un método científico propio, la importancia de la metodología de las ciencias
sociales, el disponer de unos principios básicos de comparación, topologías,
clasificaciones, modelos, teorías..., ya que todos estos medios, aislados o
combinados, nos permitirán una mejor ordenación, entendimiento e interpretación
de los datos educativos. Basa su método de trabajo en la correlación entre
diferentes aspectos de los Sistemas Educativos, haciendo una topología de cada
unos de estos Sistemas Educativos, y correlacionando entre aspectos educativos
y factores no educativos.



ENFOQUE COMPARATIVO GLOBAL



Leo R. Ferning, nacido en Johannesburgo en
1915, cursa estudios en su país natal y obtiene una licenciatura en la Universidad de Natal,
en Durban. Tras haber trabajado en el Departamento de Educación de la Provincia de Natal,
prosiguió una actividad pedagógica en el ejército, de 1940 a 1946. Después trabajó
dos años en la
Oxford University Press de Londres, y entró en 1948 en la UNESCO, en el momento de su
creación. Ocupó en ella diversos puestos en la División de Educación y
fue, entre otras cosas, Director de Departamento de enseñanza escolar y
superior, y más tarde del Departamento de progreso de la educación. En 1970
pasó a ser Director de la
Oficina internacional de Educación de Ginebra, tras la unión
de ésta con la UNESCO.
Llamado a la sede de la UNESCO para asumir durante un año las funciones
de subdirector general de la dirección de la Oficina internacional de Educación en 1977,
momento se su jubilación.



Fue el encargado de la publicación de los
importantes volúmenes La educación en el mundo, publicados por la UNESCO en el curso de los
años 1950, su interés por la Educación Comparada pudo desarrollarse plenamente
en Ginebra, en donde concentró sus esfuerzos sobre nuevos campos, tales como la
innovación en el campo de la educación, la modernización del sistema de la
información y de documentación...



Toda comparación ha de hacerse con una
mentalidad universal, ya que así resultaría aplicable a cualquier país. Para
ello no puede hacerse una comparación seria si no se dispone de una cooperación
internacional de cara a la solución de problemas. Los estudios comparativos han
de estar basados en un estudios de casos.



Habrá que desglosar las características
educativas fundamentales que se dan a nivel mundial en los diferentes ámbitos
geográficos. Por otro lado, también habrá que estudiar y reformar Sistemas
Educativos específicos de los países bajo unas pautas internacionales.



POSTURAS ANTE LA EDUCACIÓN COMPARADA
EN CUANTO A LA CIENCIA:



Las ciencias se definen por su objeto; por su
objeto o por su método. Hay hoy mucha mayor flexibilidad a la hora de reconocer
como ciencia a un saber concreto; basta con que tenga un objeto o un método
propios, y con terminología de Popper, establezca leyes refutables y
corroborables o confirmables.



En el caso de la Educación Comparada,
la mayor parte de las discusiones sobre su naturaleza han tenido como trasfondo
una diversa interpretación de lo que deba ser su objeto de estudio, la realidad
o parcela de la realidad de la que ella se ocupa. Su metodología ha sido menos
discutida, aunque existen diferencias.



Al estudiar la naturaleza de la Educación Comparada,
se suele aludir a dos aspectos: su finalidad y utilidad y, a su denominación.



A) Posturas ante su objeto: Garrido, Jose
Luis, en su libro “Fundamentos de Educación Comparada” sintetiza las
seis posturas de mayor interés:



1) No existe una ciencia comparativa de
la educación, sino una metodología - la metodología comparada - aplicada a la
educación.



Es decir, no es necesario buscar un objeto
específico para una ciencia que en realidad no es necesaria. De esta afirmación
participan varios autores (García Hoz, Villalpando), que tienen en común un
cierto escepticismo sobre la conveniencia de construir una ciencia comparativa
de la educación con pretensiones de autonomía. Con ello no se quiere decir que
desestimen el estudio comparado o comparativo de la educación, si no que para
éstos autores el método comparativo no puede ser indistintamente aplicado a la
educación en general, sino a los diversos aspectos y procesas en que se traduce
el hecho educativo.



2) Existe una ciencia comparativa de la
educación porque existe un método comparativo aplicable a los problemas educativos.



Los argumentos utilizados por los autores
anteriormente citados, son ahora utilizados en sentido contrario: lo que justifica
fundamentalmente a una ciencia es su método. Su mayor representante es
Tusquets, para él la pedagogía comparada es “la ciencia que plantea e
intenta resolver los problemas educativos valiéndose del método comparativo....
la Pedagogía
Comparada es sustancialmente un método. Ponerlo en duda o
negarlo, como hace Schneider, me parece sacar las cosas de quicio.”



Se justifica que la existencia de un método
puede crear una disciplina, por tanto puede existir una ciencia comparativa. La
simple existencia de un método comparativo justifica una disciplina Comparada.
Pero no determinan a explicar que debería explicar esta disciplina.



3) Existe una ciencia comparativa de la
educación con un objeto específico, aunque no con una metodología propia.



En contraposición a la anterior postura, aquí
lo que cuenta en la caracterización de una ciencia es su objeto y no su método.
Lê Thân Khôi
señala textualmente: “la educación comparada viene definida… no por sus
métodos, que toma de todas las disciplinas, sino por su objeto: la comparación
de hechos educativos y de las relaciones que le unen a su medio.”
De esta
afirmación se desprende que el mencionado autor mantiene una confusión entre el
conceptos de “metodología” y “método”; ve la “comparación” como objeto de
nuestra ciencia, lo que resulta bastante confuso en lenguaje epistemológico.



Comparte con la segunda la idea de que existe
la educación Comparada. Fundamenta la existencia de la disciplina en el Objeto
propio que estudia no como un método.



4) La Educación Comparada
es sustancialmente “Geografía de la Educación”.



Desde este enfoque se entiende que el objeto
de la Educación
Comparada son los países o naciones bajo el punto de vista de
su organización educativa, por lo tanto, se entiende que la Educación Comparada
sería una ciencia fundamentalmente descriptiva; lo que más podría admitirse
sería una “Geografía Comparada de la Educación”.



Uno de sus primeros y más enérgicos
defensores de este enfoque es Debesse, considera al igual que existe una
geografía comercial, una geografía urbana, e incluso una geografía literaria,
entre otras, debemos considerar la geografía de la educación como un conjunto de
investigaciones que nos llevarán a comprender los hechos educativos en su
variedad y conexiones a través del espacio.



Consideran que tiene que existir la Educación Comparada
sinónimo de geografía de la educación. Ciencia Descriptiva, el objeto es la
descripción de los sistemas educativos de los países.



5) La Educación Comparada
es sustancialmente “Historia Comparada de la Educación Contemporánea”.



Las vinculaciones entre Educación Comparada e
Historia de la Educación
son ya viejas, y han gozado durante bastante tiempo del favor de grandes
comparatistas, como Hans, Ulich e incluso Schneider.



“La Educación Comparada
se funda en la Historia
y debería tratarse funcionalmente, que es otra manera de decir históricamente.
Entiendo por funcionalismo en nuestra ciencia la comparación del desarrollo que
han tenido, a lo largo de la historia y en los distintos países, las funciones
de las instituciones educacionales” (Hans, 1964)



6) La educación comparada es el estudio
comparado de los sistemas educativos operantes en el mundo de hoy con el
objetivo de contribuir a su mejora y de mejorar el conocimiento y comprensión
de otros pueblos.



Esta concepción, compartida por la gran
mayoría de los expertos, reposa sobre la base de que son los sistemas
educativos los que constituyen el objeto específico de esta ciencia, objeto que
no es de hecho estudiado por ninguna otra ciencia de la educación, si bien
algunas de ellas lo han a veces incluido como parte de sus más amplios
planteamientos.



Es el estudio comparado de los sistemas educativos
operantes, si tiene que existir porque tiene un método propio y un objeto de
estudio especifico.



Aparece por primera vez la palabra del propio
método, no es exclusivo de la Educación Comparada. Los sistemas educativos en
el mundo de hoy, es el objeto de hoy. La finalidad es mejorar los sistemas y el
conocimiento y comprenderemos otros pueblos.



B) Posturas ante su finalidad:  Las principales posturas ante la finalidad
de la Educación
Comparada se han diversificado en dos: la Teorizante y la Empirica.



Que defienden que nuestra ciencia, debería
ser un saber teórico o un saber práctico, respectivamente.



  Postura
Teorizante.



Según Bereday, “… la principal
justificación de la
Educación Comparada es de índole intelectual. Estudiamos los
sistemas educativos extranjeros simplemente porque queremos adquirir
conocimientos, porque el hombre aspira a saber…”
(1964: 5). Sin embargo, el
mismo autor propugna que no hay que quedarse en este estadio, sino ir también
hacia una aplicación práctica de esta ciencia, en consecuencia con sus
posibilidades de servir al mejoramiento de las sociedades humanas.



Aunque es difícil encontrar comparatistas
absolutamente anclados en actitudes sólo teorizantes, puede existir y de hecho
existe una cierta tendencia, sobre todo en Europa continental. Pero del mismo
modo, existe la la tendencia contraria.



Básicamente lo que se pretende es conocer
como funcionan los sistemas educativos de los distintos países, es difícil
encontrar personas que estén bajo esta postura exclusivamente.



2) Postura Empirica.



Es frecuente que los comparatistas subrayen
el carácter eminentemente práctico y útil de la Educación Comparada.
Edmund King, lo ha hecho: “Actualmente, en la década del 60, el propósito
implícito de todo nuestro trabajo es ser útiles para el mejoramiento de los
sistemas escolares, y por lo tanto para la transformación de la sociedad
humana”
(E.KING, 1965: 148).



Esto sería conocer para mejorar, el 98 % de
los que trabajan en Educación Comparada estarían situados aquí.



3) Postura de Utilidad:



Las principales razones esgrimidas para
avalar la gran utilidad y oportunidad de los estudios de Educación Comparada
son:



·        
La Educación Comparada sirve para
conocer y comprender la actuación educativa de los diversos pueblos, países,
naciones, regiones, etc.



·        
Gracias al conocimiento de otros sistemas educativos, puede
llegarse a un más adecuado conocimiento y a una mejor comprensión del propio
sistema.



·        
Estos conocimientos sobre los sistemas educativos ajenos y propios
pueden favorecer la comprensión de las principales tendencias de la educación
mundial y la elección de futuros educativos mejores.



·        
La Educación Comparada es un instrumento
imprescindible para la elaboración y ejecución de reformas e innovaciones
educativas. Constituye, por tanto, un precioso auxiliar de la Política Educativa.



·        
La Educación Comparada puede contribuir
decisivamente a la comprensión internacional, a la paz en el mundo y a la
paulatina eliminación de los sentimientos etnocentristas, nacionalistas,
chauvinistas e imperialistas.



C) Posturas ante su denominación:



En cuanto a la denominación, trataremos cinco
ámbitos idiomáticos que son los siguientes:



  Ámbito
angloparlante



En todas las zonas angloparlantes
(Inglaterra, Norteamérica, Australia…) se ha impuesto ya casi por completo la
denominación Comparative Education para designar a esta ciencia. De
todos modos, en los EEUU fueron bastante utilizados términos como Internacional
Education y Foreign Education, empleados más o menos en el mismo sentido.
Algunos autores, han propuesto otras denominaciones, aunque con poco éxito,
como por ejemplo Education Statesmanship.



  Ámbito
francoparlante



Jullien empleó la expresión éducation
comparée para designar la nueva ciencia que propugnaba. Tras algunos años,
algunos renombrados autores optaron por la utilización del término Pédagogie
Comparée. Sin embargo, la antigua denominación de Jullien vuelve a tomar claramente
la delantera, ya que la asociación de comparatistas francoparlantes y textos
universitarios posteriores han optado por la misma vieja denominación.



3) Ámbito germanoparlante



Schneider recomendó la utilización de
Vergleichende Erziehungswissenschaft (Ciencia Comparativa de la Educación), pero a
menudo se emplean otras expresiones como: Vergleichende Pädagogik (Pedagogía
Comparativa), Vergleichende Erziehung (Educación Comparativa, o Comparada), e
incluso International Pädagogik (Pedagogía Internacional) y Auslandspädagogik.



4) Ámbito hispanoparlante



Tampoco en España y América Latina se ha
llegado a un acuerdo definitivo.



Tusquets recomienda el uso de Pedagogía
Comparada, y la asociación de comparatistas luce también esa denominación, cada
vez se utiliza más el término Educación Comparada, principalmente por las
siguientes razones:



·        
Es el más próximo a la terminología utilizada internacionalmente.



·        
Es el de más rancia tradición



·        
Es el más adecuado bajo el punto de vista semántico, pues hace
referencia tanto al objeto como al método de la disciplina. No es la Pedagogía lo que se
compara, sino la
Educación.5) Otros ámbitos idiomáticos
próximos



Tanto en italiano como en portugués siguen
utilizándose diversas denominaciones, aunque cada vez hay más tendencia a emplear
las equivalentes a Educación Comparada.



D) Principios o postulados de base: (ver
anexo III)



La Educación Comparada ha ido asumiendo
como propios unos principios o postulados básicos de cuya carga ideológica no
ha tomado demasiada conciencia. . Esos postulados son los siguientes:



 
Nacionalismo.,  Optimismo escolar,  Desarrollismo económico,  Raíces nacionalistas o nacionalismo.



El desarrollo inicial de la Educación Comparada
coincide con el despertar de los nacionalismos políticos. Su esencia
nacionalista aparece nítida desde el momento de su nacimiento.



Dicho de otro modo, al investigador
comparatista no le interesa otra cosa que la prosperidad del propio país. ”Una
política sensata, liberal, esclarecida -escribe Jullien-, descubre en el
desarrollo y en la prosperidad de las otras naciones un medio de prosperidad
para su propio país”
(1817 :11). A este mismo principio al que obedecen los
innumerables viajes e informes emprendidos a lo largo del siglo XIX.



Realmente, el motor fundamental que ponía en
marcha las comparaciones no era el altruismo, sino la competencia entre
naciones, algo que aun hoy no ha sido superado.



Lo que se busca es la prosperidad del propio
país, y lo que otro país nos aporta al nuestro. Conocer, comparar para la
mejora del propio país.



2) El optimismo escolar
como base de la investigación comparativa



El optimismo pedagógico tan predominante en
los dos últimos siglos deriva en gran medida del pensamiento de Rosseau, quien
afirma que el hombre es bueno por naturaleza, lo que conlleva que su educación
es perfectamente posible y hasta sencilla. Lo único que se requiere es
establecer los mecanismos institucionales y metodológicos adecuados.



El impulso que han conocido en nuestro tiempo
las ciencias de la educación se debe en gran medida a ese optimismo radical. En
el caso de la educación comparada, se ha traducido fundamentalmente en lo que
llamamos optimismo escolar, o lo que es lo mismo, confianza en el poder
educativo de las instituciones escolares.



Así, el afán de conocer los sistemas
educativos de otros países tenía como base la convicción de que mejorar la
educación significa sobre todo mejorar el aparato institucional de la
enseñanza. De acuerdo con esto, los países que más interesan al comparatista,
los que tengan unas instituciones educativas eficaces. No importaba tanto
copiar las instituciones valiosas sino que había que descubrir cuales eran las
raíces de su eficacia. Dicho con palabras de Sadler: “descubrir la fuerza
espiritual, intangible, impalpable que, en todo sistema eficaz de educación,
sustenta en realidad el sistema escolar y es responsable de su eficiencia”

(KANDEL, 1947: 31).



De esto se desprende que autores como Kandel
consideran a determinados países como países-laboratorios o como
países-modelos. Así, el comparatista está obligado a prestarles atención por el
mero hecho de que son ellos los que cuentan con un sistema escolar más y mejor
desarrollado. En resumen, en la cabeza del comparatista se asienta el siguiente
axioma, “tienen mejores escuelas; luego tienen mejor educación”, y
viceversa. Y en ambos casos, “la educación es producto de las escuelas.”



En el S. XX, se cree que a través de la
educación se puede con todo, todo progreso viene de la educación, el progreso
social es gracias a la escuela.



Progreso Optimismo.



3) El mito del desarrollo
y su influencia en los sistemas educativos



Este tercer principio obedece a una idea de
progreso fraguada más o menos en la misma época que el nacionalismo y el
optimismo escolar. Pero, ha sido en nuestra época cuando se ha producido su
mayor apogeo.



Para un comparatista medio, un sistema
educativo es eficaz si eleva la capacidad de los ciudadanos en orden a
conseguir un nivel mayor de desarrollo del propio país.



Los sistemas educativos no deben proporcionar
una cultura desinteresada, sino que deben dotar al respectivo país de recursos
humanos capaces de elevar el nivel socioeconómico general.



Los países que presentan la mayoría de
comparatistas como países-modelos son aquellos que, a parte de tener un sistema
educativo hiperdesarrollado, se encuentran entre los países más
industrializados del mundo.



Estas ideas están en crisis, hay una crisis
del nacionalismo, ya no se considera importante el progreso propio. Ya no se
pretende ver esto sino a conocer a otros pueblos y mejorar.



Con base a lo expuesto, hay actualmente
muchas discusiones sobre la naturaleza y el objeto de la educación comparada.
Existe marcada divergencia de opiniones entre los autores y los estudiosos de
los diversos temas correspondientes a este campo.



El
análisis comparativo del discurso constituye una herramienta potente para el
análisis social, político y cultural, en particular en lo referido a
transparentar ideología y relaciones de poder en la construcción de los
discursos hegemónicos. Esta herramienta, que para algunos autores es una metodología
y para otros también una teoría, ofrece como perspectiva de investigación la
posibilidad de iluminar determinados aspectos de la política educativa en
determinados momentos históricos.



El fenómeno educativo es
uno de los más complejos para analizar 
por la cantidad de dimensiones que entran en juego. El ejercicio de
comparar políticas y situaciones originadas y desarrolladas en diferentes
contextos potencia dicha complejidad y no pocas veces se ha incurrido en
traspolaciones y simplificaciones poco felices. Más grave es que algunas de
esas interpretaciones han tenido como consecuencia la adopción de experiencias
o políticas efectivas (o no) en otros lugares, trasladándolas a contextos para
los cuales eran inapropiadas.



En
este trabajo se toman básicamente las ideas y recopilación de estudios de un
autor de origen australiano, Peter Ninnes (2004), cuyo objetivo es contribuir a
que la educación comparada se abra a nuevos desarrollos, tanto metodológicos
como teóricos, provenientes de las ciencias sociales, para abordar temas
centrales del campo. Al igual que otras disciplinas, la educación comparada se
construye a través de lo que la gente dice y escribe acerca de su “naturaleza”.



Ninnes
afirma que el análisis crítico del discurso ofrece un conjunto de herramientas
conceptuales y metodológicas que pueden iluminar temas como los contextos de la
educación, políticas educacionales, el movimiento de ideas educacionales dentro
y a través de las fronteras nacionales, y algunas de las preocupaciones políticas
de los educadores tales como justicia social y emancipación.



Varios
autores[5]
señalan que el estudio de las políticas puede ser enriquecido con el análisis
de discurso. En este sentido, permite indagar los procesos de producción de las
políticas en el contexto social más amplio y en las luchas por la construcción
de sentidos de la educación, de las cuales estas políticas serían el resultado



“El análisis crítico de discurso ha tenido
gran influe de Foucault, cuya conceptualización de discurso y de poder y de
cómo contribuyen a la construcción de las disciplinas y sus cambios a través
del tiempo ha sido la base para sus arqueologías y genealogías. Allí describe
la evolución de las relaciones entre discursos y las relaciones de poder
inscriptas en ellos”. (Ninnes, 2004)



A
pesar de que la mayor parte de la discusión sobre la globalización en educación
comparada se ha realizado principalmente sin cuestionar los supuestos
neoliberales, hay otros enfoques que cuestionan estos supuestos. Popkewitz[6],
por ejemplo, concibe los estudios comparados como la exploración de cómo los
sistemas de conocimiento circulan históricamente dentro y a través de las
instituciones y fronteras nacionales en función de ordenar los principios de
acción y participación.



Esta
exploración implica mostrar cómo imágenes y narrativas percibidas como
universales penetran en los países y se incorporan y naturalizan en los
contextos locales. La educación comparada puede revelar la circulación y las
manifestaciones locales de ideas acerca de la administración, la evaluación, la
escuela, el currículo, el docente, etc., y sus cambios a través del tiempo.
Asimismo, puede mostrar cómo dichos discursos sobre la educación contribuyen a
la construcción del modelo de ciudadano, a través de la construcción de
identidades, de imaginarios nacionales, de memoria colectiva y de
subjetividades. En la actualidad estos imaginarios son híbridos, producto de
múltiples discursos superpuestos, tanto globales como locales.



Ninnes
(2004) describe diferentes trabajos que se utilizan  en educación comparada para analizar temas
importantes, algunos de ellos poco tratados desde otras perspectivas. Cita por
ejemplo, el estudio crítico comparativo de clases dictadas (tomadas como
textos)  para rastrear modelos de
educación, discursos de género, y el impacto en la vida cotidiana escolar de
los discursos gerenciales. Los materiales curriculares también ofrecen una
fuente rica en representaciones que expresan construcciones ideológicas
naturalizadas. A través de éstos, las identidades de los estudiantes son
modeladas, categorizadas y condicionado su desarrollo futuro. Por medio del
discurso se constituyen cierto tipo de sujetos funcionales a ciertos modos de
control y gobierno.



El
poder de estos análisis radica en que los discursos tienen efectos materiales:
impactan en la forma en que los alumnos son tratados en la escuela, en cómo las
políticas afectan o no a la enseñanza, al aprendizaje y a las prácticas
administrativas, cómo los docentes se ven a sí mismos y a sus alumnos, y el tipo
de experiencias de aprendizaje que los chicos tienen.



Es
importante aclarar que los trabajos se comparan fundamentalmente por sus
características en tanto estudios, ya que un análisis de los respectivos
contextos de surgimiento excedería los marcos de esta exposición. En tanto el
estudio busca mostrar la variedad de enfoques críticos que analizan discursos y
contribuir a la difusión de la fertilidad de esta metodología, también en
educación comparada, para la desnaturalización del discurso hegemónico globalizado,
se toman los elementos que dan cuenta de sus posibilidades a partir de una
muestra intencional acotada. Una segunda aclaración es que se trata de respetar
lo más posible los textos originales en la descripción de los aspectos
seleccionados. Los mismos son: los temas abordados, los objetivos, el marco
metodológico conceptual, los problemas analizados, las conclusiones relevantes
y los principales autores de referencia. 
En éste trabajo los temas abordados incluyen las polémicas sobre la
educación pública, los procesos de formación de las políticas educacionales, el
análisis de discursos políticos y de los diversos indicadores necesarios  para la comparación
en dos períodos clave para las políticas educativas de la Argentina: década de 1880 y década de 1990. Cabe destacar que a tales efectos se tomaran como categorías
de análisis las siguientes: exclusión / inclusión, Estado liberal/neoliberal,
democracias o no, ¿igualdad para todos?, centralización /descentralización,
concepto de ciudadanía entre otros-



 



 



Capítulo II



a)
La Reforma Educativa en los ´80 y ´90 en el Mundo.



Panorama general



En
la década de los ´80 comienza a
cuestionarse la intervención del Estado en la sociedad. Se sostiene que este ya
que no satisface las demandas y necesidades sociales, considerando que existe
una crisis estructural del mismo. Una de las soluciones que se propone es
redefinir su papel, limitando sus funciones. Este cuestionamiento que se da a
nivel mundial contempla también la prestación del servicio educativo. En
función de esto comienzan a implementarse reformas educacionales en general y
del sistema de educación superior en particular.



En
tal sentido, Carrizo analiza las reformas educativas de Estados Unidos,
Francia, Reino Unido y Chile y señala que éstas estuvieron fundadas en
cuestiones económicas vinculadas a la crisis del Estado y en el impacto de las
nuevas tecnologías, pero también indica que hubo consideraciones ideológicas
que llevaron a implementar la reforma en un determinado sentido. El autor sostiene
que existe una “hegemonía del pensamiento neoconservador en la década”[7],
cuyos indicadores que demostrarían la ideología que inspira la reforma serían
los objetivos de la política que se ha implementado que apuntarían a la
excelencia, habilidad, selectividad, estándares mínimos; preocupaciones
económicas y productivas; elección familiar; competitividad institucional;
desregulación e iniciativa provincial y municipal.



En el plano de
la educación , se sostiene que los sistemas de educación , están atravesando
una crisis. El Estado no puede responder a un aumento de la demanda, observado
en el crecimiento de la matricula; 
prestando un servicio de calidad; que tenga en cuenta las demandas del
contexto, es decir que sea pertinente. 



Guy Neave
analiza la reforma en Francia, y afirma que 
“En Francia, como en algunos otros países de Europa Occidental, tales
como Holanda y la
República Federal de Alemania (van Vught y Maassen, 1988),
durante los últimos años se produjo un cambio fundamental en el clima intelectual,
y más particularmente, en el papel que tiene que desempeñar el Estado en cuanto
a alentar la iniciativa de los ciudadanos (Crozier, 1987) (....) Desde luego,
la enseñanza no es ajena a esta tendencia. Por el contrario, altamente
politizada , la educación  constituye, en
muchos aspectos un terreno de experimentación o, por decirlo de manera
metafórica, la arena donde se debaten (y no como una simple cuestión de
principios) dos ideologías: el dirigismo y el liberalismo, el control versus la
competencia”.[8]  Pero afirma que la tendencia mayoritaria en
Europa no se dio en Francia “El fin de lo que ha dado en llamarse el consenso
“neokeynesiano “ en la política de educación 
europea tiende a coincidir con el retorno al poder de los gobiernos de
derecha en Gran Bretaña, en los Países Bajos y en la República Federal
de Alemania (Neave, 1982). Esta tendencia que empieza a manifestarse a
comienzos de la década de 1980 no se dio en Francia...” .[9]
Donde a pesar de las diferencias políticas existe “ un amplio consenso en
cuanto a los objetivos de tal a reforma”. [10]
Y se continua defendiendo la igualdad de oportunidades conjuntamente con la
preocupación por la elevación de la calidad.



Moscati,
quien estudia la reforma en Italia, sostiene que las propuestas de los ´80 son más realistas que las reformas
de los ´60 - ´70. Considera que sólo
las primeras reformas que se implementaron fueron de carácter ideológico, las
cuales implantaron el ingreso irrestricto, lo cual condujo sólo a aumentar las
deserciones (afectando el 15 % de la matrícula). Mientras que las reformas de
los 80 serían más ´realistas´,  teniendo
por “filosofías básicas: (i) la de reducir la ineficiencia del sistema de
educación  por medio de la unión entre
educación y mercado de trabajo y servir en una forma mejor a las necesidades de
la economía y (ii) la de mejorar el nivel de desempeño entre los alumnos de
bajos antecedentes culturales y de aquellos pertenecientes a áreas
periféricas.” Pero reconoce que a ocho años de adoptada esta política, no se
han implementado las innovaciones propuestas .



Neave y Van
Vught, concluyen que pese al cambio de relación entre el Estado y la
educación  (en Europa, Estados Unidos y
Australia), con menor injerencia del mismo en cuanto a la planificación y el
control, el Estado sigue a través de la evaluación de resultados y el control
de calidad, dirigiendo la educación 
“Prometeo aún está encadenado”. La educación aún no se ha liberado de
los grilletes que le colocaron durante el último cuarto de siglo la supervisión
detallada y las pesadas regulaciones. No obstante, bien puede ser que Hércules
esté en camino. Quizá la difusión de la autonomía institucional anuncie una
nueva era para los sistemas de educación 
occidentales y Prometeo una vez más se libere aplicando su inventiva y
su astucia sin impedimentos ni obstáculos para el bien de la humanidad ”. [11]



La
mayoría de los planteos que se dan en el sistema de educación en Latinoamérica
son similares a los que se dan nivel mundial. En los diferentes sistemas se
está cuestionando al sistema de educación : sus problemas de calidad y su
pertinencia, la crisis del crecimiento de la matrícula, la crisis del
financiamiento, ligado al debate del papel del Estado en la sociedad y su
relación con ella. Y las soluciones propuestas por expertos y organismos
internacionales son homogéneas para todos los países.



En
tal sentido, Klein y Sampaio sostienen que, en América Latina, la apreciación
general respecto del sistema de educación conduce al plantear la necesidad de
una reforma; donde la expansión del sistema, ligado al deterioro de la calidad,
la rigidez de los currículos, el distanciamiento del sistema con el contexto en
el que esta inserto, sumado a los graves problemas de financiamiento son
considerados: "... puntos de estrangulamiento de los sistemas de educación
."[12]



La
relación que se busca instaurar entre Estado y educación  en América Latina, similar a lo que describen
Neave y Van Vught para Europa, Estados Unidos y Australia, estaría basada en un
control del Estado en cuanto a la evaluación (Estado evaluativo). Además del
intento de sustitución de la relación basada en una asignación incremental de
recursos por parte del Estado, propiciando la búsqueda de la diversificación de
fuentes de financiamiento.[13]



Las reformas educativas en la América Latina



Como han señalado numerosos autores, más allá de las
particularidades de cada caso, se observan algunas regularidades en las
políticas de reforma encaradas desde los años ’80 en América Latina.



Siguiendo la caracterización realizada por Pedró y Puig[14],
encontramos que éstas han sido, en un sentido reformas convergentes, es decir que son producto de un modelo
internacional al que los sistemas educativos tienden a dirigirse y, conectadas
con las mismas el carácter, básicamente para nuestro países, de ser reformas dependientes. Es decir, que no
han sido producto de una real convergencia -que supone alguna clase de
consenso-, sino que son consecuencia de los procesos de globalización, y del
rol que en la misma juegan los organismos financieros internacionales como el
Fondo Monetario Internacional o el Banco Mundial. Sea por los condicionamientos
de tipo general a las políticas económicas impuestos por el primero o por la
política de préstamos abundantes durante los años ’80 y ’90 del segundo, que impulsaron una
agenda de determinadas reformas (descentralización de los sistemas educativos,
implementación del “cheque” educativo, privatización de la educación, etc.).



Como han planteado de Puelles Benítez y Martínez Boom[15]:
“El concepto de reforma tiene dos connotaciones: por un lado, se expresa como
un programa político de acción, con estrategias que van del centro a la
periferia. Por otro lado, insinúa intencionalidades que se dan entre diversos
actores sociales, cuyas relaciones son casi siempre asimétricas, pues ellos son
portadores de diferentes tradiciones, representaciones y prácticas, y poseen
diferente intensidad y fuerza, lo cual genera una dinámica mucho más compleja
que un simple movimiento de acción–reacción. La reforma es parte del proceso de
regulación social; expresa la estrategia a través de la cual el poder no solo
delimita y define las prácticas sociales, sino que pone en juego los sistemas
de orden, de apropiación y de exclusión. La reforma educativa define los fines,
las posibilidades y las limitaciones de las distintas instituciones y agentes
educativos, a través de la legitimación de ciertos modelos de funcionamiento en
los órdenes macro o micro de la educación. Es decir, define la manera como se
relacionan los múltiples asuntos sociales, que van desde la organización de las
instituciones hasta la percepción que los individuos tienen de ellas.”



Como producto de estos procesos de reforma, se realizaron
en la mayor parte de los países, también cambios en las leyes y reglamentos
vigentes que ordenaban la educación. Un conjunto nuevo de estos instrumentos
acompañó en unos casos, y recogió en otros, los contenidos de las reformas
educativas. Desde ya, estos instrumentos jurídicos no constituyen ni expresan
las reformas en todo lo que significan. Pero han sido la muestra superficial de
emergencia de las mismas, recogiendo y agrupando en términos legales la
intencionalidad política e ideológica de las reformas más que siendo el motor
que las impulsó.



No es intención de este trabajo describir en profundidad
las reformas realizadas, ni avanzar en el diagnóstico de las consecuencias de
las mismas, sino esbozar una aproximación al camino de los temas ausentes de
resolución al presente. Bien fuera porque no estuvieron contemplados en las
reformas anteriores o porque sus resultados no fueron los esperados en términos
de eficacia de la acción desarrollada.



No obstante, creemos oportuno plantear algunas
características comunes que estuvieron presentes en estos procesos de reformas:



  • “La
    postulación de la calidad de la educación y la descentralización como ejes
    de la reforma educativa, buscando inscribir la educación en el ámbito del
    conocimiento científico y del desarrollo tecnológico como factor central
    para la competitividad.
  • La
    inclusión del concepto de servicio educativo, en reemplazo del concepto de
    «derecho a la educación», con lo que se inicia el fin del Estado docente.
    Este aspecto es complementado con la asignación de responsabilidades a la
    familia y a la sociedad, con lo cual se reafirma el estímulo a la
    iniciativa privada.
  • La
    prioridad de la institución escolar, procurando que ésta supere su
    condición tradicional, con formas de organización “inteligente” que
    posibiliten el aprendizaje.
  • La
    incorporación de la gestión educativa como sustituto de las prácticas
    convencionales de administración, asociada a la reducción del gasto del
    gobierno central y traslado de las funciones a las instancias locales.
  • La
    inclusión de la equidad como estrategia para la redistribución y la
    racionalización del gasto público en educación.
  • El
    establecimiento de criterios orientados a garantizar la profesionalización
    y la dignificación de la carrera docente.[16]


Para el caso chileno, esto supuso una profundización
mayor en algunos aspectos que en la Argentina, por ejemplo, con respecto al proceso
de descentralización y de transferencia de la responsabilidad al nivel de las
instituciones, bajo un manto de mayor autonomía. En el mismo sentido fue que se
produjeron importantes modificaciones en las asignaciones presupuestarias y,
sobre todo, en los beneficiarios de las mismas, que cada vez más pasaron a ser
las propias instituciones y los individuos. Las reformas pro mercado fueron
mucho más profundas en Chile.



Por otra parte, al tener Chile un sistema de
financiamiento compartido, que incentiva a las familias a aportar en forma
directa recursos a la educación, por un lado incrementa el presupuesto total
aplicado al sistema, pero por otro puede estar contribuyendo también a fomentar
la segmentación del sistema y la segregación educativa según criterios
socioeconómicos, con las esperables consecuencias negativas tanto en lo social
como en lo pedagógico.



La principal característica de la municipalización de las
escuelas en Chile es la enorme heterogeneidad existente en cuanto a tamaños,
recursos y capacidades entre las distintas comunas, variando en cuanto a sus posibilidades técnicas y las características
estructurales de las municipalidades a las que pertenecen. En síntesis,
mientras más pobre y aislada la población escolar, es más probable que la
educación esté en manos de agentes con menos capacidades.



La variable más significativa a este respecto la
constituye el tamaño poblacional de la comuna; éste determina el número de
alumnos y, por esta vía, el monto de recursos financieros con que contará la
misma. De este modo, en las comunas pequeñas o rurales, apenas se puede
sostener un pequeño grupo de funcionarios no siempre dedicados exclusivamente a
la educación.



Estas desiguales capacidades de gestión determinan
niveles muy heterogéneos de aprovechamiento de las oportunidades y de las
herramientas puestas a disposición de las municipalidades por la Reforma Educacional
o por otras agencias de inversión pública.



Otro problema del sistema es que las escuelas
particulares subvencionadas no tienen obligación de educar a cualquier niño que
solicite matrícula y lo que ocurre, entonces, es que la mayoría de estas
escuelas realizan procesos de selección de los niños basados en el diagnóstico
de sus capacidades y conocimientos, y expulsan a los alumnos que presentan más
bajo rendimiento o problemas de conducta.



También requieren de los padres aportes económicos
adicionales obligatorios. Las escuelas municipales, en cambio, en tanto
garantes del derecho a la educación de todos los niños, se ven obligadas no
sólo a matricular y mantener a todos sus estudiantes, sino adicionalmente, a
acoger a los alumnos que el sistema privado expulsa.



En otras palabras, los municipios poseen más
responsabilidades y deben asumir una tarea más difícil que los colegios particulares
subvencionados, para lo cual sin embargo reciben los mismos o menos recursos.



En cambio, la preocupación por mejorar la calidad y
profesionalización docente, que fuera citado
como característica común, fue bastante poco explorada en ambos casos, más allá
de programas superficiales e impuestos “desde arriba”, que nunca terminaron de
ser aceptados por los propios educadores.



En términos generales puede señalarse que lo avanzado en
calidad es ciertamente mayor que lo avanzado en equidad, tanto en Chile como en
Argentina, aunque más pronunciadamente en el primero de los países. Persisten,
en ambos casos, fuertes brechas en el sistema educativo: un conjunto grave de
comportamientos de segregación escolar y discriminación  que se contradicen con la concepción de la
educación como un servicio de carácter público cuyo objetivo es asegurar la
igualdad de oportunidades.



Para el caso chileno, por ejemplo, se comprueba la
existencia de una política insuficiente en el marco jurídico y administrativo
de la educación, que garantice el acceso y el derecho de todos a una educación
de calidad; avanzar hacia una mayor equidad y transparencia en la utilización
de los recursos públicos, grandes 
debilidades en la  gestión
municipal, bajo compromiso de algunas autoridades municipales y avance muy
lento en la modernización del Ministerio de Educación de acuerdo a los
requerimientos de la reforma educativa en curso.



De todas formas, más allá de que estas características
particulares agraven el problema en Chile y, a pesar de los esfuerzos y avances
producidos, el tema de la inequidad  y la
desigualdad sigue latente en ambos países y, aún más, profundizándose.



Sostenemos que,
en cualquier caso, subsisten una serie de temas no resueltos en estos procesos
de reforma y que deben ser las principales preocupaciones de todo proceso de
“reforma de la reforma” .



 La
Reforma en la
Argentina



A mediados del siglo pasado el Estado promovió el surgimiento de una sociedad
capitalista con plena inserción en el mercado mundial. El modelo de acumulación
en ése momento era el agro-exportador, apoyado en una clara división
internacional del trabajo. La conformación de la Nación tuvo características
distintivas de las de otros países latinoamericanos. El vuelco de una masa
migratoria de Europa occidental desde fines del siglo
XIX y su vinculación con los contingentes
originarles o criollos dio particulares características a la conformación de
esa nacionalidad. Ello coincidía con una visión de modernización de la elite
dominante, que consistía en la necesidad de traer a estas orillas los trozos
vivientes de las sociedades modernas para reproducir el proceso de
transformaciones deseado y asociado con la modernidad.



La generación del 80 constituyó un régimen de partidos notables con
fuertes restricciones a la participación, de esta manera se constituyó el
modelo alberdiano de amplias libertades civiles y restringidas libertades
políticas, el orden conservador.



El Estado promovió la integración social mediante obras de
infraestructura y comunicaciones y mediante el amplio acceso de los ciudadanos
al sistema educativo.



La función encomendada al sistema educativo en sus orígenes estuvo más
vinculada a la esfera de lo político que con lo económico. La educación jugó un
papel preponderante en torno a la integración social, consolidación de la
identidad nacional, generación de consenso y la construcción del propio Estado.



Este modelo de Estado oligárquico/liberal estuvo caracterizado por la
contradicción entre los ideales del liberalismo planteados en parte en la Constitución
Nacional, y en la
Ley º1420, y un modelo político, económico y social que a
pesar de mostrarse modernizador no logró incorporar a grandes sectores de la
población llegando a 1916 con el gobierno de Hipólito Irigoyen con la mitad de
niños en edad escolar fuera del sistema; encontrándose al mismo tiempo
desigualdades entre las distintas regiones educativas del país.



Los límites del modelo también marcan las dificultades del Estado para
asegurar las funciones definidas en este período para el sistema educativo.



Al comparar con la década del 90 vemos que en el año 1984, la
convocatoria al Congreso Pedagógico fue el puntapié inicial para la
conformación de una nueva Ley de Educación, en ese momento se criticaba la
centralización y la burocratización del sistema, además existía una falta del
resguardo del federalismo y se hacía imprescindible definir funciones,
competencias, atribuciones y recursos que contuvieran una nueva ley.



En abril de 1993 se sancionó la
Ley Federal de Educación en nuestro país
convirtiéndose en la primera ley general de educación, ya que abarca todos los
niveles. En ella se plantean cambios sustantivos para elevar la calidad de
educación y alcanzar mayores niveles de justicia social y de equidad en la
distribución de saberes y conocimiento.



En 1990 el Estado lleva a cabo nuevamente un proceso de
secularización pero en un sentido inverso a
1880, decimos inverso porque en lugar de
centralizar sobre si el poder opta por lo contrario, delegar en manos de
organismos internacionales su responsabilidades que como agentes de poder
comienzan a modificar el rol del Estado, configurado en este contexto por los
dictámenes de la ideología neo liberal.



 



Capítulo III



Conceptos Clave para un Análisis Comparativo



 



 





 





a) Exclusión/ Inclusión



Como punto de partida debemos reafirmar (como enunciamos en el párrafo
precedente) que ciertas categorías de análisis son específicamente  contemporáneas, dado que no hemos podido
homologar con categorías propias de la década decimonónica. Es decir, durante
la década de 1880, los análisis propios de las políticas de gestión provincial
y estatal como así tampoco los trabajos del campo académico, no hacían referencia a la exclusión escolar,  ya que
como categoría no les era propia a la época.
No se concebía al surgente Estado como responsable de aquellos que no se
insertaban en el sistema escolar, sino por el contrario su “no inserción”
constituía un compromiso y responsabilidad de los sujetos responsables de la
escolarización de los menores. Ciertas fuentes como registros de estadística  o la Revista de Educación
fundada por D. F. Sarmiento dan cuenta de esta situación.



 La
categoría que hemos observado en los distintos informes y documentos denota el
espíritu de lo que el Estado comprendía como 
población infantil en Estado de
educarse insertados en el sistema escolar o desertores”.



Los desertores eran aquellos que
escapaban del servicio  que el gobierno
ofrecía: definida como educación
popular;  de este modo para la época no
había posibilidad de pensar la categoría actual de exclusión, entendida como aquellos
que no entran
. Si esto sucedía respondía a una evasión de los propios
destinatarios o bien porque sus padres no cumplían con el mandato que les
correspondía.



Por eso para el relato político de la
época era central enfrentar la barbarie, representada por los inmigrantes y
gauchos que se resistían a la educación de sus hijos,
La educación [escolar] de
los hijos es responsabilidad de los padres”
(Sarmiento 1811-1961 de F. Delucchi: 29).  A los negros y mulatos no los hemos
mencionado porque en la clasificación sarmientina ellos formaban parte de los no civilizables como
explicaremos  más adelante.



Hecha esta salvedad, posicionamos nuestro
encuadre cuando hablamos de exclusión e inclusión, tomando como referente
interpretativo al sociólogo Emilio Tenti Fanfani (2000)[17].



Consideramos que estas categorías se han
naturalizado en el lenguaje cotidiano  en
cuanto a los que se definen y son definidos con 
la expresión “del estar dentro o
fuera”
en el sentido de Tenti Fanfani. Ahora bien, por añadidura debemos
preguntarnos: dentro y fuera de qué.



Por otro lado I. Dussel [18]
sostiene que “el movimiento de inclusión supone una integración en un
“nosotros” determinado, ya sea la comunidad nacional o un grupo particular
(...). Este “nosotros” siempre implica un “ellos” que puede ser pensado como
complementario o como amenazante (...) es decir la inclusión en una identidad
determinada supone la exclusión de otros, la definición de una frontera o
límite más allá de la cual comienza la otredad...”



Desde la perspectiva de la
dominación simbólica la exclusión es mucho más poderosa, ya que implica
reconocer que “El incluido tiene
capacidades que le son negadas a los excluidos. Este tiende a ser estigmatizado, despreciado,
desvalorizado, los excluidos tienen grandes dificultades para tener una
presencia en los escenarios públicos...”
como plantea Tenti Fanfani.



La escuela como analiza Tadeu Da Silva (1995)  “constituye
un espacio en el cual se reproduce y se produce, se inculca y se resiste, se
genera  continuidad y  discontinuidad, repetición y ruptura,
mantenimiento y renovación. Sería justamente la tensión entre esos dos polos lo
que caracterizaría al proceso de funcionamiento de la educación”
. Es en ese
espacio donde se redefinen las categorías enunciadas, ya sea de modo explícito
o implícito.



Por lo tanto y remitiéndonos nuevamente al análisis de I. Dussel los
conceptos de inclusión y exclusión, no son conceptos opuestos, sino que de
modo  contrario están imbricados,  son dos caras de una misma moneda, la existencia
de uno implica la coexistencia del otro.



b) Estado Liberal y Neoliberal



 



El modelo establecido a fines del
siglo XIX, reconocido como  liberal oligárquico, poseyó  como principal característica que se
constituyó con la fuerza de un gobierno central y se impuso con el control del
espacio social y territorial. La centralización del poder político no hubiera
sido posible sin el recurso de una fuerza militar y, en varios casos, a través
de alianzas con los caudillos que tenían bajo su poder los circuitos económicos
que durante décadas habían dominado. De esta forma la potestad de este nuevo
modelo de Estado contribuyó a la formación de un mercado nacional, unificando
de este modo el espacio interior para integrarlo a la economía internacional.



Una de las características distintivas
del Estado Liberal es el progresivo avance del proceso de secularización, a
través del cual la sociedad dejó de percibirse como un todo articulado en un
fundamento trascendente, para manifestarse en un Estado autónomo e independiente
del tradicional vínculo con la Iglesia Católica.



En la década de 1990 el Estado lleva a
cabo nuevamente un proceso de secularización,
pero en esta ocasión en un sentido
inverso
a 1880.  Decimos inverso porque en lugar de centralizar
sobre sí el poder, opta por su contrario: delegar en manos de los organismos
internacionales sus responsabilidades, que como agentes de poder comienzan a
modificar el rol del Estado,  configurado
en este contexto por los dictámenes de la ideología neoliberal.



c)
¿Democracias?



Hacia 1880, el sistema político se
caracterizó por la constitución de un régimen de partidos de notables, con
fuertes restricciones en la participación, en tanto se limitaba el acceso a la
mayoría[19].
Se trató de un modelo de amplias libertades civiles y acotadas libertades
políticas.



La oleada
inmigratoria de esta década comienza
a transformar las vinculaciones económicas-sociales: la
mirada de los conservadores comienza a situarse en otros sitios geográficos de la Argentina, dada la
explotación que se hacía del inmigrante y de los beneficios que los notables
podían obtener de ellos. De este modo se puede afirmar que hubo un crecimiento
acelerado de la riqueza, pero concentrada en pocas manos



Al comparar con la década de 1990, no
tenemos más que mencionar las afirmaciones de Giddens al respecto, y su
análisis acerca de las nuevas democracias
emergentes del neoliberalismo que como él denomina en su obra “Un mundo
Desbocado” (2000) no son otra cosa más que “democracias débiles” donde los
poderosos siguen al frente del Estado y sólo el voto pareciera ser, el único
espacio de democratización.



El proceso de la
globalización, construido en términos de Bourdieu (1999) como “el mito de la
mundialización” en el que el discurso de ciertos sectores de poder,
legitimaron  como “inevitable” el avance
del neoliberalismo en el campo económico, produjo un impacto  devastador, 
diluyendo los límites de los mercados nacionales y generando en
consecuencia una internacionalización de los mismos. Una nueva División Internacional
del trabajo, puso  en evidencia más que a
fines del siglo XIX el nuevo orden mundial. Surgió así una nueva situación de
desigualdad internacional que se tradujo a los espacios  individuales y colectivos de cada sociedad.



Se pusieron de esta manera
en marcha un conjunto de medidas macroeconómicas: privatizaciones,  políticas de ajuste,  flexibilización laboral, eliminación de las
barreras aduaneras e introducción masiva de bienes de capital de alta
tecnología que posibilitaron la reducción de la dotación de personal. Ante este
cuadro fue necesaria una urgente reestructuración del sector productivo.



El balance de los 90,
obligó a replantear las estrategias de América Latina frente a la globalización
en lo que respecta al futuro de su mercado de trabajo. En palabras de Wéller
(1999) “la debilidad en la generación del
empleo productivo, las altas tasas de desempleo abierto, la fuerte y creciente
heterogeneidad estructural y la débil recuperación de los salarios reales son
expresión de este problema.”



La mano de obra, es decir, la masa salarial
en términos de Castell (1999) es la que sufrió con mayor fuerza el impacto de
este cambio, marcando la diferencia entre quienes quedaron dentro y fuera.
Surgen por ello  nuevos conceptos que
definen  esta nueva división social:
incluidos, excluidos, marginados, supernumerarios.



Así quienes gestionan  este modelo 
de Estado neoliberal,   para el
caso de Europa  pero también de América
Latina, construirán sus discursos desde una mirada ambigua y engañosa ya que recurrirán
a estrategias conservadoras para “sostener” el poder a través de procedimientos
coercitivos y penalizadores (Bourdieu 1999; 
Wacquant 2004).



Capítulo IV:



                               ANALISIS



Hacia 1860 la preocupación fundamental
del Estado giraba en torno a la necesidad de 
construir en la población el sentido de pertenencia nacional, en cuanto
a comunidad de destino (Offe, C. 1995 ), con la intención de articularla con
una democracia restringida en el caso
de 1880 o débil como plantea Garretón
(1999) para el neoliberalismo en 1990.



En ambos casos el Estado es el que
intenta mutilar la participación política; el Estado liberal lo hace
deliberadamente y el Estado de 1990 impregnado por la lógica neoliberal lo hace
manipulando simbólica y materialmente a los sujetos sociales.



a) Circuitos de Inclusión y Exclusión



A fines del siglo XIX, la organización adoptada para el sistema
educativo se inspiró en el modelo europeo, organizado en dos niveles: primario
y secundario; teniendo como destinatarios, diferentes sectores sociales.



Las clases populares se definirían en el
primer nivel, mientras que la oligarquía se concentraría en el segundo, con el
fin de ser preparados para “dirigir” la nación, diferenciándose de una
mayoría  orientada a las actividades
productivas y manuales.



En este sentido Sarmiento y Mitre han
tenido importantes discusiones respecto a 
dónde se debería depositar la prioridad del Estado Nacional, pero
no tuvieron disenso en cuanto la orientación de sus destinatarios en estos
niveles de educación;  los dos estaban de
acuerdo en que la  escuela primaria era
un derecho de las clases populares y la escuela media un privilegio de la
oligarquía. El tema de debate era sobre que nivel educativo se debía poner
prioridad.



De este modo consideramos e inferimos,
que prácticamente con la constitución del sistema educativo surgió la necesidad
de establecer la “diferenciación” y distinción de aquellos que estaban dentro
del poder político y aquellos que estaban fuera (sectores populares), los
cuales debían ser educados pero no demasiado,
inculcándoseles más que nada una moral, ya que “entre ser buenos y sabios lo primero es más importante”[20]
orientando así desde el inicio la construcción de un determinado perfil de  ciudadano.



A tal punto era necesario establecer esta
diferenciación, que irónicamente, quince años después  de la aplicación de la Ley 1420 y ante la detección
del peligro de avance de los sectores populares en el sistema escolar, se hace
una propuesta  temprana de reforma por
parte de Magnasco en 1899, donde intentó crear un nivel intermedio entre la
educación primaria y secundaria,  para
evitar la posible incorporación de los sectores populares a los niveles
superiores como plantea Dussel (1997). También podríamos mencionar el ejemplo
de la propuesta de Reforma de Saavedra Lamas en 1916,  que poseía las mismas intenciones. Ambas
propuestas fueron rechazadas.



Se produjeron así por
aquellos años, los circuitos de ascenso o descenso social, que eran expresión
de la ideología del sector  hegemónico
que atravesaba la intersubjetividad social.



Así como existían
intencionalidades de selección manifiestas en los discursos del período Liberal
Oligárquico: Ley 1420, Reformas Magnasco y Saavedra Lamas;   en la década de 1990 el neoliberalismo
atraviesa el sistema escolar y una cuestión central fue el problema de la
fragmentación educativa no resuelta hasta el momento[21];
“redes diferenciadas de escolarización” como plantean Baudelot y Establet, dan
cuenta de que la educación constituyó y constituye  un bien de consumo,  un derecho sostenible desde un discurso
construido por una burguesía dominante, 
al que tal vez todos acceden pero no siempre permanecen; a diferencia de
1880 en la que la educación constituyó un derecho social y político impulsado
por las ideas de la ilustración.



En la segunda década de nuestro análisis,
observamos que las instituciones educativas se “apropian” de un discurso basado
en la autonomía, para construir sus propios proyectos y recorridos, con la
intención de ofrecer a los alumnos propuestas alternativas de educación. Los
nuevos dispositivos de educación, fueron más o menos rigurosos en América
Latina, siendo en nuestro país al menos desde el discurso, menos agresivo,
orientando sus esfuerzos por promover la equidad y la igualdad. Sin embargo
este último concepto será asignatura pendiente y objeto de análisis en nuestra
década. En la práctica solo se prestará importancia al concepto de
equidad,  para encubrir las fisuras que
el propio sistema portaba históricamente.



Como plantea Gentili P. (1997)
remitiéndose a Lo Vuolo (1993) se impone el “principio del mérito”, que parte
de ser un mecanismo de selección y competitividad, para “justificar y legitimar
la división jerarquizante y dualizada de las modernas sociedades de mercado”.
Así es como surge en el sistema educativo la lógica de proyectos, que reemplaza
la lógica burocrática del Estado Liberal.



b) ¿Igualdad para todos?



La esfera de lo público históricamente
separada de la esfera de lo privado, hoy ha perdido sus límites, para poner al
descubierto una situación en la que la escuela pasa a ser un espacio de
negociación, acentuando las redes de fragmentación educativa. De esta manera
se  pone en evidencia quienes son los que
quedan dentro y fuera de este campo.



El discurso que intenta legitimar que la
escuela es única y unificadora, constituye un discurso ilusorio como plantean
Baudelot y Establet (1980) desde el caso francés. Para el caso argentino esta
categoría se puede traducir en el slogan “educación para todos”.



Los autores infieren que la expresión escuela única y unificadora, son
constructos que dan cuenta del pensamiento de una clase social hegemónica que
se modeló y  apropió del sistema para
legitimar un discurso pseudohomogeneizador.



Diferentes variables de índole socio- económico, pondrán en
evidencia que la educación no ofrece igualdad de oportunidades ni acceso para
todos.



En 1880 el sistema
educativo jugó un papel preponderante en torno a la integración y
homogeneización social,  la consolidación
de los sujetos en tanto  identidad
nacional y  cristalización del propio Estado.



El proyecto normalista
inculcó en los docentes el discurso de la lucha
contra la ignorancia. Los egresados de las Escuelas Normales debían enfrentar
la barbarie. Así fue como hasta 1890 los maestros normalistas se sintieron
apóstoles del saber, respondiendo al proyecto de
Sarmiento que veía en la población (heterogénea y desajustada), la necesidad de
un disciplinamiento de las masas y un proceso de normalización necesario para
educar al soberano. De esta manera se legitimaba el poder del Estado a través
de un modelo de docente sobre el cual se ejercían rígidos controles. Este a su
vez establecía como expresión de este Estado quienes eran  los de afuera
y los de adentro, los ajustados y
desajustados.



c) Concepto de ciudadano.



Afirma Gentili “más que construirse un
nuevo orden se construye así, un nuevo desorden...”



En este “nuevo desorden”,  una gran mayoría quedó postergada,
conformando aquellos sectores que no accedieron a las necesidades básicas y
quedaron estigmatizados como perdedores, o peor aún, excluidos. De esta manera
se impuso  un nuevo tipo de violencia,
basada en el poder del  mercado y no en
la política, a diferencia de 1880.



La construcción del ciudadano como sujeto
de derechos políticos conquistada a principios del siglo XX, ha perdido su
sentido para dar paso a una nueva constitución del mismo,  basada en la capacidad económica de consumo.
Desde este Estado de la situación surge el siguiente interrogante ¿cómo impacta
en el sistema de representaciones de los individuos, especialmente aquellos que
están en edad de acceder al sistema de escolarización, esta nueva forma de
construir las identidades individuales y colectivas?



¿ Es posible pensar en ciudadanos libres,
cuando son las reglas del mercado las que definen sus derechos?



Para Giovine (2003), el
acceso a la condición de ciudadano no sólo implica el goce gradual de derechos
civiles, políticos y sociales, sino también un proceso de identificación
nacional.



En cuanto al concepto de
ciudadanía, para la primera etapa plantea Oszlack debió ser impuesto para los
hombres de la época (en la década de 1880), dado que el mismo desde las
constituciones provinciales era utilizado en otro sentido: el de habitante o
poblador. Es por ello que el Estado debió desarrollar duros dispositivos de
inculcación simbólica para constituir y desarrollar  el sentido de Nación. Por eso la importancia
de la universalización y el control estatal.



La categoría
de “inculcación simbólica” y arbitrariedad cultural construida por Bourdieu, se
identifica mas allá de los rasgos propios de cada escenario en los mecanismos por los cuales se produjo la
“implantación” del ciudadano, que para la década de 1880 se definió en el plano
político y para la década de 1990 en el plano económico, según sostenemos a
partir del desarrollo que venimos realizando.
Por un lado, la educación como medio principal
para la formación de un individuo libre, autónomo y reflexivo, capaz de
progresar y de competir; por el otro,
la educación como principal alternativa para la formación de un ciudadano
adaptado, conforme con los legados culturales y normativos que sustentan una
determinada identidad cívica, nacional. .



La
tensión entre los principios o propósitos antes apuntados es evidente entonces
cabe preguntarnos: ¿cómo favorecer la autonomía; la individualidad libre, crítica y
reflexiva; o la creatividad que se sustenta en originalidad, y, al
mismo    tiempo, educar para la adaptación a un orden social,
político, cultural, conforme a determinados legados y propendiendo a una
identidad cívica o a una ciudadanía que descansa en alguna idea de
homogeneidad?



d) Civilización o Barbarie:



Hacia la construcción de un
proyecto de Estado



En el siglo XIX, Sarmiento plantea un discurso de Educación Universal,
otorgándole a ésta un papel fundamental para la construcción de la república.
En cuanto a los ciudadanos no  tenían
existencia real,   por lo tanto había que
crearlos.



Para Sarmiento[22] la
construcción del ser Argentino consistía en borrar los resabios coloniales y
aquellos elementos que no fueran “funcionales” para el proyecto nacional. De
esta manera se imponía la siguiente
clasificación[23]:



1) Los civilizados,  supuestamente serían los inmigrantes
industriosos del norte. Sin embargo, cuando llegaron a la  Argentina solo contaríamos con perseguidos políticos que constituían una
minoría, como así también una mayoría de desocupados provenientes de países
débiles y con escaso desarrollo; es por ello que será grande la decepción.
Pasando ellos   a ser  en muchos casos los “civilizables”.



2) Los Civilizables: los
gauchos, que parafraseando a Sarmiento conforman el hombre que hoy se ceba en sangre, pero mañana será un ciudadano,
para que deje de corretear por las pampas y se pueda convertir en un ciudadano
argentino.y;



3) Los no civilizables:
los negros y los indios.



Para construir el modelo
de República y el sistema de instrucción, se buscó imitar el caso del Estado de
Massachussets en el marco de las políticas educativas que comenzaba a desplegar
los E.E. U.U como hace referencia el mismo Sarmiento en su “Educación
Común”;  tres serían las principales
capacidades a desarrollar en los individuos para convertirlos en buenos
ciudadanos: a)capacidad industrial 
b)Capacidad moral y  c)Capacidad
intelectual.



La escuela como hemos
dicho antes, tenía esta gran responsabilidad política de conglomerar la nación
Argentina, a través de la inclusión basado en la exclusión, tomando el
principio de igualdad que en nuestro caso se trasformó en principio de
uniformidad.



Retomando el escenario de
los 90, notamos que con el neoliberalismo, se da un proceso necesario de
recomposición cualitativa de la sociedad y surgen nuevas demandas que
interpelan inevitablemente al sistema educativo.



En este marco no se puede
omitir cual es el rol del Estado en esta etapa y en qué condición se encuentra.
Diferentes autores hacen referencia a la des- institucionalización del Estado,
entendido este concepto como la incapacidad 
de regular sus actores sociales; 
pero no solo esto sino también la incapacidad para controlar las
variables macroeconómicas que la atraviesan, como así también la pérdida de
autonomía de lo político ante las exigencias del mercado.



Ante la crisis del modelo
de Estado Benefactor, se produjo una “desestructuración
simbólica del Estado,  como articulador y
constructor de sentidos universales para el mercado; dejando una vacancia que
no ha podido ser reemplazada por el Estado”
(Tiramonti, 2003: 92)



En el plano educativo, se
intenta al igual que en otros países de América Latina en la década de1980,
luego de iniciar un proceso democratización tanto en el orden político como
educativo, generar avances que den respuestas a necesidades históricamente
pendientes. El optimismo pedagógico de esta década, que en el caso argentino se
expresó a través de Congreso Pedagógico y que generó instancias participativas
para el debate sobre educación, dio paso en los años 90,  a una etapa de reformas en educación, no solo
en nuestro país sino también en América Latina y el Caribe. Este  conjunto de reformas abalado, fomentado e
impuesto por Organismos Internacionales marcó negativamente  la ilusión de ese optimismo iniciado en la
década de 1980.



Con un discurso orientado a
la reducción de las desigualdades, y basado en un fuerte interés por recuperar
la teoría del Capital Humano, se inicia un plan de reformas cuyos argumentos
eran claros: ante un nuevo escenario mundial basado en la apertura de las
economías nacionales, en la competencia internacional, en inversiones con
financiamiento internacional, en la desregulación de las economías y de los
mercados laborales; se debía invertir en educación, optimizando sus recursos
humanos formándolos al menos desde una educación básica para insertarse
exitosamente en el mercado laboral. El Informe sobre Competitividad  del año 1994 del World Economic Forum fue contundente:



“los aspectos relativamente
más débiles de los países de América Latina y el Caribe son sus recursos
humanos” ( WEF, 1994).



Este resurgimiento de la Teoría del Capital Humano,
tenía un costo muy duro para los sectores menos favorecidos. La política de
desregulación estatal generaría un ensanchamiento más profundo entre quienes
quedarían dentro y fuera de este nuevo escenario social.



Al respecto Tiramonti G.
(1998) sostiene:



“La deslegitimación del Estado como organismo capaz de garantizar a
partir de su activad política un orden social que permita combinar las
necesidades de acumulación capitalista con el bienestar social, las tendencias
a la exclusión que presentan los mercados de trabajo  y las nuevas formas de interacción que
resultan del desarrollo tecnológico, están marcando la insuficiencia de los
tradicionales mecanismos destinados a la regulación social y están creando
condiciones para su modificación”



En cuanto al Estado, argumenta Martinez
Nogueira (1992)



“...se
encuentra absolutamente incapacitado para desempeñar sus funciones básicas,
revelando incoherencias generalizadas, tensiones múltiples y paradojas
aparentes..”



Es por ello que asume un rol de ruptura y
transformación en sus tradicionales funciones y responsabilidades, pasando a
constituir con el resto de los países de América Latina “un integrado  más al concierto de la globalización”, con
los costos que todos sabemos esto ha generado.



Asistimos así a la conformación o
transfiguración de un nuevo modelo de Estado, que en este proceso de
globalización debe pagar con la pérdida de capacidad para representar y regular
la diversidad de los procesos sociales. Las dinámicas sociales se desplazan así
del Estado al mercado como nueva instancia de coordinación de la vida social.
Surge de esta manera una verdadera sociedad de mercado, donde se construyen
nuevos imaginarios colectivos, que debilitan el tradicional rol del Estado



e) ¿Descentralización



 o escuelas “a
la deriva”?



 



En este contexto la escuela deberá hacerse cargo de nuevos desafíos:
aceptar la descentralización de la gestión y el gobierno, hacerse cargo de
incentivar la innovación, aumentar la autonomía y la responsabilidad de sus
propias instituciones, para orientarlas hacia la
competitividad.



Se impone así un nuevo paradigma que como definen varios autores se basa en la
competitividad. A este paradigma se agrega como criterio de estrategia
política- educativa la descentralización y el financiamiento, entendido este
último concepto como dispositivo de dependencia de los nuevos agentes de
control externo: Banco Mundial (BM), Banco Interamericano de Desarrollo (BID).



Competitividad, eficacia, eficiencia y
calidad conforman los principios estructurantes del nuevo sistema educativo.



La ruptura del modelo generado en la
década de 1880, con su impronta civilizadora, dio como resultado a fines de
este siglo a un movimiento en sentido inverso, ya que el plan de Reformas
Educativo, orientó sus esfuerzos aunque no siempre con éxito  hacia lo local, tratando de rescatar la
identidad de cada comunidad. Sin embargo este criterio de rescatar lo micro en
un escenario globalizado implicó reconocer el sometimiento a una nueva lógica
en la cual los sujetos perderían su identidad.



Es en este contexto neoliberal y
neoconservador,  que los sujetos como
portadores de derechos y obligaciones adquieren una nueva responsabilidad  que los re-posiciona frente al Estado. Es
ahora el mercado el que impone la definición de los sujetos.



De esta manera lo que para  la década de 1880 en cuanto a educación, fue
una necesidad del surgente Estado por aglutinar los sujetos con el fin de
lograr su consolidación, estableciendo leyes policiales para los desertores;
para 1990 será el sistema educativo,  un
espacio en el que  ante la existencia de
un Estado  ausente, delegará en los
propios sujetos la responsabilidad por sostener su propia educación.



Así, se recupera un viejo concepto: el
proceso de civilización, teniendo en cuenta que este se despliega de modo
anverso en ambas décadas; en 1880
a través del 
control y la coacción, en la década neoliberal el proceso civilizatorio
(Elías, 1987) “es precisamente un fenómeno que se despliega en el tiempo y
en el espacio con velocidades y modalidades diferentes. No es lineal ni
previsible. No todos los grupos humanos alcanzan el mismo nivel de autocoacción
y autocontrol”
. De tal modo el sociólogo alemán Norbert Elías desarrolla la
categoría de “descivilización” en tanto el proceso ya no es obra del Estado,  sino de la propia capacidad
de sujeción de los propios individuos sujetos.



rmación y comunicación (TIC’s), integradas en el proceso
educativo mismo, y no como una asignatura separada o como competencias y
saberes extra escolares.



Lo concreto



En la
Argentina, una de las cuestiones que han quedado más
expuestas de la aplicación de la
Ley Federal, ha sido la transformación de estructuras del
sistema. Por eso, no creemos que sea una solución el “volver atrás”,
reinstalando la escuela primaria y la secundaria, como si no se hubiese
producido la modificación de la
EGB y el Polimodal. Proceder de esa forma, sería volver a
cometer los mismos errores, inaugurando un tiempo de inestabilidad innecesario.



Por el contrario, explorar iniciativas como la que parece
despuntar en la Provincia
de Buenos Aires, en las que se busque reorganizar la actual estructura en dos
ciclos de seis años, con sus divisiones intermedias en sub ciclos de tres,
parece mucho más sensato y permite organizar una transición sin sobresaltos.
Consideramos que uno de los problemas fundamentales de la implementación de la Ley Federal en la Provincia de Buenos
Aires, estuvo ligado a la primarización del primer ciclo de la enseñanza
secundaria (actual EGB 3), lo que resultó en un gran descalabro del sistema,
que no debe volver a repetirse.



De este modo, podría comenzar a producirse una
posibilidad real de introducir paulatinamente una estructura más abierta de la
enseñanza, que permita a partir del comienzo del segundo ciclo (actual tercer
ciclo de la EGB),
la combinación de asignaturas obligatorias y optativas, siempre que se cumplan
los objetivos mínimos a lograr en cada etapa. Lógicamente, esto debe trabajarse
con los estudiantes desde antes, para que tengan elementos para poder discriminar
y realizar esta tarea. Por eso creemos que, en una primera etapa, debiera
realizarse una experiencia piloto en el actual Polimodal (último sub ciclo de
tres años), habiendo trabajado previamente con la cohorte que ingrese al 7°
grado en el año 2007 (y en los años sucesivos), poniendo a funcionar la
experiencia para esta cohorte en el 2010 y continuándola en los años
posteriores. Mientras tanto, puede trabajarse con quienes ingresen a 4° grado
en ese último año para ir incorporando elementos para que puedan tener
asignaturas electivas a partir del momento en que ingresen a su 7° grado en el
año 2013.



Como es obvio, para que todo esto sea posible, debe
trabajarse en forma simultánea en un rediseño de los currículos que permita un
plan de estudios como el aquí esbozado y que incluya, también, el
reconocimiento de saberes y competencias adquiridos fuera de la estructura
educativa formal. Para esto último, sugerimos comenzar por hacerlo efectivo
para la educación de adultos, también a partir del año 2010, aún cuando creemos
que debe considerarse -más adelante en el tiempo- como algo posible a partir
del segundo ciclo.



En cuanto al mejoramiento/aseguramiento de la calidad
educativa, creemos que deben introducirse prácticas de evaluación, de modo
paulatino en todos los niveles, poniendo especial énfasis en los procesos de
auto evaluación institucional. De esta manera, se buscará asegurar un fuerte
compromiso de todos los actores involucrados en la detección de los problemas y
los caminos de resolución de los mismos, haciendo de esta misma práctica un
proceso pedagógico y no una imposición externa con “aroma” a control.



Por otra parte, sí es necesario otorgar desde el Estado
mayores garantías en cuanto a la certificación de saberes y competencias
obtenidos, que ya no aseguran que se hayan adquirido por el solo hecho de
poseer un diploma de bachiller, polimodal u otro cualquiera, por la devaluación
de las titulaciones.



Un modo posible para restaurar la confianza y redoblar
los esfuerzos de las instituciones y los actores educativos para superar tal
estado de cosas, se puede plantear a partir de la introducción de evaluaciones
finales de carrera, tanto en la enseñanza superior como en la media. Creemos
que es necesario, para ello, diseñar un cronograma posible y realista, lo que
significa –a nuestro juicio- comenzar a preparar el terreno a partir de
evaluaciones no obligatorias desde el año 2008, que luego de un proceso de
trabajo en las modificaciones que se proponen, comenzaran a ser exigibles a
partir del año 2015, teniendo ya suficiente experiencia y antecedentes
acumulados.



Como se ha sugerido, también debería trabajarse -de modo
simultáneo-, en la construcción de una agencia especializada, capaz de otorgar
las garantías necesarias a todos los actores involucrados acerca de la
transparencia de los procedimientos y la imparcialidad de los juicios
evaluativos. Para esto, bien podría tomarse nota de la experiencia desarrollada
por la CONEAU
para el nivel superior, en lo que pudiera ser aplicable.



Yendo a la labor docente, se impone una jerarquización de
funciones que debe contemplar un indispensable plan de recomposición salarial
plurianual acorde a las necesidades y jerarquía de la tarea, pero que –como
hemos dicho-, no debe quedarse allí. Debe ligarse esta recomposición salarial
de modo indisoluble con un blanqueo de la planta docente real al frente de
clases y en otras funciones del sistema educativo, como primer paso para no
postergar una tarea indispensable para jerarquizar realmente la labor
educativa.



También, es necesario un trabajo de reconversión
paulatino y acordado de las escalas salariales vigentes, que premian la
antigüedad como único criterio para incrementar el salario. Indudablemente, es
éste un tema espinoso y difícil de trabajar, pero es posible de ser consensuado
abordando una discusión de mediano y largo plazo, que arranque de niveles
dignos garantizados.



Es imprescindible crear una nueva escala asociada con la
mayor preparación y dedicación a la tarea, basada en competencias ciertas y no
en puntajes construidos en base a cursos que sólo suman eso: puntos. Dicho de
otra forma, la capacitación continua debe ser radicalmente modificada y debe
ligarse centralmente al proceso de reconversión de la planta.



Con respecto a la formación docente, esto significa la
transformación de los actuales IFD en instancias asociadas con, dependientes
de, o transformadas en instituciones universitarias; ya sea que articulen con
universidades de su región pasando a ser una suerte de colegios universitarios,
que pasen a ser subsedes de las mismas o que se creen nuevas universidades
pedagógicas. Lo central de este planteo es que deben mejorar su nivel,
transformando sus métodos y contenidos de enseñanza para poder formar docentes
capaces de “aprender a aprender” ellos mismo y transmitirlo luego en su
práctica cotidiana al frente de clases. Pero también quiere decir que deberán
plantearse planes de estudio similares a los de cualquier carrera de grado
universitaria, con cuatro años y dos mil setecientas horas como mínimo en los currículos,
y con la posibilidad de integrar el postgrado como parte de la formación
continua.



Plantear esto no significa minusvalorar ni desestimar los
saberes y competencias de los actuales maestros y profesores, pero sí señalar
que los mismos se sostienen en su esfuerzo y compromiso personales y no en una
formación adecuada y de calidad.



Aceptar una propuesta como la aquí esbozada requiere, una
vez más, de un plan para la transición, en la que debe comenzarse por
establecer un plan de estudios de base común para el magisterio y profesorado,
con alcances de los títulos y contenidos mínimos, así como flexibilidad
suficiente para contemplar las distintas realidades jurisdiccionales en las que
deberán desempeñarse los futuros docentes. Mientras se producen las
transformaciones hacia estructuras universitarias, deben comenzar a aplicarse
estos nuevos planes en la formación de quienes ingresen. Estamos convencidos de
que esto es posible y, de que es necesario comenzar a hacerlo no más allá del
año 2008, logrando tener una primera cohorte recibida con los nuevos planes
para el 2012.



En simultáneo, deberá trabajarse con la planta actual y
los que se reciban hasta el comienzo de los nuevos planes, para asegurar una
formación de igual calidad para los mismos. Se requiere modificar, entonces, el
concepto mismo de la formación continua tal como hoy está planteada. Una
primera tarea en ese sentido será la de asegurar ciclos de complementación
curricular que permitan a maestros y profesores completar su formación para equipararse
con los nuevos colegas. Pero a diferencia del esquema actual, donde esa es una
tarea de esfuerzo individual y de acuerdo a las propias y escasas posibilidades
del docente (por tiempo y dinero), sostendremos la necesidad de que se concerte
un plan entre el Estado Nacional, las jurisdicciones y las universidades para
permitir que todos los docentes puedan, en un plazo amplio y razonable, acceder
a estos ciclos de complementación curricular. En concreto, creemos que debe
becarse a los docentes y/o liberarlos de tareas para que puedan hacerlo. Y como
es obvio, para eso hace falta una planificación, dado que no sería posible que
cada quien lo decida por su cuenta para no generar problemas en el dictado de
clases. Pero debiera encararse un plan integral por el cual todos los docentes
a quienes les falten más de diez años para jubilarse, pudieran –y debieran-
cursar estos ciclos en un período no superior a diez años a partir del 2007.
Idealmente, esto permitiría que con duración promedio de dos años para cada
ciclo de este tipo, se pudiera ordenar para que un quinto del total de la
población docente del país, por vez, pudiera estar afectado a su formación y
desafectado parcial o totalmente del dictado efectivo de clases. De esta
manera, para el 2018 se habrá completado la mayoría de la reconversión
formativa aquí propuesta sin que se produzcan situaciones dificultosas para el
normal dictado de las clases. Adicionalmente, como incentivo para quienes
completen estos ciclos, debiera plantearse un reescalafonamiento que implique
el ingreso a una nueva grilla salarial, con mayores aumentos.



Por otra parte, la formación continua seguirá siendo
necesaria en cualquier caso, y aquí será necesario diseñar (y/o autorizar a los
privados a hacerlas) ofertas definidas como necesarias que estén disponibles en
forma planificada y que hayan sido pre-seleccionadas por las autoridades
educativas competentes, no dejándolas libradas al mercado o a lo cursos que
“pueden darse”.



Queremos introducir aquí otra propuesta que debe ligarse
con lo que venimos diciendo sobre la reconversión y transformación de la planta
docente.



Actualmente, en la absoluta mayoría del sistema
educativo, no hay mayor diferenciación de funciones entre los maestros y los
profesores, más allá de la especialización por áreas o asignaturas. Pero no
hay, prácticamente, organización jerárquica interna, como no sea la propia
función directiva de los establecimientos. De tal suerte que la única
expectativa posible de “ascenso” en la carrera docente está dada por la antigüedad,
en cuanto a lo económico, y por ser algún día directivo, en cuanto a la
jerarquización. Esto presenta varios problemas: por un lado, la experiencia no
necesariamente prepara para la dirección y administración escolar,
requiriéndose saberes y competencias específicos para ello. No debe seguir
siendo práctica corriente que el maestro que ya no puede estar al frente de un
grado termine ocupando tareas de supervisión o dirección porque “le toca”. Por
otro, iguala a todos los maestros y profesores al frente de clases en sus
funciones, más allá de sus experiencias, conocimientos y rendimientos
efectivos, sin “premiar” de alguna manera el esfuerzo y la dedicación a la
tarea.



Lo que proponemos es que se establezca, al menos como
modelo experimental, en una primera fase, un modelo departamental, con tareas
de coordinación y planificación del aprendizaje por áreas o departamentos, en
los que se centre la actualización e innovación pedagógica y -¿por qué no?- la
investigación. De esta manera se introduciría un trabajo más colectivo y
enriquecedor para docentes y alumnos, permitiendo –también- una valorización de
aquellos que más destaquen en su esfuerzo, al asumir tareas de coordinación
pedagógicas.



Sin duda, una propuesta como esta requerirá de mayores
tiempos para su implementación, pero se verá facilitada por el cambio gradual
en la formación docente, que tornará más natural para estos un modelo con
mayores similitudes al de la enseñanza superior, no para reproducir sus
defectos (cátedras cerradas, feudalización del conocimiento, etc.), sino para
rescatar sus virtudes.



En cuanto al cuarto eje de reformas propuesto, queremos
hacer hincapié en que no se trata, tan sólo, de “abrir” las escuelas para otros
usos fuera de los horarios de clase. Sin duda, este es un primer paso bastante
sencillo de dar y para el que existen numerosas prácticas nacionales e
internacionales exitosas de referencia. No queremos decir que esto, de por sí,
no sea ya un paso muy importante para la socialización de niños y jóvenes, con
efectos reales sobre prevención y reducción de daños, como lo muestran las
experiencias de referencia.



La cuestión central para nosotros, es que se trata de
convertir a éste en un eje articulador de la relación con la comunidad y del
involucramiento progresivo de la misma en las discusiones y decisiones
relativas a la institución. Para lograr esto se requiere de una apropiación
objetiva y subjetiva por parte de los actores sociales educativos y
comunitarios.



Hablar de esto nos lleva decididamente a la cuestión de
la democratización real de las instituciones. Como se ha insinuado, no estamos
diciendo que deban sustituirse las funciones de las autoridades escolares, sino
que las instituciones deben convertirse cada vez más en “escuelas de
democracia”, lo que implica, por sobre todas las cosas, un gobierno más
participativo y abierto, con espacios previstos para esto como parte del
proceso pedagógico mismo. Instancias como los consejos de convivencia,
asambleas escolares y similares deben ser trabajadas con más fuerza y
constancia. Y es oportuno señalar que para ello deben resolver cuestiones de
interés para los estudiantes y la comunidad y no sólo para hacerlos
corresponsables de las sanciones y la resolución de problemas.



Por último, en cuanto a la integración de las TIC’s en el
proceso de enseñanza/aprendizaje, somos concientes de que demandará importantes
inversiones continuadas a lo largo de varios años. Sin embargo, ello servirá de
muy poco si el equipamiento disponible es “parte” de la enseñanza como una
asignatura más y no se integran las muchas o escasas posibilidades de uso en el
proceso pedagógico como una herramienta central para ayudar a descubrir,
buscar, clasificar, conceptualizar y comunicarse. El uso de programas de
computación específicos para la educación puede ayudar mucho en esta tarea, así
como el compartir saberes y experiencias que los estudiantes también adquieren
fuera del ámbito escolar.



Lo urgente



A nuestro juicio, lo primero que debe hacerse es detener
el proceso de degradación de la calidad, actuando sobre sus efectos más
inmediatos.



Debe también priorizarse el proceso estructural de
reforma de la formación docente con la mayor celeridad posible, partiendo, como
se ha dicho, de un esquema salarial digno. Con estas precondiciones, exigir sí el
cumplimiento de un calendario escolar ajustado a la realidad y a los déficits
que se vienen arrastrando, para intentar paliarlos tanto como sea posible.



Creemos que un programa como el aquí esbozado sólo será
posible si existe un compromiso serio:



  • para
    propiciar una evaluación integral que de inicio a un profundo debate
    acerca de las tareas necesarias para remontar la declinante pendiente de
    la educación argentina, como primer paso;
  • que
    dé origen a un programa de reformas sostenidas en el tiempo y con las
    garantías de la inversión necesaria, a ser aplicada a las políticas
    pactadas;
  • de
    la comunidad y los actores socioeducativos de sostener el esfuerzo a lo
    largo de los años;
  • de
    las jurisdicciones provinciales (para el caso argentino) de blanquear las
    plantas docentes reales y jerarquizar la función;
  • del
    Estado Nacional de promover y sostener un programa tal.


Finalmente, en una “reforma de la reforma” debe
contemplarse la perspectiva de integración regional, para desandar el camino de
reformas dependientes y construir auténticas políticas de convergencia. Y esto
debe plantearse en todos los aspectos, no sólo en cuanto a los contenidos, sino
en la promoción de criterios similares en las discusiones que se planteen en
los ámbitos colectivos, de manera de ir convergiendo aún más en la concertación
de políticas educativas comunes de la región.



ALGUNAS CONSIDERACIONES
FINALES



Hemos tomado algunos datos para
confrontar la matrícula escolar en ambas décadas y tratar de ilustrar el
recorrido hecho hasta aquí a modo de conclusiones.



 En 1884 los gastos del Consejo Nacional de Educación eran del 8,91 %
del presupuesto nacional, diez años después de implementada la Ley los gastos pasan a 6,17 %.
La  matrícula Primaria de 1883 tenía un
total en argentina de 145.660 alumnos, en 1890 
de 201.000 alumnos y en 1895 246.132 alumnos.



Teniendo en cuenta que la población de
niños en edad escolar era de 507.769 niños 
en 1883  y en 1895 de 877.810
niños en edad escolar, dando como resultado final una asistencia escolar del
28,64 % de niños en edad escolar para 1883 y el 28,03 % para 1895.[24]

























Año



Niños
en edad escolar



Niños
que asistían a la escuela



1883



507.769



145.660



1890



No
se encontraron datos precisos



201.000



1895



877.810



246.132




 



En 1890 el Presidente del Consejo
Nacional de Educación, Benjamín Zorrilla, afirmaba: “…la instrucción primaria en la república retrocede y en algunas
provincias ya no puede calcularse hasta donde llegará la mala situación y cuál
será la extensión de este hecho desgraciado. La intensa crisis que afecta al país
ha disminuido considerablemente los recursos financieros de las provincias que
no sólo no tuvieron en épocas favorables recursos abundantes que destinar al
fomento y difusión de la enseñanza, sino que ven disminuirse, y tal vez
agotarse, muchos de los que antes pudieron disponer”[25]



Para la década de 1990 tomamos como
referencia el trabajo “Materiales  para
el estudio de la transformación educativa en Argentina. 1993- 1999” elaborado por el
Instituto Internacional de Planeamiento de la Educación (IIPE). Podemos
decir que las dos provincias que aplicaron en su totalidad el proceso de
Reforma fueron Córdoba y Buenos Aires. El resto transitó por variadas
modalidades de implementación e intensidad parcial en cuanto a su
instrumentación.



Fue claro que uno de los objetivos de la Reforma,  se orientó al aumento y retención con calidad
de los alumnos. Sin embargo era claro que su implementación se daría desde una
nueva lógica que diera respuesta a los imperativos de los organismos
internacionales. En cuanto a su estructura, el tercer ciclo de EGB para Buenos
Aires, se puede equiparar a lo que en Córdoba fue una etapa de ampliación de la
educación media.



De los datos relevados para 1998 en la
etapa de nivel primario, los índices de repitencia y sobreedad fueron en Bs.
As. de 2,5 % y en Córdoba de 5,9 % sobre un total país de 5,3 %. El límite
máximo de repitencia se dio en Corrientes con 12, 4 %, el límite mínimo en
Capital Federal con 2,2 %.



Si bien en este nivel hubo una tasa de
retención importante 79%, es en el nivel medio donde encontramos llamativos
índices de repitencia y abandono. En Bs. As. el índice fue de 13,2% en cuanto a
la repitencia, pero el de abandono de 59,5%. En Córdoba de 11,3% para el primer
indicador y de 48, 9% para el segundo.



De estos datos podemos inferir que si
bien aumentó la permanencia en el caso de la provincia de Bs. As para el tercer
ciclo, aspecto que en el presente está en proceso de revisión y que se expresa
en la nueva reforma del tercer ciclo de la EGB con la Enseñanza Secundaria
Básica (ESB) su equivalente en Córdoba correspondiente a los dos primeros años
de la secundarización,   revela elevados
índices de abandono, poniendo en evidencia 
una contradicción entre los discursos llevados a cabo por el poder
político y la realidad de los alumnos en edad de escolarización.



Amplios sectores intentarán ser retenidos
con esta reforma, pero abandonarán cuando ingresen al nivel medio.



Diferentes interpretaciones podríamos
hacer; Una de ellas sería que la permanencia no es real más allá de que los
datos digan lo contrario, que los alumnos abandonan porque la escuela en la
práctica no responde a sus necesidades y que por lo tanto sigue reproduciendo
claras “redes de escolarización diferenciadas”. Más allá de los programas
compensatorios (a los que haremos referencia más adelante), se pone en
evidencia que no todos quedaron incluidos.



Estos programas pondrán así al descubierto, 
que la
Reforma Educativa implementada en los 90 resultó poco viable,
no sólo porque sus dispositivos fueron deficientes, sino ante todo porque
agudizó la brecha entre integrados y excluidos al sistema.



Duschatzky S. (2000) analiza como el Estado
en su proceso de descentralización iniciado en 1993 con la categoría
“ministerio sin escuelas”,  generó una
política de administración basada en la compensación de estas desigualdades
materiales paradójicamente  de corte
focalizado a través del Plan Social Educativo (PSE) y el Plan Nacional de
Becas.



Advierte la autora que estas políticas de
compensación se aplicaron sin reconocer que la importancia de una acertada
intervención del Estado sería correcta siempre y cuando se aceptase la
necesidad de reformular las políticas públicas y se reconociera que la reforma
educativa, no impactó sustancialmente en las condiciones de educabilidad de
amplios sectores sociales.



Si bien siempre existieron procedimientos
de asistencia  más o menos sistemáticas
en nuestra historia, se debe reconocer que en este momento las PSE son un
símbolo del fracaso de las políticas educativas de parte del Estado y constituyen
un instrumento que pone en claro la fragmentación del sistema educativo. Peor
aun marcan un punto de fractura con los ideales inclusores y homogeneizadores
de fines de siglo XIX.



“...el PSE condensa las rupturas del
imaginario público educativo
.” Duschatzky (2000)



A ciento veinte ocho años de la Ley 1420 y desde nuestra
perspectiva histórica optamos por el desafío de que los acontecimientos del
pasado nos auxilien para comprender el presente y de este modo intentar
alejarnos de lo  que se suele denominar
“historia muerta”.



Es así que a modo de conclusión
transitoria nos encontramos con algunos interrogantes en este trabajo:



¿La
exclusión educativa fue constitutiva e inherente
a la conformación del sistema educativo?



Si de esta pregunta se obtuviese una
respuesta afirmativa cabe preguntarse:



¿Esta
exclusión  sigue vigente
en el modelo de educación instalado en los 90?



¿En
qué medida los discursos políticos y las políticas educativas, responden
significativamente a la problemática de la escuela actual en cuanto a la
exclusión?



¿Podemos
pensar en una “escuela inclusiva” mientras en al sociedad se sigan
reproduciendo mecanismos solapados o explícitos de exclusión?



Pensar una escuela comprometida,
inclusora, es recuperar el sentido del para qué enseñamos y el para que
aprendemos, es resignificar con nuevas claves de interpretación la misión que
le compete, es ir más allá del sentido otorgado e inculcado en el imaginario
colectivo. Es pensar que el acceso a la educación no es solo un “derecho” sino
un “medio” para generar un sentido verdadero y responsable de ciudadanos
reflexivos, autónomos y comprometidos con la realidad.



Rigal L. en su libro “El sentido de
educar[26]
sostiene que la escuela hoy,  debe ser
formadora de ciudadanos capaces de ser gobernados pero también de gobernar sin
establecer diferencias entre redes diferenciadas de educación que como ha
sucedió desde la modernidad se los formaba para ocupar uno u otro rol. Propone
así el concepto de pensar en “
Otra Escuela”
superadora de la clásica que pueda romper su sentido isomórfico sobre su
función social



“La Otra Escuela sólo es
posible fuera del modelo neo- neo (...) El modelo neo- neo con su componente de
exclusión social crea una tensión insuperable. Solo en el marco de otro modelo
económico será posible recuperar este papel integrador de la escuela, y no
(como ha pretendido la escuela neo- neo ) vía las políticas compensatorias y el
disciplinamiento normativo”



En síntesis a partir de la Otra Escuela se podrá
pensar en otra pedagogía que emerge de una concepción crítica “y se funda en la convicción de que para la
escuela es una prioridad ética dar
poder al sujeto
social
”.  



En la línea de estas argumentaciones es
que pensamos que se pueden comenzar a construir nuevos discursos y nuevos
relatos de inclusión. En ese sentido seguimos trabajando.



El recorrido respecto de los temas
planteados anteriormente ofrece pistas para interrogarnos sobre cuestiones que
nos preocupan en nuestra actualidad, entre
otras:



 a) Respecto a la producción en masa de la opinión como diría J. Dewey, a cargo
actualmente del llamado cuarto poder y particularmente de la comunicación
mediática; fenómeno que también concurre a empobrecer nuestras propias
identidades culturales y nuestros propios lenguajes, a empobrecer por ende nuestras
propias autonomías. También, paradójicamente, se verifica la ausencia de un fondo común de verdades que supere la
fragmentación social y la incertidumbre que agobia todo intento creativo para
mejorar el Estado de nuestras democracias.



  b) Cuestionarnos sobre la centralidad
del mercado y la fuerza centrífuga que genera para el sentido de la educación,
particularmente de la educación superior, en desmedro muchas veces de
actividades y fines relacionados con la formación cultural, la solidaridad y el
compromiso social; la influencia del “curriculum
oculto
” -en verdad  ‘develado’ si se lo refiere- en términos de hábitos y actitudes
que exacerban el interés utilitario
de ganar dinero.



 c) Preguntarnos sobre la validez y
pertinencia de la creciente preponderancia de opiniones despreocupadas de los fines no utilitarios de la educación –según se desprende del punto
anterior- que apuntan a concebir y realizar una democracia más cabal.



 d) Plantearnos, al fin de cuentas, si las deficiencias
de la política para satisfacer la representatividad social sólo se responden
desde el diagnóstico de la crisis de aquélla y de sus costos para el gasto
social, tal como sostienen ciertas opiniones públicas, ¿acaso la crisis de la
política no es también una crisis moral? Vale aquí transcribir unas reflexiones
de Nietzsche:



 “¿Dónde están en realidad para todos nosotros, eruditos y no eruditos,
grandes y pequeños, nuestros modelos y celebridades morales entre nuestros
contemporáneos, la encarnación visible de toda creatividad moral en nuestro
tiempo? ¿Adónde ha ido a parar (...) toda aquella reflexión sobre cuestiones
morales que en cualquier época ocupó la atención de toda sociedad noble y
desarrollada? Hoy no existen ni celebridades ni reflexión alguna (...), no
hacemos sino consumir el capital de moralidad que acumularon nuestros
predecesores y que nosotros no sabemos aumentar sino sólo dilapidar (...) Se ha
llegado a un punto en el que tanto nuestras escuelas como nuestros maestros
prescinden simplemente de una educación moral o se contentan tan sólo con el
mero formalismo; y ‘virtud’ es una palabra acerca de la cual ni maestros ni
escolares se arriesgan a pensar algo, una palabra pasada de moda de la que es
mejor burlarse; y malo cuando no se hace burla de ella, pues entonces se es
hipócrita”.
(15)



  El
‘pensamiento único’ de la mano con el proceso de globalización han sido
generadores de la producción en masa de la opinión en los últimos
tiempos.  El sentido de esa producción impacta con particular resonancia
en políticas y análisis económicos de organismos y corporaciones
multinacionales o transnacionales,  en los que el mercado se instituye
como ámbito deseado o necesario, según sea la posición e intereses de quienes
los formulan, los representan, los ejecutan o los experimentan. La educación no
queda exenta de dicha resonancia; en parte porque el propio Estado-Nación es
más auditor que interlocutor de esas agencias, en parte porque la opinión
pública la concibe como vía para la no exclusión del mercado. Es obvio que no
es erróneo concebir a la educación de ese modo. El tema es otro cuando la
educación tiene como principal –cuando no único- cometido ese fin, en desmedro
de la consecución de otros bienes sociales, morales, culturales.



 No sé qué
tanto en la actualidad puede mantenerse que la educación sesgada por el interés
y las demandas del mercado conduce seguramente al éxito individual y,
concomitantemente, a la prosperidad social. No pocas veces se registran
frustraciones individuales, apenas disimuladas por condiciones precarias de
inserción laboral, cuando no imaginarios sociales que opacan con pesadumbre las
tesis optimistas sobre la educación como canal de movilidad social.



 Si, como algunos analistas sostienen, la globalización ha socavado las bases
del Estado-Nación en cuanto a su autonomía y protagonismo para formular y
aplicar políticas públicas que garanticen calidad de vida a sus ciudadanos
-entre ellas las referidas a la educación-, cabe interrogarse entonces sobre la
diluida identidad y ejercicio de la ciudadanía; también sobre la pérdida de
autonomía de los propios individuos para elaborar y realizar sus proyectos de
vida.



 



Las condiciones de vida
actuales para muchos ciudadanos, particularmente en algunos países
latinoamericanos, y su impacto negativo sobre los trayectos y rendimientos
educativos sugieren que la educación como servicio público (que no queda
restringido a lo estatal) debe ser acompañada por otras condiciones y bienes
que hagan más sustentable la inversión social en educación.





Retomando la idea inicial de mostrar las posibilidades de
aplicación del análisis crítico del discurso a las políticas educativas , a
través de la educación comparada,  a fin
de deconstruir agendas educativas globales de dos períodos históricos, se pudo
constatar similitudes y diferencias entre los elementos constitutivos
seleccionados, agrupados bajo un marco amplio de análisis crítico de discurso
que apunta a develar la ideología y las relaciones de poder que entrañan las
construcciones discursivas neoliberales/neoconservadoras, llegando a transformarse
en sentido común colectivo.



Es
fundamental refinar y multiplicar la crítica a una perspectiva que contribuye a
exacerbar injusticias sociales, tanto distributivas como educacionales en
distintos sentidos. Algunos ejemplos son muy visibles: los recursos
educacionales se redistribuyen hacia los grupos sociales privilegiados en
detrimento de los sectores más vulnerables, la explotación de los educadores se
intensifica junto con la desprofesionalización, la marginación de los
estudiantes de los sectores socio-económicos bajos aumenta, y se ven limitadas
las oportunidades de desarrollar pedagogías críticas y de reducir las prácticas
discriminatorias y excluyentes en las escuelas.



                                        



 Mgter
Elsa Yolanda Cáceres



BIBLIOGRAFÍA                                                      



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·  Romero, L. (1994); Breve
Historia de la
Argentina Contemporánea. FCE, Bs. As.



·  Sarmiento, D.F. (1988),
Educación Común. Solar, Bs. As.



·  Strasser C. (1986) Teoría
del Estado, Abeledo Perrot, Bs As.



·  Tedesco, J.C. (1986)  Educación y Sociedad en Argentina (1880 –
1945) Solar. Bs.As.



·  Tenti Fanfani, E.(2000) La Exclusión y acción
colectiva en la Argentina
de Hoy. Revista Punto de Vista, nº 67, Buenos Aires.



·  Tiramonti, G (2003)
“después de los 90: agenda de cuestiones educativas” en Revista Cadernos de
Pesquisa Nº 119. Autores asociaciados. Brasil



· 
Weber,
M. (1984),  Economía y Sociedad. Fondo de
Cultura Económica. México



·  Weinberg, Félix, (1988).
Las ideas sociales de Sarmiento, EUDEBA, Bs.As



 



 













[1] Cfr. Sarmiento, D.F (1900) Obras
Completas. Educar al soberano. Tomo XLVII. Pág. 
173







[2] Cfr UNICEF. 1993c. Todos por la Educación, Educación
para Todos: Participación Popular, Movilización Social y Descentralización para
la "Educación para Todos". Nueva York.







[3] Finkel, S (1977) La Educación Burguesa.
Nueva Imagen. México







[4] Tiramonti, G. (2000)
“La reforma Educativa Nacional en busca de una interpretación”. Revista Aportes
para el debate. Nº 15 Otoño de 2000







[5] Ball, Codd, Taylor y Luke son algunos de los citados por Ninnes
(2004)







[6] Citado por Ninnes (2004).







[7]
CARRIZO, C.: “Las reformas
educacionales en los ´80”. En Revista IIFAP. Nº 7. Universidad Nacional de
Córdoba. Córdoba, 1992. Pág. 101.







[8]
NEAVE, G.:  “La reforma de la educación superior
francesa, o la fábula del buey y el sapo”. En: NEAVE, G. y VAN VUGHT, F.: Prometeo Encadenado. Estado y
educación superior en Europa
. Gedisa Ed. Barcelona. 1994. Pág. 138.







[9]
Idem. Pág. 142.







[10]
Idem. Pág. 140.







[11]
NEAVE, Guy: “La reforma de la
educación superior francesa, o la fábula del buey y el sapo”. En Neave, Guy y
van Vught, F. Op. Cit. Pág. 398.







[12]
KLEIN, L. SAMPAIO, H.: “Actores,
arenas y temas básicos”. En KENT, Rolin.:
Los temas críticos de la educación superior en América Latina. FCE.
México, 1996. Pág. 92.







[13]  BRUNNER,
J.J.:
Prólogo: Estado y educación superior en América Latina. En NEAVE, G. y VAN VUGHT, F. Op.cit.







[14] PEDRÓ y PUIG, 1998.







[15] PUELLES BENÍTEZ de y
MARTÍNEZ BOOM, 2003
.







[16] PUELLES BENÍTEZ de y
MARTÍNEZ BOOM, 2003
.







[17] Tenti Fanfani, E.(2000) La Exclusión y acción colectiva en la Argentina de Hoy.
Revista Punto de Vista, nº 67, Buenos Aires.







[18] Dussel I. (2000) “La producción de la exclusión de la escuela: una
revisión de la escuela moderna en América Latina” ponencia presentada en X
Jornadas LOGSE. Granada, España.







[19] Cfr. Botana, N. (1998); “El orden
conservador. (La política argentina entre 1880 y 1916)”. Sudamericana, Bs.As.







[20] Estado de la
Educación Común en la Provincia de Buenos Aires. Memoria de 1883.  Pág. 33







[21] Sin embargo, debemos considerar que en el Siglo XX en cuanto a
políticas educativas existieron etapas en las que la preocupación por la
inclusión de sectores marginales constituyó una preocupación por parte de la
dirigencia: primer Gobierno de H. Irigoyen (1916-1922) y Primer y Segundo
Gobierno de J. D Perón (1946-1955)







[22] Weinberg, F. (1988); Las ideas sociales de Sarmiento, EUDEBA, Bs.As







[23] Giovine R. El
gobierno escolar bonaerense. Tensiones en tomo a la definición de una alianza
de gobierno.Julio de 2003. Revista Propuesta Educativa-Flacso Argentina







[24] Fuentes:-El Monitor
de la Educación
común, Nº 738, páginas 51 y 52



                 -E.
Chioza. La población Argentina en expansión. Centro Editor de América Latina.
1971



                 - Datos oficiales registrados
por Rolando Riviere en “La
Instrucción primaria bajo el imperio de la Ley 1420”. Consejo Nacional de
Educación. Buenos Aires. 1937.







[25] “Educación común en la Capital, 1889-1891” Págs 17 y 18







[26] Rigal L. (2001) “El sentido de educar: Crítica a los procesos de
trasformación educativa en Argentina, dentro del marco latinoamericano”. Cáp.
7. Ed. Miño y Dávila.
Bs
As. Argentina. 







SISTEMAS EDUCATIVOS
COMPARADOS





 



 



 



 





 



COMPARACIÓN ENTRE LAS POLÍTICAS EDUCATIVAS DE
LAS



DÉCADAS 1880/1990



 





Este trabajo tiene como
objeto describir e interpretar dos períodos singulares de la historia  del Sistema Educativo argentino,
específicamente las políticas educativas llevadas a cabo en dos décadas que
marcaron el rumbo de nuestro país, nos referimos a la década de 1880 y la década de 1990. La problemática se expone en sus
diferentes facetas, con el fin de demostrar no solamente la complejidad que es
inherente a la naturaleza de los sistemas, sino también los variados papeles
sociales que le han sido asignados en dichos períodos; siguiendo desde éste
punto de vista el propósito presentado por la catedra. Para comprender el
significado de los sistemas es menester analizar el contexto sociocultural,
económico y político que marcaron el rumbo de la educación en ambos períodos,
poniendo especial énfasis en la metodología empleada en educación comparada y
en los procesos de su evolución.



La conformación del sistema
educativo moderno se inscribió en un contexto de fuerte impronta político-
institucional, en el cual el Estado utilizó mecanismos y estrategias de
inculcación ideológica basadas en una arbitraria pseudo democratización. Un
sentido ilusorio inculcó en el imaginario social que la educación era un
derecho intransferible e inalienable; así, la escuela se constituiría en
dispositivo integrador,  homogeneizador y
suturador de las desigualdades sociales, pero
también en institución formadora de un futuro ciudadano.   Específicamente nos
encontramos en la década de 1880 con
lo que Sarmiento dio en llamar la “Educación
Popular”[1]
que formó parte
del proceso de la constitución del Estado Nacional y que por un centenar de
años  tuvo el basamento en la Ley 1420, Ley de Educación
Común, que prescribió  la obligación del
Estado de brindar educación a todos los habitantes del territorio argentino,
con un relato propio: educar al soberano.



Por otro lado, el discurso
impulsado por los organismos internacionales de Educación Para Todos[2]  durante la década de 1990, en el caso argentino quedó plasmado en la Ley 24195, Ley Federal de
Educación, en la que las nuevas políticas educativas llevadas a cabo en
Argentina y Latinoamérica, desplegaron relatos políticos de Inclusión escolar.



El propósito será  analizar como a través del Estado, se
construyó un discurso político que tenía clara correlación  con el sistema
educativo en ambos períodos.



 Debemos aclarar que si bien el Estado fue un
agente responsable primario del proceso de inclusión/ exclusión de los sujetos
sociales  en edad de ser escolarizados
durante la década de 1880,   existieron no obstante  otras instituciones como la familia y la Iglesia que también
contribuyeron a reforzar estos mecanismos; como así también dispositivos
vinculados a la cultura, tradiciones y representaciones que actuaron con
frecuencia como variables de autoexclusión por parte de estos mismos sujetos.  



Retomando el tema del
propósito del trabajo, intentaremos abordar la brecha generada entre los
discursos del poder político y nuestro eje de análisis que en términos actuales
hace referencia a las prácticas de exclusión e inclusión educativa generadas en
Argentina a través de las políticas educativas de los períodos señalados.



En tal sentido Finkel, S.
plantea que “la Argentina en la década
de 1880 atendía a la séptima parte de los niños en edad escolar, como una madre
atiende sólo a uno de los siete hijos que cobija”
[3]
y en lo que respecta a la década de 1990 Guillermina Tiramonti plantea que “se han desarrollado las políticas de
compensación como un remedio para la desigualdad y la exclusión ya que el
Estado argentino no puede siquiera sostener la utopía de la igualdad y la inclusión
educativa”
[4]



Intentaremos interpretar la
década de 1880 recurriendo a la
utilización de categorías conceptuales contemporáneas para poder establecer
procedimientos comparativos con la década reciente, sabiendo que como
estrategia implicará algunas resistencias metodológicas.



Nuestro interrogante en cuanto al eje de
análisis de este trabajo es:



En qué medida el sistema
educativo en dos momentos centrales de
la historia de la educación Argentina –debido a la promulgación de las dos
leyes más importantes en lo que a la Historia del sistema educativo se refiere: Ley
1420 y Ley 24.195- generó desde el discurso los relatos  de inclusión, cuando en la práctica se pueden
identificar situaciones que dan cuenta de mecanismos de exclusión social y  escolar.



Al respecto,
debemos hacer otra aclaración que se relaciona a una cuestión de tipo
metodológica y estratégica: el tratamiento de estos dos momentos no se pueden
abordar sin reconocer el contexto histórico- social en el que se desarrollan,
los que se encuentran atravesados por una trama de sentidos históricos
complejos.   



Es llamativo
que una Ley como la sancionada en 1884 (Ley 1420) haya perdurado una centuria y
recién en la década de
1990 se la
sustituya. Podemos interpretar que los discursos no solo atravesaron  y determinaron el  “pensamiento” y las acciones de los sujetos
sociales, sino que también su puesta en acto como expresión del currículo tuvo
una fuerza disciplinadora que se “impuso” como verdad inobjetable.



 



 



Capítulo I



PRIMEROS ESTUDIOS COMPARATIVOS:



En las últimas décadas del siglo XVII y sobre
todo en las dos primeras del XIX, aparezca el vocablo de “comparado” o
“comparada”, incluido en el título de tratados de científicos.



Corresponde a Jullien de París el
mérito de haber visto por primera vez de un modo relativamente completo el
carácter científico y práctico de la Educación Comparada,
al que le atribuyó una autonomía epistemológica.



Jullien, nació en París en el año 1775. Era
un hombre de la
Ilustración, fiel a los ideales típicamente racionalistas y
proclive al nacionalismo imperante. A partir de 1808, se ve una inclinación
hacía el tema de la educación. La obra más importante lleva por titulo :
“El Esquisse et vues préliminaires d´un ouvrage sur l´éducation
comparée”
publicado en 1817”.

Jullien tiene una intención de carácter práctico. Esta obra se divide en dos
partes, la primera, es una justificación de dicho proyecto y una breve reseña
de sus objetivos y aspectos generales. La segunda está destinada a proporcionar
un instrumento eficaz para la recopilación de los datos, y consiste en unas
tablas o como él las denomina, “series de preguntas”.



El siglo XIX, también llamado el siglo de los
viajeros, esto quiere decir que en el siglo XIX hubo una cierta predisposición
a ver con buenos ojos las realizaciones de los demás, pese al clima de
nacionalismo dominante. También es cierto que no todos los autores y viajeros
aceptaron todas los modelos extranjeros que habían conocido, poniendo en
entredicho la utilidad de los viajes y de las comparaciones educativas en su
conjunto. Se puede decir que el representativo de ellos es el ruso Leon
Tolstoi.



Viajo a varios países europeos, en
busca de posibles experiencias que le sirvieran de inspiración para llevar a
cabo su idea de crear instituciones de educación. Manifestó su repulsa hacia el
modelo Prusiano considerado como el supermodelo educativo en aquellos tiempos.
Manifestó que Rusia no sólo no debía imitar a Occidente, sino que necesitaba
evitar cualquier contagio. Pero por otro lado las escuelas para trabajadores de
Marsella y los de Kindergarten froebelianos le causaron buena impresión.



El viajero K.D. Ushinsky, cuyos viajes
y apreciaciones son de vital importancia para la educación comparada rusa,
puesta de relieve por Nicolas Hans, y por ello deben ser situados en una
línea más en consonancia con la habitual de los viajeros del siglo XIX.



Durante el siglo
XX son muchos los viajeros y los informes que se realizaron y que aún se
realizan hoy. Muchos autores consideran que "la enseñanza en el
extranjero" constituye una parcela de saber diferente a la propia de la
educación comparada. La "enseñanza en el extranjero" pervive
en nuestro mundo de hoy y seguirá perviviendo, porque su existencia es
necesaria.



ETAPA DESCRIPTIVA
O DE LA PEDAGOGÍA EN
EL EXTRANJERO



Esta etapa esta comprendida en el siglo XIX y
se denomina “siglo de los viajeros”. Se desarrolla la descripción de la Educación Comparada.
Se comienza a recoger experiencias de otros países que pudieran ser utilizadas
en el propio.



Las visitas han sido casi siempre realizadas
con el preconcebido de hallar experiencias aplicables y no tanto estudiar el
verdadero valor que en si mismas pudieran tener. Los viajeros, algunos becados
por su país de origen, visitaban el país y observaba las experiencias bajo su
óptica, aunque también se dieron casos de viajeros que llevaban un plan
preelavorado para evitar impresiones subjetivas. Pero por lo general los
autores no realizaban recogidas de datos sistemáticos, tampoco estaban sujetos
a unas reglas de orden y de exactitud, para que fueran homologados y comparados
con los datos de otros países. Tampoco tienen la conciencia de que están
contribuyendo al nacimiento de una nueva ciencia educacional y comparativa.



Si somos exhaustivos nos daremos cuenta que
no llevaron a cabo comparaciones propiamente dichas sino que lo que realizaron
fueron yuxtaposiciones de realidades educativos, pero esto no habría que
infravalorarlo puesto que esto ha ayudado al desarrollo de la disciplina y
propagaron el interés de los poderes públicos sobre las realizaciones de los
demás países.



ETAPA
INTERPRETATIVA O DE ELABORACIÓN SISTEMÁTICA



El 1900 puede llamarse la fecha clave de la Educación Comparada.
Se producen dos hechos para que llamemos así a esta fecha.



·        
La organización por primera vez en la historia de un curso
universitario de Educación Comparada, en la Universidad de
Columbia. Esto hace que aparezca la necesidad de abordar la Educación Comparada
de manera sistemática, aunque no se puede confundir una ciencia con una
asignatura o materia de estudio. Pero estas necesidades académicas afectaron
sobretodo al aspecto formal de la Educación Comparada.



·        
La aparición de un escrito excepcional, consecuencia de una
conferencia pronunciada por su autor, Sadler, con el titulo “¿Hasta qué
punto podemos aprender algo de valor práctico con el estudio de los sistemas
extranjeros de educación?”



En esta etapa se pueden diferenciar tres
enfoques:   Enfoque
interpretativo-histórico.  Enfoque
interpretativo-antropológico.  Enfoque
interpretativo-filosófico.



 



ETAPA COMPARATIVA



Esta etapa abarca desde mediados del siglo
XX, hasta nuestros días, y en ella podemos distinguir dos momentos, uno hasta
los años setenta, y otro desde entonces:



  Hasta
los años setenta
: asistimos a la consolidación de organismos
internacionales, cooperación entre ellos y la realización de auténticos
estudios comparados. También se prestó atención a la elaboración de una
metodología científica de la Educación Comparada, en un primer momento usando
métodos puramente comparativos (Hilker y Bereday), posteriormente valorando el
método científico (Husen, Noah y Eckstein), o abriendo nuevas vías de estudio
(Holmes, Anderson y Roselló).



  A
partir de la fecha anteriormente señalada
, se organiza el Consejo Mundial
de Sociedades de la
Educación comparada, y se produce una proliferación de
sociedades nacionales, produciéndose un aumento en el número de congresos, de
publicaciones e investigaciones comparativas.



En esta etapa podemos diferenciar tres
enfoques:  Enfoque
comparativo-predictivo.  Enfoque
comparativo-funcional.  Enfoque
comparativo-global.



ETAPA DESCRIPTIVA
O DE LA PEDAGOGÍA EN
EL EXTRANJERO



ALEMANIA



Alemania y más concretamente Prusia fue el
país más admirado y más visitado a efectos educativos durante el siglo XIX.



Uno de los pioneros fue A.H. Niemeyer,
escribió en 1824 una obra dedicada a realizaciones educativas tan significadas
como la reforma universitaria de Napoleón y de la enseñanza en Suiza. También
las experiencias de Fischer y Kruse merecieron el interés, pero sin embargo F.
W. Thiersch redacta la obra más ambiciosa de este periodo, dedicada al
análisis de experiencias alemanas, holandesa, francesa y belgas, y con
observaciones sobre el carácter de los viajes al extranjero con fines
educacionales y sobre algunas precauciones que es preciso tomar cuando se
realizan descripciones de este tipo. Se mostró partidario de la unidad de
Europa, señalando lo mucho que podría contribuir a ese objetivo una cierta
unidad de los sistemas y métodos de enseñanza.



FRANCIA



Un representante de este país es Cousin,
miembro del Consejo Superior de Institución Pública de Francia. El informe que
sobre su viaje redactó en 1832 sirvió de base a la ley Guizot de 1833, después
publico otros trabajos. Los trabajos que realizo tuvieron una repercusión que
traspaso las fronteras de su país. Lo que podríamos destacar de sus obras, es
la precaución que tiene sobre la imitación de las experiencias útiles de otros
pueblos, precauciones que justifica en la diversidad d caracteres, de historia,
de estructuras de gobierno…



También hay que destacar a P. E. Levasseur,
se dedicó a la estadística, sus principales trabajos se planteaban en
confrontar datos estadísticos sobre la enseñanza primaria de varios países
europeos. Este autor nos ponen en alerta ante las deficiencias. El mismo
Levasseur no se pone en guardia sobre tales deficiencias y sobre la relativa
fiabilidad que debe concederse a las comparaciones que tengan a los datos
estadísticos como base fundamental. Hace uso de la comparación dinámica,
muestra especial ineterés por estudiar los principales factores que inciden en
la educación.



Fue un hombre que supo adelantarse a su
época, utilizando ya en el siglo pasado, aunque rudimentariamente, unas
técnicas metodológicas que gozan hoy de plena vigencia.



INGLATERRA



Kay (1821-1878) , este autor
considera que su país debería tener muy en cuenta los ejemplos de algunos otros
de Europa, y en especial de Alemania y suiza, para mejorar el grado de
educación y el nivel de vida de los pobres pues ambas cosas guardaban, según
él, estrecha relación.



El libro de Kay contiene apreciaciones
comparativas de gran agudeza, por la convicción de que el progreso de un pueblo
es una neta consecuencia de la calidad de sus instituciones sociales y, sobre
todo, educativas. ve en Suiza el marco ideal que ejemplifica lo que debería ser
el estudio de la educación comparada.



Otro autor Matthew Arnold (1822-1888)
también ocupa un papel importante en la educación comparada. Realizo varias
visitas a distintas experiencias que se estaban llevando a cabo. Muestra un
profundo conocimiento de las prácticas educativas en el continente,
especialmente francesas e inglesas. Busca ideas y experiencias que puedan ser
útiles a su país. No se trata de imitar experiencias aisladas, sino de crear un
contexto que las haga posibles.



A diferencia de otros tiene un afán de no
teñir sus apreciaciones con el toque subjetivista y de los perjuicios nacionales.
Afirma que los estudios comparativos no deben ir encaminados de antemano a
demostrar algo, sino a descubrir la realidad. Lo mejor de la comparación no es
intentar ajustarla a las exigencias de nuestras inclinaciones o perjuicios sino
en tratar de averiguar, simple y seriamente, qué es lo que nos enseña.



Fue uno de los primeros en entrever que las
instituciones educativas y sus resultados están sujetos permanentemente al
influjo de una serie de factores, entre los que él destaco las tradiciones
históricas y el carácter nacional.



Sir Michael Ernest Sadler, (1861-1943), su
labor fue mucho más allá, no se limitó a recoge experiencias educativas
extranjeras, sino que dio un impulso decisivo al enfoque metodológico de
nuestro campo.



Fue uno de los viajeros educacionales del S.
XIX. Lo más importante de su aportación a la educación Comparada lo realizo ya
en el s. XX. En 1903, publicó once volúmenes de informes en los que pueden
encontrarse abundantes referencias a las prácticas educativas británicas,
europeas y norteamericanas. Prefirió la vía de los informes y de las
Conferencias para mostrar su pensamiento. lo más significativo de su
contribución, en el nuevo enfoque de carácter teórico y científico que supo dar
a la Educación
Comparada.



Una etapa nueva, no se trata de salir a los
países, como sucedía en la etapa de los viajeros, con el ánimo de encontrar en
ellos experiencias para copiar en otro país, sino que se busca entender el por
qué más profundo de tales experiencias. Son las causas de las experiencias, y
no estas en cuanto a los efectos, las que deben ocupar la mirada atenta del
investigador.



Por primera vez de modo consciente y
sistemático, va surgiendo la convicción de que la educación de un país no se
investiga sólo a través de sus escuelas. No puede confundir el sistema escolar
con el sistema educativo, porque no son dos realidades equivalentes, define los
sistemas educativos como: “son organismos vivos, constantemente modificados
por las presiones y los conflictos políticos e ideológicos.”



Este autor sigue pensando en la eficacia del
estudio comparado de cara a la política educativa del propio país, entendiendo
que el objeto de la
Educación Comparada: “debe procurar descubrir la fuerza
espiritual intangible que, en todo sistema de educación eficaz, en realidad
sustenta el sistema escolar y es responsable de su eficiencia.”



ETAPA
INTERPRETATIVA O DE ELABORACIÓN SISTEMÁTICA



INTERPRETATIVO HISTÓRICO



Isaac León Kandel, aborda el estudio de
algunos sistemas educativos, tiene una preocupación por los problemas básicos
de índole histórica y política. El estudio que realizo con una serie de países
están realizados sobre la base de reunir datos referentes a puntos
concretos:Organización de los sistemas nacionales,Administración escolar,Educación
elemental,Preparación de maestros, Educación secundaria.



Pone de manifiesto un nuevo enfoque, le
preocupan las causas que hacen los hechos educativos, las concepciones que los
preparan y alimentan, las similitudes y diferencias que guardan con los
experimentos en otros piases. La Educación Comparada tiene como primer deber la
comparación entre sí de esas concepciones, bajo esta línea.



El autor se da cuenta de que las
experiencias, tienden a repetirse de modo parecido en países distintos, pero
con resultados distintos , esto se debe a que los problemas educativos son de
alcance general, cada país ensaya solucionarlos de un modo diverso.



Lo que tiene que quedar claro de esta etapa
es que el estudio de la
Educación Comparada no debe venir presidido por la idea de
incorporar al propio sistema educativo experiencias del extranjero, sino por
comprender las razones profundas de esas experiencias distintas y por extraer
de ellas enseñanzas que puedan servir a mejorar la comprensión de otros pueblos
y para criticar las propias realizaciones.



Este autor, concedió relevancia a los
factores históricos, entendidos en sentido amplio, los que configuran sobre
todo el carácter nacional , pieza básica para entender las peculiaridades y las
experiencias educativas.



Kandel contribuyó decisivamente a que la Educación Comparada
haya progresado hasta el punto de estar hoy en condiciones de discutir con base
científica algunos de sus asertos y apreciaciones y de respetar y de admirar la
gran solidez y calidad de su obra.



Nicholas Hans, es uno de los que más se
esforzó en encontrar un adecuado cauce a la explicación de los sistemas
educativos, su actividad fundamental se desarrollo en Inglaterra, su aportación
ha sido decisiva.



Tiene una tendencia a utilizar la comparación
como método predominante. Junto a su amplia producción escrita, desarrolló una
intensa labor como profesor de Educación Comparada, iniciada en el King ´s
College de Londres.



Los puntos esenciales de su pensamiento:



 
Factores naturales: factor racial, lingüístico y factores geográficos y
económicos.



 
Factores religiosos o antiguos: entre las religiones tradicionales de
Europa. Hans elige 3: católica, la anglicana y la puritana.



 
Factores seculares o ideológicos: humanismo, socialismo, nacionalismo y
democracia.



Como elemento clave cabe explicar las
diferencias entre los sistemas educativos, Hans acude, al carácter nacional.
Hay 5 factores fundamentales que constituyen como tal a una nación:  Unidad de raza,  Unidad de religión ,  Unidad de lengua,  Territorio,compacto,  Soberanía política



Incluso puede darse el caso de que exista
nación donde falten dos de estos factores confluyentes sean varios y nunca uno
solo.



Este autor explícitamente reconoce, en el
mismo lugar, que “la educación, siendo una función del carácter nacional, viene
a ser ella misma un nuevo factor modelador de éste” los sistemas educativos han
tenido tiempo todavía de ejercer un influjo importante sobre los caracteres
nacionales, y que, en cualquier caso, nunca lograrán, a no ser que renieguen de
si mismos, desembarazarse de sus propias raíces históricas. Este autor tuvo que
compatibilizar la vocación comparatista con su vocación de historiador.



INTERPRETATIVO
ANTROPOLÓGICO



Friedrich Schneider, Este autor realizo
poderosas aportaciones a la Educación Comparada. En dos de sus obras se
encierra, lo mejor de su pensamiento, "Triebkrafte der Pädagogik der
Völker
" ( traducida al castellano: Pedagogía de los pueblos) y "Vergleichende
Erziehungswissenschaft" (
en castellano Pedagogía Comparada, traducida
y presentada por J. Tusquets)



Después de prestar atención sobre
determinados aspectos que otros comparativas olvidan cuando hablan del carácter
nacional. Pone de relieve la necesidad de profundizar en la psicología de los
pueblos, la necesidad de no importar ningún modelo educativo determinado sin
examinar antes si está de hecho de acuerdo con el carácter propio del pueblo
importador y de la necesidad de no recomendar reformar o innovación alguna que
no esté radicalmente posibilitada en el concreto carácter del pueblo que haya
que recibirla. Además del carácter nacional enumera otros factores:



  El
espacio geográfico,,  La economía,  La cultura, 
La religión,  La ciencia,, La
estructura social y política,  La
historia,  Las influencias extranjeras,  Los factores endógenos del desarrollo
pedagógico.



Los factores endógenos vendrían en principio
definidos como el “creador impulso vital” de la vida educativa de los pueblos,
o como “energías configurativas internas”.



Metodológicamente, sugiere la necesidad de
dar un impulso nuevo y atrevido a la “ciencia comparativa de la educación”
nombre que él prefiere para nuestra disciplina.



Un objetivo de la Educación Comparada
para Schneider, es la asistencia educativa a los pueblos de menor desarrollo.



La tendencia de este autor es dotar a la
investigación comparativa de un sesgo prospectivo, de llevarla a cabo con la
mirada puesta en el futuro.



Arthur Henry Moehlman, Su obra
fundamental publicada en 1964, titulada Sistemas comparados de educación. Tiene
un marco teórico formado por 14 factores, cuyas interacciones son las que a
largo plazo determinan el carácter de la educación de un pueblo determinado.
Los factores están agrupados de la siguiente manera:



Poblaciones, espacio y tiempo,Idioma, arte,
filosofía y religión.,Estructura social, gobierno y economía,Tecnología,
ciencia, salud y enseñanza.



Moehlman está ya muy en línea con las
tendencias que, desde comienzos de los años sesenta, vendrán a presentarse en
la sistematización de la
Educación Comparada y a las que más adelante.



INTERPRETATIVO FILOSÓFICO



Joseph A. Lauwerys, fue el primer profesor de
Educación Comparada en la
Universidad de Londres. Desarrollo una amplia actividad
científica y docente en pro de la disciplina.



El pensamiento de Lauwerys fue difundido por
varios estudios, artículos… hizo una gran aportación en un encargo de la UNESCO, fruto de su
preocupación por encontrar un sistema de clasificación universalmente aplicable
a los diversos niveles y aspectos de los sistemas educativos. Lo que dice es
que, en el fondo, el carácter nacional, es un concepto de fuerte endeblez
teórica, si bien le reconoce “un valor heurístico; ayuda a formular preguntas y
guiar la investigación”. Más que de “carácter nacional” o de “características
nacionales”, la
Educación Comparada debería hablar de “estilo nacionales” en
filosofía: aunque la filosofía tiene un alcance universal, es cierto que los
diversos pueblos han insistido un tipo concreto de filosofía.



Hessen En 1928, publico un
espléndido capitulo titulado Comparación crítica de la estructura escolar de
otros paises . Hessen puso atención a 4 problemas:



 
Educación Obligatoria,  Escuela y
estado,  Escuela e iglesia,  Escuela y vida económica.



 Y pasó
luego a examinar críticamente el enfoque de estos problemas en diez sistemas
educativos. Su influjo fue importante tanto en Alemania como, a través de Hans,
en el ámbito angloparlante.



ETAPA COMPARATIVA



ENFOQUE COMPARATIVO PREDICTIVO



Pedro Roselló, el máximo impulsor de este
enfoque es el español, Pedro Rosselló. Pedro Roselló nació en 1.897 en un
pueblo ampurdanés y realizados sus estudios en Gerona y Madrid, se vinculó
desde bastante pronto, primero como alumno y después como profesor, al
Instituto J. J. Rousseau de Ginebra y, algo más tarde a la Oficina Internacional
de Educación, de la que fue pieza clave hasta poco tiempo antes de su muerte,
acaecida en 1.970.



Este concibe la educación comparada de una
forma dinámica, que denomina “corrientes educativas”. La estructura de la
comparación debe girar en torno a una serie de variables que a su vez están
relacionadas con determinados factores. Un ejemplo sería, la variable
“naturaleza de la comparación”, dependerá de los factores como son la
descripción, la comparación,...



Rosselló establece la estructura de la Educación Comparada
desde cuatro variables:



1. El sujeto de la comparación: puede ser más
específico y más general dentro del esquema del Sistema Educativo de un país.
El sujeto de la comparación será:



·        
Todo el sistema educativo del país,Cualquier nivel educativo. La
financiación,La estructuras administrativas,Los planes de estudio, la
metodología,...



2. El área de la comparación: entre ciudades,
regiones, países, continentes,...



3. La naturaleza de la comparación:



·        
Ser una comparación DESCRIPTIVA (analogías y diferencias).



·        
Ser una comparación EXPLICATIVA (tratando de encontrar causas de
estas diferencias y analogías).



4. El sentido de la comparación: puede tener
dos sentidos diferentes: ser una comparación ESTÁTICA, estudio de un momento.



-Ser una comparación DINÁMICA, comparación de
las situaciones en evolución



ENFOQUE COMPARATIVO FUNCIONAL



Andreas M. Kazamías, discípulo de R.
Ulich en Harvard y colega de C. Arnold Anderson en Chicago, concibe la
metodología en la
Educación Comparada desde una perspectiva interdisciplinar,
combinando el enfoque “humanista” y las aportaciones de la Historia con las Ciencias
Políticas y de la
Sociología. En sus estudios comparativos, de clara tendencia
analítica, aparecen trazadas simultáneamente la fuerzas de la tradición y del
cambio que caracterizan el desarrollo de la educación contemporánea; el
objetivo de la
Educación Comparada es descubrir las funciones que las
escuelas, como instituciones sociales, desarrollan en cada país.



Kazamías proclama que la Educación Comparada
debe adoptar deliberadamente una “base científica”, y critica duramente las
fundamentaciones históricistas como insuficientes, dado que están viciadas del
subjetivismo y sesgan los tratamientos hacia un “ensalzamiento” o una
“devaluación” de los sistemas educativos estudiados. Afirma que los estudios
comparados en educación alcanzarán la objetividad necesaria para que se les
considere como científicos, cuando usen el método funcionalista y su técnica de
las covariaciones, cuyo valor está suficientemente contrastado en los estudios
sociológicos y antropológicos. Aboga por que las comparaciones se realicen entre
dos o más sistemas educativos, previamente descritos y considerados como
estructuras sociales, aunque advierte que estructuras semejantes pueden llenar
funciones diferentes. Su funcionalismo sociológico le permite aislar distintas
variables en la estructura institucional de la enseñanza y determinar las
relaciones que existen entre ellas y otras funciones de las estructuras
sociales.



Brian Holmes, catedrático de Educación
Comparada en la
Universidad de Londres desde 1979 y jefe del Departamento de
Educación Comparada del Instituto de Educación Comparada de la misma
Universidad.



La metodología de la Educación Comparada
ha constituido su preocupación fundamental. Su libro Problems in Education -
A Comparative Approach
(1965) (Problemas de la educación - Una aproximación
comparativa) reunía las conclusiones de su tesis doctoral y otras
investigaciones, y desde entonces se ha convertido en tema de multitud de
artículos y aportaciones en conferencias. En 1967 publicó una colección de
ensayos titulada “Educational policy and the mission schools” (Política
educativa y las escuelas misioneras) elaborada por el propio Dr. Holmes y por
sus alumnos.



ENFOQUE COMPARATIVO TIPOLÓGICO



C. Arnold Anderson, desarrolló la docencia en
las Universidades de Harvard, Iowa y Kentucky, y también la desempeñó en el
Centro de Educación Comparada de la Universidad de Chicago, jubilándose en 1974.
Durante su dilatada carrera universitaria impartió cursos como profesor
especialista en la universidades de Harvard, California en Berkeley, Nueva
Cork, Upsala... Fue director de la revista The American Journal of Sociology
y pertenció al consejo de redacción de la Comparative Educaction
Review
desde 1966 a
1978.



Sus principales publicaciones se centran en
los problemas de la movilidad y el cambio social y su influjo en la educación.
En la década de los 60 profundizó en el estudio de la planificación y los
problemas educativos en los países industrializados. Sus últimos trabajos, con
motivo de un simposio internacional sobre la evaluación del rendimiento
educativo.



Concibe la Educación Comparada
como una ciencia interdisciplinar y propugna una metodología más empírica, que
potencie el valor de los enfoques multidisciplinares. Considera que le
Educación Comparada es un medio, no un fin en sí misma, defendiendo además de
un método científico propio, la importancia de la metodología de las ciencias
sociales, el disponer de unos principios básicos de comparación, topologías,
clasificaciones, modelos, teorías..., ya que todos estos medios, aislados o
combinados, nos permitirán una mejor ordenación, entendimiento e interpretación
de los datos educativos. Basa su método de trabajo en la correlación entre
diferentes aspectos de los Sistemas Educativos, haciendo una topología de cada
unos de estos Sistemas Educativos, y correlacionando entre aspectos educativos
y factores no educativos.



ENFOQUE COMPARATIVO GLOBAL



Leo R. Ferning, nacido en Johannesburgo en
1915, cursa estudios en su país natal y obtiene una licenciatura en la Universidad de Natal,
en Durban. Tras haber trabajado en el Departamento de Educación de la Provincia de Natal,
prosiguió una actividad pedagógica en el ejército, de 1940 a 1946. Después trabajó
dos años en la
Oxford University Press de Londres, y entró en 1948 en la UNESCO, en el momento de su
creación. Ocupó en ella diversos puestos en la División de Educación y
fue, entre otras cosas, Director de Departamento de enseñanza escolar y
superior, y más tarde del Departamento de progreso de la educación. En 1970
pasó a ser Director de la
Oficina internacional de Educación de Ginebra, tras la unión
de ésta con la UNESCO.
Llamado a la sede de la UNESCO para asumir durante un año las funciones
de subdirector general de la dirección de la Oficina internacional de Educación en 1977,
momento se su jubilación.



Fue el encargado de la publicación de los
importantes volúmenes La educación en el mundo, publicados por la UNESCO en el curso de los
años 1950, su interés por la Educación Comparada pudo desarrollarse plenamente
en Ginebra, en donde concentró sus esfuerzos sobre nuevos campos, tales como la
innovación en el campo de la educación, la modernización del sistema de la
información y de documentación...



Toda comparación ha de hacerse con una
mentalidad universal, ya que así resultaría aplicable a cualquier país. Para
ello no puede hacerse una comparación seria si no se dispone de una cooperación
internacional de cara a la solución de problemas. Los estudios comparativos han
de estar basados en un estudios de casos.



Habrá que desglosar las características
educativas fundamentales que se dan a nivel mundial en los diferentes ámbitos
geográficos. Por otro lado, también habrá que estudiar y reformar Sistemas
Educativos específicos de los países bajo unas pautas internacionales.



POSTURAS ANTE LA EDUCACIÓN COMPARADA
EN CUANTO A LA CIENCIA:



Las ciencias se definen por su objeto; por su
objeto o por su método. Hay hoy mucha mayor flexibilidad a la hora de reconocer
como ciencia a un saber concreto; basta con que tenga un objeto o un método
propios, y con terminología de Popper, establezca leyes refutables y
corroborables o confirmables.



En el caso de la Educación Comparada,
la mayor parte de las discusiones sobre su naturaleza han tenido como trasfondo
una diversa interpretación de lo que deba ser su objeto de estudio, la realidad
o parcela de la realidad de la que ella se ocupa. Su metodología ha sido menos
discutida, aunque existen diferencias.



Al estudiar la naturaleza de la Educación Comparada,
se suele aludir a dos aspectos: su finalidad y utilidad y, a su denominación.



A) Posturas ante su objeto: Garrido, Jose
Luis, en su libro “Fundamentos de Educación Comparada” sintetiza las
seis posturas de mayor interés:



1) No existe una ciencia comparativa de
la educación, sino una metodología - la metodología comparada - aplicada a la
educación.



Es decir, no es necesario buscar un objeto
específico para una ciencia que en realidad no es necesaria. De esta afirmación
participan varios autores (García Hoz, Villalpando), que tienen en común un
cierto escepticismo sobre la conveniencia de construir una ciencia comparativa
de la educación con pretensiones de autonomía. Con ello no se quiere decir que
desestimen el estudio comparado o comparativo de la educación, si no que para
éstos autores el método comparativo no puede ser indistintamente aplicado a la
educación en general, sino a los diversos aspectos y procesas en que se traduce
el hecho educativo.



2) Existe una ciencia comparativa de la
educación porque existe un método comparativo aplicable a los problemas educativos.



Los argumentos utilizados por los autores
anteriormente citados, son ahora utilizados en sentido contrario: lo que justifica
fundamentalmente a una ciencia es su método. Su mayor representante es
Tusquets, para él la pedagogía comparada es “la ciencia que plantea e
intenta resolver los problemas educativos valiéndose del método comparativo....
la Pedagogía
Comparada es sustancialmente un método. Ponerlo en duda o
negarlo, como hace Schneider, me parece sacar las cosas de quicio.”



Se justifica que la existencia de un método
puede crear una disciplina, por tanto puede existir una ciencia comparativa. La
simple existencia de un método comparativo justifica una disciplina Comparada.
Pero no determinan a explicar que debería explicar esta disciplina.



3) Existe una ciencia comparativa de la
educación con un objeto específico, aunque no con una metodología propia.



En contraposición a la anterior postura, aquí
lo que cuenta en la caracterización de una ciencia es su objeto y no su método.
Lê Thân Khôi
señala textualmente: “la educación comparada viene definida… no por sus
métodos, que toma de todas las disciplinas, sino por su objeto: la comparación
de hechos educativos y de las relaciones que le unen a su medio.”
De esta
afirmación se desprende que el mencionado autor mantiene una confusión entre el
conceptos de “metodología” y “método”; ve la “comparación” como objeto de
nuestra ciencia, lo que resulta bastante confuso en lenguaje epistemológico.



Comparte con la segunda la idea de que existe
la educación Comparada. Fundamenta la existencia de la disciplina en el Objeto
propio que estudia no como un método.



4) La Educación Comparada
es sustancialmente “Geografía de la Educación”.



Desde este enfoque se entiende que el objeto
de la Educación
Comparada son los países o naciones bajo el punto de vista de
su organización educativa, por lo tanto, se entiende que la Educación Comparada
sería una ciencia fundamentalmente descriptiva; lo que más podría admitirse
sería una “Geografía Comparada de la Educación”.



Uno de sus primeros y más enérgicos
defensores de este enfoque es Debesse, considera al igual que existe una
geografía comercial, una geografía urbana, e incluso una geografía literaria,
entre otras, debemos considerar la geografía de la educación como un conjunto de
investigaciones que nos llevarán a comprender los hechos educativos en su
variedad y conexiones a través del espacio.



Consideran que tiene que existir la Educación Comparada
sinónimo de geografía de la educación. Ciencia Descriptiva, el objeto es la
descripción de los sistemas educativos de los países.



5) La Educación Comparada
es sustancialmente “Historia Comparada de la Educación Contemporánea”.



Las vinculaciones entre Educación Comparada e
Historia de la Educación
son ya viejas, y han gozado durante bastante tiempo del favor de grandes
comparatistas, como Hans, Ulich e incluso Schneider.



“La Educación Comparada
se funda en la Historia
y debería tratarse funcionalmente, que es otra manera de decir históricamente.
Entiendo por funcionalismo en nuestra ciencia la comparación del desarrollo que
han tenido, a lo largo de la historia y en los distintos países, las funciones
de las instituciones educacionales” (Hans, 1964)



6) La educación comparada es el estudio
comparado de los sistemas educativos operantes en el mundo de hoy con el
objetivo de contribuir a su mejora y de mejorar el conocimiento y comprensión
de otros pueblos.



Esta concepción, compartida por la gran
mayoría de los expertos, reposa sobre la base de que son los sistemas
educativos los que constituyen el objeto específico de esta ciencia, objeto que
no es de hecho estudiado por ninguna otra ciencia de la educación, si bien
algunas de ellas lo han a veces incluido como parte de sus más amplios
planteamientos.



Es el estudio comparado de los sistemas educativos
operantes, si tiene que existir porque tiene un método propio y un objeto de
estudio especifico.



Aparece por primera vez la palabra del propio
método, no es exclusivo de la Educación Comparada. Los sistemas educativos en
el mundo de hoy, es el objeto de hoy. La finalidad es mejorar los sistemas y el
conocimiento y comprenderemos otros pueblos.



B) Posturas ante su finalidad:  Las principales posturas ante la finalidad
de la Educación
Comparada se han diversificado en dos: la Teorizante y la Empirica.



Que defienden que nuestra ciencia, debería
ser un saber teórico o un saber práctico, respectivamente.



  Postura
Teorizante.



Según Bereday, “… la principal
justificación de la
Educación Comparada es de índole intelectual. Estudiamos los
sistemas educativos extranjeros simplemente porque queremos adquirir
conocimientos, porque el hombre aspira a saber…”
(1964: 5). Sin embargo, el
mismo autor propugna que no hay que quedarse en este estadio, sino ir también
hacia una aplicación práctica de esta ciencia, en consecuencia con sus
posibilidades de servir al mejoramiento de las sociedades humanas.



Aunque es difícil encontrar comparatistas
absolutamente anclados en actitudes sólo teorizantes, puede existir y de hecho
existe una cierta tendencia, sobre todo en Europa continental. Pero del mismo
modo, existe la la tendencia contraria.



Básicamente lo que se pretende es conocer
como funcionan los sistemas educativos de los distintos países, es difícil
encontrar personas que estén bajo esta postura exclusivamente.



2) Postura Empirica.



Es frecuente que los comparatistas subrayen
el carácter eminentemente práctico y útil de la Educación Comparada.
Edmund King, lo ha hecho: “Actualmente, en la década del 60, el propósito
implícito de todo nuestro trabajo es ser útiles para el mejoramiento de los
sistemas escolares, y por lo tanto para la transformación de la sociedad
humana”
(E.KING, 1965: 148).



Esto sería conocer para mejorar, el 98 % de
los que trabajan en Educación Comparada estarían situados aquí.



3) Postura de Utilidad:



Las principales razones esgrimidas para
avalar la gran utilidad y oportunidad de los estudios de Educación Comparada
son:



·        
La Educación Comparada sirve para
conocer y comprender la actuación educativa de los diversos pueblos, países,
naciones, regiones, etc.



·        
Gracias al conocimiento de otros sistemas educativos, puede
llegarse a un más adecuado conocimiento y a una mejor comprensión del propio
sistema.



·        
Estos conocimientos sobre los sistemas educativos ajenos y propios
pueden favorecer la comprensión de las principales tendencias de la educación
mundial y la elección de futuros educativos mejores.



·        
La Educación Comparada es un instrumento
imprescindible para la elaboración y ejecución de reformas e innovaciones
educativas. Constituye, por tanto, un precioso auxiliar de la Política Educativa.



·        
La Educación Comparada puede contribuir
decisivamente a la comprensión internacional, a la paz en el mundo y a la
paulatina eliminación de los sentimientos etnocentristas, nacionalistas,
chauvinistas e imperialistas.



C) Posturas ante su denominación:



En cuanto a la denominación, trataremos cinco
ámbitos idiomáticos que son los siguientes:



  Ámbito
angloparlante



En todas las zonas angloparlantes
(Inglaterra, Norteamérica, Australia…) se ha impuesto ya casi por completo la
denominación Comparative Education para designar a esta ciencia. De
todos modos, en los EEUU fueron bastante utilizados términos como Internacional
Education y Foreign Education, empleados más o menos en el mismo sentido.
Algunos autores, han propuesto otras denominaciones, aunque con poco éxito,
como por ejemplo Education Statesmanship.



  Ámbito
francoparlante



Jullien empleó la expresión éducation
comparée para designar la nueva ciencia que propugnaba. Tras algunos años,
algunos renombrados autores optaron por la utilización del término Pédagogie
Comparée. Sin embargo, la antigua denominación de Jullien vuelve a tomar claramente
la delantera, ya que la asociación de comparatistas francoparlantes y textos
universitarios posteriores han optado por la misma vieja denominación.



3) Ámbito germanoparlante



Schneider recomendó la utilización de
Vergleichende Erziehungswissenschaft (Ciencia Comparativa de la Educación), pero a
menudo se emplean otras expresiones como: Vergleichende Pädagogik (Pedagogía
Comparativa), Vergleichende Erziehung (Educación Comparativa, o Comparada), e
incluso International Pädagogik (Pedagogía Internacional) y Auslandspädagogik.



4) Ámbito hispanoparlante



Tampoco en España y América Latina se ha
llegado a un acuerdo definitivo.



Tusquets recomienda el uso de Pedagogía
Comparada, y la asociación de comparatistas luce también esa denominación, cada
vez se utiliza más el término Educación Comparada, principalmente por las
siguientes razones:



·        
Es el más próximo a la terminología utilizada internacionalmente.



·        
Es el de más rancia tradición



·        
Es el más adecuado bajo el punto de vista semántico, pues hace
referencia tanto al objeto como al método de la disciplina. No es la Pedagogía lo que se
compara, sino la
Educación.5) Otros ámbitos idiomáticos
próximos



Tanto en italiano como en portugués siguen
utilizándose diversas denominaciones, aunque cada vez hay más tendencia a emplear
las equivalentes a Educación Comparada.



D) Principios o postulados de base: (ver
anexo III)



La Educación Comparada ha ido asumiendo
como propios unos principios o postulados básicos de cuya carga ideológica no
ha tomado demasiada conciencia. . Esos postulados son los siguientes:



 
Nacionalismo.,  Optimismo escolar,  Desarrollismo económico,  Raíces nacionalistas o nacionalismo.



El desarrollo inicial de la Educación Comparada
coincide con el despertar de los nacionalismos políticos. Su esencia
nacionalista aparece nítida desde el momento de su nacimiento.



Dicho de otro modo, al investigador
comparatista no le interesa otra cosa que la prosperidad del propio país. ”Una
política sensata, liberal, esclarecida -escribe Jullien-, descubre en el
desarrollo y en la prosperidad de las otras naciones un medio de prosperidad
para su propio país”
(1817 :11). A este mismo principio al que obedecen los
innumerables viajes e informes emprendidos a lo largo del siglo XIX.



Realmente, el motor fundamental que ponía en
marcha las comparaciones no era el altruismo, sino la competencia entre
naciones, algo que aun hoy no ha sido superado.



Lo que se busca es la prosperidad del propio
país, y lo que otro país nos aporta al nuestro. Conocer, comparar para la
mejora del propio país.



2) El optimismo escolar
como base de la investigación comparativa



El optimismo pedagógico tan predominante en
los dos últimos siglos deriva en gran medida del pensamiento de Rosseau, quien
afirma que el hombre es bueno por naturaleza, lo que conlleva que su educación
es perfectamente posible y hasta sencilla. Lo único que se requiere es
establecer los mecanismos institucionales y metodológicos adecuados.



El impulso que han conocido en nuestro tiempo
las ciencias de la educación se debe en gran medida a ese optimismo radical. En
el caso de la educación comparada, se ha traducido fundamentalmente en lo que
llamamos optimismo escolar, o lo que es lo mismo, confianza en el poder
educativo de las instituciones escolares.



Así, el afán de conocer los sistemas
educativos de otros países tenía como base la convicción de que mejorar la
educación significa sobre todo mejorar el aparato institucional de la
enseñanza. De acuerdo con esto, los países que más interesan al comparatista,
los que tengan unas instituciones educativas eficaces. No importaba tanto
copiar las instituciones valiosas sino que había que descubrir cuales eran las
raíces de su eficacia. Dicho con palabras de Sadler: “descubrir la fuerza
espiritual, intangible, impalpable que, en todo sistema eficaz de educación,
sustenta en realidad el sistema escolar y es responsable de su eficiencia”

(KANDEL, 1947: 31).



De esto se desprende que autores como Kandel
consideran a determinados países como países-laboratorios o como
países-modelos. Así, el comparatista está obligado a prestarles atención por el
mero hecho de que son ellos los que cuentan con un sistema escolar más y mejor
desarrollado. En resumen, en la cabeza del comparatista se asienta el siguiente
axioma, “tienen mejores escuelas; luego tienen mejor educación”, y
viceversa. Y en ambos casos, “la educación es producto de las escuelas.”



En el S. XX, se cree que a través de la
educación se puede con todo, todo progreso viene de la educación, el progreso
social es gracias a la escuela.



Progreso Optimismo.



3) El mito del desarrollo
y su influencia en los sistemas educativos



Este tercer principio obedece a una idea de
progreso fraguada más o menos en la misma época que el nacionalismo y el
optimismo escolar. Pero, ha sido en nuestra época cuando se ha producido su
mayor apogeo.



Para un comparatista medio, un sistema
educativo es eficaz si eleva la capacidad de los ciudadanos en orden a
conseguir un nivel mayor de desarrollo del propio país.



Los sistemas educativos no deben proporcionar
una cultura desinteresada, sino que deben dotar al respectivo país de recursos
humanos capaces de elevar el nivel socioeconómico general.



Los países que presentan la mayoría de
comparatistas como países-modelos son aquellos que, a parte de tener un sistema
educativo hiperdesarrollado, se encuentran entre los países más
industrializados del mundo.



Estas ideas están en crisis, hay una crisis
del nacionalismo, ya no se considera importante el progreso propio. Ya no se
pretende ver esto sino a conocer a otros pueblos y mejorar.



Con base a lo expuesto, hay actualmente
muchas discusiones sobre la naturaleza y el objeto de la educación comparada.
Existe marcada divergencia de opiniones entre los autores y los estudiosos de
los diversos temas correspondientes a este campo.



El
análisis comparativo del discurso constituye una herramienta potente para el
análisis social, político y cultural, en particular en lo referido a
transparentar ideología y relaciones de poder en la construcción de los
discursos hegemónicos. Esta herramienta, que para algunos autores es una metodología
y para otros también una teoría, ofrece como perspectiva de investigación la
posibilidad de iluminar determinados aspectos de la política educativa en
determinados momentos históricos.



El fenómeno educativo es
uno de los más complejos para analizar 
por la cantidad de dimensiones que entran en juego. El ejercicio de
comparar políticas y situaciones originadas y desarrolladas en diferentes
contextos potencia dicha complejidad y no pocas veces se ha incurrido en
traspolaciones y simplificaciones poco felices. Más grave es que algunas de
esas interpretaciones han tenido como consecuencia la adopción de experiencias
o políticas efectivas (o no) en otros lugares, trasladándolas a contextos para
los cuales eran inapropiadas.



En
este trabajo se toman básicamente las ideas y recopilación de estudios de un
autor de origen australiano, Peter Ninnes (2004), cuyo objetivo es contribuir a
que la educación comparada se abra a nuevos desarrollos, tanto metodológicos
como teóricos, provenientes de las ciencias sociales, para abordar temas
centrales del campo. Al igual que otras disciplinas, la educación comparada se
construye a través de lo que la gente dice y escribe acerca de su “naturaleza”.



Ninnes
afirma que el análisis crítico del discurso ofrece un conjunto de herramientas
conceptuales y metodológicas que pueden iluminar temas como los contextos de la
educación, políticas educacionales, el movimiento de ideas educacionales dentro
y a través de las fronteras nacionales, y algunas de las preocupaciones políticas
de los educadores tales como justicia social y emancipación.



Varios
autores[5]
señalan que el estudio de las políticas puede ser enriquecido con el análisis
de discurso. En este sentido, permite indagar los procesos de producción de las
políticas en el contexto social más amplio y en las luchas por la construcción
de sentidos de la educación, de las cuales estas políticas serían el resultado



“El análisis crítico de discurso ha tenido
gran influe de Foucault, cuya conceptualización de discurso y de poder y de
cómo contribuyen a la construcción de las disciplinas y sus cambios a través
del tiempo ha sido la base para sus arqueologías y genealogías. Allí describe
la evolución de las relaciones entre discursos y las relaciones de poder
inscriptas en ellos”. (Ninnes, 2004)



A
pesar de que la mayor parte de la discusión sobre la globalización en educación
comparada se ha realizado principalmente sin cuestionar los supuestos
neoliberales, hay otros enfoques que cuestionan estos supuestos. Popkewitz[6],
por ejemplo, concibe los estudios comparados como la exploración de cómo los
sistemas de conocimiento circulan históricamente dentro y a través de las
instituciones y fronteras nacionales en función de ordenar los principios de
acción y participación.



Esta
exploración implica mostrar cómo imágenes y narrativas percibidas como
universales penetran en los países y se incorporan y naturalizan en los
contextos locales. La educación comparada puede revelar la circulación y las
manifestaciones locales de ideas acerca de la administración, la evaluación, la
escuela, el currículo, el docente, etc., y sus cambios a través del tiempo.
Asimismo, puede mostrar cómo dichos discursos sobre la educación contribuyen a
la construcción del modelo de ciudadano, a través de la construcción de
identidades, de imaginarios nacionales, de memoria colectiva y de
subjetividades. En la actualidad estos imaginarios son híbridos, producto de
múltiples discursos superpuestos, tanto globales como locales.



Ninnes
(2004) describe diferentes trabajos que se utilizan  en educación comparada para analizar temas
importantes, algunos de ellos poco tratados desde otras perspectivas. Cita por
ejemplo, el estudio crítico comparativo de clases dictadas (tomadas como
textos)  para rastrear modelos de
educación, discursos de género, y el impacto en la vida cotidiana escolar de
los discursos gerenciales. Los materiales curriculares también ofrecen una
fuente rica en representaciones que expresan construcciones ideológicas
naturalizadas. A través de éstos, las identidades de los estudiantes son
modeladas, categorizadas y condicionado su desarrollo futuro. Por medio del
discurso se constituyen cierto tipo de sujetos funcionales a ciertos modos de
control y gobierno.



El
poder de estos análisis radica en que los discursos tienen efectos materiales:
impactan en la forma en que los alumnos son tratados en la escuela, en cómo las
políticas afectan o no a la enseñanza, al aprendizaje y a las prácticas
administrativas, cómo los docentes se ven a sí mismos y a sus alumnos, y el tipo
de experiencias de aprendizaje que los chicos tienen.



Es
importante aclarar que los trabajos se comparan fundamentalmente por sus
características en tanto estudios, ya que un análisis de los respectivos
contextos de surgimiento excedería los marcos de esta exposición. En tanto el
estudio busca mostrar la variedad de enfoques críticos que analizan discursos y
contribuir a la difusión de la fertilidad de esta metodología, también en
educación comparada, para la desnaturalización del discurso hegemónico globalizado,
se toman los elementos que dan cuenta de sus posibilidades a partir de una
muestra intencional acotada. Una segunda aclaración es que se trata de respetar
lo más posible los textos originales en la descripción de los aspectos
seleccionados. Los mismos son: los temas abordados, los objetivos, el marco
metodológico conceptual, los problemas analizados, las conclusiones relevantes
y los principales autores de referencia. 
En éste trabajo los temas abordados incluyen las polémicas sobre la
educación pública, los procesos de formación de las políticas educacionales, el
análisis de discursos políticos y de los diversos indicadores necesarios  para la comparación
en dos períodos clave para las políticas educativas de la Argentina: década de 1880 y década de 1990. Cabe destacar que a tales efectos se tomaran como categorías
de análisis las siguientes: exclusión / inclusión, Estado liberal/neoliberal,
democracias o no, ¿igualdad para todos?, centralización /descentralización,
concepto de ciudadanía entre otros-



 



 



Capítulo II



a)
La Reforma Educativa en los ´80 y ´90 en el Mundo.



Panorama general



En
la década de los ´80 comienza a
cuestionarse la intervención del Estado en la sociedad. Se sostiene que este ya
que no satisface las demandas y necesidades sociales, considerando que existe
una crisis estructural del mismo. Una de las soluciones que se propone es
redefinir su papel, limitando sus funciones. Este cuestionamiento que se da a
nivel mundial contempla también la prestación del servicio educativo. En
función de esto comienzan a implementarse reformas educacionales en general y
del sistema de educación superior en particular.



En
tal sentido, Carrizo analiza las reformas educativas de Estados Unidos,
Francia, Reino Unido y Chile y señala que éstas estuvieron fundadas en
cuestiones económicas vinculadas a la crisis del Estado y en el impacto de las
nuevas tecnologías, pero también indica que hubo consideraciones ideológicas
que llevaron a implementar la reforma en un determinado sentido. El autor sostiene
que existe una “hegemonía del pensamiento neoconservador en la década”[7],
cuyos indicadores que demostrarían la ideología que inspira la reforma serían
los objetivos de la política que se ha implementado que apuntarían a la
excelencia, habilidad, selectividad, estándares mínimos; preocupaciones
económicas y productivas; elección familiar; competitividad institucional;
desregulación e iniciativa provincial y municipal.



En el plano de
la educación , se sostiene que los sistemas de educación , están atravesando
una crisis. El Estado no puede responder a un aumento de la demanda, observado
en el crecimiento de la matricula; 
prestando un servicio de calidad; que tenga en cuenta las demandas del
contexto, es decir que sea pertinente. 



Guy Neave
analiza la reforma en Francia, y afirma que 
“En Francia, como en algunos otros países de Europa Occidental, tales
como Holanda y la
República Federal de Alemania (van Vught y Maassen, 1988),
durante los últimos años se produjo un cambio fundamental en el clima intelectual,
y más particularmente, en el papel que tiene que desempeñar el Estado en cuanto
a alentar la iniciativa de los ciudadanos (Crozier, 1987) (....) Desde luego,
la enseñanza no es ajena a esta tendencia. Por el contrario, altamente
politizada , la educación  constituye, en
muchos aspectos un terreno de experimentación o, por decirlo de manera
metafórica, la arena donde se debaten (y no como una simple cuestión de
principios) dos ideologías: el dirigismo y el liberalismo, el control versus la
competencia”.[8]  Pero afirma que la tendencia mayoritaria en
Europa no se dio en Francia “El fin de lo que ha dado en llamarse el consenso
“neokeynesiano “ en la política de educación 
europea tiende a coincidir con el retorno al poder de los gobiernos de
derecha en Gran Bretaña, en los Países Bajos y en la República Federal
de Alemania (Neave, 1982). Esta tendencia que empieza a manifestarse a
comienzos de la década de 1980 no se dio en Francia...” .[9]
Donde a pesar de las diferencias políticas existe “ un amplio consenso en
cuanto a los objetivos de tal a reforma”. [10]
Y se continua defendiendo la igualdad de oportunidades conjuntamente con la
preocupación por la elevación de la calidad.



Moscati,
quien estudia la reforma en Italia, sostiene que las propuestas de los ´80 son más realistas que las reformas
de los ´60 - ´70. Considera que sólo
las primeras reformas que se implementaron fueron de carácter ideológico, las
cuales implantaron el ingreso irrestricto, lo cual condujo sólo a aumentar las
deserciones (afectando el 15 % de la matrícula). Mientras que las reformas de
los 80 serían más ´realistas´,  teniendo
por “filosofías básicas: (i) la de reducir la ineficiencia del sistema de
educación  por medio de la unión entre
educación y mercado de trabajo y servir en una forma mejor a las necesidades de
la economía y (ii) la de mejorar el nivel de desempeño entre los alumnos de
bajos antecedentes culturales y de aquellos pertenecientes a áreas
periféricas.” Pero reconoce que a ocho años de adoptada esta política, no se
han implementado las innovaciones propuestas .



Neave y Van
Vught, concluyen que pese al cambio de relación entre el Estado y la
educación  (en Europa, Estados Unidos y
Australia), con menor injerencia del mismo en cuanto a la planificación y el
control, el Estado sigue a través de la evaluación de resultados y el control
de calidad, dirigiendo la educación 
“Prometeo aún está encadenado”. La educación aún no se ha liberado de
los grilletes que le colocaron durante el último cuarto de siglo la supervisión
detallada y las pesadas regulaciones. No obstante, bien puede ser que Hércules
esté en camino. Quizá la difusión de la autonomía institucional anuncie una
nueva era para los sistemas de educación 
occidentales y Prometeo una vez más se libere aplicando su inventiva y
su astucia sin impedimentos ni obstáculos para el bien de la humanidad ”. [11]



La
mayoría de los planteos que se dan en el sistema de educación en Latinoamérica
son similares a los que se dan nivel mundial. En los diferentes sistemas se
está cuestionando al sistema de educación : sus problemas de calidad y su
pertinencia, la crisis del crecimiento de la matrícula, la crisis del
financiamiento, ligado al debate del papel del Estado en la sociedad y su
relación con ella. Y las soluciones propuestas por expertos y organismos
internacionales son homogéneas para todos los países.



En
tal sentido, Klein y Sampaio sostienen que, en América Latina, la apreciación
general respecto del sistema de educación conduce al plantear la necesidad de
una reforma; donde la expansión del sistema, ligado al deterioro de la calidad,
la rigidez de los currículos, el distanciamiento del sistema con el contexto en
el que esta inserto, sumado a los graves problemas de financiamiento son
considerados: "... puntos de estrangulamiento de los sistemas de educación
."[12]



La
relación que se busca instaurar entre Estado y educación  en América Latina, similar a lo que describen
Neave y Van Vught para Europa, Estados Unidos y Australia, estaría basada en un
control del Estado en cuanto a la evaluación (Estado evaluativo). Además del
intento de sustitución de la relación basada en una asignación incremental de
recursos por parte del Estado, propiciando la búsqueda de la diversificación de
fuentes de financiamiento.[13]



Las reformas educativas en la América Latina



Como han señalado numerosos autores, más allá de las
particularidades de cada caso, se observan algunas regularidades en las
políticas de reforma encaradas desde los años ’80 en América Latina.



Siguiendo la caracterización realizada por Pedró y Puig[14],
encontramos que éstas han sido, en un sentido reformas convergentes, es decir que son producto de un modelo
internacional al que los sistemas educativos tienden a dirigirse y, conectadas
con las mismas el carácter, básicamente para nuestro países, de ser reformas dependientes. Es decir, que no
han sido producto de una real convergencia -que supone alguna clase de
consenso-, sino que son consecuencia de los procesos de globalización, y del
rol que en la misma juegan los organismos financieros internacionales como el
Fondo Monetario Internacional o el Banco Mundial. Sea por los condicionamientos
de tipo general a las políticas económicas impuestos por el primero o por la
política de préstamos abundantes durante los años ’80 y ’90 del segundo, que impulsaron una
agenda de determinadas reformas (descentralización de los sistemas educativos,
implementación del “cheque” educativo, privatización de la educación, etc.).



Como han planteado de Puelles Benítez y Martínez Boom[15]:
“El concepto de reforma tiene dos connotaciones: por un lado, se expresa como
un programa político de acción, con estrategias que van del centro a la
periferia. Por otro lado, insinúa intencionalidades que se dan entre diversos
actores sociales, cuyas relaciones son casi siempre asimétricas, pues ellos son
portadores de diferentes tradiciones, representaciones y prácticas, y poseen
diferente intensidad y fuerza, lo cual genera una dinámica mucho más compleja
que un simple movimiento de acción–reacción. La reforma es parte del proceso de
regulación social; expresa la estrategia a través de la cual el poder no solo
delimita y define las prácticas sociales, sino que pone en juego los sistemas
de orden, de apropiación y de exclusión. La reforma educativa define los fines,
las posibilidades y las limitaciones de las distintas instituciones y agentes
educativos, a través de la legitimación de ciertos modelos de funcionamiento en
los órdenes macro o micro de la educación. Es decir, define la manera como se
relacionan los múltiples asuntos sociales, que van desde la organización de las
instituciones hasta la percepción que los individuos tienen de ellas.”



Como producto de estos procesos de reforma, se realizaron
en la mayor parte de los países, también cambios en las leyes y reglamentos
vigentes que ordenaban la educación. Un conjunto nuevo de estos instrumentos
acompañó en unos casos, y recogió en otros, los contenidos de las reformas
educativas. Desde ya, estos instrumentos jurídicos no constituyen ni expresan
las reformas en todo lo que significan. Pero han sido la muestra superficial de
emergencia de las mismas, recogiendo y agrupando en términos legales la
intencionalidad política e ideológica de las reformas más que siendo el motor
que las impulsó.



No es intención de este trabajo describir en profundidad
las reformas realizadas, ni avanzar en el diagnóstico de las consecuencias de
las mismas, sino esbozar una aproximación al camino de los temas ausentes de
resolución al presente. Bien fuera porque no estuvieron contemplados en las
reformas anteriores o porque sus resultados no fueron los esperados en términos
de eficacia de la acción desarrollada.



No obstante, creemos oportuno plantear algunas
características comunes que estuvieron presentes en estos procesos de reformas:



  • “La
    postulación de la calidad de la educación y la descentralización como ejes
    de la reforma educativa, buscando inscribir la educación en el ámbito del
    conocimiento científico y del desarrollo tecnológico como factor central
    para la competitividad.
  • La
    inclusión del concepto de servicio educativo, en reemplazo del concepto de
    «derecho a la educación», con lo que se inicia el fin del Estado docente.
    Este aspecto es complementado con la asignación de responsabilidades a la
    familia y a la sociedad, con lo cual se reafirma el estímulo a la
    iniciativa privada.
  • La
    prioridad de la institución escolar, procurando que ésta supere su
    condición tradicional, con formas de organización “inteligente” que
    posibiliten el aprendizaje.
  • La
    incorporación de la gestión educativa como sustituto de las prácticas
    convencionales de administración, asociada a la reducción del gasto del
    gobierno central y traslado de las funciones a las instancias locales.
  • La
    inclusión de la equidad como estrategia para la redistribución y la
    racionalización del gasto público en educación.
  • El
    establecimiento de criterios orientados a garantizar la profesionalización
    y la dignificación de la carrera docente.[16]


Para el caso chileno, esto supuso una profundización
mayor en algunos aspectos que en la Argentina, por ejemplo, con respecto al proceso
de descentralización y de transferencia de la responsabilidad al nivel de las
instituciones, bajo un manto de mayor autonomía. En el mismo sentido fue que se
produjeron importantes modificaciones en las asignaciones presupuestarias y,
sobre todo, en los beneficiarios de las mismas, que cada vez más pasaron a ser
las propias instituciones y los individuos. Las reformas pro mercado fueron
mucho más profundas en Chile.



Por otra parte, al tener Chile un sistema de
financiamiento compartido, que incentiva a las familias a aportar en forma
directa recursos a la educación, por un lado incrementa el presupuesto total
aplicado al sistema, pero por otro puede estar contribuyendo también a fomentar
la segmentación del sistema y la segregación educativa según criterios
socioeconómicos, con las esperables consecuencias negativas tanto en lo social
como en lo pedagógico.



La principal característica de la municipalización de las
escuelas en Chile es la enorme heterogeneidad existente en cuanto a tamaños,
recursos y capacidades entre las distintas comunas, variando en cuanto a sus posibilidades técnicas y las características
estructurales de las municipalidades a las que pertenecen. En síntesis,
mientras más pobre y aislada la población escolar, es más probable que la
educación esté en manos de agentes con menos capacidades.



La variable más significativa a este respecto la
constituye el tamaño poblacional de la comuna; éste determina el número de
alumnos y, por esta vía, el monto de recursos financieros con que contará la
misma. De este modo, en las comunas pequeñas o rurales, apenas se puede
sostener un pequeño grupo de funcionarios no siempre dedicados exclusivamente a
la educación.



Estas desiguales capacidades de gestión determinan
niveles muy heterogéneos de aprovechamiento de las oportunidades y de las
herramientas puestas a disposición de las municipalidades por la Reforma Educacional
o por otras agencias de inversión pública.



Otro problema del sistema es que las escuelas
particulares subvencionadas no tienen obligación de educar a cualquier niño que
solicite matrícula y lo que ocurre, entonces, es que la mayoría de estas
escuelas realizan procesos de selección de los niños basados en el diagnóstico
de sus capacidades y conocimientos, y expulsan a los alumnos que presentan más
bajo rendimiento o problemas de conducta.



También requieren de los padres aportes económicos
adicionales obligatorios. Las escuelas municipales, en cambio, en tanto
garantes del derecho a la educación de todos los niños, se ven obligadas no
sólo a matricular y mantener a todos sus estudiantes, sino adicionalmente, a
acoger a los alumnos que el sistema privado expulsa.



En otras palabras, los municipios poseen más
responsabilidades y deben asumir una tarea más difícil que los colegios particulares
subvencionados, para lo cual sin embargo reciben los mismos o menos recursos.



En cambio, la preocupación por mejorar la calidad y
profesionalización docente, que fuera citado
como característica común, fue bastante poco explorada en ambos casos, más allá
de programas superficiales e impuestos “desde arriba”, que nunca terminaron de
ser aceptados por los propios educadores.



En términos generales puede señalarse que lo avanzado en
calidad es ciertamente mayor que lo avanzado en equidad, tanto en Chile como en
Argentina, aunque más pronunciadamente en el primero de los países. Persisten,
en ambos casos, fuertes brechas en el sistema educativo: un conjunto grave de
comportamientos de segregación escolar y discriminación  que se contradicen con la concepción de la
educación como un servicio de carácter público cuyo objetivo es asegurar la
igualdad de oportunidades.



Para el caso chileno, por ejemplo, se comprueba la
existencia de una política insuficiente en el marco jurídico y administrativo
de la educación, que garantice el acceso y el derecho de todos a una educación
de calidad; avanzar hacia una mayor equidad y transparencia en la utilización
de los recursos públicos, grandes 
debilidades en la  gestión
municipal, bajo compromiso de algunas autoridades municipales y avance muy
lento en la modernización del Ministerio de Educación de acuerdo a los
requerimientos de la reforma educativa en curso.



De todas formas, más allá de que estas características
particulares agraven el problema en Chile y, a pesar de los esfuerzos y avances
producidos, el tema de la inequidad  y la
desigualdad sigue latente en ambos países y, aún más, profundizándose.



Sostenemos que,
en cualquier caso, subsisten una serie de temas no resueltos en estos procesos
de reforma y que deben ser las principales preocupaciones de todo proceso de
“reforma de la reforma” .



 La
Reforma en la
Argentina



A mediados del siglo pasado el Estado promovió el surgimiento de una sociedad
capitalista con plena inserción en el mercado mundial. El modelo de acumulación
en ése momento era el agro-exportador, apoyado en una clara división
internacional del trabajo. La conformación de la Nación tuvo características
distintivas de las de otros países latinoamericanos. El vuelco de una masa
migratoria de Europa occidental desde fines del siglo
XIX y su vinculación con los contingentes
originarles o criollos dio particulares características a la conformación de
esa nacionalidad. Ello coincidía con una visión de modernización de la elite
dominante, que consistía en la necesidad de traer a estas orillas los trozos
vivientes de las sociedades modernas para reproducir el proceso de
transformaciones deseado y asociado con la modernidad.



La generación del 80 constituyó un régimen de partidos notables con
fuertes restricciones a la participación, de esta manera se constituyó el
modelo alberdiano de amplias libertades civiles y restringidas libertades
políticas, el orden conservador.



El Estado promovió la integración social mediante obras de
infraestructura y comunicaciones y mediante el amplio acceso de los ciudadanos
al sistema educativo.



La función encomendada al sistema educativo en sus orígenes estuvo más
vinculada a la esfera de lo político que con lo económico. La educación jugó un
papel preponderante en torno a la integración social, consolidación de la
identidad nacional, generación de consenso y la construcción del propio Estado.



Este modelo de Estado oligárquico/liberal estuvo caracterizado por la
contradicción entre los ideales del liberalismo planteados en parte en la Constitución
Nacional, y en la
Ley º1420, y un modelo político, económico y social que a
pesar de mostrarse modernizador no logró incorporar a grandes sectores de la
población llegando a 1916 con el gobierno de Hipólito Irigoyen con la mitad de
niños en edad escolar fuera del sistema; encontrándose al mismo tiempo
desigualdades entre las distintas regiones educativas del país.



Los límites del modelo también marcan las dificultades del Estado para
asegurar las funciones definidas en este período para el sistema educativo.



Al comparar con la década del 90 vemos que en el año 1984, la
convocatoria al Congreso Pedagógico fue el puntapié inicial para la
conformación de una nueva Ley de Educación, en ese momento se criticaba la
centralización y la burocratización del sistema, además existía una falta del
resguardo del federalismo y se hacía imprescindible definir funciones,
competencias, atribuciones y recursos que contuvieran una nueva ley.



En abril de 1993 se sancionó la
Ley Federal de Educación en nuestro país
convirtiéndose en la primera ley general de educación, ya que abarca todos los
niveles. En ella se plantean cambios sustantivos para elevar la calidad de
educación y alcanzar mayores niveles de justicia social y de equidad en la
distribución de saberes y conocimiento.



En 1990 el Estado lleva a cabo nuevamente un proceso de
secularización pero en un sentido inverso a
1880, decimos inverso porque en lugar de
centralizar sobre si el poder opta por lo contrario, delegar en manos de
organismos internacionales su responsabilidades que como agentes de poder
comienzan a modificar el rol del Estado, configurado en este contexto por los
dictámenes de la ideología neo liberal.



 



Capítulo III



Conceptos Clave para un Análisis Comparativo



 



 





 





a) Exclusión/ Inclusión



Como punto de partida debemos reafirmar (como enunciamos en el párrafo
precedente) que ciertas categorías de análisis son específicamente  contemporáneas, dado que no hemos podido
homologar con categorías propias de la década decimonónica. Es decir, durante
la década de 1880, los análisis propios de las políticas de gestión provincial
y estatal como así tampoco los trabajos del campo académico, no hacían referencia a la exclusión escolar,  ya que
como categoría no les era propia a la época.
No se concebía al surgente Estado como responsable de aquellos que no se
insertaban en el sistema escolar, sino por el contrario su “no inserción”
constituía un compromiso y responsabilidad de los sujetos responsables de la
escolarización de los menores. Ciertas fuentes como registros de estadística  o la Revista de Educación
fundada por D. F. Sarmiento dan cuenta de esta situación.



 La
categoría que hemos observado en los distintos informes y documentos denota el
espíritu de lo que el Estado comprendía como 
población infantil en Estado de
educarse insertados en el sistema escolar o desertores”.



Los desertores eran aquellos que
escapaban del servicio  que el gobierno
ofrecía: definida como educación
popular;  de este modo para la época no
había posibilidad de pensar la categoría actual de exclusión, entendida como aquellos
que no entran
. Si esto sucedía respondía a una evasión de los propios
destinatarios o bien porque sus padres no cumplían con el mandato que les
correspondía.



Por eso para el relato político de la
época era central enfrentar la barbarie, representada por los inmigrantes y
gauchos que se resistían a la educación de sus hijos,
La educación [escolar] de
los hijos es responsabilidad de los padres”
(Sarmiento 1811-1961 de F. Delucchi: 29).  A los negros y mulatos no los hemos
mencionado porque en la clasificación sarmientina ellos formaban parte de los no civilizables como
explicaremos  más adelante.



Hecha esta salvedad, posicionamos nuestro
encuadre cuando hablamos de exclusión e inclusión, tomando como referente
interpretativo al sociólogo Emilio Tenti Fanfani (2000)[17].



Consideramos que estas categorías se han
naturalizado en el lenguaje cotidiano  en
cuanto a los que se definen y son definidos con 
la expresión “del estar dentro o
fuera”
en el sentido de Tenti Fanfani. Ahora bien, por añadidura debemos
preguntarnos: dentro y fuera de qué.



Por otro lado I. Dussel [18]
sostiene que “el movimiento de inclusión supone una integración en un
“nosotros” determinado, ya sea la comunidad nacional o un grupo particular
(...). Este “nosotros” siempre implica un “ellos” que puede ser pensado como
complementario o como amenazante (...) es decir la inclusión en una identidad
determinada supone la exclusión de otros, la definición de una frontera o
límite más allá de la cual comienza la otredad...”



Desde la perspectiva de la
dominación simbólica la exclusión es mucho más poderosa, ya que implica
reconocer que “El incluido tiene
capacidades que le son negadas a los excluidos. Este tiende a ser estigmatizado, despreciado,
desvalorizado, los excluidos tienen grandes dificultades para tener una
presencia en los escenarios públicos...”
como plantea Tenti Fanfani.



La escuela como analiza Tadeu Da Silva (1995)  “constituye
un espacio en el cual se reproduce y se produce, se inculca y se resiste, se
genera  continuidad y  discontinuidad, repetición y ruptura,
mantenimiento y renovación. Sería justamente la tensión entre esos dos polos lo
que caracterizaría al proceso de funcionamiento de la educación”
. Es en ese
espacio donde se redefinen las categorías enunciadas, ya sea de modo explícito
o implícito.



Por lo tanto y remitiéndonos nuevamente al análisis de I. Dussel los
conceptos de inclusión y exclusión, no son conceptos opuestos, sino que de
modo  contrario están imbricados,  son dos caras de una misma moneda, la existencia
de uno implica la coexistencia del otro.



b) Estado Liberal y Neoliberal



 



El modelo establecido a fines del
siglo XIX, reconocido como  liberal oligárquico, poseyó  como principal característica que se
constituyó con la fuerza de un gobierno central y se impuso con el control del
espacio social y territorial. La centralización del poder político no hubiera
sido posible sin el recurso de una fuerza militar y, en varios casos, a través
de alianzas con los caudillos que tenían bajo su poder los circuitos económicos
que durante décadas habían dominado. De esta forma la potestad de este nuevo
modelo de Estado contribuyó a la formación de un mercado nacional, unificando
de este modo el espacio interior para integrarlo a la economía internacional.



Una de las características distintivas
del Estado Liberal es el progresivo avance del proceso de secularización, a
través del cual la sociedad dejó de percibirse como un todo articulado en un
fundamento trascendente, para manifestarse en un Estado autónomo e independiente
del tradicional vínculo con la Iglesia Católica.



En la década de 1990 el Estado lleva a
cabo nuevamente un proceso de secularización,
pero en esta ocasión en un sentido
inverso
a 1880.  Decimos inverso porque en lugar de centralizar
sobre sí el poder, opta por su contrario: delegar en manos de los organismos
internacionales sus responsabilidades, que como agentes de poder comienzan a
modificar el rol del Estado,  configurado
en este contexto por los dictámenes de la ideología neoliberal.



c)
¿Democracias?



Hacia 1880, el sistema político se
caracterizó por la constitución de un régimen de partidos de notables, con
fuertes restricciones en la participación, en tanto se limitaba el acceso a la
mayoría[19].
Se trató de un modelo de amplias libertades civiles y acotadas libertades
políticas.



La oleada
inmigratoria de esta década comienza
a transformar las vinculaciones económicas-sociales: la
mirada de los conservadores comienza a situarse en otros sitios geográficos de la Argentina, dada la
explotación que se hacía del inmigrante y de los beneficios que los notables
podían obtener de ellos. De este modo se puede afirmar que hubo un crecimiento
acelerado de la riqueza, pero concentrada en pocas manos



Al comparar con la década de 1990, no
tenemos más que mencionar las afirmaciones de Giddens al respecto, y su
análisis acerca de las nuevas democracias
emergentes del neoliberalismo que como él denomina en su obra “Un mundo
Desbocado” (2000) no son otra cosa más que “democracias débiles” donde los
poderosos siguen al frente del Estado y sólo el voto pareciera ser, el único
espacio de democratización.



El proceso de la
globalización, construido en términos de Bourdieu (1999) como “el mito de la
mundialización” en el que el discurso de ciertos sectores de poder,
legitimaron  como “inevitable” el avance
del neoliberalismo en el campo económico, produjo un impacto  devastador, 
diluyendo los límites de los mercados nacionales y generando en
consecuencia una internacionalización de los mismos. Una nueva División Internacional
del trabajo, puso  en evidencia más que a
fines del siglo XIX el nuevo orden mundial. Surgió así una nueva situación de
desigualdad internacional que se tradujo a los espacios  individuales y colectivos de cada sociedad.



Se pusieron de esta manera
en marcha un conjunto de medidas macroeconómicas: privatizaciones,  políticas de ajuste,  flexibilización laboral, eliminación de las
barreras aduaneras e introducción masiva de bienes de capital de alta
tecnología que posibilitaron la reducción de la dotación de personal. Ante este
cuadro fue necesaria una urgente reestructuración del sector productivo.



El balance de los 90,
obligó a replantear las estrategias de América Latina frente a la globalización
en lo que respecta al futuro de su mercado de trabajo. En palabras de Wéller
(1999) “la debilidad en la generación del
empleo productivo, las altas tasas de desempleo abierto, la fuerte y creciente
heterogeneidad estructural y la débil recuperación de los salarios reales son
expresión de este problema.”



La mano de obra, es decir, la masa salarial
en términos de Castell (1999) es la que sufrió con mayor fuerza el impacto de
este cambio, marcando la diferencia entre quienes quedaron dentro y fuera.
Surgen por ello  nuevos conceptos que
definen  esta nueva división social:
incluidos, excluidos, marginados, supernumerarios.



Así quienes gestionan  este modelo 
de Estado neoliberal,   para el
caso de Europa  pero también de América
Latina, construirán sus discursos desde una mirada ambigua y engañosa ya que recurrirán
a estrategias conservadoras para “sostener” el poder a través de procedimientos
coercitivos y penalizadores (Bourdieu 1999; 
Wacquant 2004).



Capítulo IV:



                               ANALISIS



Hacia 1860 la preocupación fundamental
del Estado giraba en torno a la necesidad de 
construir en la población el sentido de pertenencia nacional, en cuanto
a comunidad de destino (Offe, C. 1995 ), con la intención de articularla con
una democracia restringida en el caso
de 1880 o débil como plantea Garretón
(1999) para el neoliberalismo en 1990.



En ambos casos el Estado es el que
intenta mutilar la participación política; el Estado liberal lo hace
deliberadamente y el Estado de 1990 impregnado por la lógica neoliberal lo hace
manipulando simbólica y materialmente a los sujetos sociales.



a) Circuitos de Inclusión y Exclusión



A fines del siglo XIX, la organización adoptada para el sistema
educativo se inspiró en el modelo europeo, organizado en dos niveles: primario
y secundario; teniendo como destinatarios, diferentes sectores sociales.



Las clases populares se definirían en el
primer nivel, mientras que la oligarquía se concentraría en el segundo, con el
fin de ser preparados para “dirigir” la nación, diferenciándose de una
mayoría  orientada a las actividades
productivas y manuales.



En este sentido Sarmiento y Mitre han
tenido importantes discusiones respecto a 
dónde se debería depositar la prioridad del Estado Nacional, pero
no tuvieron disenso en cuanto la orientación de sus destinatarios en estos
niveles de educación;  los dos estaban de
acuerdo en que la  escuela primaria era
un derecho de las clases populares y la escuela media un privilegio de la
oligarquía. El tema de debate era sobre que nivel educativo se debía poner
prioridad.



De este modo consideramos e inferimos,
que prácticamente con la constitución del sistema educativo surgió la necesidad
de establecer la “diferenciación” y distinción de aquellos que estaban dentro
del poder político y aquellos que estaban fuera (sectores populares), los
cuales debían ser educados pero no demasiado,
inculcándoseles más que nada una moral, ya que “entre ser buenos y sabios lo primero es más importante”[20]
orientando así desde el inicio la construcción de un determinado perfil de  ciudadano.



A tal punto era necesario establecer esta
diferenciación, que irónicamente, quince años después  de la aplicación de la Ley 1420 y ante la detección
del peligro de avance de los sectores populares en el sistema escolar, se hace
una propuesta  temprana de reforma por
parte de Magnasco en 1899, donde intentó crear un nivel intermedio entre la
educación primaria y secundaria,  para
evitar la posible incorporación de los sectores populares a los niveles
superiores como plantea Dussel (1997). También podríamos mencionar el ejemplo
de la propuesta de Reforma de Saavedra Lamas en 1916,  que poseía las mismas intenciones. Ambas
propuestas fueron rechazadas.



Se produjeron así por
aquellos años, los circuitos de ascenso o descenso social, que eran expresión
de la ideología del sector  hegemónico
que atravesaba la intersubjetividad social.



Así como existían
intencionalidades de selección manifiestas en los discursos del período Liberal
Oligárquico: Ley 1420, Reformas Magnasco y Saavedra Lamas;   en la década de 1990 el neoliberalismo
atraviesa el sistema escolar y una cuestión central fue el problema de la
fragmentación educativa no resuelta hasta el momento[21];
“redes diferenciadas de escolarización” como plantean Baudelot y Establet, dan
cuenta de que la educación constituyó y constituye  un bien de consumo,  un derecho sostenible desde un discurso
construido por una burguesía dominante, 
al que tal vez todos acceden pero no siempre permanecen; a diferencia de
1880 en la que la educación constituyó un derecho social y político impulsado
por las ideas de la ilustración.



En la segunda década de nuestro análisis,
observamos que las instituciones educativas se “apropian” de un discurso basado
en la autonomía, para construir sus propios proyectos y recorridos, con la
intención de ofrecer a los alumnos propuestas alternativas de educación. Los
nuevos dispositivos de educación, fueron más o menos rigurosos en América
Latina, siendo en nuestro país al menos desde el discurso, menos agresivo,
orientando sus esfuerzos por promover la equidad y la igualdad. Sin embargo
este último concepto será asignatura pendiente y objeto de análisis en nuestra
década. En la práctica solo se prestará importancia al concepto de
equidad,  para encubrir las fisuras que
el propio sistema portaba históricamente.



Como plantea Gentili P. (1997)
remitiéndose a Lo Vuolo (1993) se impone el “principio del mérito”, que parte
de ser un mecanismo de selección y competitividad, para “justificar y legitimar
la división jerarquizante y dualizada de las modernas sociedades de mercado”.
Así es como surge en el sistema educativo la lógica de proyectos, que reemplaza
la lógica burocrática del Estado Liberal.



b) ¿Igualdad para todos?



La esfera de lo público históricamente
separada de la esfera de lo privado, hoy ha perdido sus límites, para poner al
descubierto una situación en la que la escuela pasa a ser un espacio de
negociación, acentuando las redes de fragmentación educativa. De esta manera
se  pone en evidencia quienes son los que
quedan dentro y fuera de este campo.



El discurso que intenta legitimar que la
escuela es única y unificadora, constituye un discurso ilusorio como plantean
Baudelot y Establet (1980) desde el caso francés. Para el caso argentino esta
categoría se puede traducir en el slogan “educación para todos”.



Los autores infieren que la expresión escuela única y unificadora, son
constructos que dan cuenta del pensamiento de una clase social hegemónica que
se modeló y  apropió del sistema para
legitimar un discurso pseudohomogeneizador.



Diferentes variables de índole socio- económico, pondrán en
evidencia que la educación no ofrece igualdad de oportunidades ni acceso para
todos.



En 1880 el sistema
educativo jugó un papel preponderante en torno a la integración y
homogeneización social,  la consolidación
de los sujetos en tanto  identidad
nacional y  cristalización del propio Estado.



El proyecto normalista
inculcó en los docentes el discurso de la lucha
contra la ignorancia. Los egresados de las Escuelas Normales debían enfrentar
la barbarie. Así fue como hasta 1890 los maestros normalistas se sintieron
apóstoles del saber, respondiendo al proyecto de
Sarmiento que veía en la población (heterogénea y desajustada), la necesidad de
un disciplinamiento de las masas y un proceso de normalización necesario para
educar al soberano. De esta manera se legitimaba el poder del Estado a través
de un modelo de docente sobre el cual se ejercían rígidos controles. Este a su
vez establecía como expresión de este Estado quienes eran  los de afuera
y los de adentro, los ajustados y
desajustados.



c) Concepto de ciudadano.



Afirma Gentili “más que construirse un
nuevo orden se construye así, un nuevo desorden...”



En este “nuevo desorden”,  una gran mayoría quedó postergada,
conformando aquellos sectores que no accedieron a las necesidades básicas y
quedaron estigmatizados como perdedores, o peor aún, excluidos. De esta manera
se impuso  un nuevo tipo de violencia,
basada en el poder del  mercado y no en
la política, a diferencia de 1880.



La construcción del ciudadano como sujeto
de derechos políticos conquistada a principios del siglo XX, ha perdido su
sentido para dar paso a una nueva constitución del mismo,  basada en la capacidad económica de consumo.
Desde este Estado de la situación surge el siguiente interrogante ¿cómo impacta
en el sistema de representaciones de los individuos, especialmente aquellos que
están en edad de acceder al sistema de escolarización, esta nueva forma de
construir las identidades individuales y colectivas?



¿ Es posible pensar en ciudadanos libres,
cuando son las reglas del mercado las que definen sus derechos?



Para Giovine (2003), el
acceso a la condición de ciudadano no sólo implica el goce gradual de derechos
civiles, políticos y sociales, sino también un proceso de identificación
nacional.



En cuanto al concepto de
ciudadanía, para la primera etapa plantea Oszlack debió ser impuesto para los
hombres de la época (en la década de 1880), dado que el mismo desde las
constituciones provinciales era utilizado en otro sentido: el de habitante o
poblador. Es por ello que el Estado debió desarrollar duros dispositivos de
inculcación simbólica para constituir y desarrollar  el sentido de Nación. Por eso la importancia
de la universalización y el control estatal.



La categoría
de “inculcación simbólica” y arbitrariedad cultural construida por Bourdieu, se
identifica mas allá de los rasgos propios de cada escenario en los mecanismos por los cuales se produjo la
“implantación” del ciudadano, que para la década de 1880 se definió en el plano
político y para la década de 1990 en el plano económico, según sostenemos a
partir del desarrollo que venimos realizando.
Por un lado, la educación como medio principal
para la formación de un individuo libre, autónomo y reflexivo, capaz de
progresar y de competir; por el otro,
la educación como principal alternativa para la formación de un ciudadano
adaptado, conforme con los legados culturales y normativos que sustentan una
determinada identidad cívica, nacional. .



La
tensión entre los principios o propósitos antes apuntados es evidente entonces
cabe preguntarnos: ¿cómo favorecer la autonomía; la individualidad libre, crítica y
reflexiva; o la creatividad que se sustenta en originalidad, y, al
mismo    tiempo, educar para la adaptación a un orden social,
político, cultural, conforme a determinados legados y propendiendo a una
identidad cívica o a una ciudadanía que descansa en alguna idea de
homogeneidad?



d) Civilización o Barbarie:



Hacia la construcción de un
proyecto de Estado



En el siglo XIX, Sarmiento plantea un discurso de Educación Universal,
otorgándole a ésta un papel fundamental para la construcción de la república.
En cuanto a los ciudadanos no  tenían
existencia real,   por lo tanto había que
crearlos.



Para Sarmiento[22] la
construcción del ser Argentino consistía en borrar los resabios coloniales y
aquellos elementos que no fueran “funcionales” para el proyecto nacional. De
esta manera se imponía la siguiente
clasificación[23]:



1) Los civilizados,  supuestamente serían los inmigrantes
industriosos del norte. Sin embargo, cuando llegaron a la  Argentina solo contaríamos con perseguidos políticos que constituían una
minoría, como así también una mayoría de desocupados provenientes de países
débiles y con escaso desarrollo; es por ello que será grande la decepción.
Pasando ellos   a ser  en muchos casos los “civilizables”.



2) Los Civilizables: los
gauchos, que parafraseando a Sarmiento conforman el hombre que hoy se ceba en sangre, pero mañana será un ciudadano,
para que deje de corretear por las pampas y se pueda convertir en un ciudadano
argentino.y;



3) Los no civilizables:
los negros y los indios.



Para construir el modelo
de República y el sistema de instrucción, se buscó imitar el caso del Estado de
Massachussets en el marco de las políticas educativas que comenzaba a desplegar
los E.E. U.U como hace referencia el mismo Sarmiento en su “Educación
Común”;  tres serían las principales
capacidades a desarrollar en los individuos para convertirlos en buenos
ciudadanos: a)capacidad industrial 
b)Capacidad moral y  c)Capacidad
intelectual.



La escuela como hemos
dicho antes, tenía esta gran responsabilidad política de conglomerar la nación
Argentina, a través de la inclusión basado en la exclusión, tomando el
principio de igualdad que en nuestro caso se trasformó en principio de
uniformidad.



Retomando el escenario de
los 90, notamos que con el neoliberalismo, se da un proceso necesario de
recomposición cualitativa de la sociedad y surgen nuevas demandas que
interpelan inevitablemente al sistema educativo.



En este marco no se puede
omitir cual es el rol del Estado en esta etapa y en qué condición se encuentra.
Diferentes autores hacen referencia a la des- institucionalización del Estado,
entendido este concepto como la incapacidad 
de regular sus actores sociales; 
pero no solo esto sino también la incapacidad para controlar las
variables macroeconómicas que la atraviesan, como así también la pérdida de
autonomía de lo político ante las exigencias del mercado.



Ante la crisis del modelo
de Estado Benefactor, se produjo una “desestructuración
simbólica del Estado,  como articulador y
constructor de sentidos universales para el mercado; dejando una vacancia que
no ha podido ser reemplazada por el Estado”
(Tiramonti, 2003: 92)



En el plano educativo, se
intenta al igual que en otros países de América Latina en la década de1980,
luego de iniciar un proceso democratización tanto en el orden político como
educativo, generar avances que den respuestas a necesidades históricamente
pendientes. El optimismo pedagógico de esta década, que en el caso argentino se
expresó a través de Congreso Pedagógico y que generó instancias participativas
para el debate sobre educación, dio paso en los años 90,  a una etapa de reformas en educación, no solo
en nuestro país sino también en América Latina y el Caribe. Este  conjunto de reformas abalado, fomentado e
impuesto por Organismos Internacionales marcó negativamente  la ilusión de ese optimismo iniciado en la
década de 1980.



Con un discurso orientado a
la reducción de las desigualdades, y basado en un fuerte interés por recuperar
la teoría del Capital Humano, se inicia un plan de reformas cuyos argumentos
eran claros: ante un nuevo escenario mundial basado en la apertura de las
economías nacionales, en la competencia internacional, en inversiones con
financiamiento internacional, en la desregulación de las economías y de los
mercados laborales; se debía invertir en educación, optimizando sus recursos
humanos formándolos al menos desde una educación básica para insertarse
exitosamente en el mercado laboral. El Informe sobre Competitividad  del año 1994 del World Economic Forum fue contundente:



“los aspectos relativamente
más débiles de los países de América Latina y el Caribe son sus recursos
humanos” ( WEF, 1994).



Este resurgimiento de la Teoría del Capital Humano,
tenía un costo muy duro para los sectores menos favorecidos. La política de
desregulación estatal generaría un ensanchamiento más profundo entre quienes
quedarían dentro y fuera de este nuevo escenario social.



Al respecto Tiramonti G.
(1998) sostiene:



“La deslegitimación del Estado como organismo capaz de garantizar a
partir de su activad política un orden social que permita combinar las
necesidades de acumulación capitalista con el bienestar social, las tendencias
a la exclusión que presentan los mercados de trabajo  y las nuevas formas de interacción que
resultan del desarrollo tecnológico, están marcando la insuficiencia de los
tradicionales mecanismos destinados a la regulación social y están creando
condiciones para su modificación”



En cuanto al Estado, argumenta Martinez
Nogueira (1992)



“...se
encuentra absolutamente incapacitado para desempeñar sus funciones básicas,
revelando incoherencias generalizadas, tensiones múltiples y paradojas
aparentes..”



Es por ello que asume un rol de ruptura y
transformación en sus tradicionales funciones y responsabilidades, pasando a
constituir con el resto de los países de América Latina “un integrado  más al concierto de la globalización”, con
los costos que todos sabemos esto ha generado.



Asistimos así a la conformación o
transfiguración de un nuevo modelo de Estado, que en este proceso de
globalización debe pagar con la pérdida de capacidad para representar y regular
la diversidad de los procesos sociales. Las dinámicas sociales se desplazan así
del Estado al mercado como nueva instancia de coordinación de la vida social.
Surge de esta manera una verdadera sociedad de mercado, donde se construyen
nuevos imaginarios colectivos, que debilitan el tradicional rol del Estado



e) ¿Descentralización



 o escuelas “a
la deriva”?



 



En este contexto la escuela deberá hacerse cargo de nuevos desafíos:
aceptar la descentralización de la gestión y el gobierno, hacerse cargo de
incentivar la innovación, aumentar la autonomía y la responsabilidad de sus
propias instituciones, para orientarlas hacia la
competitividad.



Se impone así un nuevo paradigma que como definen varios autores se basa en la
competitividad. A este paradigma se agrega como criterio de estrategia
política- educativa la descentralización y el financiamiento, entendido este
último concepto como dispositivo de dependencia de los nuevos agentes de
control externo: Banco Mundial (BM), Banco Interamericano de Desarrollo (BID).



Competitividad, eficacia, eficiencia y
calidad conforman los principios estructurantes del nuevo sistema educativo.



La ruptura del modelo generado en la
década de 1880, con su impronta civilizadora, dio como resultado a fines de
este siglo a un movimiento en sentido inverso, ya que el plan de Reformas
Educativo, orientó sus esfuerzos aunque no siempre con éxito  hacia lo local, tratando de rescatar la
identidad de cada comunidad. Sin embargo este criterio de rescatar lo micro en
un escenario globalizado implicó reconocer el sometimiento a una nueva lógica
en la cual los sujetos perderían su identidad.



Es en este contexto neoliberal y
neoconservador,  que los sujetos como
portadores de derechos y obligaciones adquieren una nueva responsabilidad  que los re-posiciona frente al Estado. Es
ahora el mercado el que impone la definición de los sujetos.



De esta manera lo que para  la década de 1880 en cuanto a educación, fue
una necesidad del surgente Estado por aglutinar los sujetos con el fin de
lograr su consolidación, estableciendo leyes policiales para los desertores;
para 1990 será el sistema educativo,  un
espacio en el que  ante la existencia de
un Estado  ausente, delegará en los
propios sujetos la responsabilidad por sostener su propia educación.



Así, se recupera un viejo concepto: el
proceso de civilización, teniendo en cuenta que este se despliega de modo
anverso en ambas décadas; en 1880
a través del 
control y la coacción, en la década neoliberal el proceso civilizatorio
(Elías, 1987) “es precisamente un fenómeno que se despliega en el tiempo y
en el espacio con velocidades y modalidades diferentes. No es lineal ni
previsible. No todos los grupos humanos alcanzan el mismo nivel de autocoacción
y autocontrol”
. De tal modo el sociólogo alemán Norbert Elías desarrolla la
categoría de “descivilización” en tanto el proceso ya no es obra del Estado,  sino de la propia capacidad
de sujeción de los propios individuos sujetos.



rmación y comunicación (TIC’s), integradas en el proceso
educativo mismo, y no como una asignatura separada o como competencias y
saberes extra escolares.



Lo concreto



En la
Argentina, una de las cuestiones que han quedado más
expuestas de la aplicación de la
Ley Federal, ha sido la transformación de estructuras del
sistema. Por eso, no creemos que sea una solución el “volver atrás”,
reinstalando la escuela primaria y la secundaria, como si no se hubiese
producido la modificación de la
EGB y el Polimodal. Proceder de esa forma, sería volver a
cometer los mismos errores, inaugurando un tiempo de inestabilidad innecesario.



Por el contrario, explorar iniciativas como la que parece
despuntar en la Provincia
de Buenos Aires, en las que se busque reorganizar la actual estructura en dos
ciclos de seis años, con sus divisiones intermedias en sub ciclos de tres,
parece mucho más sensato y permite organizar una transición sin sobresaltos.
Consideramos que uno de los problemas fundamentales de la implementación de la Ley Federal en la Provincia de Buenos
Aires, estuvo ligado a la primarización del primer ciclo de la enseñanza
secundaria (actual EGB 3), lo que resultó en un gran descalabro del sistema,
que no debe volver a repetirse.



De este modo, podría comenzar a producirse una
posibilidad real de introducir paulatinamente una estructura más abierta de la
enseñanza, que permita a partir del comienzo del segundo ciclo (actual tercer
ciclo de la EGB),
la combinación de asignaturas obligatorias y optativas, siempre que se cumplan
los objetivos mínimos a lograr en cada etapa. Lógicamente, esto debe trabajarse
con los estudiantes desde antes, para que tengan elementos para poder discriminar
y realizar esta tarea. Por eso creemos que, en una primera etapa, debiera
realizarse una experiencia piloto en el actual Polimodal (último sub ciclo de
tres años), habiendo trabajado previamente con la cohorte que ingrese al 7°
grado en el año 2007 (y en los años sucesivos), poniendo a funcionar la
experiencia para esta cohorte en el 2010 y continuándola en los años
posteriores. Mientras tanto, puede trabajarse con quienes ingresen a 4° grado
en ese último año para ir incorporando elementos para que puedan tener
asignaturas electivas a partir del momento en que ingresen a su 7° grado en el
año 2013.



Como es obvio, para que todo esto sea posible, debe
trabajarse en forma simultánea en un rediseño de los currículos que permita un
plan de estudios como el aquí esbozado y que incluya, también, el
reconocimiento de saberes y competencias adquiridos fuera de la estructura
educativa formal. Para esto último, sugerimos comenzar por hacerlo efectivo
para la educación de adultos, también a partir del año 2010, aún cuando creemos
que debe considerarse -más adelante en el tiempo- como algo posible a partir
del segundo ciclo.



En cuanto al mejoramiento/aseguramiento de la calidad
educativa, creemos que deben introducirse prácticas de evaluación, de modo
paulatino en todos los niveles, poniendo especial énfasis en los procesos de
auto evaluación institucional. De esta manera, se buscará asegurar un fuerte
compromiso de todos los actores involucrados en la detección de los problemas y
los caminos de resolución de los mismos, haciendo de esta misma práctica un
proceso pedagógico y no una imposición externa con “aroma” a control.



Por otra parte, sí es necesario otorgar desde el Estado
mayores garantías en cuanto a la certificación de saberes y competencias
obtenidos, que ya no aseguran que se hayan adquirido por el solo hecho de
poseer un diploma de bachiller, polimodal u otro cualquiera, por la devaluación
de las titulaciones.



Un modo posible para restaurar la confianza y redoblar
los esfuerzos de las instituciones y los actores educativos para superar tal
estado de cosas, se puede plantear a partir de la introducción de evaluaciones
finales de carrera, tanto en la enseñanza superior como en la media. Creemos
que es necesario, para ello, diseñar un cronograma posible y realista, lo que
significa –a nuestro juicio- comenzar a preparar el terreno a partir de
evaluaciones no obligatorias desde el año 2008, que luego de un proceso de
trabajo en las modificaciones que se proponen, comenzaran a ser exigibles a
partir del año 2015, teniendo ya suficiente experiencia y antecedentes
acumulados.



Como se ha sugerido, también debería trabajarse -de modo
simultáneo-, en la construcción de una agencia especializada, capaz de otorgar
las garantías necesarias a todos los actores involucrados acerca de la
transparencia de los procedimientos y la imparcialidad de los juicios
evaluativos. Para esto, bien podría tomarse nota de la experiencia desarrollada
por la CONEAU
para el nivel superior, en lo que pudiera ser aplicable.



Yendo a la labor docente, se impone una jerarquización de
funciones que debe contemplar un indispensable plan de recomposición salarial
plurianual acorde a las necesidades y jerarquía de la tarea, pero que –como
hemos dicho-, no debe quedarse allí. Debe ligarse esta recomposición salarial
de modo indisoluble con un blanqueo de la planta docente real al frente de
clases y en otras funciones del sistema educativo, como primer paso para no
postergar una tarea indispensable para jerarquizar realmente la labor
educativa.



También, es necesario un trabajo de reconversión
paulatino y acordado de las escalas salariales vigentes, que premian la
antigüedad como único criterio para incrementar el salario. Indudablemente, es
éste un tema espinoso y difícil de trabajar, pero es posible de ser consensuado
abordando una discusión de mediano y largo plazo, que arranque de niveles
dignos garantizados.



Es imprescindible crear una nueva escala asociada con la
mayor preparación y dedicación a la tarea, basada en competencias ciertas y no
en puntajes construidos en base a cursos que sólo suman eso: puntos. Dicho de
otra forma, la capacitación continua debe ser radicalmente modificada y debe
ligarse centralmente al proceso de reconversión de la planta.



Con respecto a la formación docente, esto significa la
transformación de los actuales IFD en instancias asociadas con, dependientes
de, o transformadas en instituciones universitarias; ya sea que articulen con
universidades de su región pasando a ser una suerte de colegios universitarios,
que pasen a ser subsedes de las mismas o que se creen nuevas universidades
pedagógicas. Lo central de este planteo es que deben mejorar su nivel,
transformando sus métodos y contenidos de enseñanza para poder formar docentes
capaces de “aprender a aprender” ellos mismo y transmitirlo luego en su
práctica cotidiana al frente de clases. Pero también quiere decir que deberán
plantearse planes de estudio similares a los de cualquier carrera de grado
universitaria, con cuatro años y dos mil setecientas horas como mínimo en los currículos,
y con la posibilidad de integrar el postgrado como parte de la formación
continua.



Plantear esto no significa minusvalorar ni desestimar los
saberes y competencias de los actuales maestros y profesores, pero sí señalar
que los mismos se sostienen en su esfuerzo y compromiso personales y no en una
formación adecuada y de calidad.



Aceptar una propuesta como la aquí esbozada requiere, una
vez más, de un plan para la transición, en la que debe comenzarse por
establecer un plan de estudios de base común para el magisterio y profesorado,
con alcances de los títulos y contenidos mínimos, así como flexibilidad
suficiente para contemplar las distintas realidades jurisdiccionales en las que
deberán desempeñarse los futuros docentes. Mientras se producen las
transformaciones hacia estructuras universitarias, deben comenzar a aplicarse
estos nuevos planes en la formación de quienes ingresen. Estamos convencidos de
que esto es posible y, de que es necesario comenzar a hacerlo no más allá del
año 2008, logrando tener una primera cohorte recibida con los nuevos planes
para el 2012.



En simultáneo, deberá trabajarse con la planta actual y
los que se reciban hasta el comienzo de los nuevos planes, para asegurar una
formación de igual calidad para los mismos. Se requiere modificar, entonces, el
concepto mismo de la formación continua tal como hoy está planteada. Una
primera tarea en ese sentido será la de asegurar ciclos de complementación
curricular que permitan a maestros y profesores completar su formación para equipararse
con los nuevos colegas. Pero a diferencia del esquema actual, donde esa es una
tarea de esfuerzo individual y de acuerdo a las propias y escasas posibilidades
del docente (por tiempo y dinero), sostendremos la necesidad de que se concerte
un plan entre el Estado Nacional, las jurisdicciones y las universidades para
permitir que todos los docentes puedan, en un plazo amplio y razonable, acceder
a estos ciclos de complementación curricular. En concreto, creemos que debe
becarse a los docentes y/o liberarlos de tareas para que puedan hacerlo. Y como
es obvio, para eso hace falta una planificación, dado que no sería posible que
cada quien lo decida por su cuenta para no generar problemas en el dictado de
clases. Pero debiera encararse un plan integral por el cual todos los docentes
a quienes les falten más de diez años para jubilarse, pudieran –y debieran-
cursar estos ciclos en un período no superior a diez años a partir del 2007.
Idealmente, esto permitiría que con duración promedio de dos años para cada
ciclo de este tipo, se pudiera ordenar para que un quinto del total de la
población docente del país, por vez, pudiera estar afectado a su formación y
desafectado parcial o totalmente del dictado efectivo de clases. De esta
manera, para el 2018 se habrá completado la mayoría de la reconversión
formativa aquí propuesta sin que se produzcan situaciones dificultosas para el
normal dictado de las clases. Adicionalmente, como incentivo para quienes
completen estos ciclos, debiera plantearse un reescalafonamiento que implique
el ingreso a una nueva grilla salarial, con mayores aumentos.



Por otra parte, la formación continua seguirá siendo
necesaria en cualquier caso, y aquí será necesario diseñar (y/o autorizar a los
privados a hacerlas) ofertas definidas como necesarias que estén disponibles en
forma planificada y que hayan sido pre-seleccionadas por las autoridades
educativas competentes, no dejándolas libradas al mercado o a lo cursos que
“pueden darse”.



Queremos introducir aquí otra propuesta que debe ligarse
con lo que venimos diciendo sobre la reconversión y transformación de la planta
docente.



Actualmente, en la absoluta mayoría del sistema
educativo, no hay mayor diferenciación de funciones entre los maestros y los
profesores, más allá de la especialización por áreas o asignaturas. Pero no
hay, prácticamente, organización jerárquica interna, como no sea la propia
función directiva de los establecimientos. De tal suerte que la única
expectativa posible de “ascenso” en la carrera docente está dada por la antigüedad,
en cuanto a lo económico, y por ser algún día directivo, en cuanto a la
jerarquización. Esto presenta varios problemas: por un lado, la experiencia no
necesariamente prepara para la dirección y administración escolar,
requiriéndose saberes y competencias específicos para ello. No debe seguir
siendo práctica corriente que el maestro que ya no puede estar al frente de un
grado termine ocupando tareas de supervisión o dirección porque “le toca”. Por
otro, iguala a todos los maestros y profesores al frente de clases en sus
funciones, más allá de sus experiencias, conocimientos y rendimientos
efectivos, sin “premiar” de alguna manera el esfuerzo y la dedicación a la
tarea.



Lo que proponemos es que se establezca, al menos como
modelo experimental, en una primera fase, un modelo departamental, con tareas
de coordinación y planificación del aprendizaje por áreas o departamentos, en
los que se centre la actualización e innovación pedagógica y -¿por qué no?- la
investigación. De esta manera se introduciría un trabajo más colectivo y
enriquecedor para docentes y alumnos, permitiendo –también- una valorización de
aquellos que más destaquen en su esfuerzo, al asumir tareas de coordinación
pedagógicas.



Sin duda, una propuesta como esta requerirá de mayores
tiempos para su implementación, pero se verá facilitada por el cambio gradual
en la formación docente, que tornará más natural para estos un modelo con
mayores similitudes al de la enseñanza superior, no para reproducir sus
defectos (cátedras cerradas, feudalización del conocimiento, etc.), sino para
rescatar sus virtudes.



En cuanto al cuarto eje de reformas propuesto, queremos
hacer hincapié en que no se trata, tan sólo, de “abrir” las escuelas para otros
usos fuera de los horarios de clase. Sin duda, este es un primer paso bastante
sencillo de dar y para el que existen numerosas prácticas nacionales e
internacionales exitosas de referencia. No queremos decir que esto, de por sí,
no sea ya un paso muy importante para la socialización de niños y jóvenes, con
efectos reales sobre prevención y reducción de daños, como lo muestran las
experiencias de referencia.



La cuestión central para nosotros, es que se trata de
convertir a éste en un eje articulador de la relación con la comunidad y del
involucramiento progresivo de la misma en las discusiones y decisiones
relativas a la institución. Para lograr esto se requiere de una apropiación
objetiva y subjetiva por parte de los actores sociales educativos y
comunitarios.



Hablar de esto nos lleva decididamente a la cuestión de
la democratización real de las instituciones. Como se ha insinuado, no estamos
diciendo que deban sustituirse las funciones de las autoridades escolares, sino
que las instituciones deben convertirse cada vez más en “escuelas de
democracia”, lo que implica, por sobre todas las cosas, un gobierno más
participativo y abierto, con espacios previstos para esto como parte del
proceso pedagógico mismo. Instancias como los consejos de convivencia,
asambleas escolares y similares deben ser trabajadas con más fuerza y
constancia. Y es oportuno señalar que para ello deben resolver cuestiones de
interés para los estudiantes y la comunidad y no sólo para hacerlos
corresponsables de las sanciones y la resolución de problemas.



Por último, en cuanto a la integración de las TIC’s en el
proceso de enseñanza/aprendizaje, somos concientes de que demandará importantes
inversiones continuadas a lo largo de varios años. Sin embargo, ello servirá de
muy poco si el equipamiento disponible es “parte” de la enseñanza como una
asignatura más y no se integran las muchas o escasas posibilidades de uso en el
proceso pedagógico como una herramienta central para ayudar a descubrir,
buscar, clasificar, conceptualizar y comunicarse. El uso de programas de
computación específicos para la educación puede ayudar mucho en esta tarea, así
como el compartir saberes y experiencias que los estudiantes también adquieren
fuera del ámbito escolar.



Lo urgente



A nuestro juicio, lo primero que debe hacerse es detener
el proceso de degradación de la calidad, actuando sobre sus efectos más
inmediatos.



Debe también priorizarse el proceso estructural de
reforma de la formación docente con la mayor celeridad posible, partiendo, como
se ha dicho, de un esquema salarial digno. Con estas precondiciones, exigir sí el
cumplimiento de un calendario escolar ajustado a la realidad y a los déficits
que se vienen arrastrando, para intentar paliarlos tanto como sea posible.



Creemos que un programa como el aquí esbozado sólo será
posible si existe un compromiso serio:



  • para
    propiciar una evaluación integral que de inicio a un profundo debate
    acerca de las tareas necesarias para remontar la declinante pendiente de
    la educación argentina, como primer paso;
  • que
    dé origen a un programa de reformas sostenidas en el tiempo y con las
    garantías de la inversión necesaria, a ser aplicada a las políticas
    pactadas;
  • de
    la comunidad y los actores socioeducativos de sostener el esfuerzo a lo
    largo de los años;
  • de
    las jurisdicciones provinciales (para el caso argentino) de blanquear las
    plantas docentes reales y jerarquizar la función;
  • del
    Estado Nacional de promover y sostener un programa tal.


Finalmente, en una “reforma de la reforma” debe
contemplarse la perspectiva de integración regional, para desandar el camino de
reformas dependientes y construir auténticas políticas de convergencia. Y esto
debe plantearse en todos los aspectos, no sólo en cuanto a los contenidos, sino
en la promoción de criterios similares en las discusiones que se planteen en
los ámbitos colectivos, de manera de ir convergiendo aún más en la concertación
de políticas educativas comunes de la región.



ALGUNAS CONSIDERACIONES
FINALES



Hemos tomado algunos datos para
confrontar la matrícula escolar en ambas décadas y tratar de ilustrar el
recorrido hecho hasta aquí a modo de conclusiones.



 En 1884 los gastos del Consejo Nacional de Educación eran del 8,91 %
del presupuesto nacional, diez años después de implementada la Ley los gastos pasan a 6,17 %.
La  matrícula Primaria de 1883 tenía un
total en argentina de 145.660 alumnos, en 1890 
de 201.000 alumnos y en 1895 246.132 alumnos.



Teniendo en cuenta que la población de
niños en edad escolar era de 507.769 niños 
en 1883  y en 1895 de 877.810
niños en edad escolar, dando como resultado final una asistencia escolar del
28,64 % de niños en edad escolar para 1883 y el 28,03 % para 1895.[24]

























Año



Niños
en edad escolar



Niños
que asistían a la escuela



1883



507.769



145.660



1890



No
se encontraron datos precisos



201.000



1895



877.810



246.132




 



En 1890 el Presidente del Consejo
Nacional de Educación, Benjamín Zorrilla, afirmaba: “…la instrucción primaria en la república retrocede y en algunas
provincias ya no puede calcularse hasta donde llegará la mala situación y cuál
será la extensión de este hecho desgraciado. La intensa crisis que afecta al país
ha disminuido considerablemente los recursos financieros de las provincias que
no sólo no tuvieron en épocas favorables recursos abundantes que destinar al
fomento y difusión de la enseñanza, sino que ven disminuirse, y tal vez
agotarse, muchos de los que antes pudieron disponer”[25]



Para la década de 1990 tomamos como
referencia el trabajo “Materiales  para
el estudio de la transformación educativa en Argentina. 1993- 1999” elaborado por el
Instituto Internacional de Planeamiento de la Educación (IIPE). Podemos
decir que las dos provincias que aplicaron en su totalidad el proceso de
Reforma fueron Córdoba y Buenos Aires. El resto transitó por variadas
modalidades de implementación e intensidad parcial en cuanto a su
instrumentación.



Fue claro que uno de los objetivos de la Reforma,  se orientó al aumento y retención con calidad
de los alumnos. Sin embargo era claro que su implementación se daría desde una
nueva lógica que diera respuesta a los imperativos de los organismos
internacionales. En cuanto a su estructura, el tercer ciclo de EGB para Buenos
Aires, se puede equiparar a lo que en Córdoba fue una etapa de ampliación de la
educación media.



De los datos relevados para 1998 en la
etapa de nivel primario, los índices de repitencia y sobreedad fueron en Bs.
As. de 2,5 % y en Córdoba de 5,9 % sobre un total país de 5,3 %. El límite
máximo de repitencia se dio en Corrientes con 12, 4 %, el límite mínimo en
Capital Federal con 2,2 %.



Si bien en este nivel hubo una tasa de
retención importante 79%, es en el nivel medio donde encontramos llamativos
índices de repitencia y abandono. En Bs. As. el índice fue de 13,2% en cuanto a
la repitencia, pero el de abandono de 59,5%. En Córdoba de 11,3% para el primer
indicador y de 48, 9% para el segundo.



De estos datos podemos inferir que si
bien aumentó la permanencia en el caso de la provincia de Bs. As para el tercer
ciclo, aspecto que en el presente está en proceso de revisión y que se expresa
en la nueva reforma del tercer ciclo de la EGB con la Enseñanza Secundaria
Básica (ESB) su equivalente en Córdoba correspondiente a los dos primeros años
de la secundarización,   revela elevados
índices de abandono, poniendo en evidencia 
una contradicción entre los discursos llevados a cabo por el poder
político y la realidad de los alumnos en edad de escolarización.



Amplios sectores intentarán ser retenidos
con esta reforma, pero abandonarán cuando ingresen al nivel medio.



Diferentes interpretaciones podríamos
hacer; Una de ellas sería que la permanencia no es real más allá de que los
datos digan lo contrario, que los alumnos abandonan porque la escuela en la
práctica no responde a sus necesidades y que por lo tanto sigue reproduciendo
claras “redes de escolarización diferenciadas”. Más allá de los programas
compensatorios (a los que haremos referencia más adelante), se pone en
evidencia que no todos quedaron incluidos.



Estos programas pondrán así al descubierto, 
que la
Reforma Educativa implementada en los 90 resultó poco viable,
no sólo porque sus dispositivos fueron deficientes, sino ante todo porque
agudizó la brecha entre integrados y excluidos al sistema.



Duschatzky S. (2000) analiza como el Estado
en su proceso de descentralización iniciado en 1993 con la categoría
“ministerio sin escuelas”,  generó una
política de administración basada en la compensación de estas desigualdades
materiales paradójicamente  de corte
focalizado a través del Plan Social Educativo (PSE) y el Plan Nacional de
Becas.



Advierte la autora que estas políticas de
compensación se aplicaron sin reconocer que la importancia de una acertada
intervención del Estado sería correcta siempre y cuando se aceptase la
necesidad de reformular las políticas públicas y se reconociera que la reforma
educativa, no impactó sustancialmente en las condiciones de educabilidad de
amplios sectores sociales.



Si bien siempre existieron procedimientos
de asistencia  más o menos sistemáticas
en nuestra historia, se debe reconocer que en este momento las PSE son un
símbolo del fracaso de las políticas educativas de parte del Estado y constituyen
un instrumento que pone en claro la fragmentación del sistema educativo. Peor
aun marcan un punto de fractura con los ideales inclusores y homogeneizadores
de fines de siglo XIX.



“...el PSE condensa las rupturas del
imaginario público educativo
.” Duschatzky (2000)



A ciento veinte ocho años de la Ley 1420 y desde nuestra
perspectiva histórica optamos por el desafío de que los acontecimientos del
pasado nos auxilien para comprender el presente y de este modo intentar
alejarnos de lo  que se suele denominar
“historia muerta”.



Es así que a modo de conclusión
transitoria nos encontramos con algunos interrogantes en este trabajo:



¿La
exclusión educativa fue constitutiva e inherente
a la conformación del sistema educativo?



Si de esta pregunta se obtuviese una
respuesta afirmativa cabe preguntarse:



¿Esta
exclusión  sigue vigente
en el modelo de educación instalado en los 90?



¿En
qué medida los discursos políticos y las políticas educativas, responden
significativamente a la problemática de la escuela actual en cuanto a la
exclusión?



¿Podemos
pensar en una “escuela inclusiva” mientras en al sociedad se sigan
reproduciendo mecanismos solapados o explícitos de exclusión?



Pensar una escuela comprometida,
inclusora, es recuperar el sentido del para qué enseñamos y el para que
aprendemos, es resignificar con nuevas claves de interpretación la misión que
le compete, es ir más allá del sentido otorgado e inculcado en el imaginario
colectivo. Es pensar que el acceso a la educación no es solo un “derecho” sino
un “medio” para generar un sentido verdadero y responsable de ciudadanos
reflexivos, autónomos y comprometidos con la realidad.



Rigal L. en su libro “El sentido de
educar[26]
sostiene que la escuela hoy,  debe ser
formadora de ciudadanos capaces de ser gobernados pero también de gobernar sin
establecer diferencias entre redes diferenciadas de educación que como ha
sucedió desde la modernidad se los formaba para ocupar uno u otro rol. Propone
así el concepto de pensar en “
Otra Escuela”
superadora de la clásica que pueda romper su sentido isomórfico sobre su
función social



“La Otra Escuela sólo es
posible fuera del modelo neo- neo (...) El modelo neo- neo con su componente de
exclusión social crea una tensión insuperable. Solo en el marco de otro modelo
económico será posible recuperar este papel integrador de la escuela, y no
(como ha pretendido la escuela neo- neo ) vía las políticas compensatorias y el
disciplinamiento normativo”



En síntesis a partir de la Otra Escuela se podrá
pensar en otra pedagogía que emerge de una concepción crítica “y se funda en la convicción de que para la
escuela es una prioridad ética dar
poder al sujeto
social
”.  



En la línea de estas argumentaciones es
que pensamos que se pueden comenzar a construir nuevos discursos y nuevos
relatos de inclusión. En ese sentido seguimos trabajando.



El recorrido respecto de los temas
planteados anteriormente ofrece pistas para interrogarnos sobre cuestiones que
nos preocupan en nuestra actualidad, entre
otras:



 a) Respecto a la producción en masa de la opinión como diría J. Dewey, a cargo
actualmente del llamado cuarto poder y particularmente de la comunicación
mediática; fenómeno que también concurre a empobrecer nuestras propias
identidades culturales y nuestros propios lenguajes, a empobrecer por ende nuestras
propias autonomías. También, paradójicamente, se verifica la ausencia de un fondo común de verdades que supere la
fragmentación social y la incertidumbre que agobia todo intento creativo para
mejorar el Estado de nuestras democracias.



  b) Cuestionarnos sobre la centralidad
del mercado y la fuerza centrífuga que genera para el sentido de la educación,
particularmente de la educación superior, en desmedro muchas veces de
actividades y fines relacionados con la formación cultural, la solidaridad y el
compromiso social; la influencia del “curriculum
oculto
” -en verdad  ‘develado’ si se lo refiere- en términos de hábitos y actitudes
que exacerban el interés utilitario
de ganar dinero.



 c) Preguntarnos sobre la validez y
pertinencia de la creciente preponderancia de opiniones despreocupadas de los fines no utilitarios de la educación –según se desprende del punto
anterior- que apuntan a concebir y realizar una democracia más cabal.



 d) Plantearnos, al fin de cuentas, si las deficiencias
de la política para satisfacer la representatividad social sólo se responden
desde el diagnóstico de la crisis de aquélla y de sus costos para el gasto
social, tal como sostienen ciertas opiniones públicas, ¿acaso la crisis de la
política no es también una crisis moral? Vale aquí transcribir unas reflexiones
de Nietzsche:



 “¿Dónde están en realidad para todos nosotros, eruditos y no eruditos,
grandes y pequeños, nuestros modelos y celebridades morales entre nuestros
contemporáneos, la encarnación visible de toda creatividad moral en nuestro
tiempo? ¿Adónde ha ido a parar (...) toda aquella reflexión sobre cuestiones
morales que en cualquier época ocupó la atención de toda sociedad noble y
desarrollada? Hoy no existen ni celebridades ni reflexión alguna (...), no
hacemos sino consumir el capital de moralidad que acumularon nuestros
predecesores y que nosotros no sabemos aumentar sino sólo dilapidar (...) Se ha
llegado a un punto en el que tanto nuestras escuelas como nuestros maestros
prescinden simplemente de una educación moral o se contentan tan sólo con el
mero formalismo; y ‘virtud’ es una palabra acerca de la cual ni maestros ni
escolares se arriesgan a pensar algo, una palabra pasada de moda de la que es
mejor burlarse; y malo cuando no se hace burla de ella, pues entonces se es
hipócrita”.
(15)



  El
‘pensamiento único’ de la mano con el proceso de globalización han sido
generadores de la producción en masa de la opinión en los últimos
tiempos.  El sentido de esa producción impacta con particular resonancia
en políticas y análisis económicos de organismos y corporaciones
multinacionales o transnacionales,  en los que el mercado se instituye
como ámbito deseado o necesario, según sea la posición e intereses de quienes
los formulan, los representan, los ejecutan o los experimentan. La educación no
queda exenta de dicha resonancia; en parte porque el propio Estado-Nación es
más auditor que interlocutor de esas agencias, en parte porque la opinión
pública la concibe como vía para la no exclusión del mercado. Es obvio que no
es erróneo concebir a la educación de ese modo. El tema es otro cuando la
educación tiene como principal –cuando no único- cometido ese fin, en desmedro
de la consecución de otros bienes sociales, morales, culturales.



 No sé qué
tanto en la actualidad puede mantenerse que la educación sesgada por el interés
y las demandas del mercado conduce seguramente al éxito individual y,
concomitantemente, a la prosperidad social. No pocas veces se registran
frustraciones individuales, apenas disimuladas por condiciones precarias de
inserción laboral, cuando no imaginarios sociales que opacan con pesadumbre las
tesis optimistas sobre la educación como canal de movilidad social.



 Si, como algunos analistas sostienen, la globalización ha socavado las bases
del Estado-Nación en cuanto a su autonomía y protagonismo para formular y
aplicar políticas públicas que garanticen calidad de vida a sus ciudadanos
-entre ellas las referidas a la educación-, cabe interrogarse entonces sobre la
diluida identidad y ejercicio de la ciudadanía; también sobre la pérdida de
autonomía de los propios individuos para elaborar y realizar sus proyectos de
vida.



 



Las condiciones de vida
actuales para muchos ciudadanos, particularmente en algunos países
latinoamericanos, y su impacto negativo sobre los trayectos y rendimientos
educativos sugieren que la educación como servicio público (que no queda
restringido a lo estatal) debe ser acompañada por otras condiciones y bienes
que hagan más sustentable la inversión social en educación.





Retomando la idea inicial de mostrar las posibilidades de
aplicación del análisis crítico del discurso a las políticas educativas , a
través de la educación comparada,  a fin
de deconstruir agendas educativas globales de dos períodos históricos, se pudo
constatar similitudes y diferencias entre los elementos constitutivos
seleccionados, agrupados bajo un marco amplio de análisis crítico de discurso
que apunta a develar la ideología y las relaciones de poder que entrañan las
construcciones discursivas neoliberales/neoconservadoras, llegando a transformarse
en sentido común colectivo.



Es
fundamental refinar y multiplicar la crítica a una perspectiva que contribuye a
exacerbar injusticias sociales, tanto distributivas como educacionales en
distintos sentidos. Algunos ejemplos son muy visibles: los recursos
educacionales se redistribuyen hacia los grupos sociales privilegiados en
detrimento de los sectores más vulnerables, la explotación de los educadores se
intensifica junto con la desprofesionalización, la marginación de los
estudiantes de los sectores socio-económicos bajos aumenta, y se ven limitadas
las oportunidades de desarrollar pedagogías críticas y de reducir las prácticas
discriminatorias y excluyentes en las escuelas.



                                        



 Mgter
Elsa Yolanda Cáceres



BIBLIOGRAFÍA                                                      



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·  Weinberg, Félix, (1988).
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[1] Cfr. Sarmiento, D.F (1900) Obras
Completas. Educar al soberano. Tomo XLVII. Pág. 
173







[2] Cfr UNICEF. 1993c. Todos por la Educación, Educación
para Todos: Participación Popular, Movilización Social y Descentralización para
la "Educación para Todos". Nueva York.







[3] Finkel, S (1977) La Educación Burguesa.
Nueva Imagen. México







[4] Tiramonti, G. (2000)
“La reforma Educativa Nacional en busca de una interpretación”. Revista Aportes
para el debate. Nº 15 Otoño de 2000







[5] Ball, Codd, Taylor y Luke son algunos de los citados por Ninnes
(2004)







[6] Citado por Ninnes (2004).







[7]
CARRIZO, C.: “Las reformas
educacionales en los ´80”. En Revista IIFAP. Nº 7. Universidad Nacional de
Córdoba. Córdoba, 1992. Pág. 101.







[8]
NEAVE, G.:  “La reforma de la educación superior
francesa, o la fábula del buey y el sapo”. En: NEAVE, G. y VAN VUGHT, F.: Prometeo Encadenado. Estado y
educación superior en Europa
. Gedisa Ed. Barcelona. 1994. Pág. 138.







[9]
Idem. Pág. 142.







[10]
Idem. Pág. 140.







[11]
NEAVE, Guy: “La reforma de la
educación superior francesa, o la fábula del buey y el sapo”. En Neave, Guy y
van Vught, F. Op. Cit. Pág. 398.







[12]
KLEIN, L. SAMPAIO, H.: “Actores,
arenas y temas básicos”. En KENT, Rolin.:
Los temas críticos de la educación superior en América Latina. FCE.
México, 1996. Pág. 92.







[13]  BRUNNER,
J.J.:
Prólogo: Estado y educación superior en América Latina. En NEAVE, G. y VAN VUGHT, F. Op.cit.







[14] PEDRÓ y PUIG, 1998.







[15] PUELLES BENÍTEZ de y
MARTÍNEZ BOOM, 2003
.







[16] PUELLES BENÍTEZ de y
MARTÍNEZ BOOM, 2003
.







[17] Tenti Fanfani, E.(2000) La Exclusión y acción colectiva en la Argentina de Hoy.
Revista Punto de Vista, nº 67, Buenos Aires.







[18] Dussel I. (2000) “La producción de la exclusión de la escuela: una
revisión de la escuela moderna en América Latina” ponencia presentada en X
Jornadas LOGSE. Granada, España.







[19] Cfr. Botana, N. (1998); “El orden
conservador. (La política argentina entre 1880 y 1916)”. Sudamericana, Bs.As.







[20] Estado de la
Educación Común en la Provincia de Buenos Aires. Memoria de 1883.  Pág. 33







[21] Sin embargo, debemos considerar que en el Siglo XX en cuanto a
políticas educativas existieron etapas en las que la preocupación por la
inclusión de sectores marginales constituyó una preocupación por parte de la
dirigencia: primer Gobierno de H. Irigoyen (1916-1922) y Primer y Segundo
Gobierno de J. D Perón (1946-1955)







[22] Weinberg, F. (1988); Las ideas sociales de Sarmiento, EUDEBA, Bs.As







[23] Giovine R. El
gobierno escolar bonaerense. Tensiones en tomo a la definición de una alianza
de gobierno.Julio de 2003. Revista Propuesta Educativa-Flacso Argentina







[24] Fuentes:-El Monitor
de la Educación
común, Nº 738, páginas 51 y 52



                 -E.
Chioza. La población Argentina en expansión. Centro Editor de América Latina.
1971



                 - Datos oficiales registrados
por Rolando Riviere en “La
Instrucción primaria bajo el imperio de la Ley 1420”. Consejo Nacional de
Educación. Buenos Aires. 1937.







[25] “Educación común en la Capital, 1889-1891” Págs 17 y 18







[26] Rigal L. (2001) “El sentido de educar: Crítica a los procesos de
trasformación educativa en Argentina, dentro del marco latinoamericano”. Cáp.
7. Ed. Miño y Dávila.
Bs
As. Argentina. 





CONCEPCIONES VIGOTSKIANAS, Y SUS CONSECUENCIAS PARA EL DESARROLLO DE LA TEORÍA Y LA PRÁCTICA EDUCATIVAS.

CONCEPCIONES VIGOTSKIANAS, Y SUS CONSECUENCIAS PARA EL DESARROLLO DE LA TEORÍA Y LA PRÁCTICA EDUCATIVAS.

AUTORA: MGTER. ELSA YOLANDA CACERES 

                                                                    INTRODUCCIÓN    

 

Las ideas de Piaget y Vigotsky han cobrado una notable actualidad en la psicopedagogía contemporánea. La popularidad de la que gozan estos autores al existir múltiples publicaciones sobre contenidos psicopedagógicos que los citan y critican; el carácter científico de sus teorías; el potencial heurístico de sus aportes, que generan nuevas discusiones teóricas como consecuencia de la generalización de los resultados de las investigaciones empíricas y la aparición de continuadores de ambas teorías, que incorporan elementos actuales y novedosos a cada una de ellas, han generado escuelas psicopedagógicas tendientes, en unos casos, a demostrar la imposibilidad de considerar conjuntamente,dichas teorías para describir el desarrollo intelectual y, en otros, la perspectiva de indagaciones conjuntas que puedan contribuir a una comprensión articuladora entre la incidencia tanto de los factores sociales como de los individuales en el transcurso del desarrollo integral de los niños, niñas y jóvenes.

Si bien estas distinciones y semejanzas entre ambas teorías constituyen  un tema de  discusión interesante, el presente trabajo se centra en aportes de Vigotsky a la educación, destacando aquellos aspectos que hacen a nuestro quehacer como educadores; partiendo de que “una perspectiva epistemológica que pretenda examinar con éxito los procesos de conocimiento en la práctica educativa debe apoyarse en los estudios científicos sobre la transmisión social de los conocimientos instituidos”(Castorina)

Considero que es importante conocer los aspectos centrales de la obra de distintos pedagogos, porque esta es una forma de referenciar nuestra praxis y buscar en ellos insumos y herramientas que contribuyan a mejorar la calidad de nuestra tarea como educadores. Cabe aclarar que  mi formación de grado no es en pedagogía, ni didáctica, y que me desempeño como docente  e investigadora en la Universidad  Nacional de Cuyo en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales. Por ello y teniendo en cuenta mi experiencia tanto como estudiante y como docente, donde se privilegiaba muchas veces lo disciplinar sin reflexionar sobre lo pedagógico; entendí que mi formación debía ser una constante y realice una especialización en docencia universitaria, al igual que otros colegas… pero esto hoy resulta insuficiente. Por otro lado las lecturas sugeridas en este módulo han brindado interesantes aportes que fueron trabajados para ser incluidos en una investigación financiada por la Secretaria de Ciencia y Técnica de la Universidad Nacional de Cuyo que actualmente dirijo, en la que trabajamos con una colega que también realiza este doctorado. El titulo de la misma es:  “Desafíos de la Formación Académica del Trabajador/a Social de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional de Cuyo de Cara al Nuevo Milenio.”

Con base a lo expuesto se parte,  para este trabajo  monográfico  de la pregunta de ¿como un autor que utiliza una metodología intelectual dialéctica, se populariza en nuestro país en la década del 90?  Es una gran paradoja que el pensamiento de Vigotsky resurgiera en plena reforma educativa que estaba atada a la política neoliberal posterior al famoso Consenso de Washington. Deben existir  diversas explicaciones al respecto, pero en realidad tenemos más preguntas que respuestas.

La novedad que verificamos en el último medio siglo es la de la aceleración del conocimiento y su desarrollo pudiéndose afirmar que la expansión del mismo y la creciente interrelación asimétrica entre las distintas regiones del planeta ha cobrado potencias y velocidades tecnológicamente impensables antes de la revolución de la informática y las comunicaciones.

Estas realidades impactan sobre las universidades obligándolas a revisar los fundamentos de su accionar y las razones funcionales de su misión, los saberes que imparten y su forma de transmitirlos. Depositarias, como son, del conocimiento avanzado y los valores éticos asociados al uso social del mismo, las universidades de pronto comienzan a ser objeto de atención

Se considera que en la Universidad como institución educativa, tanto el profesor como otros agentes educativos son los que intervienen explícitamente en el proceso pedagógico, provocando avances que de ningún modo ocurrirían en otro ámbito, esto es así por que entre otros recursos la universidad adopta para la consecución de sus objetivos, actividades sistematizadas como son los trabajos en grupo, los debates a partir de interrogantes ,cine debates,  la lectura de diferentes textos sobre un mismo tema que representen distintos puntos de vista, los diálogos educativos sobre temas de actualidad. Pero la universidad tiene una deuda cuando se trata de la libre expresión de las dudas,  la participación activa y dinámica del estudiante.

Hoy la Universidad todavía cuenta con docentes que reproducen solo lo que dicen algunos textos, sin reconocer al otro, ese otro estudiante. En la universidad el docente debe ser el guía y mediador en el intercambio de ideas y plantear nuevos interrogantes divergentes, que procuren un mayor desarrollo del estudiante.

Para comenzar a entender las relaciones existentes entre el desarrollo y el aprendizaje se hace indispensable retomar el concepto vigotskyano de zona de desarrollo próxima, a través de ella el autor sostiene: "que no es otra cosa que la distancia que existe entre el nivel real de desarrollo, determinado por la capacidad de resolver independientemente un problema, y el nivel de desarrollo potencial, determinado a través de la resolución del mismo bajo la guía de un adulto o en colaboración con otro compañero capaz". En otras palabras el concepto evidencia la maduración intelectual del estudiante y su potencialidad para resolver situaciones problemáticas con o sin la intervención de "otro". Estos hallazgos son de suma importancia para la actividad docente ya que él es ese "otro significativo" para el desarrollo del proceso de enseñanza y aprendizaje y el manejo de esa información le permite saber que todos los estudiantes independientemente de lo homogéneo o heterogéneo que resulte el curso, cuentan con esa capacidad intelectual de manera latente. De esa forma el académico podrá adoptar o disponer distintos recursos didácticos que optimicen la tarea pedagógica, implementando distintas formas de organización de clases como por ejemplo expositivas o activas, individuales o grupales, generales o personalizadas, con mayor o menor grado de especificación de consignas, propendiendo de esa manera a "compensar" las diferencias existentes en todo grupo áulico, o reducir las dificultades que presentan los primeros años de las Universidades Argentinas con cursos muy numerosos . Pero esto necesariamente requiere de un perfil de educador flexible, que pueda afrontar esas diferencias a través del uso de distintas herramientas como las explicaciones disparadoras o la confección de guías de estudios o las explicaciones sintetizadoras y conjuntas, el análisis de autores, que promuevan la interacción tanto del sujeto cognoscente con el objeto por conocer, como la de íntersujetos (alumnos-alumnos; alumnos- docente).

Por lo enunciado hasta aquí, la zona de desarrollo potencial de la inteligencia plantea que la maduración por sí sola, no es capaz de producir funciones psicológicas superiores como lo son el empleo de signos y símbolos, éstos son el resultado de una interacción social y ello supone necesariamente la presencia de los demás. El desarrollo de las conductas superiores consiste en la incorporación e internalización de las pautas y herramientas sociales, ya que el alumno es un ser social, que vive en grupos y estructuras sociales y aprende de los otros por medio de las relaciones interpersonales, siendo la inteligencia en este sentido un "producto social". Por ello los logros del sujeto se incrementan con la ayuda del "otro", siendo en definitiva lo que el autor denominó zona de desarrollo potencial resultando de esta manera el aprendizaje como algo social.

En síntesis, los niveles intelectuales, varían según el grado de intervención del "otro" y su entorno, comprobándose de esa manera que a mayor ayuda, guía o intervención del "otro", mayor rendimiento  intelectual; a menor diferencia y/o distancia entre la zona de desarrollo real y la zona de desarrollo próximo, mayor autonomía y rendimiento, con menor intervención.

Este planteo pone en vilo a los famosos test de inteligencia. Es decir, cuestionan seriamente los recursos utilizados para la "medición" o cuantificación de la inteligencia que se utilizan tradicionalmente, esto es así porque solo indicarían lo que Vigotsky denominó zona de desarrollo real, pero no sus potencialidades. Queda planteado de esta manera que el aprendizaje no está determinado por el desarrollo, sino que lo precede, acelerando los procesos madurativos evolutivos, por lo tanto, el desarrollo se erige en activo e incentivado por los distintos agentes socioeducativos como por ejemplo la institución educativa.

Se puede destacarí como aportes relevantes y esenciales los siguientes principios: primero la innegable interacción existente entre el aprendizaje y el desarrollo, pero con la particularidad que es el aprendizaje el que estimula y posibilita los procesos del desarrollo a través de una relación con los componentes del ambiente cultural, que si bien se encuentran latentes en todo organismo, solo alcanza las funciones psicológicas superiores como por ej. La intención, la planificación y las acciones voluntarias y deliberadas, a través de una estimulación desde y a partir del aprendizaje.

El otro aspecto central de su teoría está dado por la insustituible relación interpersonal que se produce entre el alumno y el "otro", remarcando que el proceso de enseñanza y aprendizaje es fundamentalmente una relación Inter-subjetiva que incluye tanto al que enseña, al que aprende y al vínculo que se crea entre ambos. Claro está que en aulas con más de 200 alumnos esto se dificulta… Una de las herramientas fundamentales es la mediación.

Cabe preguntarse, continuando con el análisis.¿ No hay desarrollo en un sujeto sin la mediación de otro sujeto?. Para Vygotsky el individuo, se relaciona con el mundo a través de los otros .El desarrollo del sujeto humano implica al sujeto y su relación con el mundo de los objetos, pero mediada por la presencia de otro. La transformación tiene que ver con un proceso de producción de significados .Aquí se ve lo característico del desarrollo humano que, en suma, supone la presencia de tres elementos :el sujeto, el objeto, y la mediación de otro sujeto 

Lev Vigotsky considera que el desarrollo humano es un proceso de desarrollo cultural, siendo la actividad del hombre el motor del proceso de desarrollo humano. El concepto de actividad adquiere de este modo un papel especialmente relevante en su teoría. Para él, el proceso de formación de las funciones psicológicas superiores se dará a través de la actividad práctica e instrumental, pero no individual, sino en la interacción o cooperación social. La instrumentalización del pensamiento superior mediante signos, específicamente los verbales, clarifica la relación entre el lenguaje y el pensamiento (Frawley, 1997).

“El pensamiento y la palabra no están cortados por el mismo patrón. En cierto sentido existen más diferencias que semejanzas entre ellos”. (Vigotsky, 1962 p. 126). El habla es un lenguaje para el pensamiento, no un lenguaje del pensamiento.

Lev Vigotsky propone que el sujeto humano actúa sobre la realidad para adaptarse a ella transformándola y transformándose a sí mismo a través de unos instrumentos psicológicos que los denomina "mediadores". Este fenómeno, denominado mediación instrumental, es llevado a cabo a través de "herramientas” (mediadores simples, como los recursos materiales) y de "signos" (mediadores más sofisticados, siendo el lenguaje el signo principal). También establece que: La actividad: es un conjunto de acciones culturalmente determinadas y contextualizadas que se lleva a cabo en cooperación con otros y la actividad del sujeto en desarrollo es una actividad mediada socialmente.

A diferencia de Jean Piaget, la actividad que propone Vigotsky, es una actividad culturalmente determinada y contextualizada, en el propio medio humano, los mediadores que se emplean en la relación con los objetos, tanto las herramientas como los signos, pero especialmente estos últimos, puesto que el mundo social es esencialmente un mundo formado por procesos simbólicos, entre los que destaca el lenguaje hablado. El lenguaje es la herramienta que posibilita el cobrar conciencia de uno mismo y el ejercitar el control voluntario de nuestras acciones. Ya no imitamos simplemente la conducta de lo demás, ya no reaccionamos simplemente al ambiente, con el lenguaje ya tenemos la posibilidad de afirmar o negar, lo cual indica que el individuo tiene conciencia de lo que es, y que actúa con voluntad propia. En ese momento empezamos a ser distintos y diferentes de los objetos y de los demás

Pero a Vigotsky le preocupan más bien los cambios que el hombre provoca en su propia mente y se fija en aquellos apoyos externos que le permiten mediar un estímulo, esto es, representarlo en otro lugar o en otras condiciones.

Así  Lev Vygotsky concentrará su esfuerzo en el lenguaje, como ya se expresó, como medio para desarrollar más rápidamente su modelo de mediación aunque en ningún momento dejará de interesarse por los otros medios o tecnologías del intelecto. En este sentido puede realizar valiosos aportes a la educación universitaria, que sigue empeñada en la transmisión de conocimientos basados en la comunicación unidireccional.

En esta perspectiva, para Vygotsky las tecnologías de la comunicación son los útiles con los que el hombre construye realmente la representación externa que más tarde se incorporará mentalmente, se interiorizará. De este modo, el sistema de pensamiento sería fruto de la interiorización de procesos de mediación desarrollados por y en la cultura.
El tema es de importancia central para la educación universitaria, puesto que es a través de ella cómo el adolescente puede incorporar de una manera más controlada y experta los procesos de representación, cuya identidad y cuyo papel difícilmente pueden establecerse, sino desde esa perspectiva.

La mediación  instrumental converge en otro proceso de mediación que la hace posible y sin ella el hombre no habría desarrollado la representación externa con instrumentos. Lev Vigotsky distingue entre mediación instrumental y mediación social. Sería precisamente la mediación interpersonal, entre dos o más personas que cooperan en una actividad conjunta o colectiva, lo que construye el proceso de mediación que el sujeto pasa a emplear más tarde como actividad individual. Este proceso de mediación social es el que define el autor en su ley de la doble formación de los procesos psicológicos.

Esta ley de la doble formación explica, extendiéndola a la mediación instrumental que se realiza articuladamente con lo social, tanto en el desarrollo de las funciones psicológicas superiores en la historia o en el devenir de un niño concreto o del niño en una cultura determinada. Puede apreciarse indirectamente así la estrecha articulación entre ambos tipos de mediación, instrumental y social.  Emplear conscientemente la mediación social implica dar educativamente importancia no solo al contenido sino también mediadores instrumentales esto es, qué es lo que se enseña y con qué, sino también a los agentes sociales esto es quién enseña en sus peculiaridades

La contribución de Lev Vygotsky ha significado que el aprendizaje no sea considerado como una actividad individual, sino más bien social. Es decir, se ha comprobado como el alumno aprende de forma más eficaz cuando lo hace en un contexto de colaboración e intercambio con sus compañeros. Igualmente, se han precisado algunos de los mecanismos de carácter social que estimulan y favorecen el aprendizaje, como son las discusiones en grupo y el poder de la argumentación en la discrepancia entre alumnos que poseen distintos grados de conocimiento sobre un tema.

Otra consecuencia importante del planteamiento de Vigotsky con respecto a la tesis de la zona de desarrollo próximo corresponde a la crisis del paradigma newtoniano-cartesiano. Este último ve la realidad en término de espacio y tiempo absolutos, y enfatiza una causalidad lineal de los fenómenos. (causa-efecto). Con la aparición de la física cuántica, se ve la realidad en términos de espacio y tiempo relativos, y se centra en el terreno de la causalidad probabilística. Con la tesis de Vigotsky aparece una situación similar de ruptura. Por ejemplo podemos ver que la lógica que hay detrás de la edad mental es una lógica de causalidad lineal. Cuando se mide el CI (coeficiente intelectual), se le concibe como una causa que tiene efectos hacia el futuro, por lo tanto, si conozco la causa deduzco los efectos de ese coeficiente intelectual por ej si el CI es de 45,  puedo establecer un pronóstico  que no puede llegar a la universidad. Esto ocurre a diario en la práctica profesional relacionada con educación, donde muchas veces se determina el futuro de una persona por una medición.  A partir de esto ¿se puede decir que por tener la misma edad mental tienen el mismo nivel de desarrollo? lo que aparece acá es un cuestionamiento acerca de que es la inteligencia ¿la inteligencia es la capacidad de resolver problemas? Vigotsky se refiere fundamentalmente a la capacidad de  modificarse, es decir  al grado de modificabilidad.  

 

Desde el punto de vista de Vigotsky, los sistemas semióticos y las herramientas culturales se internalizan activamente en los individuos y son formantes de su subjetividad. La explicación de este proceso ha constituido un problema para los pensadores vigotskyanos (Lawrence y Valsineer, 1993; Musovic, 1999). Incluso, los propios intentos educativos dirigidos a la transmisión del conocimiento y las habilidades desde el adulto al niño en la zona de desarrollo próximo pueden involucrar sesgos epistemológicos diferentes (Castorina, 2000). Esto nos replantea justamente el principal problema: la relación entre la transmisión del conocimiento instituido y los enfoques constructivistas….. …..Hatano (1993) ha intentado explorar los diferentes ensayos de enseñanza basados en la teoría vigotskyana, asociándoles ciertas tesis epistemológicas. Por un lado, una extensión “dura” del programa original implica una transmisión directa del saber por parte del docente, quien es la única fuente de información para el alumno, al que no se le demanda producción cognoscitiva. Es decir, le corresponde un enfoque epistemológico obviamente empirista. Por otra parte, una extensión moderada otorga al docente la orientación de los alumnos para adquirir habilidades y herramientas, suponiendo que se pueden beneficiar de las interacciones con un medio artificial. Hatano encuentra ambigua a esta orientación porque no está bien delimitado cuánto depende de la actividad del maestro y cuánto del alumno. Finalmente, resulta particularmente interesante la extensión que el autor califica de “radical” y en la cuál se hace coincidir curiosamente la internalización vigotskyana con el constructivismo radical (Cobb et al., 1993). …

“En nuestra opinión, el programa vigotskyano no establece explícitamente la posición epistémica de los individuos ante el objeto de conocimiento, si bien examina cuidadosamente la actividad social de los individuos. Sin embargo, como afirma Hatano, es posible vincular esta última con las tesis epistemológicas. La extensión “dura” involucra una transmisión unilateral del saber social y queda asociada con el empirismo, por lo que no parece compatible con el núcleo de las tesis vigotskyanas. En cuánto a la extensión “radical”, se ha alterado seriamente una tesis central del programa vigotskyano: el carácter objetivo de las herramientas sociales respecto de las experiencias individuales. Al centrar el proyecto en la adquisición de los aprendices dentro de la experiencia individual y en la negociación intersubjetiva de significados, pierde sentido la hipótesis de la zona de desarrollo próxima. La genuina versión vigotskyana debe partir del saber más avanzado, de que dispone el miembro más experimentado, más aún de un saber no reductible a la experiencia personal. Es decir, de un saber con una significación pública, más allá de cualquier subjetividad. Para nuestro problema, y más allá de las restricciones señaladas, el constructivismo radical de estos neovigotskyanos ha desdeñado la transmisión del saber matemático, objetivado culturalmente. El encuentro del saber adquirido por el alumno, el saber cultural a enseñar y la intención de enseñar, que definen las situaciones didácticas, queda fuera del análisis. Esta lectura coloca la elaboración de los aprendices y sus inferencias sólo en el campo de su realidad experiencial y de los intercambios que aquel permite. Así, la extensión “radical” ha identificado al programa vigotskyano con el relativismo y el subjetivismo filosófico (Rowlands, 2000).

Por el contrario, la internalización en que pensaba Vigotsky es una transmisión bidireccional de la cultura, donde hay una efectiva significación de la herramienta cultural para el aprendizaje, junto con la actividad del aprendiz. Esta perspectiva es compatible con el constructivismo de “inspiración piagetiana”, al que creemos capaz de afrontar el desafío de indagar la reconstrucción por los aprendices del “saber presente en la escuela”, en lugar de ignorarlo. Una epistemología que postula el pasaje de estados de menor a mayor conocimiento, en un proceso dónde los alumnos asimilen “alguna cosa compartida”, sean los sistemas semióticos o los modos de resolución de los problemas, para revisar su propio conocimiento.(Castorina 2000).

 

 

                                                      REFLEXIONES FINALES

La combinación de la teoría de Jean Piaget y Lev Vygotsky,  enmarcados en el constructivismo, fomentan el desarrollo del ser humano tanto en la parte individual (factores endógenos), como en la parte externa (factores sociales) la interrelación con el medio y la sociedad.
Podemos decir que todas estas investigaciones son de suma importancia para la educación ya que estos trabajos aportan herramientas para el desarrollo del aprendizaje del individuo pudiendo ser utilizadas por un educador o por el aprendiz ya que los mismos pueden aplicar la mejor metodología de estudio de acuerdo a sus necesidades.

Cualquier intento de valorar lo mejor de cada teoría y tratar de incorporarlo a la práctica educativa no es eclecticismo porque ello no es más que la herencia social del conocimiento y su evolución constante. El error radica en aquellos intentos que resultan incompletos y contradictorios por la falta de determinación de aquellas cuestiones que resultan esenciales en cada teoría. O sea, que se producen a un nivel epidérmico desde el punto de vista teórico, lo cual provoca que su aplicación práctica lleve el sello del empirismo y de la espontaneidad, que es sinónimo de falta de rigor científico.

En este sentido y de manera significativa el análisis y búsqueda de la comprensión de lo educativo proporcionó la posibilidad de enfrentar este desafío propuesto por un profesional de excelencia como lo es el Dr. José Castorina sin cuyo apoyo y motivación hubiera resultado casi imposible.

Concluyendo se hará referencia a como síntesis a  aportes proporcionados por los materiales brindados por el del Dr. José Castorina respecto a estos dos grandes autores como son PIAGET Y VIGOTSKY respecto a que:

La tesis de la inconmensurabilidad entre el mundo intelectual paradigmático de Piaget y el mundo narrativo de Vigotsky es discutible. Los programas de investigación que inauguraron no corresponden estrictamente a una caracterización que permanece en el espíritu del dualismo de ciencias naturales y ciencias sociales.

Por un lado, los textos de Vigotsky ponen en evidencia una perspectiva de raigambre marxista centrada en la explicación filogenética y ontogenético de la constitución del psiquismo humano superior. La posibilidad de compatibilizar la comprensión de los sistemas culturales con algún tipo de determinación supone el abandono de la causalidad positivista. Cabe recordar que esta última es una herencia epistemológica de la filosofía dualista de la modernidad y sobre ella se ha edificado la oposición entre comprensión y explicación. Por el contrario, al adoptar una perspectiva sistémica para la explicación de las funciones psíquicas superiores se puede conjugar aquellas metodologías.

Por otro lado, las extensiones del programa original de Piaget sobre el conocimiento social resultan consistentes con tesis cruciales de su núcleo, aunque sea preciso revisar algunas de éstas. Se muestra la formación de “teorías” infantiles sobre la autoridad escolar en las condiciones de una interacción social con dicho objeto, particularmente los intercambios simbólicos, y se propone simultáneamente una explicación sistémica por equilibración para estos conocimientos. De ser así, tales indagaciones no entran en el “modo paradigmático” de hacer ciencia. El sujeto de los conocimientos sociales no es solitario ni su objeto es “externo” como una cosa. La psicología genética también puede complementar las explicaciones de la génesis del conocimiento infantil con la exigencia de situar el conocimiento de los sujetos en los intercambios simbólicos y l as prácticas sociales

En definitiva, una lectura de autor nos lleva a pensar que la irreductibilidad entre explicación y comprensión no diferencia a las psicologías de Piaget y de Vigotsky, sino que es propia de cada programa de investigación. Además, dichas aproximaciones metodológicas son indisociables en la investigación del desarrollo psicológico. Esto último es posible si se adopta una perspectiva sistémica para la explicación de la génesis de los conocimientos. De este modo se debilita la tesis de que Piaget y Vigotsky pertenecen a universos intelectuales inconmensurables, aunque sin duda ambos han planteado problemáticas diferentes (Castorina, 1995).”

En resumen, en la psicología genética de Piaget el desarrollo intelectual se explica dentro de un marco de interacción entre el sujeto con el objetivo y el desarrollo de una serie de procesos que permiten organizar la información para lograr una adaptación que lo conduzca a un equilibrio (Strommen at. el, 1982). Mientras que Vigotsky resalta la interacción del sujeto con otros sujetos que sirven como mediadores en la adquisición de conocimiento permitiendo explicar el desarrollo dentro de un marco histórico cultural (Vigotsky, (1977). Aunque estas teorías hayan surgido a principios del siglo XX aun en la actualidad representan referencias concretas para el estudio del desarrollo, así como que aunque cada teoría establece ciertos supuestos diferentes, también coinciden en otros

Y… ¿cuáles son las consecuencias para la pedagogía universitaria?

En primer lugar que la enseñanza universitaria constituye una intervención para bien o para mal, en procesos de desarrollo psíquico de los estudiantes, es particularmente importante el planteamiento de Vigotsky, en el sentido de que el desarrollo intelectual del estudiante no es solo la base que hace posible los aprendizajes

Otra clara consecuencia es la necesidad de abandonar de una vez por todas la concepción en la cual la clase involucra un mero proceso de transmisión de conocimientos, sea ella buena o mala. La clase es un hecho relativo a la interacción entre un estudiante en desarrollo, inmerso en el esfuerzo de construir y reconstruir conocimientos, y un profesor ubicado en el rol de mediador entre del joven y el conocimiento de su disciplina

El desarrollo intelectual supone un incesante esfuerzo de construcción por parte del sujeto humano, con vistas a un refinamiento de su comportamiento cognitivo .Por ello la concepción de inteligencia, en la que es vista como algo medible sea un obstáculo para la práctica pedagógica.

De ahí la importancia de desarrollar la capacidad de estrategia orientada a la mediación lo que implica una comprensión de la hipercomplejidad de los procesos de articulación que lo pedagógico implica, y el dominio de recursos para lograrlo, en aras de un aprendizaje de calidad en la Universidad.

Para concluir quiero transmitir un pensamiento de Simón Rodríguez:

                        El Maestro enseña a aprender y ayudar a comprender

El Maestro debe ser sabio, ilustre, filósofo., comunicativo

         Porque su oficio es formar hombres para la sociedad” 

 

 

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Desarrollo de las funciones cognitivas, desde la teoría del Dr.Feuerstein y la comprensión lectora.

Desarrollo de las funciones cognitivas, desde la teoría del  Dr.Feuerstein y la comprensión lectora.

AUTORAS: Mgter.CÁCERES ELSA YOLANDA          Mgter.MANONI, FLAVIA MARÍA

El presente trabajo, rescata algunos aspectos relevantes sobre la articulación entre el nivel medio y la Universidad. Después de tres años de investigación (investigación experimental) se logró no sólo detectar cuales son algunos de  los factores que obstaculizan el ingreso y permanencia en la facultad, sino también, durante dos años se aplicó a un grupo de alumnos de 4to y 5to año un combinado de la aplicación de PEI y comprensión lectora. El resultado de la misma es lo que se intenta exponer en el presente trabajo, pretendiendo realizar una transferencia sobre algunos aspectos relevantes de la investigación.

En la misma se trabajó complementando métodos cuantitativos y cualitativos. En este sentido se define una metodología de investigación que articula perspectivas cuantitativas y cualitativcas, la primera permite recoger información puntual que opera como indicador de acontecimientos y la segunda posibilita analizar de modo reflexivo aspectos vinculados a la enseñanza el aprendizaje y el conocimiento Consistió en aplicar una metodología interdisciplinaria: Instrumentos teóricos- prácticos- metodológicos que se orientan a la metacognición: a)  el PEI (Programa de Enriquecimiento Instrumental) que como propuesta innovadora desarrolla  las funciones intelectuales y  b) el programa texto que intenta ofrecer un sistema ordenado y relacionado de contenidos que presenta problemas a resolver a través de una búsqueda de información significativa.

 

En el presente, se podrán visualizar algunos aspectos teóricos retroalimentados con los datos obtenidos de la praxis y algunas humildes sugerencias  en torno a la articulación entre el nivel medio y la universidad.

Relación entre articulación, PEI y programa de comprensión lectora

 

El presente trabajo versa sobre el resultado de una investigación sobre la Articulación entre la escuela media y la universidad.

 

De acuerdo a lo expuesto el escrito rescata algunos aspectos referidos al sistema educativo:

 

El sistema educativo se halla organizado en niveles de enseñanza que tienen orígenes e historias diversas y que a lo largo del tiempo han adquirido rasgos e identidades propias. La cuestión de la articulación puede ser considerada desde dos perspectivas principales:

1)                  Una funcional y

2)                  otra individual.

 

Desde la primera, la cuestión de la articulación se refiere al mantenimiento de la función específica de cada uno de los niveles educativos, integrándola dentro de una unidad mayor: el Sistema Educativo en su conjunto.

La Segunda es la perspectiva del alumno. Por razones de organización el Sistema Educativo se subdivide en diversos tramos, pero el proceso de aprendizaje de una persona mantiene una continuidad vital a la cual la organización escolar le impone cortes desde una lógica exterior al proceso de aprendizaje. Aunque esto no es ni bueno  ni  malo en sí mismo, sino que es una condición propia de la enseñanza en contextos institucionales, la articulación desde esta perspectiva responde a la necesidad de que la lógica institucional,  no conspira contra el proceso de aprendizaje de cada persona.

La escuela constituye el espacio particular en que la articulación se instituye como acción real o queda en el ámbito de lo declamativo. En ella se viabilizan las propuestas que desde los documentos curriculares y los diferentes niveles de gestión se proponen en esta dirección.

 

En el nivel institucional la articulación puede encontrarse en la participación de proyectos curriculares conjuntos, el uso de los espacios físicos compartidos, la aplicación de criterios comunes para la distribución del tiempo que posibilite integraciones entre alumnos y docentes de ambos niveles (secundarios y universitarios), tanto en el desarrollo de las actividades de los alumnos como los docentes, la articulación con otras instituciones de la zona que favorezcan la continuidad de los procesos educativos y la participación conjunta de pautas de trabajo.

La articulación es un proceso institucional que debe evaluar las fortalezas y debilidades en ambos niveles, estableciendo modos de vinculación, tomando conciencia de la necesidad de una verdadera interdependencia y cooperación entre los mismos como parte de un mismo sistema educativo. Es en la necesidad de integrar los llamados niveles previos que reside la importancia de la articulación y la continuidad en la construcción de conocimientos;  y en este sentido se advierte que la comprensión lectora es uno de los aspectos fundamentales para lograrla. Para ello es indispensable poner en contacto a los alumnos con una amplia variedad de textos, reflexionar acerca de las particularidades de cada uno de ellos. Para que los alumnos puedan interesarse en  la lectura y comprender lo que leen, deben en primer término encontrarle sentido a ese acto.

En búsqueda de un camino para dar respuesta a esta problemática se están realizando algunas experiencias como la que aventuramos en el presente trabajo. Dado que se advierte que la comprensión lectora es uno de los aspectos que presenta mayor dificultad y que los problemas derivados de estos aprendizajes insatisfactorios, denotan la necesidad de articular ambos niveles.

La Sicología cognitiva  ha incorporado el concepto de metacognición como proceso que incorpora los componentes básicos:

Conciencia y Control del Acto Mental. Esto influye en  la  manera de pensar al lector y  los procesos que éste pone en juego cuando lee; la lectura se piensa como una manera de procesar la información que el texto ofrece y de construir su significado.

A partir de los últimos años se han desarrollado trabajos teóricos que han puesto su acento en la instancia del lector de los textos, en el fenómeno de la interpretación. En este sentido, aparecen dos grandes líneas: a) los que postulan la existencia de lecturas o interpretaciones pertinentes frente a las lecturas aberrantes o sobre interpretaciones no autorizadas por el texto; b) otra línea que sostiene por el contrario que toda interpretación es válida que es el lector concreto en definitiva el que construye y desconstruye  desde su cosmovisión en el sentido del texto (Derrida, Culler). En tal sentido se agruparían en  torno de la primera posición los diversos estudios y propuestas que postulan un lector modelo (Eco, Vilches); dentro de la segunda encontraríamos las diversas teorías en torno de las mediaciones de lectura….

Teniendo en cuanta esto y en el marco de la Ley Federal de Educación, este ensayo se inserta en los lineamientos establecidos respecto de perfeccionamiento docente, en la tarea interdisciplinaria, de renovación disciplinar y metodológica, y en la proyección de la escuela en el medio  social al que pertenece, desarrollando competencias a través del PEI (Programa de las habilidades del pensamiento) articulando este, con  el Programa de comprensión lectora, ambos necesarios para lograr el ingreso y la permanencia en la Universidad.

 

En las letras del informe final, se podrá rescatar una replica de la metodología del PEI, con resultados concretos posteriores a su aplicación y como este “cambio” no sólo influye en los alumnos sino también en los docentes y por ende en todo el sistema educativo.

El trabajo se afrontó desde la base teórica de la psicología cognitiva  en su enfoque interaccional

“Teoría de Feuerstein “ y desde el enfoque interactivo de la Comprensión lectora visto desde la teoría de María Elena Dubois”.

Es por esto que se ha pensado en el Programa de Enriquecimiento Instrumental que desarrolla las habilidades del pensamiento (desde la psicología cognitiva) y la articulación con el Programa Texto.(Programa de comprensión lectora). En la presente se parte de la concepción,  que la escuela y también la universidad deberían implementar un dispositivo que promueva el desarrollo de las funciones cognoscitivas superiores. En este sentido consideramos que estableciendo una comunicación y articulación reales entre los dos ámbitos educativos, el profesor realizará un perfeccionamiento continuo y el alumno tendrá la oportunidad de resolver anticipadamente los obstáculos que puedan presentársele para su opción profesional y su ingreso en la Universidad

 

Ahora bien retomando aspectos sobre la escasa articulación entre la educación media y la Universidad, esta se  ha basado en concepciones tradicionales fundadas sólo en los contenidos y no en los procesos de enseñanza aprendizaje y menos en los procesos del pensamiento.

 

Es necesario para el ensayo  exponer  el paradigma desde el que leemos la realidad “el de una educación basada en el Proceso que como tal, pretende desarrollar habilidades cognitivas y procura enseñar a “aprender a aprender“ ( metacognición).

En este sentido definiremos algunas de las variables utilizadas en el escrito:

 

·         Primera fase: Se refiere a la cantidad y calidad de los datos acumulados.

  • Percepción clara: Percepción focalizada; utiliza todos los sentidos para percibir todo los datos correcta y claramente. Mantiene su foco en un lugar.
  • Exploración sistemática de una situación de aprendizaje: Recolectar los datos paso por paso de cierta manera sistemáticamente, de tal manera que nada se pierda y nada se tome dos veces.
  • Habilidades lingüísticas a nivel de entrada: Enriquecer el vocabulario para la descripción de objetos, sucesos y experiencias en forma precisa.

·         Orientación temporal: Utilización de los conceptos correctos para describir tiempo y secuencia.

  • Conservación, constancia y permanencia del objeto: Estar atento a que alguna de las características de un objeto cambian mientras otras permanecen igual.
  • Organización de la información: Estar atento a pequeñas diferencias.
  • Precisión y exactitud en la recorrida de información: Tomar en cuenta más características al mismo tiempo (altura, largo, ancho, número, forma, etc.). Sentir la necesidad de recolectar información de diferentes fuentes.

·         Segunda fase: Incluye los factores que permiten al sujeto hacer un uso eficaz de la información disponible.

·         Percepción y definición de un problema: Ayudar a reconocer un problema y definirlo.

·         Selección de información relevante: Seleccionar, de una gran cantidad de información, aquellos datos que se necesitan para resolver el problema y dejar de lado aquellos no necesarios (eliminar).

·         Interiorizar la representación mental: Despierta la necesidad de comparar cosas: buscar las similitudes y diferencias con otras cosas y sucesos.

·         Amplitud y flexibilidad mental: Hacer una revisión, tomar en cuenta tantos factores como sea posible. Capacidad de memoria efectiva.

·         Planificación de la conducta: Poner las cosas en relación unas con otras. Nada sucede espontáneamente, Relación causa / efecto.

                             Relación medios / fin.

                             Relaciones familiares.

                             Relaciones temporales.

·         Conducta comparativa: Componer una imagen mental del dato en relación a otro dato. Capacidad para relacionar objetos y sucesos anticipándose a la relación.

·         Pensamiento hipotético: Establecer hipótesis para representar mentalmente lo que podría posiblemente suceder. Inferencia: llegar a una conclusión; en cosas sucesivas.

·         Evidencia lógica: Revisar una hipótesis mentalmente: cuál podría ser el efecto de un suceso. Encontrar la forma de revisar y confirmar una hipótesis. Si se piensa una posibilidad, buscar datos que la confirmen o rechacen.

·         Clasificación cognitiva: Organizar datos en categorías inclusivas y superiores.

·         Tercera fase: Comunicación exacta y precisa de la respuesta o solución del problema.

·         Comunicación explícita: Ponerse en el lugar de otro para comunicar la respuesta claramente. Utilizar lenguaje claro y preciso que responde al problema formulado.-

·         Proyección de relaciones virtuales: Capacidad para ver y establecer relaciones que existen potencialmente pero no en la realidad.

·         Reglas verbales para comunicar las respuestas:   Uso, manejo y deducción de reglas verbales para solucionar un problema.

·         Precisión y exactitud en las respuestas: Para expresar una respuesta correctamente se necesita un vocabulario claro.

·         Transporte visual: capacidad para completar una figura y trasportarla visualmente. Trasladar los datos y encontrar la solución desde el lugar de recolección de la información al lugar donde debe expresarse la solución (dibujando-mostrando, etc.) Sin cambiar sus características.

·         Control de las respuestas: Reflexionar antes de emitir cualquier respuesta.

 

-          CAPACIDADES:.” Estas capacidades son dimensiones del desarrollo personal del alumno que son objeto de educación escolar y que sirven para determinar el ámbito de las finalidades educativas propuestas en cada etapa. Resultan de todos conocidas sus categorías”[1]

-          Cognitivas, o referidas al funcionamiento mental del alumno.

-           Afectivas, o de componente emotivo-motivacional y que se consideran como el dinamismo del aprendizaje y de la formación de la persona.

-           Motrices, o de desarrollo sensorial, del esquema corporal.

-          Comunicativas, desarrollo de la interrelación personal, de la expresión y comunicación,  del uso de códigos de lenguaje para decir y decirse en experiencias, valores y conocimientos.

 

-          Inserción social, integración participativa y crítica en el medio socio-cultural.

 

PRUEBA DE MATRICES PROGRESIVAS DE RAVEN.

 

El test esta compuesto por 5 series y cada una de ellas con 12 problemas a resolver, mediante la composición y descomposición de distintas figuras. Algunas teorías afirman que  la solución de los problemas exige gran variedad estrategias, Este test permite establecer generalizaciones principios que se utilizan en el PEI cuando se realiza la transferencia a otra situaciones de la vida diaria  y tareas.

 

Las tareas exigen componentes de codificación, inferencia y comparación.

Puede concluirse que la gran diversidad estratégica  recogida en los problemas, han hecho un poderoso instrumento  para  evaluar el potencial de aprendizaje(2). Pág. 98 op.cit. En buena medida valora las habilidades de razonamiento deductivo, inductivo, y las precisiones cognitivas necesarias para el procesamiento de la información propuesta por Feuerstein.

Aproximaciones teóricas

 

 

            ¿Por qué se piensa  en la articulación entre la Escuela Media y Universidad? En la experiencia como profesores de  la U.N.C.  en el ingreso y el 1º año de la Universidad se ha observado que los alumnos aún cuando logran alcanzar con éxito las diferentes etapas del ingreso y su paso por los claustros, se visualizan  que se encuentran dificultades en el estudio, que no utilizan las estrategias de aprendizaje necesarios, es más, que sus funciones cognitivas superiores no estén desarrolladas o no se utilizan; creemos como muchos docentes que no se articula adecuadamente los diferentes niveles y no se promueve el desarrollo de las habilidades del Pensamiento. Se da por sentado que éstas  se desarrollan solas. Es por esto que hemos pensado en el Programa de Enriquecimiento Instrumental que desarrolla las funciones cognitivas (desde la psicología cognitiva) y la articulación con el Programa Texto.(Programa de comprensión lectora). Se cree que la escuela y también la universidad deberían implementar un dispositivo que promueva el desarrollo de las funciones cognoscitivas superiores. Se han  desarrollado desde lo conceptual dos capítulos: Parte Primera: la teoría que involucra al PEI;

Parte Segunda: El enfoque teórico que se da al Programa Texto.

 

Parte Primera: Ubicación teórica  del desarrollo de las funciones cognitivas, desde la teoría del Dr. Feuerstein

Retomando lo dicho en el párrafo anterior:,se enfoca el mismo desde dos  conceptos:   a.) Estrategias de Aprendizaje, b.) Nuevo concepto de inteligencia que desarrollan a continuación

 

 a) Estrategias de Aprendizaje

El término estrategias de aprendizaje es uno de los conceptos más utilizados en la psicología cognitiva actual. Muchos de los teóricos e investigadores de la Educación “sostienen la idea que las capacidades mentales manifestadas por los sujetos representan únicamente una pequeña muestra de lo que podrían ser y como consecuencia de ello es posible enseñar a los sujetos estrategias de aprendizaje en los contextos educativos”.[1]

 

El enfoque cognitivo sobre el aprendizaje ha demostrado la posibilidad de generar “modificación” del sujeto mediante la intervención adecuada en la instrucción de estrategias cognitivas (Brown, Campione y Day 1981; Nickerson, Perkins y Smith 1987; Stemberg 1981).

 

Como consecuencia, “las deficiencias académicas de los estudiantes pueden ser interpretadas como el resultado de la ausencia o insuficiencia de las habilidades cognitivas y de la escasa reflexión sobre las causas de éxito o fracaso”.[2]

 

Desde la concepción Vigotskyana se acepta el papel de la interacción social en el desarrollo cognitivo. Vigotsky entendía que el desarrollo no se puede pensar fuera del marco social y cultural y estos conceptos se acercan a lo expuesto por Feuerstein.

 

Brunner siguiendo las ideas de Vigotsky entiende que el desarrollo cognitivo no puede pensarse alejado de las influencias educativas.

 

b)     Diversos Conceptos de inteligencia

 

Uno de los cambios más importantes en la psicología y en la pedagogía es el enfoque que se le da al concepto de inteligencia. “Los intentos de definirla como algo genéticamente determinado e invariable; incluso el empeño en reducirla a aspectos cuantitativos parece ser tema de otros tiempos”[3]

 

“Hoy la preocupación se centra en los dinamismos de la inteligencia; su proceso, sus índices de modificación, la relación que existe entre las variables que faciliten o dificultan el pensamiento”[4].

 

En la actualidad diversos autores desarrollan el tema de la inteligencia y tratan de aclarar cómo ésta se manifiesta de manera diferente en individuos y grupos; Stemberg l985 propone el concepto de la inteligencia triárquica; el de las inteligencias múltiples lo elabora Gardner l983,otros autores aluden a la teoría factorialista: Guilford l967

 

b-1-Concepto de Inteligencia desde la teoría de la        Modificabilidad Cognitiva Estructural.

 

Feuerstein discípulo de Piaget elabora una teoría propia de la inteligencia; parte de un enfoque interaccional de la misma.; se basa en la teoría que el mismo desarrolla: LA MODIFICABILIDAD COGNITIVA ESTRUCTURAL

 

Fundamentos de la Teoría:

 

Fundamenta ésta, en la filosofía existencialista y en la psicología humanista y cognitiva, comparte  los conceptos de  Piaget  sobre la génesis, estructura y equilibrio,

 

El concepto de Vigotsky sobre la zona de desarrollo próximo es similar a  lo que plantea Feuerstein en su teoría de la Modificabilidad Cognitiva Estructural, también coincide con el concepto de Aprendizaje Significativo, ya que entre los criterios de mediación plantea el significado, es decir que le da importancia a la significatividad de lo que el sujeto aprende.

 

En su concepción antropológica parte de la concepción de que el ser humano es un sistema abierto, es decir modificable, flexible, activo, transformador que tiende a la realización y que  tiene conciencia de lo que experimenta. Este sistema abierto, está conformado por el intelecto, afecto y voluntad.

 

Esta teoría la completa con un sistema de fe y creencias; plantea que:

 

Ø  Lo que uno quiere,  es  factible porque uno cree en lo que quiere.

 

Ø  Tener fe en la acción mediadora del educador, que puede  producir la modificabilidad  cognitiva del educando

 

Ø  La inteligencia puede crecer.

 

Ø  Se puede modificar estructuralmente al sujeto a través de experiencias de Aprendizaje mediado

 

Ø  Se puede elevar el potencial de aprendizaje

 

Ø  Se puede enseñar a través de una metodología especial Experiencias de Aprendizaje mediado(EAM ) y Ambientes Activos Modificantes ( AAM).

 

El autor plantea el concepto inteligencia definiéndolo “como un proceso lo bastante amplio para abarcar una enorme variedad de fenómenos  que tienen en común la dinámica y mecánica de la adaptación, es ésta lo que es inherente a la  resolución de problemas y abarca tanto elementos puramente cognitivos como creativos y motivacionales”[5] .

 

            Aboga por el concepto de adaptación “es  un proceso dinámico que representa un proceso de cambio. Es esta la adaptabilidad del organismo( el individuo o el grupo) a la que nos referimos como Modificabilidad”[6].

 

Prefiere describir las diferencias individuales en términos de proceso o de la dinámica del cambio, en vez de describir a las personas etiquetándolas de “superdotado” a “retrasado”. Considera que la inteligencia como proceso y como entidad no concreta, está en consonancia con el punto de vista de Piaget y en su el concepto de asimilación y acomodación.

 

“La plasticidad del esquema permite que la asimilación termine al cambiar el esquema que se acomoda a los nuevos estímulos, información y experiencia, representa el punto de vista dinámico de la inteligencia como proceso[7].

 

El concepto de modificabilidad es fundamental en  esta teoría. Feuerstein considera que la modificabilidad es un proceso en el que se observan cambios permanentes, esta modificabilidad requiere cambios estructurales, no solo superficiales de la conducta inteligente. “Estos cambios permiten al organismo ser más sensibles a las fuentes internas y externas de información”[8]

 

Los seres humanos se benefician de distinta manera del aprendizaje formal o informal. El autor se pregunta que es lo que hace un organismo humano sea capaz de beneficiarse mas o menos de la experiencia, qué es lo que forma una barrera para la plasticidad. Las diferencias no se deben solo a la naturaleza del organismo humano, sino tambièn al modo de interactuar con el mundo que afecta a esta calidad de la experiencia humana.

 

La exposición directa a ciertos estímulos produce cambios; pero hay un tipo de interacción que es responsable de un cambio más general y significativo, el autor asegura que “este cambio asume una naturaleza estructural”[9]   y en esta interacción el organismo es objeto de intervención de un mediador. A este tipo de intervención lo llama Experiencias de Aprendizaje Mediado (E.A.M.).

 

Operaciones mentales

 

El objetivo general del Programa de Enriquecimiento Instrumental  es mejorar el funcionamiento cognitivo de los sujetos.

 

Éste recoge una amplia variedad de tareas cuya solución exige trabajar en diferentes modalidades  de lenguaje (pictórica, simbólica, numérica, figurativa, etc.)La solución de los problemas conlleva a utilizar operaciones mentales de orden inferior y superior.

           

Estas son "acciones interiorizadas", a través de las cuales el intelecto es capaz de organizar, ordenar y coordinar una determinada información, un conjunto de datos (contenidos y significados)

 

Todas estas acciones que se realizan de modo habitual requieren una mente capaz, no sólo de almacenar y retener datos, sino de actuar y operar sobre ellos. Como los datos no son siempre los mismos y poseen diversos niveles de complejidad, la mente irá creando y desarrollando actividades, operaciones cada vez más y más complejas a fin de resolver situaciones.

 

            Por tal razón una didáctica del pensar busca elevar el nivel de abstracción por medio del desarrollo de operaciones mentales. Ellas permiten a la mente, disponer de estructuras capaces de ordenar la realidad, dotando al sujeto de un medio eficaz para desentrañar problemas.

 

Las operaciones mentales son un medio para organizar la información que se presenta en la mente, se debe indagar entonces por los mecanismos que permiten la entrada de datos (input), su elaboración y expresión (output),estos pasos del acto mental Feuerstein lo incorpora dentro de lo que él llama  mapa cognitivo y que sirve para analizar el proceso mental que se lleva a cabo cuando se trabaja con el PEI

 

            Todos estos elementos llevan a preguntar cuáles son los prerrequisitos o estructuras para que las operaciones mentales actúen y trabajen con los datos.

 

De esta forma se llega al concepto de Funciones Cognitivas, como de aquella serie de aspectos que permite que las operaciones mentales surjan y trabajen a pleno .La operación es la expresión de la función; la función es el substrato de la operación.

 

El pensar, es una secuencia de actividades mentales internalizadas, David Sasson,  agrega, que tanto las Operaciones Mentales, como las Funciones Cognitivas, son partes de un proceso mental internalizado.

 

            Para distinguir cada una de ellas debe tenerse en cuenta  que ciertas actividades mentales deben ser consideradas más centrales, y otras serán periféricas.

Es central, cuando es directamente responsable del producto final  es decir Operación Mental; y las periféricas que son las Funciones Cognitivas, son los requisitos previos de las operaciones mentales. Estos parámetros no son rígidos, sino que se adecuan a la necesidad y al contexto.

 

Fases del acto mental

 

Cuando  el sujeto(alumno, joven, niño,  adulto) se enfrenta a un problema, cuya solución requiere emplear una serie de funciones  para recopilar toda la información.,se encuentra en la 1ª fase del acto mental, que es el input. Después, mientras  procesa, y elabora la información ( necesita de habilidades de conocimiento específicas de la  2ª fase : elaboración Y, como resultado de todo el procesamiento, el sujeto trata de dar la respuesta mas adecuada al problema planteado; para ello debe utilizar las funciones cognitivas   propias de la fase de salida :3º paso: output.

 

Dada la relevancia de la adquisición de los aprendizajes universitarios y el "déficit" de funciones cognitivas que los alumnos arrastran desde la escuela, se hace necesario detectar y trabajar en aquellas funciones que impiden el desarrollo y consolidación del aprendizaje de acuerdo a exigencias académicas universitarias, y crear estrategias metodológicas que promuevan a su desarrollo.

 

Según el  Dr. Feuerstein, las funciones cognitivas son la base del pensamiento inteligente, y por ende, las responsables del éxito o fracaso del aprendizaje.  Dice  el Dr. J.Lebeer que las funciones cognitivas son una caja de  herramientas que le permiten al ser humano comprender la complejidad del mundo y pensar en soluciones para los problemas  las funciones cognitivas no son innatas sino que se desarrollan bajo la influencia de una adecuada experiencia de aprendizaje mediado en todo tipo de situaciones de la vida diaria, en el hogar, en todas partes”[10]

 

Si los alumnos tienen déficit en alguna de las funciones cognitivas en la fase de Input o Entrada de Datos, siempre recibirá mal la información; si no saben cómo elaborar esa información, no saben cuál es el problema a resolver, dependerán del azar y no tendrán seguridad en sus procesos mentales. Por último, puede ser que los sujetos carezcan  de herramientas para entregar la respuesta precisa y correcta y por lo general, fracasan. No saben como expresar lo que saben.

Se considera de vital relevancia, detectar no sólo las funciones cognitivas deficientes, o poco desarrolladas, sino también en qué fase del acto mental se encuentran, de esta forma, se pueden crear estrategias, que apunten a superar estas dificultades, en un proceso de enseñanza aprendizaje intencional, significativo y trascendente.

 

Es importante destacar que la "deficiencia" de una habilidad, no significa que hay carencia de "función cognitiva", sino que no aparece en forma regular en su comportamiento. Desde esta perspectiva, es posible visualizar una salida para aquellos alumnos que ingresan a la Universidad, tanto a nivel de rendimiento académico, como de permanencia en la misma.

 

Programas básicos de intervención

 

 Retomando lo expuesto en el apartado b-2- las Experiencias de Aprendizaje Mediado (E.A.M.).  producen cambios, y  el autor asegura que “este cambio asume una naturaleza estructural”[11]   y en esta interacción el organismo es objeto de intervención de un mediador.

 

Este tipo de aprendizaje es un constructo desarrollado por este Psicólogo y por medio de él describe la interacción especial entre el alumno ( niño, joven, adulto) y el mediador (padres, profesores u otro adulto) que hace posible que el aprendizaje sea intencional y significativo

 

A partir de esta teoría y sus fundamentos elabora programas básicos de intervención.

 

Ø  LPAD( dispositivo de Evaluación del Potencial de Aprendizaje)   Es un proceso de evaluación dinámica de la Propensión al Aprendizaje, que ha permitido esclarecer las funciones cognitivas,  que aparecen como deficientes o pobremente desarrolladas; las evaluaciones psicométricas no tienen importancia para el Dr. Feuerstein y elabora estas otras pruebas para descubrir el Potencial de aprendizaje, que  se basa en el proceso y no en el resultado.

 

Ø  El PEI.:Programa de Enriquecimiento Instrumental: es un programa de intervención que apunta a la modificación Estructural Cognitiva. Es instrumental porque : los instrumentos son un medio,  que con una metodología especial busca el cambio estructural. Feuerstein se inspira en dos maestros de la escuela de Ginebra Piaget y A Rey; es un proceso de interacción  en el que se enseña a pensar. Tanto el LPAD como el PEI trabajan con una  metodología  que  se basa en:

Ø  La creación de AAM. (Ambientes Activos Modificantes).

Ø  La aplicación de E.A.M.(Experiencias de Aprendizaje Mediado).

 

En la actualidad sigue creyendo que el ser humano es modificable en todas las edades más allá de su condición.

 

Mediador, dice este psicólogo, “es toda persona que ordena y estructura los estímulos y aprendizajes para ayudar al alumno a construir su propio conocimiento. El papel del mediador consta en servir de guía y provocar la interacción adecuada para lograr el desarrollo de estrategias de pensamiento orientadas a la solución de problemas[12] .

 

Las E.A.M. son una condición necesaria para lograr el desarrollo cognitivo del sujeto. Este  autor ha definido en su teoría de las E.A.M.  “el perfil del mediador como persona que  permite la interacción entre el individuo y el medio”[13] (Feuerstein, Klein y Tannemban 1991)

 

La mediación genera Ambientes Activos Modificantes,(A.A.M.) promueven el  tomar decisiones estratégicas, la creatividad, el preguntar y preguntarse, la meta cognición, personas autónomas.

Experiencias de aprendizaje Mediado

 

A través de las E.A.M. se logra el desarrollo socio-afectivo, la autoestima, el auto descubrimiento. Se trabajan principios de vida: valores, actitudes y normas,  despliegan los pre- requisitos del pensamiento necesarios para desarrollar las  operaciones mentales y estrategias. Busca significados y la motivación intrínseca.

 

                        Criterios de Mediación:

 

Ø  Intencionalidad y reciprocidad: Este criterio hace referencia a una mediación intencionada o con propósitos expresos sobre la actividad modificadora del proceso cognitivo, de aprender a aprender; de adquisición de hábitos personales y sociales y de su sistema de necesidades[14] .

 

Ø  Trascendencia: El mediador trasciende los conocimientos, relaciona actividades con el futuro, con la vida diaria.

La mediación va más allá de las necesidades inmediatas que origina la actividad, exige transferencia de lo aprendido a otras esferas del conocimiento

 

Ø  Significado: consiste en presentar las situaciones de aprendizaje en forma relevante y significativa para el mediado

 

Ø  Sentimiento de competencia: Se trata de potenciar en el mediado el sentimiento de “ser capaz” ,favorece  la auto imagen positiva

 

Ø  Regulación y control de la conducta: El mediador ayuda a que la persona regule su conducta impulsiva, enseñándole estrategias de planificación; intenta desarrollar en el sujeto el pensamiento reflexivo.

 

Ø  Compartir: El que media interactúa con el individuo que aprende y con el grupo, es decir, favorece el compartir las experiencias de aprendizaje entre las personas

 

Ø  Individualización y diferenciación psicológica: Se consideran las diferentes individualidades, los estímulos cognitivos y el tiempo de cada persona.

 

Ø  Búsqueda y planificación de objetivos: El mediador enseña a establecer metas a corto y mediano plazo; metas  individuales y que los sujetos se esfuercen por obtenerlas.

 

Ø  Confrontación al desafío: Anima a buscar lo novedoso lo distinto, aunque sea difícil, anima a enfrentarlo.

 

Ø  Conciencia del propio cambio:  Hace lo posible para que el mediado tenga conciencia que puede cambiar su propio funcionamiento cognitivo.

 

Ø  Mediación de valores y actitudes: “El mediador actúa para que el mediado viva los valores y los haga operativos en su conducta dentro de la realidad sociocultural en la que se desenvuelve. Supone desarrollo de actitudes positivas: respeto, tolerancia comprensión, ayuda al otro, cooperación” [15]  Feuerstein considera  que en  las EA.M.  siempre deben estar los tres primeros criterios. Los otros se dan de acuerdo a la situación del grupo.

           

      La Psicología Cognitiva ha pasado por un largo  proceso. Durante mucho tiempo estuvieron de moda las teorías conductista y psicoanálitica,  e influyeron grandemente en la educación, especialmente el  conductismo. También referido a los procesos infantiles  se creía que el pensamiento del niño era un reflejo de las habilidades individuales, y las características socioculturales eran ignoradas en el proceso de aprendizaje.

 

            Desde hace más de treinta  años empezó a resaltar la psicología cognitiva, e influenciar  en las teorías del aprendizaje  y en la educación en general. los cambios producidos en la psicología y en la educación se deben en principio a Piaget ,luego en la década del 80  comienza a conocerse a  Vigotsky y comienza a influir en la educación. Las teorías de ambos hacen referencia a los problemas fundamentales del desarrollo y  aprendizaje.,según dice Alex Kozulin, en “Individualismo epistemológico frente a una posición sociocultural:  Piaget, Vigotsky y la teoría del aprendizaje mediado”  que el denominador común de ambas teorías incluye el enfoque centrado en formación del pensamiento  y en la comprensión del funcionamiento psicológico

 

2-2-EL TEXTO Y SUS ABORDAJES

 

Un enfoque interdisciplinario de la comprensión lectora.

 

      La capacidad de comprender un texto es un objetivo prioritario de la enseñanza. Leer es comprender. La mecánica puede ser buena o con deficiencias,  pero si solo apuntamos a ella –es necesaria su practica constante para mejorar su practica y su velocidad- podremos  lograr una correcta decodificación, pero sin comprensión y por lo tanto convertirse en una actividad “servil”.-

 

Muchas veces el alumno realiza una lectura mecánica correcta, pero ignora el verdadero propósito de la lectura inteligente y lee sin poner en el texto el interés que todos esperamos.

Ante esa actitud frente a la información actualizada, los docentes experimentan cierta impaciencia, unida a una molestia inexplicable. Estas sensaciones surgen porque no se concibe una lectura sin razonamiento, un ejercicio lector sino tratar de introducirse en el pensamiento mismo del que lo escribió, para poder explicarlo luego claramente y por otro, porque se siente que eso sucede a raíz de que se han dado pocos instrumentos al alumno para que pueda leer comprensivamente y quiera hacerlo.

 

Mientras que el alumno no acepte que leer es llegar a la mente del que emitió el mensaje, compenetrarse de su intención no podrá iniciarse en una compleja metodología que le será útil responda a una motivación profunda a una necesidad  de querer leer. Se puede afirmar que el alumno no comprende lo que lee porque no tiene conciencia sobre el objetivo básico de la lectura: su comprensión.

 

Dice Pier Gamarra “A esta lectura mecánica, siempre aleatoria, se puede oponer la lectura la que yo llamaría, la que permite expresar el texto, sino en su plenitud al menos en una gran parte de su riqueza, permite percibir ante todo que si el texto es rico o pobre gustar uno mismo de sus sustancia, y eventualmente, transmitirlo a los otros. Leer profundamente un texto es penetrar en él para descubrir la belleza, aciertos,  errores, falacias. La lectura acompaña aquí al espíritu crítico”.

 

La lectura será gracias a la intervención inteligente del docente, una actividad satisfactoria  y útil para el alumno, quien comenzará el aprendizaje de la metodología que incluye “comprensión de textos”, afirmando que leer es comprender y comprender es una actitud en el hombre, que implica lograr una penetración intelectual, una visión intima y clara de lo leído.-

 

Comprensión de textos no es una nueva disciplina, un campo inexplorado, un conjunto de técnicas difíciles y complicadas. ES, SÍ UNA FORMA MODERNA DE LECTURA, UN CAMINO SISTEMÁTICO Y PROGRESIVO QUE LLEVA A TRAVÉS DE DIFERENTES NIVELES HACIA LA PRODUCCIÓN CREATIVA MÁS ALTA.

 

Leer con inteligencia  significa captar las relaciones que la parte leída guarda con las restante del libro, o con otros autores, o con la teoría general a la cual se refiere. Comprender significa integrar un saber en un ámbito de conocimiento mayor y mejor.

2-2-1-La lectura: diferentes concepciones teóricas

Si se observan los trabajos sobre lectura aparecidos en los últimos cincuenta años, es posible descubrir que ellos se apoyan, a través del tiempo, en tres concepciones diferentes del proceso. La primera, predominante mas o menos hasta los años sesenta, concibe a la lectura como un conjunto de habilidades; la segunda se desarrolla en las décadas del sesenta y del setenta, considera que la lectura es el producto de la interacción entre pensamiento y lenguaje; la tercera y más reciente concibe a la lectura como un proceso de transacción entre el lector y el texto.

 

Ø La lectura como conjunto de habilidades

 

La concepción de la lectura como conjunto de habilidades estaba menos interesada en explicar el proceso que en resolver los problemas derivados de su aprendizaje. Dada la complejidad de la lectura, la gran preocupación de los estudiosos del campo era describir las etapas por las que debía atravesar el niño y las destrezas que tenía que adquirir en cada una para llegar al dominio de este proceso.

 

Si bien en las primeras décadas del siglo los trabajos de dos autores tan sobresalientes como Huey (1908) y Tnorndike (1917) se dirigían a señalar la complejidad de la lectura como proceso psicológico, sus ideas no llegaron a influir de manera suficiente como para que se abandonara la concepción de que la lectura podía ser desmenuzada en sus elementos componentes y éstos ordenados según su grado aparente de dificultad. Con esto se pensaba dar solución a los problemas derivados del aprendizaje de la lectura, sobre todo en su etapa inicial.

 

El esquema clásico, dentro de esta concepción, proponía el reconocimiento de las palabras como el primer nivel de la lectura seguido de la comprensión como segundo nivel,  de la reacción o respuesta emocional en tercer lugar y de la asimilación o evaluación como

 

 

último nivel. A este esquema se ajustaron muchas taxonomías con ligeras variaciones entre ellas, debidas en general a hacer o no explícitos los subniveles correspondientes a cada etapa o nivel. En especial la comprensión se consideraba compuesta a su vez por distintos subniveles jerárquicos que incluían, básicamente, la comprensión literal o habilidad para comprender lo explícitamente dicho en el texto, la inferencia o habilidad para comprender lo que esta implícito y la lectura critica o habilidad para evaluar la calidad del texto o las ideas o propósitos del autor.

 

Justo es señalar que algunos de los defensores de esta posición Gray (1937) entre ellos, no dejaron de ver que la lectura en un “acto  tal” y por lo tanto algo más que la suma de sus partes; sin embargo prevaleció la idea de que al dominar las habilidades básicas el lector podrá luego integrarlas como un todo. Esta creencia iba además a arraigar tan profundamente  en el espíritu  de quienes estaban trabajando en el área educacional, que los sistemas escolares aun hoy basan en ella la enseñanza de la lectura.

             

                De acuerdo con esta concepción se dice que el lector comprende el texto cuando es capaz de extraer el significado que el mismo le ofrece lo cual implica un reconocimiento tácito de que el sentido del texto esta en las palabras y oraciones que lo comprenden y de que el papel del lector consiste en descubrirlo. Esta idea está perfectamente reflejada en las palabras de Carroll(1976) cuando señala que “la habilidad esencial de la lectura es obtener significado de un mensaje escrito”, o en las de Gilson y Levin (1975) cuando afirman que “leer es extraer información de un texto”.

 

El lector en este caso desempeña un papel meramente receptivo a la medida en que el sentido de lo leído le llega de afuera, es lo que se incorpora al sujeto que lee, algo así como un producto de la página impresa que el sujeto adquiere mientras lee.

 

Podría afirmarse que el modelo subyacente al enfoque de la lectura como conjunto de habilidades presupone que:

 

·         La lectura es un proceso divisible en sus partes componentes.

·         La comprensión es tan sólo una de esas partes.

·         El sentido de la lectura está en pleno texto.

·         El lector es ajeno al texto y su papel se reduce a extraer el sentido de aquel.

 

La lectura como proceso interactivo

 

El enfoque de la lectura como conjunto de habilidades comienza a ser cuestionado a finales de la década del sesenta con el avance de la psicolinguistica y de la Psicología cognoscitiva. A partir de ese momento surge lo que podría denominar en términos muy generales, el enfoque interactivo de la lectura, dentro del cual merecen destacarse el modelo psicolinguistico y la teoría del esquema.

 

 

Kenneth Goodman, el máximo exponente del modelo psicolinguistico, dice en el prólogo de una de sus obras (Goodman 1982) que él comenzó su trabajo valiéndose de los siguientes supuestos: 1) la lectura es un proceso de lenguaje; 2)los lectores son usuarios del lenguaje; 3) los conceptos y métodos lingüísticos pueden explicar la lectura  y 4)nada de lo que hacen los lectores es accidental, todo es el resultado de la interacción con el texto.

A través de la observación del lector, en situaciones lo más naturales posibles, Goodman llegó a la conclusión de que la lectura es un proceso psicolinguistico en el que interactúan el pensamiento y el lenguaje.

Frank Smith (1980), otro de los primeros del enfoque psicolinguistico, también destaca el carácter interactivo del proceso cuando afirma que en la lectura interactúa la información no visual al que posee el lector con la información visual que proporciona el texto. En ese proceso de interacción el lector construye el sentido del texto.

La lectura se inicia con una entrada gráfica: los ojos recogen las marcas impresas y las envían al cerebro para que éste las procese. Esto quiere decir que la vista capta la información gráfica pero es el cerebro el que la procesa y ese procesamiento sólo es posible por los conocimientos y experiencias que ya posee el lector; gracias a esos conocimientos el cerebro puede tomar decisiones respecto de la información visual y construir un significado para el texto en cuestión. Si el lector no puede relacionar  el contenido por el, no podrá construir ningún significado. Por ejemplo. ¿Cuántos lectores podrán construir sentido del siguiente párrafo?.

 

Como todas las teorías auge la ACD ha sido modelada a través de la electrodinámica (QED).Mientras que en la QED las interacciones electromagnéticas son mediadas por el cambio de iotones entre partículas cargadas, en QCD las interacciones fuertes son mediadas por el cambio de “gluones” entre cuarks coloreados.

(Capra. 1984:358).

 

Indudablemente sólo aquellos que están familiarizados con la física subatómica y conocen los conceptos utilizados en ella. Lo mismo se podría afirmar de cualquier texto que se refiere a un campo muy especializado del conocimiento: solo algunos lectores podrían construir el sentido de aquél, aun cuando todos pudieran “leerlo”.

Smith (1980) sostiene que cuanto mayor sea la información no visual que posee el lector, tanto menor será la necesidad de utilizar la información visual, puesto que la lectura es un proceso selectivo en el cual el lector no utiliza toda la información disponible, sino tan sólo la que necesita para construir el sentido del texto.

El enfoque psicolinguistico hace mucho mas hincapié en que el sentido del texto no está en las palabras u oraciones que componen el mensaje escrito, sino en la mente del autor y en la del lector cuando reconstruye el texto en forma significativa para él.

Goodman (1976) afirma que no hay nada intrínseco al sistema de escritura o a sus símbolos que tenga significado, sino que el significado es aquello con lo cual el autor comienza cuando escribe y es lo que el lector debe reconstruir cuando lee. Smith (1980) dice muy claramente que el significado no es algo que el lector o el oyente obtienen del lenguaje. Sino alguno que ellos traen al lenguaje. Tierney y Pearson (1983), en uno de sus últimos trabajos, son igualmente enfáticos al declarar que los lectores “componen” el significado y que por lo tanto no hay significado en el texto hasta que el lector decide que lo haya.

Esa construcción del sentido se lleva a cabo, de acuerdo con Goodman (1976) a través del uso que nace el lector de la información grafo tónica, sintáctica y semántica que el texto le ofrece: La primera incluye todas las convenciones ortográficas y la compleja red de relaciones entre la representación gráfica y fonológica del lenguaje. La segunda comprende las reglas que gobiernan el orden de los elementos linguisticos sin el cual no sería posible obtener significados y la tercera incluye los conceptos expresados a través de determinado vocabulario. Estos tres tipos de información no solo están presentes en el texto sino también en el lector y el debe ser capaz de seleccionar las claves más relevantes de cada uno de ellos para construir el sentido del texto.  

 

Los lectores deben poseer esquemas para la ortografía para la sintaxis del lenguaje y para los conceptos presupuestos por el autor, a fin de seleccionar, usar y complementar las claves apropiadas para un texto particular.

            (Goodman, 1984:104)

 

Dentro de esa concepción se destaca el papel activo que cumple el lector en el proceso de la lectura, al señalar que aquel construye el sentido del discurso escrito haciendo uso tanto de su competencia lingüística como de su experiencia.

El enfoque interactivo se vio además enriquecido por el aporte de los psicólogos contructivistas que se aplicaron al estudio del papel que juega en la lectura la experiencia previa del sujeto. Para ello retomaron el concepto de “esquema”, utilizado por Bartlett (1932) en sus estudios sobre memoria- para designar las estructuras cognoscitivas creadas a partir de la experiencia previa del sujeto- y se refirieron a la lectura como el proceso mediante el cual el lector trata de encontrar la configuración de esquemas apropiada para explicar el texto en cuestión. La interacción entre pensamiento y lenguaje sostenida por los psicolinguistas pasa a ser, para los psicólogos constructivistas, la interacción entre la información aportada por el texto y los esquemas que posee el lector.

Los esquemas, de acuerdo con Rumelhart (1980, son las unidades en las cuales no solo esta almacenado todo el conocimiento, sino también la información necesaria sobre cómo utilizar ese conocimiento.

 

Un esquema, es una estructura de datos que representa los conceptos genéricos archivados en la memoria. Hay esquemas que representan nuestro conocimiento acerca de todos los conceptos, los que subyacen a los objetos, eventos, secuencias de eventos acciones y secuencias de acciones. Un esquema contiene, como parte de su especificación, la red de interrelaciones que mantienen entre si las partes constitutivas del concepto en cuestión.

            (Rumelhart 1980:34).

 

Una de las características esenciales de los esquemas es que posee en variables (Rumelhart y Ortony, 1977). Esto quiere decir que pueden estar asociados a diferentes aspectos de ambiente en diferentes evocaciones (instantiations) del esquema. El esquema para COMPRAR, que Rumelhart (1980) da como ejemplo, implica como mínimo las variables comprador, vendedor, mercancía y dinero u otra forma de intercambio. Esas variables pueden tomar diferentes valores en distintas ocasiones, los cuales estarán determinados tanto por aspectos situacionales y contextuales como por los estímulos a ser comprendidos mediante la aplicación del esquema. Sin embargo, toda variable posee valores típicos o restricciones (constraints) que cumplen, según Rumelhart, importantes funciones en el proceso de la comprensión. En primer lugar ayudan a identificar los distintos aspectos de la situación con las variables del esquema, es decir, impedirán que se confundiera el comprador con la moneda en una situación de compra. En segundo lugar, las restricciones operan como “valores omitidos” para variables que no han sido observadas, por ejemplo, si se lee algo sobre un partido de futbol, se puede inferir la existencia de un número determinado de jugadores o de los arcos en la cancha, aunque dichas variables no estén presentes en el texto.

Otra característica de los esquemas es que cada uno consiste en una red o “árbol” de subesquemas, los que a su vez pueden construir una configuración de otros subesquemas . Por ejemplo, el esquema APARTAMENTO, estaría constituido por los subesquemas SALON, DORMITORIO, COCINA, BAÑO, etc., pero a su vez el esquema COCINA estaría conformado por otros subesquemas: MESADA, LAVAPLATOS, ALACENA, etc. De la misma manera APARTAMENTO podría ser un subesquema del esquema EDIFICIO.

Si cada esquema está constituido por subesquemas de más bajo nivel y estos, a su vez, por otros más bajos, se suponer que tal organización es infinita. Sin embargo, pareciera existir un tope mas allá del cual algunos subesquemas no pueden caracterizarse por referencia a otros subesquemas. Esos serían los esquemas elementales o “primitivos” sobre los cuales, al decir de Norman y Rumelhart (1975), descansa gran parte de nuestro sistema de conocimientos.

Desde el punto de vista de la teoría del esquema, el lector logra comprender un texto cuando es capaz de encontrar la configuración de esquemas que permita explicarlo en forma adecuada. Esa búsqueda se lleva a cabo a través de dos procedimientos o dos vías de activación de los esquemas: abajo-arriba (botton-up) y arriba-abajo(top-down). Otros autores se refieren a estas vías como procesamiento impulsado por los datos (data-driver) y procesamiento impulsado por los conceptos (conceptually-driver) (Bobrow y Norman, 1975).

 

El procesamiento abajo-arriba ocurre cuando algunos aspectos del in-put sugieren o activan esquemas en forma directa t éstos, a su vez, activan o sugieren esquemas dominantes de los cuales ellas son parte constituyente (Rumelhart y Ortony, 1977:128).

 

Este sería el caso cuando el esquema PARABRISA sugiere el esquema construiría un sentido muy diferente al que tendría lugar si el texto fuera este otro:

 

·         Elena rechazó el regalo con furia.

·         Roberto contempló el diamante que yacía a sus pies.

 

En ambos casos lo único que ha cambiado es el nombre del objeto rechazado como regalo, pero ese pequeño cambio en la información gráfica provoca un cambio total en la situación evocada y por lo tanto en el sentido construido.

           

Las claves del texto, entonces, llevan al lector a evocar esquemas en forma instantánea los que serán luego evaluados y confirmados o rechazados a medida que avanza la lectura, hasta encontrar una interpretación consiste del pasaje en cuestión. Si el lector fracasa para comprender un texto esto puede atribuirse, de acuerdo con la teoría del esquema, a tres razones:

 

1.      A que el lector no posee los esquemas apropiados.

2.      A que el lector posee los esquemas apropiados, pero las claves del texto no son suficientes para sugerirlos.

3.      A que el lector puede lograr una interpretación consiste con el texto, pero no coincidente con la del autor del mismo. (Rumelhart 1980).

 

Es tal vez importante hacer algunos comentarios con respecto a las razones señaladas por Rumelhart para explicar el fracaso en la comprensión de la lectura, por cuanto ellas pueden conducir a algunos equívocos cuando se pretende aplicar la teoría a la práctica pedagógica. En relación con la primera de ellas, se podría interpretar que es suficiente proveer a los niños de los esquemas necesarios para tener solucionado el problema de la comprensión de la lectura. Lamentablemente no es así; es cierto que el conocimiento previo es requisito indispensable para comprender un texto, pero como muy bien lo afirma Spiro (1980) la disponibilidad de esquemas no basta, por si sola, para asegurar la comprensión, puesto que además se requiere el uso adecuado y eficiente de los mismos.

 

La segunda razón alegada por Rumelhart debería, por lo tanto, ser ampliada en el sentido de que no solo las claves del texto pueden ser insuficientes para evocar los esquemas apropiados, sino que el lector puede ser incapaz de usar en forma adecuada su conocimiento previo.

 

En cuanto a la tercera de las razones expuestas por Rumelhart para explicar el fracaso del lector en la comprensión de la lectura, cabría plantearse un interrogante: ¿hay en ese caso “falta de comprensión” o hay una comprensión “diferente” del texto?

 

Valdría la pena recordar el interesante trabajo de Adams y Bruce (1982) en el que se analiza la interpretación de una fábula de Esopo realizada por una niña. Al compararla con la interpretación de los adultos, loa autores concluyen que las diferencias encontradas no radican en una “falta de comprensión” del texto, sino por el contrario, en una comprensión distinta de la de los adultos, pero perfectamente consistente con los esquemas disponibles para la niña.

Aunque Rumelhart afirma que la comprensión se alcanza cuando el AUTO o cuando el esquema AVION activa AEROPUERTO.

El procesamiento arriba-abajo por su parte, tiene lugar

 

...cuando los esquemas activan los subesquemas que los constituyen (Rumelhart y Ortony, 1981).

 

            Serviría para este caso el ejemplo ya señalado de COCINA cuando activa los subesquemas LAVAPLATOS, MESADA, ALACENA, etc.

           

El procesamiento de los esquemas en ambas direcciones se daba forma simultanea en el lector hábil, pero si alguno de los procesos no ejecutado en forma eficiente, surgirán dificultades en la comprensión del texto. Los trabajos de La Berge y Samuels (1976) se han dedicado a analizar la eficiencia del procesamiento abajo-arriba a través de la automaticidad dela decodificación. Estos autores sostienen que la habilidad de la lectura se logra cuando la decodificación ya no exige atención, es decir, cuando la misma se produce en forma automática.

           

Spiro (1980) observa que, aunque es de suponer que la eficiencia del pensamiento arriba-abajo también debe estar ligada a la automaticidad, no se le ha prestado suficiente atención a este problema, tal vez por que se sabía todavía muy poco respecto de la forma en que operan esos procesos. Spiro, sin embargo, aventura algunas ideas interesantes en relación a un tipo de automaticidad del pensamiento arriba-abajo que el denomina”inmersión”. Esto se refiere a la situación en la cual el lector esta tan envuelto, tan sumergido en la lectura que olvida que esta leyendo . En tal caso, si se presta atención a los detalles el proceso (lo mismo que sucedería si uno se detuviera a pensar cómo está moviendo las piernas al bajar una escalera).

           

Las ventajas de “sumergirse” en la lectura parecen obvias, según Spiro, desde el punto de vista de la eficiencia del proceso, pero sería necesario conocer como se desarrolla esa habilidad y cuales son sus prerrequisitos para descubrir algo mas sobre las diferencias que separan al lector hábil del que no lo es.

           

Cuando al procesar un texto a través de estas dos vias se logra una configuración de esquemas que lo explican en forma satisfactoria, se ha obtenido la comprensión del mismo.

           

Para la teoría del esquema, al igual que para el modelo psicolinguistico, el papel del lector es eminentemente activo puesto que el sentido de la lectura es el producto de su actividad mental que busca los conocimientos archivados en su memoria y los proyecta sobre la página impresa. El proceso podría ser descrito de la siguiente manera: La información gráfica evoca un conocimiento (esquema) en la mente del lector, ese conocimiento sugiere alternativas para la construcción del sentido del mensaje y la selección y aceptación o rechazo de las alternativas depende de la relación entre el conocimiento evocado y la obtención de nueva información o de nuevos conocimientos. Amanera de ejemplo, un lector que leyera el siguiente texto:

 

·         Elena rechazó el regalo con furia.

·         Roberto contempló el juguete que yacía a sus pies.

 

Reúne un lector y un texto particulares en circunstancias también particulares. El lector adquiere su carácter de tal en virtud del acto de lectura y es a través de éste que el texto adquiere significación. En el proceso de transacción lector y texto son mutuamente dependientes y de su interpenetración reciproca surge el sentido de la lectura. Rosenball lo sintetiza en forma muy bella cuando dice:

 

 

El poema ( ) debe ser pensado como un suceso en el tiempo. No es un objeto o una entidad real. Sucede durante la compenetración del lector y el texto. El lector trae al texto su experiencia pasada y su personalidad presente. Bajo el magnetismo de los símbolos ordenados del texto, el dirige sus recursos y cristaliza, con la materia prima de la memoria, el pensamiento y el sentimiento , un nuevo orden, una nueva experiencia que él ve como el poema. Este llega a ser parte del flujo perpetuo de su experiencia para ser reflejado desde cualquier ángulo importante para el como ser humano. 

                        (Rosenblatt, 1979:12)

 

            A nuestro juicio, esta nueva concepción de la lectura no se opone al enfoque interactivo sino que va un paso más allá, se diría tal vez que lo trasciende, al enfatizar la dinámica del proceso en el cual observador y observado, lector y texto se confunden en un tiempo único y surgen del mismo transformados.

           

Se podría decir en términos filosóficos, que el texto contiene el significado “en potencia”, pero que éste se “actualiza” por medio del lector en el proceso de transacción que supone la lectura. Habría que añadir, además, que el significado potencial del texto paralelo y estrechamente relacionado con el texto editado, pero no idéntico al que el autor tenía en su mente antes de expresarlo por escrito. Entre el lector y el texto se da un proceso de transacción a través del cual ambos se transforman.

 

Desde un punto de vista transaccional el escritor construye un texto a través de transacciones con el mismo a medida que se desarrolla y a medida que se expresa su significado. El texto es transformado en el proceso y también lo son los esquemas del autor (las formas de organizar su conocimiento). El lector también construye un texto durante la lectura a través de transacciones.

 

 

El lector encuentra la configuración de esquemas que le permitan explicar el texto en forma apropiada, pareciera que “en forma apropiada” quiere decir coincidente con el autor.

 

Precisamente la medida de la comprensión como la duplicación del texto por parte del lector es el punto crítico que Marjorie Siegel (1984) señala al contraponer el enfoque interactivo de la lectura como el enfoque transaccional. Para esta autora “la comprensión envuelve algo más que duplicación del mensaje del autor: la comprensión implica la interpretación del lector de la representación textual que él ha construido” (1984:4). Antes que duplicar el mensaje, lo que hace el lector, de acuerdo con Singel, es duplicar el rol creativo del autor.

 

El concepto de esquema ha tenido, no obstante, gran aceptación por parte de los teóricos e investigadores del campo de la lectura, hasta punto de que en la actualidad es difícil encontrar un trabajo que prescinda de él para explicar el proceso por medio del cual el lector construye el sentido de un texto.

 

Para resumir, podría decirse que el enfoque interactivo de la lectura supone que:

 

·         La lectura es un proceso global e indivisible.

 

·         El sentido del mensaje escrito no está en el texto sino en la mente del autor y del lector.

 

·         El lector construye el sentido a través de la interacción con el texto.

 

·         La experiencia previa del  lector juega un papel fundamental en la construcción del sentido del texto.

A modo de conclusión:

Del análisis de los datos obtenidos puede concluirse que el grupo experimental logró desarrollar las funciones cognitivas que se observaron como deficientes.

Estas funciones que se definieron con anterioridad se utilizaron en el trabajo con el programa texto ya que este grupo comprendió como  utilizar: en los textos el pensamiento hipotético, adecuada interpretación de consigna, clasificaciones, organización del texto; a ser más reflexivos y aprendieron “a aprender del error”. A través de las técnicas de observación sistemática en la investigación se percibieron “cambios en la conducta del grupo”  Como por ejemplo los alumnos tuvieron en cuenta palabras claves, leer y analizar las consignas con más atención,  supieron diferenciar con claridad ideas principales de ideas secundarias y lograron incorporar datos de otros autores. Le encontraron sentido a las estrategias adquiridas realizando la transferencia a la vida cotidiana, especialmente  al estudio. En cuanto a la vida relacional lograron mayor flexibilización en la búsqueda de estrategias para la solución de problemas y a nivel personal se visualizó conductas que denotaron mayor desarrollo de la autoestima y sentimiento optimista ante las pruebas de ingreso a la universidad.

 

Ahora bien, en relación a los resultados obtenidos en las entrevistas dirigidas a los docentes que participaron de la experiencia; se arriba a la conclusión que consideraron la estrategia de mediación como altamente positiva, a ver el texto como una manera de mejorar distintos tipos de estrategias de aprendizajes, a utilizar el texto como una manera de enseñar, y que el alumno pueda aplicarlo a diversos espacios curriculares.-

 

En otros términos a partir de la experiencia en la que intervinieron  los docentes, los mismos visualizaron la necesidad de implementar cursos de actualización y perfeccionamiento de estrategias de aprendizaje áulicas.   

 

MEDIACIÓN

Por todo lo expuesto este trabajo favoreció en el grupo experimental el afianzamiento de estrategias de aprendizajes y competencias necesarias desde lo cognitivo y el desarrollo del pensamiento emocional para el ingreso y permanencia en la Universidad.

 

Con base a lo expuesto y teniendo en cuenta el impacto que el trabajo generó en la comunidad educativa de la escuela media (alumnos-directivos-docentes) y el gobierno escolar,  es que se propone la articulación en ambos niveles con los instrumentos citados ut supra dado que favorecen el ingreso y la permanencia en el nivel superior.

Lo importante es saber que todos juntos podemos cimentar un camino. “Es larga la carretera cuando uno mira atrás vas cruzando las fronteras sin darte cuenta quizás”.- 

 

 

BIBLIOGRAFIA:

DITTHAR, N : “Cuantitativa- cualitativa methods”, en Bittmat, N, et. Al eds.) , Sociolinguistics, Berlin-New York,, Mouton/ de Gruyter, 1987. (Trad. Tyler, L., Montevideo, Instituto de Linguística. Facultad Humanidades y Ciencias de la Educación, Universidad de la República (nimeo).

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[1] López María Isabel, Licata Rosa, Palacín Gladys, Quesada Marta.” Hacia la Escuela del Pensamiento” F.E.E. UNC 1999..Pág. 10

 

[2] Op. Cit :Pág. 11

 

3  Martínez Beltrán, José “La mediación en el proceso de aprendizaje” Ed. Bruño. Madrid. Pág. 17.

 

4 Op. Cit. Pág.17

 

[5] Feuerstein: “La teoría de la Modificabilidad Estructural Cognitiva.” U. Diego Portales (Pág. 2).Sgo de Chile l999

 

[6] Op. Cit Pág. 2.

 

7 Op. Cit. Pág. 3

 

[8]  Pérez  Román ,Martiniano y ... Diez López, Eloísa “Inteligencia y Potencial de Aprendizaje  Pág. 122 Ed. Cincel Madrid 1988. .

 

 

[9]Feuertein,Reuven  :”La teoría de la Modificabilidad estructural Cognitiva” U. Diego Portales.Sgo de Chile 1999. Pág. 5.

[10] Texto. Lebeer  Jo. Para Proyecto Inside2000

 

[11]Feuerstein, Reuven  :”La teoría de la Modificabilidad estructural Cognitiva” U. Diego Portales .Sgo. de Chile 1999. Pág. 5.

10 Prieto Sánchez, María Dolores, Pérez Sánchez ,Luz :”Programa para la mejora de la Inteligencia, teoría Aplicación y Evaluación. ED Síntesis Madrid. 1993 Pág. 23

 

11OP. Cit. Pág. 24

 

l2 Martínez  Beltrán, José María “La Mediación en el proceso de aprendizaje”. Ed Bruño Madrid,  Pág. 26

 

 

 

 

14-Op cit, La mediación en el Proceso de Aprendizaje”

 

 

[15] Prieto Sánchez, María Dolores, Pérez Sánchez, luz :”Programas para la Mejora de la Inteligencia.Teoría,Aplicación y Evaluación.” Ed. Síntesis. Madrid. l993. Pág. 31

 

 



[1] Martínez Beltrán, José María: “Enseño a PensarEd. Bruño,  Madrid l995

 

 

EDUCACIÓN SUPERIOR Y EDUCACIÓN COMPARADA. Manoni, Flavia

EDUCACIÓN SUPERIOR Y EDUCACIÓN COMPARADA. Manoni, Flavia

                                                    AUTORA: FLAVIA MANONI

INTRODUCCIÓN:

En los últimos años, los profundos cambios sociales, políticos y económicos ocurridos en el país han establecido la necesidad, en las universidades, de adecuarse a un nuevo contexto determinando un proceso de transformación de éstas tanto hacia el interior de sus estructuras como hacia el exterior, es decir, en sus relaciones con el Estado y con las demás instituciones de la sociedad.

Se intentará a continuación, tomar como objeto de análisis la comparación en algunos aspectos entre las universidades públicas y las privadas, como integrantes del Sistema de Educación Superior- y las modificaciones operadas a partir de los cambios contextuales que se han producido en los últimos años.

Desde esta óptica este trabajo comenzara rescatando la historia de la educación comparada y las distintas visiones. En un segundo momento se realizara una breve aproximación teórica. Para complejizar aun mas la tarea en el tercer capitulo se intentara ahondar en la compleja construcción socio-institucional de los cambios producidos en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional de Cuyo con especial énfasis en la carrera de Licenciatura en Trabajo Social pretendiendo comparar algunos aspectos de la educación publica con la privada en la universidad.  También visualiza un cuadro comparativo en algunos aspectos importantes.

 

El presente se posiciona sobre el paradigma emancipatorio, que considera que el análisis del contexto es condicionante. Desde esta mirada, se entiende que en educación comparada la caracterización del contexto es preponderante porque las condiciones hacen variar y regulan en buena medida las prácticas de la comunidad educativa. En este sentido se profundizará sobre aspectos históricos, políticos y sociales insistiendo en el contexto de la facultad de Ciencias Políticas y Sociales.  

 

Cabe aclarar que el presente es un intento parcial, por falta de tiempo se han tomado algunos aspectos de comparación entre Universidades Privadas y Publicas, dado que responde a lo solicitado por la cátedra sistema educativo comparado, teniendo claro que la realización de un estudio serio requiere tiempo y profundización de conocimientos, entendiendo que es un fenómeno complejo para analizar por la cantidad de dimensiones que entran en juego. Igualmente se utilizan diversas fuentes, en primer lugar rastreo bibliográfico para lograr una breve conceptualización, en segundo momento se recaban documentos de la Universidad, leyes y decretos,  encuestas a los alumnos de la carrera de licenciatura en Trabajo Social, entrevista a informante clave, análisis de documentos etc.

 

El ejercicio de comparar políticas y situaciones originadas y desarrolladas en diferentes contextos potencia dicha complejidad y muchas veces se ha incurrido en traspolaciones y simplificaciones que no han respondido a lo requerido por la disciplina. Si bien se adhiere a los postulados de seriedad y reconociendo lo importante que es para el desarrollo las estrategias de los actores institucionales como respuestas diferenciadas a partir de las visiones  de cada uno de ellos sobre  las posibilidades o amenazas de cada uno de los cambios propuestos. Esto significa que este cambio en el Plan de estudios desde la mirada de la educación comparada hubiese arrojado otro tipo premisas, acciones y análisis más enriquecedores y superadores.

 

CONOCIENDO DE DONDE VENIMOS PODREMOS ENTENDER HACIA DONDE VAMOS. RECORRIDO HISTÓRICO BREVE SOBRE EDUCACIÓN COMPARADA:

 

Así es que en las últimas décadas del siglo XVII y sobre todo en las dos primeras del XIX, aparezca el vocablo de “comparado” o “comparada”, incluido en el título de tratados de científicos.

Corresponde a Jullien de París (hombre de la ilustración) el mérito de haber visto por primera vez de un modo relativamente completo el carácter científico y práctico de la Educación Comparada, al que le atribuyó una autonomía epistemológica.

Así en la etapa descriptiva (comprendida en el siglo XIX y se denomina “siglo de los viajeros”). Se desarrolla la descripción de la Educación Comparada. Se comienza a recoger experiencias de otros países que pudieran ser utilizadas en el propio. Lo que se buscaba era detectar experiencias aplicables. Los viajeros visitaban el país y observaba las experiencias bajo su cosmovisión.

Así se pone de manifiesto que Alemania y más concretamente en Prusia fue el país más admirado y más visitado a efectos educativos durante el siglo XIX. Uno de los pioneros fue Niemeyer, escribió en 1824 una obra dedicada a realizaciones educativas tan significadas como la reforma universitaria de Napoleón y de la enseñanza en Suiza. También las experiencias de Fischer y Kruse merecieron el interés, pero sin embargo F. W. Thiersch redacta la obra más ambiciosa de este periodo, dedicada al análisis de experiencias alemanas, holandesa, francesa y belgas, y con observaciones sobre el carácter de los viajes al extranjero con fines educacionales y sobre algunas precauciones que es preciso tomar cuando se realizan descripciones de este tipo. Se mostró partidario de la unidad de Europa, señalando lo mucho que podría contribuir a ese objetivo una cierta unidad de los sistemas y métodos de enseñanza.

 

En relación a Francia, un representante de este país es Cousin, miembro del Consejo Superior de Institución Pública de Francia. El informe que sobre su viaje redactó en 1832 sirvió de base a la ley Guizot de 1833, después publico otros trabajos. Estos tuvieron una repercusión que traspaso las fronteras de su país. Lo que podríamos destacar de sus obras, es la precaución que tiene sobre la imitación de las experiencias útiles de otros pueblos, precauciones que justifican en la diversidad de caracteres, de historia, de estructuras de gobierno etc.

Levasseur, Sus principales trabajos se planteaban en confrontar datos estadísticos sobre la enseñanza primaria de varios países europeos. Este autor utiliza el método cuantitativo estadístico donde  alerta ciertas las deficiencias del sistema.

En Inglaterra, Kay (1821-1878), este autor piensa que para mejorar la educación de su país, se debía tener muy en cuenta los ejemplos de Alemania y Suiza, para mejorar el grado de educación y el nivel de vida de los pobres pues ambas cosas guardaban, según él, estrecha relación.

Otro autor Matthew Arnold (1822-1888) también ocupa un papel importante en la educación comparada. Realizo varias visitas a distintas experiencias que se estaban llevando a cabo. Muestra un profundo conocimiento de las prácticas educativas en el continente, especialmente francesas e inglesas. Busca ideas y experiencias que puedan ser útiles a su país. No se trata de imitar experiencias aisladas, sino de crear un contexto que las haga posibles. Pensaba que los estudios comparativos no deben ir encaminados de antemano a demostrar algo, sino a descubrir la realidad. Lo mejor de la comparación no es intentar ajustarla a las exigencias de nuestras inclinaciones o perjuicios sino en tratar de averiguar, simple y seriamente, qué es lo que nos enseña.

Fue uno de los primeros en entrever que las instituciones educativas y sus resultados están sujetos permanentemente al influjo de una serie de factores, entre los que él destaco las tradiciones históricas y el carácter nacional

Sir Michael Ernest Sadler, (1861-1943), su labor fue mucho más allá, no se limitó a recoge experiencias educativas extranjeras, sino que dio un impulso decisivo al enfoque metodológico de nuestro campo.

Por primera vez de modo consciente y sistemático, va surgiendo la convicción de que la educación de un país no se investiga sólo a través de sus escuelas. No puede confundir el sistema escolar con el sistema educativo, porque no son dos realidades equivalentes, define los sistemas educativos como: “son organismos vivos, constantemente modificados por las presiones y los conflictos políticos e ideológicos.” Indudablemente influenciado por el organicismo.

Ahora bien la  fecha clave de la Educación Comparada es 1900. Se analizan dos hechos que marcaron la etapa:

1.    La organización por primera vez en la historia de un curso universitario de Educación Comparada, en la Universidad de Columbia. Esto hace que aparezca la necesidad de abordar la Educación Comparada de manera sistemática, aunque no se puede confundir una ciencia con una asignatura o materia de estudio. Pero estas necesidades académicas afectaron sobretodo al aspecto formal de la Educación Comparada.

 

2.    La aparición de un escrito excepcional, consecuencia de una conferencia pronunciada por su autor, Sadler, con el titulo “¿Hasta qué punto podemos aprender algo de valor práctico con el estudio de los sistemas extranjeros de educación?”.

Igualmente en esta etapa se pueden diferenciar tres enfoques:

o    Enfoque interpretativo-histórico.

o    Enfoque interpretativo-antropológico.

o    Enfoque interpretativo-filosófico.

 

En la etapa comparativa, de mediados del siglo XX, hasta nuestros días,  podemos distinguir dos momentos, uno hasta los años setenta, y otro desde entonces:

·         Hasta los años setenta: asistimos a la consolidación de organismos internacionales, cooperación entre ellos y la realización de auténticos estudios comparados. También se prestó atención a la elaboración de una metodología científica de la Educación Comparada, en un primer momento usando métodos puramente comparativos (Hilker y Bereday), posteriormente valorando el método científico (Husen, Noah y Eckstein), o abriendo nuevas vías de estudio (Holmes, Anderson y Roselló).

 

·         A partir de la fecha anteriormente señalada, se organiza el Consejo Mundial de Sociedades de la Educación comparada, y se produce una proliferación de sociedades nacionales, produciéndose un aumento en el número de congresos, de publicaciones e investigaciones comparativas.

 

En esta etapa podemos diferenciar tres enfoques:

1.    Enfoque comparativo-predictivo.

2.    Enfoque comparativo-funcional.

3.    Enfoque comparativo-global.

 

Isaac León Kandel, correspondiente al enfoque

  INTERPRETATIVO HISTÓRICO,      aborda el estudio de algunos sistemas educativos, tiene una preocupación por los problemas básicos de índole histórica y política. El estudio que realizo con una serie de países está realizado sobre la base de reunir datos referentes a puntos concretos:

 

                                                             I.        Organización de los sistemas nacionales

                                                            II.        Administración escolar

                                                           III.        Educación elemental

                                                          IV.        Preparación de maestros

                                                           V.        Educación secundaria.

Pone de manifiesto un nuevo enfoque, le preocupan las causas que hacen los hechos educativos, las concepciones que los preparan y alimentan, las similitudes y diferencias que guardan con los experimentos en otros países. La Educación Comparada tiene como primer deber la comparación entre sí de esas concepciones, bajo esta línea.

El autor se da cuenta de que las experiencias, tienden a repetirse de modo parecido en países distintos, pero con resultados diferentes, esto se debe a que los problemas educativos son de alcance general, cada país ensaya solucionarlos de un modo diverso. Este autor, concedió relevancia a los factores históricos, entendidos en sentido amplio, los que configuran sobre todo el carácter nacional, pieza básica para entender las peculiaridades y las experiencias educativas.

Kandel contribuyó decisivamente a que la Educación Comparada haya progresado hasta el punto de estar hoy en condiciones de discutir con base científica algunos de sus asertos y apreciaciones y de respetar y de admirar la gran solidez y calidad de su obra.

Nicholas Hans, es uno de los que más se esforzó en encontrar un adecuado cauce a la explicación de los sistemas educativos, su actividad fundamental se desarrollo en Inglaterra, su aportación ha sido decisiva.

Los puntos esenciales de su pensamiento:

 

                             I.        Factores naturales: factor racial, lingüístico y factores geográficos y económicos.

                            II.        Factores religiosos o antiguos: entre las religiones tradicionales de Europa. Hans elige 3: católica, la anglicana y la puritana.

                           III.        Factores seculares o ideológicos: humanismo, socialismo, nacionalismo y democracia.

Como elemento clave cabe explicar las diferencias entre los sistemas educativos, Hans acude, al carácter nacional. Hay 5 factores fundamentales que constituyen como tal a una nación:

Unidad de raza

             Unidad de religión

                             Unidad de lengua

                                    Territorio compacto 

                                                         Soberanía política

Este autor explícitamente reconoce, en el mismo lugar, que “la educación, siendo una función del carácter nacional, viene a ser ella misma un nuevo factor modelador de éste” los sistemas educativos no han tenido tiempo todavía de ejercer un influjo importante sobre los caracteres nacionales, y que, en cualquier caso, nunca lograrán, a no ser que renieguen de si mismos, desembarazarse de sus propias raíces históricas.

 

En cuanto a Friedrich Schneider, del enfoque

INTERPRETATIVO   ANTROPOLÓGICO, podemos afirmar que realizo poderosas aportaciones a la Educación Comparada. En dos de sus obras se encierra, lo mejor de su pensamiento, "Triebkrafte der Pädagogik der Völker" ( traducida al castellano: Pedagogía de los pueblos) y "Vergleichende Erziehungswissenschaft" (en castellano Pedagogía Comparada, traducida y presentada por J. Tusquets)

Después de prestar atención sobre determinados aspectos que otros comparativas olvidan cuando hablan del carácter nacional. Pone de relieve la necesidad de profundizar en la psicología de los pueblos, la necesidad de no importar ningún modelo educativo determinado sin examinar antes si está de hecho de acuerdo con el carácter propio del pueblo que será destinatario y de la necesidad de no recomendar reformar o innovación alguna que no esté  posibilitada en el concreto carácter del pueblo que haya que recibirla. Además del carácter nacional enumera otros factores:

El espacio geográfico, la economía, la cultura, la religión, la ciencia, la estructura social y política,  la historia, las influencias extranjeras, los factores endógenos del desarrollo pedagógico.

Un objetivo de la Educación Comparada para Schneider, es la asistencia educativa a los pueblos de menor desarrollo.

Arthur Henry Moehlman, Su obra fundamental publicada en 1964, titulada Sistemas comparados de educación. Tiene un marco teórico formado por 14 factores, cuyas interacciones son las que a largo plazo determinan el carácter de la educación de un pueblo determinado. Los factores están agrupados de la siguiente manera:

                                                                      I.        Poblaciones, espacio y tiempo.

                                                                     II.        Idioma, arte, filosofía y religión.

                                                                    III.        Estructura social, gobierno y economía.

                                                                   IV.        Tecnología, ciencia, salud y enseñanza.

INTERPRETATIVO FILOSÓFICO, el principal exponente es Joseph A. Lauwerys, fue el primer profesor de Educación Comparada en la Universidad de Londres. Su pensamiento fue difundido por varios estudios, artículos etc. Hizo una grandes aportes fruto de su preocupación por encontrar un sistema de clasificación universalmente aplicable a los diversos niveles y aspectos de los sistemas educativos. Lo que dice es que, en el fondo, el carácter nacional, es un concepto de fuerte endeblez teórica, si bien le reconoce “un valor heurístico; ayuda a formular preguntas y guiar la investigación”.

Hessen En 1928, publico un espléndido capitulo titulado Comparación crítica de la estructura escolar de otros países . Hessen puso atención a 4 problemas:

 

                                                                                            I.        Educación Obligatoria

                                                                                           II.        Escuela y estado

                                                                                         III.        Escuela e iglesia

 

Escuela y vida económica. Y pasó luego a examinar críticamente el enfoque de estos problemas en diez sistemas educativos. Su influjo fue importante tanto en Alemania como, a través de Hans, en el ámbito angloparlante.

Ya en la    ETAPA COMPARATIVA,     el español Pedro Roselló, es el máximo impulsor de este enfoque. Este concibe la educación comparada de una forma dinámica, que denomina “corrientes educativas”. La estructura de la comparación debe girar en torno a una serie de variables que a su vez están relacionadas con determinados factores. Un ejemplo sería, la variable “naturaleza de la comparación”, dependerá de los factores como son la descripción, la comparación etc.

Rosselló establece la estructura de la Educación Comparada desde cuatro variables:

             I.        El sujeto de la comparación: puede ser más específico y más general dentro del esquema del Sistema Educativo de un país. El sujeto de la comparación será:

 

Ø  Todo el sistema educativo del país.

Ø  Cualquier nivel educativo.

Ø  La financiación.

Ø  Las estructuras administrativas.

Ø  Los planes de estudio, la metodología.

 

            II.        El área de la comparación: entre ciudades, regiones, países, continentes,...

           III.        La naturaleza de la comparación:

 

Ø  Ser una comparación DESCRIPTIVA (analogías y diferencias).

Ø  Ser una comparación EXPLICATIVA (tratando de encontrar causas de estas diferencias y analogías).

 

          IV.        El sentido de la comparación: puede tener dos sentidos diferentes: ser una comparación ESTÁTICA, estudio de un momento, o ser una comparación DINÁMICA, comparación de las situaciones en evolución.

 

ENFOQUE COMPARATIVO FUNCIONAL,

 

 


Con Andreas M. Kazamías, discípulo de R. Ulich en Harvard y colega de C. Arnold Anderson en Chicago, concibe la metodología en la Educación Comparada desde una perspectiva interdisciplinar, combinando el enfoque “humanista” y las aportaciones de la Historia con las Ciencias Políticas y de la Sociología. En sus estudios comparativos, de clara tendencia analítica, aparecen trazadas simultáneamente la fuerzas de la tradición y del cambio que caracterizan el desarrollo de la educación contemporánea; el objetivo de la Educación Comparada es descubrir las funciones que las escuelas, como instituciones sociales, desarrollan en cada país. Dice que la Educación Comparada debe adoptar deliberadamente una “base científica”, y critica duramente las fundamentaciones históricistas como insuficientes, dado que están viciadas del subjetivismo y sesgan los tratamientos hacia un “ensalzamiento” o una “devaluación” de los sistemas educativos estudiados. Afirma que los estudios comparados en educación alcanzarán la objetividad necesaria para que se les considere como científicos, cuando usen el método funcionalista y su técnica de las co-variaciones, cuyo valor está suficientemente contrastado en los estudios sociológicos y antropológicos. Aboga por que las comparaciones se realicen entre dos o más sistemas educativos, previamente descritos y considerados como estructuras sociales, aunque advierte que estructuras semejantes pueden llenar funciones diferentes. Su funcionalismo sociológico le permite aislar distintas variables en la estructura institucional de la enseñanza y determinar las relaciones que existen entre ellas y otras funciones de las estructuras sociales.

Brian Holmes, catedrático de Educación Comparada en la Universidad de Londres desde 1979 y jefe del Departamento de Educación Comparada del Instituto de Educación Comparada de la misma Universidad.

La metodología de la Educación Comparada ha constituido su preocupación fundamental. Su libro Problems in Education - A Comparative Approach (1965) (Problemas de la educación - Una aproximación comparativa) reunía las conclusiones de su tesis doctoral y otras investigaciones, y desde entonces se ha convertido en tema de multitud de artículos y aportaciones en conferencias. En 1967 publicó una colección de ensayos titulada “Educational policy and the mission schools” (Política educativa y las escuelas misioneras) elaborada por el propio Dr. Holmes y por sus alumnos.

C. Arnold Anderson, correspondiente al

ENFOQUE COMPARATIVO TIPOLÓGICO, desarrolló la docencia en las Universidades de Harvard, Iowa y Kentucky, y también la desempeñó en el Centro de Educación Comparada de la Universidad de Chicago. Fue director de la revista The American Journal of Sociology y pertenció al consejo de redacción de la Comparative Educaction Review desde 1966 a 1978.

Sus principales publicaciones se centran en los problemas de la movilidad y el cambio social y su influjo en la educación. En la década de los 60 profundizó en el estudio de la planificación y los problemas educativos en los países industrializados. Sus últimos trabajos, con motivo de un simposio internacional sobre la evaluación del rendimiento educativo.

Concibe la Educación Comparada como una ciencia interdisciplinar y propugna una metodología más empírica, que potencie el valor de los enfoques multidisciplinares. Considera que le Educación Comparada es un medio, no un fin en sí misma, defendiendo además de un método científico propio, la importancia de la metodología de las ciencias sociales, el disponer de unos principios básicos de comparación, topologías, clasificaciones, modelos, teorías..., ya que todos estos medios, aislados o combinados, nos permitirán una mejor ordenación, entendimiento e interpretación de los datos educativos. Basa su método de trabajo en la correlación entre diferentes aspectos de los Sistemas Educativos, haciendo una topología de cada unos de estos Sistemas Educativos, y correlacionando entre aspectos educativos y factores no educativos.

ENFOQUE COMPARATIVO GLOBAL, cuyo exponente es Leo R. Ferning, nacido en Johannesburgo en 1915, cursa estudios en su país natal y obtiene una licenciatura en la Universidad de Natal, en Durban. Tras haber trabajado en el Departamento de Educación de la Provincia de Natal, prosiguió una actividad pedagógica en el ejército, de 1940 a 1946. Después trabajó dos años en la Oxford University Press de Londres, y entró en 1948 en la UNESCO, en el momento de su creación. Fue el encargado de la publicación de los importantes volúmenes La educación en el mundo, publicados por la UNESCO en el curso de los años 1950, su interés por la Educación Comparada pudo desarrollarse plenamente en Ginebra, en donde concentró sus esfuerzos sobre nuevos campos, tales como la innovación en el campo de la educación, la modernización del sistema de la información y de documentación.

Toda comparación ha de hacerse con una mentalidad universal, ya que así resultaría aplicable a cualquier país. Para ello no puede hacerse una comparación seria si no se dispone de una cooperación internacional de cara a la solución de problemas. Los estudios comparativos han de estar basados en un estudios de casos. Habrá que desglosar las características educativas fundamentales que se dan a nivel mundial en los diferentes ámbitos geográficos. Por otro lado, también habrá que estudiar y reformar Sistemas Educativos específicos de los países bajo unas pautas internacionales.

 En síntesis, ccomenzando con las descripciones anecdóticas para satisfacer la curiosidad de viajeros a las sofisticadas investigaciones empírico-estadísticas para comprobar hipótesis de carácter científico a la luz de determinadas teorías, la Educación Comparada ha respondido a las demandas de los actores y la historicidad de sus contextos.

A medida que las estructuras del poder mundial se fueron democratizando, el área experimentó cambios que respondieron a los intereses no sólo de los sectores dominantes o países hegemónicos. En este sentido Ninnes dice: “el análisis critico de discurso ha tenido gran influencia de Foucault, cuya conceptualización del discurso y de poder y de cómo contribuyen a la construcción de las disciplinas y sus cambios a través del tiempo ha sido la base para sus arqueologías y genealogías. Allí describe la evolución de la relación entre discursos y las relaciones de poder inscriptas en ellos” (Ninnes 2004)

La memoria de la Pedagogía Comparada demuestra que se ha avanzado en los análisis críticos de los estereotipos y mitos positivistas de la pretendida "neutralidad, a-historicidad y a-politicidad" de las ciencias sociales y por ende de las investigaciones educativas comparadas y su exclusiva contribución a la creación de ilusiones pedagógicas.

Después de un tiempo se puede afirmar que no hay recetas mágicas, al decir de Bachelard “artefactos” que funcionan en cualquier tipo de contexto.  No hay un único camino: el macroanálisis y el microanálisis del sistema educativo son, ambos, necesarios; las interpretaciones verticales y horizontales de los problemas educativos, los aportes de la Historia, la Antropología, la Sociología, las Ciencias Políticas, el Trabajo Social y la Economía, son un requisito indispensable para enriquecer los resultados de las investigaciones. La interdisciplinariedad de las aproximaciones no significa el desvanecimiento del objeto de estudio.

La escuela, el currículum, los métodos, los beneficiarios, los significados de la cultura escolar dados por los estudiantes o por los docentes, las políticas educativas según los niveles, las ideologías ocultas en los contenidos escolares, etc., conforman distintos "objetos" de abordaje para la Educación Comparada. Lo determinante es que se "comparen" en función de las metodologías que las ciencias sociales contemporáneas aplican.

A pesar que la mayor parte de la discusión sobre la globalización en educación comparada se ha realizado sin cuestionar los o presupuestos neoliberales, pero hay otros enfoques que cuestionan estos desde una perspectiva critica.

En este sentido tanto la memoria y el balance de la Educación Comparada hoy presentan un gran desafío: utilizar la libertad teórica y metodológica que deviene de los nuevos paradigmas para avanzar realmente en la calidad educativa, como así también en la democratización de las sociedades regionales.

UNA BREVE APROXIMACIÓN TEORICA:

 

Después de leer y analizar la bibliografía propuesta se desprende que hay diversas y frecuentes discusiones sobre el objeto y naturaleza de la educación comparada, lo que si se puede afirmar que ofrece como perspectiva de investigación la posibilidad de iluminar determinados aspectos de la política educativa en distintos momentos históricos o en diferentes regiones etc.

Se trata de una disciplina que tiene antiguas raíces pero que hoy ha tomado un notable auge debido a las exigencias de un mundo cada vez mejor conectado pero sometido a enormes desequilibrios en los más variados ámbitos de la vida social, política, económica y cultural. En casi todos los países las instituciones educativas comienzan a abrir sus puertas a experiencias y propuestas generadas en otros ámbitos. Es un proceso lento pero irreversible. Ya no es viable el aislamiento. Mucho podemos aprender de los demás. Pero ¿cómo proceder?

Así a modo de ejemplo podemos hacer referencia a que Francia se puede enorgullecer de recibir en su sistema educativo a casi todos los niños de tres años que habitan en su territorio. Italia,  encabeza uno de los más exitosos programas preescolares de Europa; Japón sobresale en la educación elemental, Alemania ha impulsado el secundario a niveles difíciles de alcanzar; y los Estados Unidos se han transformado en el centro de la educación superior y de la investigación científica. Ahora bien, se observa un punto de coincidencia entre los ejemplos mencionados: Todos ellos pertenecen al "primer mundo". En el contexto latinoamericano, argentino…teniendo en cuenta que también al interior del país hay diferencias sustanciales en el sistema educativo ¿Qué podemos hacer?

Primero se debería comenzar con evaluar honestamente nuestra educación en múltiples dimensiones y en diferentes escalas y proponernos alcanzar el mejor nivel posible, por lo menos, en un aspecto relevante. Comenzar estrechando  nuestros vínculos en Latinoamérica haciendo hincapié en las experiencias educativas exitosas tanto al interior del país como en los países que integran el Mercosur y Chile.

Ahora bien, de qué hablamos cuando hablamos de educación comparada y si educación comparada y estudios comparados son lo mismo.

La complejidad que adquiere de la nueva cuestión social, vuelve a la educación comparada una disciplina prioritaria para la formación de educadores, cientistas sociales e investigadores en el campo de la educación. 

“Los estudios comparados tienen en común con la educación comparada, así como naciones diversas, con desiguales grados de desarrollo civilizatorio,  cultural y económico, albergan habitantes portadores de una identidad propia, deseosos de ser integrados en el marco de una identidad nacional extranjera. Naciones, nacionalidades, identidades, valores, integración, desintegración, exclusión, inclusión, son conceptos solidarios con las teorías y metodologías de la nueva educación comparada”.( Mollis. 2004)

Las visiones son diversas y en la actualidad siguen viéndose distintas posturas ante la educación comparada en cuanto a la ciencia. La epistemología ha aportado,  la mayor parte de las discusiones sobre la naturaleza científica de la educación comparada, las que han tenido como trasfondo una diversa interpretación de lo que deba ser su objeto de estudio, la realidad o parcela de la realidad de la que ella se ocupa. Su metodología ha sido menos discutida, aunque existen diferencias.

Al estudiar la naturaleza de la Educación Comparada, se suele aludir a dos aspectos: su finalidad y utilidad y, a su denominación. Así es que podemos exponer distintas posiciones al respecto:

1) No existe una ciencia comparativa de la educación, sino una metodología - la metodología comparada - aplicada a la educación.

2) Existe una ciencia comparativa de la educación porque existe un método comparativo aplicable a los problemas educativos.

3) Existe una ciencia comparativa de la educación con un objeto específico, aunque no con una metodología propia.

4) La Educación Comparada es sustancialmente “Geografía de la Educación”.

5) La Educación Comparada es sustancialmente “Historia Comparada de la Educación Contemporánea”.

6) La educación comparada es el estudio comparado de los sistemas educativos operantes en el mundo de hoy con el objetivo de contribuir a su mejora y de optimizar el conocimiento y comprensión de otros pueblos.

 

Las principales posturas ante la finalidad de la Educación Comparada se han diversificado en dos: la Teorizante y la Empírica.

Ø  Postura Teorizante.

Según Bereday, “… la principal justificación de la Educación Comparada es de índole intelectual. Estudiamos los sistemas educativos extranjeros simplemente porque queremos adquirir conocimientos, porque el hombre aspira a saber…” (1964: 5). Sin embargo, el mismo autor propugna que no hay que quedarse en este estadio, sino ir también hacia una aplicación práctica de esta ciencia, en consecuencia con sus posibilidades de servir al mejoramiento de las sociedades humanas.

Aunque es difícil encontrar comparatistas absolutamente anclados en actitudes sólo teorizantes, existe una cierta tendencia, sobre todo en Europa continental. Pero del mismo modo, existe la tendencia contraria.

Básicamente lo que se pretende es conocer como funcionan los sistemas educativos de los distintos países, es difícil encontrar personas que estén bajo esta postura exclusivamente.

Ø  Postura Empírica.

Es frecuente que los comparatistas subrayen el carácter eminentemente práctico y útil de la Educación Comparada. Edmund King, lo ha hecho: “Actualmente, en la década del 60, el propósito implícito de todo nuestro trabajo es ser útiles para el mejoramiento de los sistemas escolares, y por lo tanto para la transformación de la sociedad humana” (E.KING, 1965: 148).

Ø  Postura de Utilidad:

Las principales razones esgrimidas para avalar la gran utilidad y oportunidad de los estudios de Educación Comparada son:

·         La Educación Comparada sirve para conocer y comprender la actuación educativa de los diversos pueblos, países, naciones, regiones, etc.

  • Gracias al conocimiento de otros sistemas educativos, puede llegarse a un más adecuado conocimiento y a una mejor comprensión del propio sistema.
  • Estos conocimientos sobre los sistemas educativos ajenos y propios pueden favorecer la comprensión de las principales tendencias de la educación mundial y la elección de futuros educativos mejores.
  1. La Educación Comparada es un instrumento imprescindible para la elaboración y ejecución de reformas e innovaciones educativas. Constituye, por tanto, un precioso auxiliar de la Política Educativa.
  • La Educación Comparada puede contribuir decisivamente a la comprensión internacional, a la paz en el mundo y a la paulatina eliminación de los sentimientos etnocentristas, nacionalistas, chauvinistas e imperialistas.

Desde América Latina, se propone el surgimiento de un paradigma que no es novedoso por su contenido, porque remite a formas de entender a América Latina desde un punto de vista histórico, pero si vale la pena destacarlo  por su valor emancipatorio, y llamamos a este procedimiento paradigma emancipatorio de la educación comparada.  La teoría emancipatoria de la educación comparada se establece rápidamente en estos puntos:

      ·         la dialéctica del saber y del poder en la díada de la exclusión y la inclusión,

·         el respeto por la particularidad cultural de cada caso, 

·         la pluralidad de los significados asignados por distintos actores que protagonizan el campo educativo,

·         la polisemántica de vocablos involucrados en diagnósticos considerados objetivos, 

·         la ética del investigador orientado por valores sociales democráticos, como solidaridad, compromiso, respeto por las diferencias,  respeto por los otros,  empatía y sensibilidad hacia los considerados “otros”

·         la subjetividad del investigador como un observador siempre interesado, siempre protagonista del tiempo en que le toca vivir y de la díada espacio – tiempo. 

 

Nuevos diagnósticos orientados por dimensiones plurales de una teoría diferente que brinde elementos para una emancipación epistemológica. ¿Emancipación de qué?, del dominio de los paradigmas del norte con respecto a los del sur,  del empobrecimiento y vaciamiento de pensamientos alternativos y de propuestas alternativas,  emancipación de una teoría de la educación negada. 

 

La teoría de la educación comparada emancipatoria concibe a la reforma de la educación como expresión de geopolíticas del conocimiento y del poder de la globalización en un mundo siempre diferenciado, nunca homogéneo.

 

Siguiendo a Balestein, se anticipa este escenario, donde hay tres aspectos por señalar en un período de transición. Esta transición a la que refiere, es de la modernidad a la posmodernidad, este periodo será largo, será caótico, su resultado será incierto, es un período dominado por la confusión, por el miedo, no podemos predecirlo bajo ningún paradigma científico empírico, pero si podemos influirlo. En este contexto, el papel de los intelectuales es contribuir a reducir la confusión. (Mollis, 2004)

 

INTENTO DE ANÁLISIS COMPARADO DEL SISTEMA EDUCATIVO UNIVERSITARIO HACIENDO ESPECIAL ALUSION A LA FACULTAD DE CIENCIAS POLITICAS Y SOCIALES DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL DE CUYO Y LA MODIFICACIÓN DEL PLAN DE ESTUDIOS DE LA CARRERA LICENCIATURA EN TRABAJO SOCIAL.

 

A nuestro entender, la caracterización del contexto es de interés por suponer que esas condiciones hacen variar y regulan en buena medida las prácticas de estudio de los alumnos universitarios y esto puede influir sobre el rendimiento. Hoy en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales se visualiza un incremento del número de estudiantes, la relativa heterogeneidad del mundo de los estudiantes y la diversificación de los estudios que lo ha acompañado conlleva diferencias en la manera de vivir y de estudiar de los alumnos universitarios. El análisis de los modos de vida y prácticas de estudio de los alumnos universitarios en este trabajo se intenta centrar entonces, en las variaciones y diferenciaciones ligadas a los diferentes centros de estudios y campos disciplinares. Asimismo, los análisis más recientes acerca de las percepciones, representaciones y creencias, así como sobre los textos académicos y la relación con el saber, adoptan un nuevo carácter al ser enfocados desde el ángulo de la especificidad de cada centro de estudios y cada campo disciplinar.

 

En el presente se intenta hacer una aproximación a algunas categorías que se citan a continuación y se intenta comparar el sistema educativo que responde a la visión profesionalista; que forma profesionales para responder a las necesidades del mercado con la Universidad Científica que propone el desarrollo de la investigación en el seno de las instituciones de enseñanza superior, integrándose con la docencia.

LA UNIVERSIDAD:

 

Las universidades, los ámbitos de investigación, los especialistas en educación, deben promover el mayor desarrollo de la educación comparada, el intercambio académico y la reflexión conjunta respetuosa de las diferencias. La creación reciente en algunos países de América Latina de sociedades nacionales de educación comparada,  constituye un indicador que alienta perspectivas de encuentros y producciones.

 

Desde esta mirada es que revisamos algunos momentos históricos, en 1885, en pleno debate generalizado entre católicos y liberales, sobre la extensión del proceso de secularización del Estado, se aprueba la Ley 1579, “que fija las reglas a que deben subordinarse los estatutos universitarios de Córdoba y Buenos Aires”, a la sazón las únicas existentes en el período.

 

La Ley Avellaneda, como se la conoce debido a que la promueve el entonces rector de la Universidad de Buenos Aires, sin embargo fijaba muy pocas reglas en sus escasos cuatro artículos, siendo la intención de su autor “constituir bajo cierta autonomía el régimen de nuestras universidades”.

 

El histórico enfrentamiento sobre que modelo de universidad debería tener nuestro país, adquiere nueva actualidad: la Universidad Profesionalista que forma profesionales para responder a las necesidades del mercado o la Universidad Científica que propone el desarrollo de la investigación en el seno de las instituciones de enseñanza superior, integrándose con la docencia. Pese a la declamada superioridad del segundo modelo, el proyecto neoliberal planteó para la universidad una función claramente instrumental: Las Facultades tenían que formar los técnicos, gerentes, administradores, planificadores que necesitaban las grandes empresas. Es decir la universidad tenía que priorizar la formación de recursos humanos que el “mercado” demandaba. Esto nos lleva a preguntarnos: ¿Podemos en el discurso sostener el posicionamiento de la Universidad Científica y en la practica responder al modelo profesionalista?. La educación comparada nos puede dar herramientas para dilucidar este enigma.  

 

Al analizar nuestra percepción de las características de la Universidad con el texto de Augusto Pérez Lindo y Roberto Follari "MEMORIA DE LA UNIVERSIDAD", la visión que se tiene, corresponde al Paradigma actual del "deber ser" de la UNIVERSIDAD DE HOY.

 

El estar inmersos en el paradigma de la Universidad Actual sin mantenerse atentos al recurrente obstáculo epistemológico, se puede mutilar la posibilidad de visualizar la UNIVERSIDAD DEL FUTURO, (Por cierto, cada vez más cercano), que plantea nuevas funciones o características.

 

Se plantea, la imperiosa necesidad de adecuar la Universidad a los nuevos contextos científicos tecnológicos, dado que por ejemplo en un mañana se conecte computadora y cerebro humano permitiendo traspasar archivos completos de conocimientos de uno al otro. De acuerdo a esta Hipótesis ¿ Qué pasará con la Universidad si esta sigue empeñada en la transmisión solo de conocimientos? Los autores rescatan las funciones relevantes que tendrá la Universidad:

 

ENSEÑAR A SELECCIONAR INFORMACIÓN.

ENSEÑAR A PENSAR.

ENSEÑAR A CREAR.

ENSEÑAR A CONVIVIR.

ENSEÑAR A APRENDER.

ENSEÑAR A CONSTRUIR CONOCIMIENTO.

 

 

Al compartir este tema con otros profesores se observaron actitudes muy diferentes: algunos manifestaron adaptar la Universidad a los cambios y enfrentar los nuevos desafíos, otros expresaron que estos nuevos modelos están destinados a destruir las Universidades y con ellas la VERDAD, un tercer grupo se mantuvo en una postura neutral.

 

Las características seleccionar información, enseñar a pensar, a crear, a convivir, a aprender, pueden diferir de las expuestas por otros colegas, pero la posibilidad que se nos brinda en esta cátedra, es la de leer los procesos educativos desde la educación comparada, y así poder entender que el proceso de ENSEÑANZA-APRENDIZAJE es posible en una Universidad que manifieste en su seno la pluralidad de ideas; abierta a todas las expresiones del pensamiento.

 

El histórico enfrentamiento sobre que modelo de universidad debería tener nuestro país, adquiere nueva actualidad: la Universidad Profesionalista que forma profesionales para responder a las necesidades del mercado o la Universidad Científica que propone el desarrollo de la investigación en el seno de las instituciones de enseñanza superior.

 

Esta lógica empresarial, aplicada al ámbito universitario, relega otras funciones fundamentales que la Universidad debería considerar y que van más allá de la formación de un número limitado de profesionales para responder a las demandas del mercado. La Universidad debería ser una palanca para el desarrollo económico, socialmente integrador. Impulsar la generación, modificación, adaptación y difusión de conocimientos científicos y tecnológicos así como ampliar las capacidades de comprensión del mundo y de expresión en las múltiples dimensiones de la persona.

 

Desde la óptica de un país cuyo futuro requiere el desarrollo y la complejización de actividades, hoy basadas casi exclusivamente en una industrialización de abundantes recursos naturales, el accionar universitario debe ser visualizado como un instrumento estratégico de desarrollo sustentable a largo plazo.

 

Contextualizando el sistema educativo argentino

 

El hombre actual, parte de una sociedad globalizada y tecnologizada, se enfrenta a nuevos elementos que condicionan su accionar, a nuevas motivaciones y a cambios económicos, científicos y culturales profundos y constantes. La educación no puede estar ajena a estos cambios, puesto que la tecnología multimediática y el ordenador han transformado el modo de acceso a los saberes, por lo cual se ha vuelto necesario adecuar el sistema de educación superior a estas nuevas condiciones, e intentar determinar si el actual sistema es el mejor, en cuanto a estructura y duración, con el agravio de la desarticulación que presenta con el ámbito laboral y su escasa flexibilidad con respecto a los cambios.

 

Son muchos los escenarios donde se discute y se plantean un cambio en la educación que sea significativo y que se adecue a los requerimientos de un entorno que exige cada vez más la valoración del conocimiento y la adaptación a las nuevas tecnologías de información y de comunicación.

 

Hace  aproximadamente dos décadas (en los 80) que se introduce en el sector educativo,  productivo, socio-cultural la necesidad de vincular la educación con el desempeño y la brecha existente entre ambos sectores que evidencia en aquella época (y aun en la actual) la necesidad de incorporar en los planes de estudios una modalidad educativa más acorde a las necesidades reales del entorno, donde la educación tenga mayor presencia no solo con los contenidos institucionales y pedagógicos, sino también en la evaluación de los resultados que se tenga en base al desempeño que demuestren los individuos una vez que hayan concluido su formación en el sistema educativo y que a su vez le permita la demostración de los saberes, sus competencias y su desempeño.

 

En síntesis, "nos encontramos en un momento de máxima transformación de la circunstancia del hombre", como expresa Taquini (2000), y en ese sentido afirma que:

 

"En la nueva educación superior que habrá que construir, las instituciones que la forman deben actuar entre sí y con la comunidad y ponerse a la altura de los procesos tecnológicos que ya operan en otros sectores de la sociedad." (Taquini 2000)

 

Consideraciones Generales. Competencias y construcción ciudadana.

La educación ha tomado otro rumbo, ello lo evidencia el avance en la enseñanza dada la efectividad y el sin fin de alternativas que tiene el docente a la hora de enseñar, es por ello que la utilización e introducción de las nuevas tecnologías de información y de comunicación (TIC) es un instrumento de primer orden que esta presente en las agendas educativas, dado que provee de innovadoras estrategias la aplicación y transmisión de información y de conocimientos propios de los cambios que ha traído consigo la Globalización, el uso de estas en las nuevas aplicaciones del saber al hacer, de la expansión de la educación media a la superior, de la dinámica cada vez más creciente de la Investigación, pero nada de esto es alcanzable y puesto en práctica con éxito, si no va de la mano también con un programa que transforme las políticas de desarrollo y de formación de los educadores, y que los educadores también consoliden un nuevo perfil de enseñanza que sea capaz de alcanzar en los educandos niveles de calidad en la formación que reciben. Esta realidad no escapa a la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, donde el presupuesto es mínimo, los cursos numerosos, y los recursos tecnológicos y pedagógicos escasos.

 

Lo deseable comparando este sistema universitario argentino con el de otros de otros países,  es contar con los recursos y la capacitación pedagógica adecuada.

También que se cuente con las competencias básicas y que posean otras competencias complementarias, como los valores y actitudes que comprometa su vida con el entorno educativo, el laboral y el de la sociedad. Se trata de evidenciar la urgente necesidad del establecimiento de un espacio relevante en una revolución educativa que llega hasta la sociedad, y que comienza fundamentalmente por las instituciones educativas, que interviene en ello los sistemas de adquisición, de transmisión y de uso del saber en función de un abordaje que establece mecanismos confiables en pro de una educación que promueve el intercambio de saberes con calidad.

 

Las actividades pedagógicas, los métodos de formación y la gestión educativa han cambiado y están aprovechando las ventajas de la informática y el potencial de oportunidades que se les ofrece a los instructores. En el ejercicio de la actividad docente, Intervienen factores relacionados a él, tales como, la realidad económica mundial, los problemas del contexto social, político, la comunidad, la autonomía en la toma de decisiones, la preparación científica y pedagógica pero también esta presente el interés por el entrenamiento mismo de los procesos de aprendizaje.

 

El sistema de educación superior argentino se enfrenta a un proceso de transformación, marcado por la tendencia hacia la integración de los dos subsistemas que lo han conformado históricamente: el universitario y el no universitario, el publico y el privado.

 

Este proceso se desarrolla afectando a las instituciones y a los actores involucrados en el campo y dentro de un contexto complejo, en el que confluyen lógicas de mercado y búsqueda de equidad, recortes presupuestarios y evaluación centrada en la calidad y la eficiencia, diversificación de ofertas sin una planificación previa y marcadas diferencias de prestigio entre los dos subniveles educativos e incluso dentro de las mismas universidades publicas.

 

Los profundos cambios operados en la sociedad argentina, hacen que la educación superior enfrente nuevas problemáticas: la masificación, la expansión y la especialización del conocimiento. Estos cambios, que tuvieron como respuesta la diferenciación institucional y la diversificación de carreras, incidieron en el aumento de complejidad de la universidad, llevándola a revisar su relación con el Estado y a intentar modificar su cultura institucional, tanto en lo disciplinar como en el aspecto político, la cual se constituyó basándose más en la exclusión que en la negociación y el consenso.

 

Es necesario que, ante las mutaciones de la sociedad, el sistema de educación superior se transforme y, en este sentido, la articulación interinstitucional entre subniveles se visualiza como una alternativa valiosa y favorable.

 

El Banco Mundial, identifica en el país, problemas que hay que enfrentar en el sistema de educación superior, y que vienen expresadas en el señalamiento de las elevadas tasas de rendimiento negativo, permanencia de alumnos crónicos,  desgranamiento de las cohortes, deserción y las deficiencias en el proceso de investigación de las universidades.

 

Este excesivo crecimiento de la matrícula en las universidades argentinas ha actuado como obstáculo para la formación de comunidades científicas consolidadas y para el avance de actividades de investigación, desatendidas en pos de la atención de grandes cantidades de estudiantes.

 

La creación de nuevas universidades, a partir de la década del setenta, aportó soluciones al excesivo crecimiento de la matrícula, posibilitando la redistribución de estudiantes en diversos centros urbanos y la articulación con el nivel superior no universitario -juntamente con la creación de colegios universitarios constituyó la alternativa para la redistribución en ciudades pequeñas.

 

La creación de nuevas instituciones de educación superior ha tenido consecuencias importantes a nivel social (elevando a toda la sociedad y transformando aquellos lugares más postergados), a nivel sociológico (al incorporar una mayor proporción de estudiantes hijos de padres con menores ingresos e instrucción que las universidades tradicionales) y a nivel económico (por su aporte científico y tecnológico y su inserción en el aparato productivo), este impacto generado sirve para prever la importancia que han de tener las instituciones terciarias     y secundarias articuladas con la universidad, en ciudades pequeñas, como instrumento para la transformación social y cultural de Argentina.

 

La prolongación de la vida, las transformaciones culturales y las necesidades de actualización plantean a la educación superior requerimientos crecientes con respecto a actividad, adecuación e inversión. Por este motivo, es preciso redefinir el concepto de servicio educativo de manera que toda la población pueda ser incluida en el proceso cultural y en el acceso a tareas más sofisticadas que posibiliten la movilidad social en un país que hace unas décadas ha invertido esta movilidad en forma negativa, como consecuencia del empobrecimiento de grandes sectores de la población, surgiendo una reciente categoría “los nuevos pobres” como se expuso anteriormente en este documento.

 

Es posible que no todas las instituciones de educación superior universitaria privada hayan alcanzado los niveles de calidad deseables; del mismo modo, no son comparables el prestigio de sus docentes con los de la universidad nacional, por ejemplo en Mendoza.

 

La calidad de la educación es de hecho el orientador de cualquier intención de transformación en dicho sistema, dado que las continúas exigencias del nuevo orden mundial con respecto a la producción y al trabajo, pero sobre todo a la respuesta las diversas problemáticas socioculturales que  hoy  yacen en la agenda pública, sin lograr estrategias acertadas de resolución. Es así que se estén reclamando la visión de nuevos paradigmas educativos basados en la libertad, la creatividad actitudes innovadoras y la rigurosidad, que asuman tal reto social. Al decir de Medina Rivilla “La formación Universitaria se basa en el Saber, en el pensamiento libre y creativo, que asume la fecundidad de la experiencia vivida y la indagación continua sobre la acción, avanzando en la búsqueda continua de modelos didácticos y de las actitudes innovadoras, pero esta visión requiere de una rigurosa reflexión y la de la profundización en el conocimiento y en las tendencias que comprendan y expliquen la educación en su conjunto y el proceso de enseñanza aprendizaje en su singularidad”

La filosofía sociopolítica que asumen estos paradigmas, determinará la formación del hombre en su concepción pedagógica y epistemológica en torno al conocimiento socialmente válido. Esta idea guiará un estilo de educación y organización escolar que responda al desarrollo productivo y sociocultural a través de la formación científica  del hombre como centro de transformación social. Dada esta realidad, la rendición de cuentas a la sociedad se hace indispensable debido a las exigencias de los sistemas sociales y la escasez de los recursos para el sector.

 

La evaluación institucional ofrece una salida viable a esta situación debido a su carácter autorregulatorio de sus sistemas académicos al servicio de los sectores menos favorecidos de la sociedad. (Royero, Jaim: Contexto sociopolítico de la evaluación de la calidad…OEI-Revista Iberoamericana de Educación (ISSN: 1681-5653)

Revisamos algunos momentos históricos, reconociendo el marco expuesto ut supra. Así es que en 1885, en pleno debate generalizado entre católicos y liberales, sobre la extensión del proceso de secularización del Estado, se aprueba la Ley 1579, “que fija las reglas a que deben subordinarse los estatutos universitarios de Córdoba y Buenos Aires”, dado que eran las únicas existentes en el período.

 

La Ley Avellaneda, como se la conoce debido a que la promueve el entonces rector de la Universidad de Buenos Aires, sin embargo fijaba muy pocas reglas en sus escasos cuatro artículos, siendo la intención de su autor “constituir bajo cierta autonomía el régimen de nuestras universidades”.

 

El histórico enfrentamiento sobre que modelo de universidad debería tener nuestro país, adquiere nueva actualidad: la Universidad Profesionalista que forma profesionales para responder a las necesidades del mercado o la Universidad Científica que propone el desarrollo de la investigación en el seno de las instituciones de enseñanza superior, integrándose con la docencia. Pese a la declamada superioridad del segundo modelo, el proyecto neoliberal planteó para la universidad una función claramente instrumental: Las Facultades tenían que formar los técnicos, gerentes, administradores, planificadores que necesitaban las grandes empresas. Es decir la universidad tenía que priorizar la formación de recursos humanos que el “mercado” demandaba.

Universidad Nacional de Cuyo

 

Reseña histórica

 

La Universidad Nacional de Cuyo, ubicada en Mendoza, República Argentina, tiene formulados sus fines en el Estatuto donde se establece que es esencial el desarrollo y la difusión de la cultura en todas sus formas a través de la enseñanza, la investigación científica, la preparación técnica, la formación profesional y la elevación del nivel ético y estético.

Su fundación se concretó el 21 de marzo en el año 1939 a través del decreto Nº 20.971 del Poder Ejecutivo Nacional; en tanto que el 16 de agosto del mismo año se iniciaron oficialmente los cursos con la conferencia inaugural de Ricardo Rojas.

Desde su creación orientó su actividad hacia el esclarecimiento de los grandes problemas humanos, con especial referencia a la vida nacional y regional.

Fue creada para ofrecer servicios educativos en la región de Cuyo, que comprende las provincias de Mendoza, San Juan y San Luis.

En su inicio reunió bajo su administración algunos centros educativos ya existentes y se crearon otros nuevos, los que al cabo de pocos años tuvieron jerarquía universitaria y reconocido prestigio académico.

En 1973, al crearse las Universidades Nacionales de San Luis y de San Juan sobre la base de las Facultades y Escuelas que tenían sede en las mencionadas provincias, la U. N. de Cuyo, concentró su trabajo, en los centros educacionales con sede en Mendoza, además del Instituto Balseiro, que funciona en la ciudad de Bariloche, provincia de Río Negro.

En la actualidad cuenta con 11 facultades, una de ellas ubicada en San Rafael, departamento del sur de la provincia y tiene cinco sedes del Instituto Tecnológico. También presta servicios educativos del Nivel Polimodal a través de cinco colegios, que actualmente se encuentran en un proceso de transformación para adecuarse a las modificaciones de la Ley Federal de Educación, y cuenta además con un departamento de enseñanza de niveles primario y pre-primario.

Complementa su labor docente con servicios educativos parasistemáticos de lenguas modernas, música, danza y educación física.

Las principales atribuciones del Decano de cada Facultad son: convocar y presidir las sesiones del Consejo Directivo, asumir la representación y gestión de la Facultad, ordenar la expedición de matrículas y certificados para el otorgamiento de diplomas universitarios y todas las demás funciones que le asigne el Consejo Directivo.

Historia

En 1950, el Rector de la Universidad Nacional de Cuyo, Dr. Irineo Fernando Cruz, fundamenta: "...la necesidad de cumplimentar el artículo 37 de la Constitución de 1949 que establecía que las Universidades dicten cursos generales y obligatorios para el conocimiento de la realidad argentina."

Finaliza su fundamentación expresando: "La Universidad Nacional de Cuyo que, incluso por su edad y por su asiento regional ha sentido siempre una nítida palpitación de la angustia y de la plenitud argentina, inicia jubilosamente el cumplimiento de este deber. Tal es el significado de los cursos de formación política."

En cumplimiento con el artículo 37 de la Constitución, se dictó la Ordenanza N° 37 del 19 de junio de 1950, que en su articulado señala que se organizarán a través del Rectorado, los cursos de formación Política, que comenzaron a dictarse en ese mismo año e indicando además la edición del Boletín de Estudios Políticos.

El 25 de octubre de 1951 la Comisión de Enseñanza del Honorable Consejo de la Facultad, propone un plan de estudios que consta de 4 años para obtener la Licenciatura de Ciencias Políticas y agrega un año más y Tesis para la obtención del doctorado en la especialidad.

En el despacho de la Comisión Asesora de Enseñanza Especial y Universitaria, de la misma dependencia aconseja que puede aprobarse la transformación de la carrera de Licenciado en Administración Público, en Licenciado en Ciencias Políticas y Doctorado en Ciencias Políticas, como así también el Plan de Estudios (12 de diciembre de 1951).

 

Escuela de Estudios Políticos

 

A comienzos de 1952 fueron considerados por el Sr. Rector, quien resuelve la integración de una comisión mixta, entre las Facultades de Filosofía y Ciencias Económicas, con el objeto de consensuar la creación de la Escuela de Estudios Políticos y Sociales.

El 17 de mayo de 1952 se crea la Escuela de Estudios Políticos y Sociales dependiente del Rectorado. Dicha escuela se integrará con el Instituto de Estudios Políticos y Sociales y el Instituto de Investigaciones Económicas, los que colaborarán en el cumplimiento de sus fines docentes técnicos, de investigación y extensión cultural.

Las autoridades designadas para dicha escuela fueron:

Director Ad-honorem de la Escuela: Dr. Irineo Fernando Cruz

Director del Instituto: Dr. Carlos Ernesto Ponce

 

Escuela Superior de Estudios Políticos y Sociales

 

En marzo de 1958, el Rectorado de la Universidad Nacional de Cuyo dispone la elevación de jerarquía de la Escuela, formado por los Consejeros elegidos por los claustros de profesores, alumnos y egresados.

Las disponibilidades presupuestarias permiten poco a poco, integrar las cátedras con profesores propios con lo que se adquiere la tan necesaria autonomía docente.

Es así que, la Universidad concreta con características propias, a través de la Escuela Superior, el perfil de la carrera implementando un Plan de Estudios de 4 años con el fin de lograr la capacitación de sus egresados para desempeñarse en organismos públicos o privados en funciones del ámbito de las Ciencias Políticas y Sociales.

En 1961 se aplican los cambios en el Plan de Estudios, los que llevarán la carrera a 5 años.

 

Facultad de Ciencias Políticas

 

El prestigio alcanzado por la Escuela Superior de Ciencias Políticas y Sociales a través del tiempo, y la experiencia acumulada en el ámbito Académico hicieron posible el anhelo de sus inicios de alcanzar la jerarquía de Facultad.

Los objetivos propuestos desde los comienzos de los Estudios de Ciencias Políticas y Sociales, culminan con la ansiada jerarquización en el año 1967, con el Decreto que la convierte en Facultad.

La Facultad de Ciencias Políticas y Sociales es una unidad académica perteneciente a la Universidad Nacional de Cuyo, sita en la Provincia de Mendoza, República Argentina. La misma se encuentra ubicada en la región centro oeste del país. Según los datos censales más actualizados, viven en la Provincia 1.579.651 personas.

Las actividades económicas más importantes son la extracción de petróleo, el cultivo de vid y la elaboración de vinos. El turismo se ha posicionado en los últimos años como la actividad de mayor crecimiento relativo.

Las Carreras:

La Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional de Cuyo tiene como función esencial el desarrollo y la difusión de la cultura en todas sus formas a través de la enseñanza, la investigación científica, la preparación técnica y la formación profesional.

En la actualidad cuenta con cuatro licenciaturas

  • Ciencias Políticas y Administración Pública
  • Comunicación Social
  • Sociología
  • Trabajo Social

 

Además, ofrece un Ciclo de Profesorado para sus graduados en la especialidad de su licenciatura: Profesorado en Sociología, en Trabajo Social, en Comunicación Social y en Ciencias Políticas y Administración Pública.

Carrera Licenciatura en Trabajo Social:

Con respecto a la propuesta de reforma curricular se considera, que no puede ser tan flexible que se pierda especificidad de la profesión, pero tampoco tan rígido que no se otorgue la posibilidad de renovación y reformulación del plan y que permita dejar una luz para afrontar los procesos de cambios actuales mirando hacia el futuro.

 

En el actual plan de estudios de la Carrera la propuesta se estructura en NÚCLEOS, que reemplaza al de las áreas. También se tiene en cuenta una serie de materias optativas que benefician la elección de los alumnos en los llamados itinerarios curriculares.

 

En 2008 se  ha comenzado a revisar el actual plan, no solo de acuerdo a los contenidos sino a la formación en competencias, pensando en una educación de alta calidad y este es el talón de Aquiles de los docentes, profesionales y alumnos que están trabajando en la reforma del plan del estudio.

 

El actual Plan de Estudios:

Primer Año

Trabajo Social I: Fundamentos del Trabajo Social.

Historia Argentina

Psicología General

Economía Argentina

Problemática Educativa

Opción entre: Psicología Evolutiva o Problemática Regional: Recursos- Ambiente Humano.

Segundo Año

Trabajo social II: Metodología de Intervención – Metodología de Intervención-GRUPO.

(Trabajo de campo en instituciones del medio. Se realiza  supervisión de campo y académica).

Metodología y Técnicas de Investigación Cuantitativas y cualitativas.

Sociología General

Sociología Urbana y Rural

Filosofía Social y Política

Problemática del Trabajo y Seguridad Social

Psicología Social

Tercer Año

Trabajo Social          III: Abordaje Comunitario y Grupal- Desarrollo local.

(Trabajo de campo en instituciones del medio. Se realiza  supervisión de campo y académica).

Política Social.

Antropología Social y Cultural

Problemática de la vivienda.

Teoría Política

Planificación Social

Cuarto Año

Trabajo Social IV: Abordaje Familiar

(Trabajo de campo en instituciones del medio. Se realiza  supervisión de campo y académica).

Problemática de la Salud.

Problemática de la Familia, Niñez, Adolescencia y Ancianidad. Epistemología de las Ciencias Sociales

Problemática del Control Social y Violencia

Ética Profesional y Social

Gestión Social

Quinto Año

Trabajo Social V: Práctica Profesional y Supervisión docente. Electiva I

Electiva II

Lengua extranjera: Ingles-Francés.

Tesina

 

Plan Estratégico Para la Universidad Nacional de Cuyo

Es importante tenerlo en cuanta, dado que plantea aspectos de la articulación entre el nivel medio y la Universidad.

Este Plan estratégico ha sido elaborado teniendo en cuenta las grandes metas a alcanzar en las funciones sustantivas, complementarias y de apoyo de la UNCuyo.

Del análisis realizado por docentes de la Universidad Nacional de Cuyo en la evaluación interna, de lo señalado por la CONEAU en la evaluación externa y del diagnóstico y propuestas del equipo que conduce la Universidad desde 2002, han surgido las temáticas que ameritan ser consideradas, ya sea como problemas, ya sea como vacancias o como aspectos que deben ser reformulados, para atender los cambios exigidos por los tiempos en los cuales nos toca vivir.

 

La Universidad desarrolla numerosas actividades para la concreción de sus grandes metas. Estas acciones se corresponden con diversas funciones. Se han discriminado estas últimas, en funciones sustantivas, complementarias y de apoyo. Las sustantivas son: la docencia de grado, posgrado y pregrado y la investigación.

 

La imperiosa necesidad de adecuar la Universidad a los nuevos contextos científicos tecnológicos, para no continuar con la metodología actual que solamente trasmite “conocimientos”. Cabe hacer la siguiente pregunta ¿Qué pasará con la Universidad si esta sigue empeñada en la transmisión solo de conocimientos? Se rescatan de esta manera las funciones relevantes que tendrá la Universidad:

En este contexto, la educación –de todos los niveles- tiene un papel central para garantizar que se adquieran, generen y consoliden los conocimientos y las capacidades necesarias para que una sociedad se desempeñe en el incierto contexto actual. Su abandono, en cambio, compromete el futuro de una sociedad por varias generaciones. La innovación tecnológica necesaria para estar a la altura de la situación actual, requiere desarrollar políticas que se centren en la educación, tanto en la difusión como en la creación de nuevos conocimientos.

Estas políticas comprometen al sistema educativo en el nivel terciario y  muy especialmente al sector universitario. No sólo aparecen como relevantes los avances en el conocimiento de las ciencias “formales”, o de aquellas que aparenten tener más rápidas aplicaciones en el desarrollo de nuevas tecnologías, sino que también importa desarrollar las ciencias sociales y por supuesto, dentro de estas la educación. Por ello nos encontramos ante una decisión política importante que es central en la discusión acerca del modelo de país y de sociedad en que aspiramos a vivir. ¿Deseamos un país socialmente justo, integrado económicamente, generador de riquezas -y conocimientos- equitativamente distribuidos? Una respuesta afirmativa nos obliga repensar qué lugar se le asignará al sistema educativo, a la ciencia y a la tecnología, a las instituciones universitarias, a los institutos y laboratorios de investigación universitarios y no universitarios, cómo se articularán éstos institutos con otros organismos oficiales y con las empresas e instituciones estatales). Por ello es imprescindible no sólo aliviar la situación de los más pobres dándoles más educación primaria como parte del proceso inclusivo, permitir su acceso y continuidad en el sistema educativo otorgando subsidios y becas, sino más bien la idea central debería estar en crear un sistema educativo de alta calidad, y que el acceso y permanencia no dependa de la situación económica familiar, dado que en la investigación “LOS FACTORES QUE FACILITAN LA PERMANENCIA DE LOS ALUMNOS EN LAS CARRERAS DE LA FACULTAD DE CIENCIAS POLITICAS Y SOCIALES DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL DE CUYO”, la que hace referencia a la permanencia de los alumnos en la facultad, se pone de manifiesto después de un estudio de casi dos años, que el 55% de los alumnos que desertaban tenían ondas razones en la falta de recursos económicos.

 

Hoy el sistema educativo se ve en crisis, pero repensarlo, dándole el énfasis necesario al nivel superior, implica también la urgente reestructuración del nivel primario y medio. Así se puede analizar en la investigación “Articulación entre el nivel medio y la Universidad” financiada por el Departamento de Ciencia y Técnica de la Universidad Nacional de Cuyo, donde se puso en relieve una caja negra, el talón de Aquiles del ingreso a la Universidad Nacional de Cuyo:  “ LA DEFICIENTE ARTICULACIÓN ENTRE EL NIVEL MEDIO Y LA UNIVERSIDAD”. (Cáceres, Manoni y otros)

 

Vemos así que en los últimos años, los profundos cambios sociales, políticos y económicos ocurridos en el país han establecido la necesidad, en las universidades, de adecuarse a un nuevo contexto determinando un proceso de transformación de éstas tanto hacia el interior de sus estructuras como hacia el exterior, es decir, en sus relaciones con el Estado y con las demás instituciones de la sociedad.

Es necesario aclarar entonces que el contexto demanda del individuo exigencias de diverso orden como de lo cognitivo, comunicativo, axiológico, estético, etc. Exigencias que son propias del entorno cultural en donde el sujeto para interactuar con él requiere desarrollar dichas competencias.

 

El conocimiento del contexto social históricamente determinado de la institución universitaria facilitará en términos teóricos, la planificación y el uso de métodos y técnicas necesarias para la realización del diagnóstico,  ejecución de planes, programas y proyectos, el diseño de programas curriculares basados en competencias.

El tema de la elección profesional y del trabajo como profesional universitario no está solamente relacionado con la libertad, sino también con asumir paulatinamente responsabilidad y autonomía.” Migone de Faletty,R 1993. Y esto es COMPETENCIAS. Estos profesionales deberán poseer formación científica y técnica y un profundo conocimiento acerca de la realidad ocupacional, científica y cultural, tanto en lo nacional como en lo internacional. Migone de Faletty,R  (1993)

Lo antedicho es lo que no están cumpliendo los sistemas educativos, produciéndose el quiebre al ingresar a la universidad. Los jóvenes  en su mayoría, no cuentan con las capacidades básicas para desarrollar sus estudio universitarios, lo que sumado a la actual crisis social de nuestro país produce un  alto porcentaje de fracasos, ya sea para ingresar y para permanecer en el sistema universitario, de hecho en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional de Cuyo logran cursar segundo año solo el 50 % de los ingresantes.

 

Analizar experiencias donde este porcentaje sea mínimo es muy importante para favorecer estrategias que reduzcan la deserción.

 

Comparando con otras universidades que presentan mayor retención, se pueden observar algunas diferencias notables con nuestra facultad. La política institucional, no va acompañada de una adecuada distribución de recursos humanos, ya que las cátedras de primer año cuentan con la mínima dotación y dedicaciones docentes, lo que impide la mediación pedagógica y el acompañamiento del alumno, quedando prácticamente a su suerte. (Expresiones extraídas del FOCUS GROUP con los docentes de primer año).

En este sentido la investigación surge del siguiente cuestionamiento:

“ ¿Que factores son los responsables de la permanencia en la facultad  y como la detección de estos puede contrarrestar los obstaculizadores en los que  abandonan, presentan rendimiento negativo o fracasan?”

 

Lo expresado coadyuva a que sea en primer año donde se produce el mayor índice de deserción y desgranamiento.

En otras Universidades hay mecanismos de apoyo del estudiante, llámese equipos de orientación, en la nuestra no hay un mecanismo de apoyo universitario eficiente de los alumnos con rendimiento negativo, por lo que el egreso se prolonga casi al doble de años de cursado de las carreras y  es mínimo con relación al ingreso, resintiéndose de este modo la calidad del proceso de enseñanza aprendizaje y produce un gran desgaste en los docentes y pérdida de recursos humanos y financieros.

¿Dónde estamos trabajando?.

En la Provincia de Mendoza, República Argentina, Campus Universitario de la Universidad Nacional de Cuyo, Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, carrera Licenciatura en Trabajo Social, materia Fundamentos del Trabajo Social, Trabajo Social I.

 

Misión de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNCuyo

 

La Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional de Cuyo está comprometida con los procesos de transformación, destinados a lograr una sociedad democrática, equitativa y respetuosa de los derechos humanos. Para esto se aboca a la formación de profesionales, investigadores y docentes con elevado  nivel de compromiso social y excelencia académica, que se destaquen por su contribución a la comprensión y solución de las distintas problemáticas de nuestra realidad local, nacional y latinoamericana

CONTEXTO ACTUAL DEL TRABAJO SOCIAL:

 

El Hoy de las Ciencias Sociales y especialmente del Trabajo Social, muestra la necesidad de incorporar desde el principio de la currícula, temáticas que se vinculen con los interrogantes actuales en ambos espacios, como así también con las posibilidades de intervención frente a las nuevas problemáticas en las que está inmersa nuestra sociedad.

 

A tal efecto, con la perspectiva de acceder a esas diferentes temáticas, la propuesta de Cátedra se divide en diferentes Módulos y se subdivide en núcleos, que relacionados entre sí, permiten otorgar al alumno distintas formas de acceso al Trabajo Social. A su vez, los mismos, interconectados con distintos dispositivos pedagógicos y la puesta en marcha de las primeras aproximaciones a la investigación y el Trabajo Social, rescatando los talleres de investigación de la currícula, de acuerdo a lo acordado con la Dirección de Carrera y los profesores de las materias teórico-metodológicas.

Esto apuntará a brindar al alumno una senda a las cuestiones nodales que hacen al Trabajo Social desde el primer año de la carrera.

Se propone como ejercicio permanente, desnaturalizar las problemáticas sociales y facilitar su aprehensión y comprensión en el marco de una estructura social dada y desde la lectura que da el interjuego de  relaciones cambiantes entre Estado-Sociedad.

En  este sentido es de suma importancia la mirada hacia lo contextual, que implica necesariamente una forma de aproximar determinadas instancias metodológicas, que sirven para situar al Trabajo Social en los distintos momentos históricos y en la actualidad. La crisis socioeconómica, la aplicación de políticas de ajuste, la puesta en marcha de modelos de tipo neoliberal significan en principio el desarrollo de nuevos interrogantes hacia esta disciplina, que nació relacionada con las políticas sociales. La situación actual, muestra un importante deterioro en el tejido social, una creciente fragmentación, con fuertes procesos de exclusión y desafiliación,  un déficit cada vez mayor en cuanto a posibles respuestas desde las formas clásicas de la profesión. Por otra parte, la emergencia de nuevas problemáticas, como la drogadicción, el SIDA, la violencia etc., van generando desde hace ya bastante tiempo la necesidad de responder desde modalidades o  alternativas novedosas a esas cuestiones.


Para enriquecer lo expuesto sobre la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales  cabe incluir lo expresado por un "INFORMANTE CLAVE", utilizando para recabar dicha información, distintas técnicas, una de ellas es " LA ENTREVISTA".

Para SELECCIONAR al informante clave se tuvo en cuenta la trayectoria del elegido en la Facultad. El entrevistado es profesor en la carrera de Sociología y en la Licenciatura en Trabajo Social. Este vivenció algunos de los diferentes momentos históricos y es importante rescatar sus pensamientos para el presente trabajo. La preguntas fueron redactadas de acuerdo a los diversos enfoques de educación comparada, fundamentalmente desde el enfoque cualitativo.

 

 

 ALGUNAS REFLEXIONES SOBRE LA EDUCACIÓN COMPARADA Y LA UNIVERSIDAD:

 

Se comenzara hablando del dilema Universidad Pública vs Universidad Privada. Por ello rescatamos en este documento que el gobierno constitucional que asumió en 1973 pretendió fortalecer la Universidad Publica, y puso fin al proceso expansivo del subsistema de educación universitaria privada mediante el Decreto Nº 451/73, que obligo a paralizar todos los trámites referidos a la creación o autorización de nuevas universidades nacionales, provinciales y privadas. Puede ser considerado un instrumento legal que frenó la tendencia a la expansión numérica de las instituciones universitarias. Según algunos autores su acatamiento fue parcial: no se cumplió para las universidades nacionales, cuya creación requiere de una ley especial; pero sí se acató para las universidades provinciales y privadas, cuyo reconocimiento dependía de las autoridades del ministerio nacional. Sin embargo no impidió la autorización, mediante decreto de excepción, de una universidad privada. (Balán y Fanelli, 1994)

Por ello se estima para este análisis diseñar diferentes categorías de análisis - status jurídico, el tipo de norma que las origina, el financiamiento, los órganos de gobierno,  la forma de elección de las autoridades y docentes-  algunas restricciones observadas para la comparación de los cambios producidos en las instituciones universitarias tanto públicas como privadas, luego de la consecuencia de la aplicación de la Ley de Educación Superior 24521.

 

A partir de la Ley Nº 24.521 se observa una mayor equiparación en la participación de las universidades privadas respecto de las públicas en las decisiones sobre políticas para este nivel de enseñanza. Esta equiparación se traduce en su inclusión en los distintos órganos de gobierno y coordinación interuniversitario. Sin embargo, la particular relación con el Estado y, principalmente, el gobierno y la gestión interna de las instituciones privadas les otorga una dinámica diferencial frente al cambio.

 

Es importante el análisis teniendo en cuenta que los nuevos mecanismos de regulación provenientes de la evaluación y acreditación universitaria que impactan tanto en universidades públicas como privadas y probablemente producirán cierta homogeneidad en la oferta de carreras que sean acreditadas.

 

Según Acosta Silva, otra perspectiva de análisis de la relación entre el poder y el cambio en las universidades tiene que ver con la relación entre la política, las políticas y los procesos de cambios institucional en la educación superior.

 

Las acciones de política pública suelen estar precedidas de una intensa lucha política, pero también se resuelven, en el campo de su implementación, por una intensa y renovada disputa política por la distribución de sus costos, beneficios y recursos. La cuestión es desentrañar los factores que intervienen para impulsar, inducir o constreñir los procesos de cambio institucional desde la política y desde las políticas.

 

Asimismo, para estudiar los procesos de cambio institucional en la educación superior se tienen que tener en cuenta tres grandes dimensiones de los “paradigmas” de gobernabilidad universitaria:

1)    el rol de la ideas, las representaciones simbólicas sobre el poder en la universidad, las representaciones sociales que circulan en el imaginario y las prácticas políticas de los universitarios;

2)    analizar la configuración política interna del poder de las universidades, y la manera en que se “ensamblan” conflictivamente con factores externos, así como los procesos de construcción de comunidades y redes de política en dicho campo.

3)    estudiar el perfil de la burocracia universitaria, de las instituciones y los instrumentos de gobierno que expresan el ejercicio del poder en las universidades. ( Acosta Silva, 2004)

 

Una de las cuestiones consideradas son los tipos de coordinación sobre la actividad universitaria según el conocido triángulo de Clark. El autor desarrolla tres tipos de coordinación, dados principalmente, por la autoridad pública (sea ésta burocrática o política); el mercado y la oligarquía académica. A su vez, Musselin complejiza los modos de coordinación ya que sostiene que habría que subdividir la coordinación sobre los establecimientos de la coordinación sobre la profesión académica ya que esta  puede ser susceptible de combinación diferente de coordinación (Clark, 1983; Musselin, 2001).

 

Clark sostiene que: “Los cambios deseados se atenúan y fracasan a menos que se incorporen firmemente a la estructura del trabajo académico, a la red de creencias y a la división de poderes. El estudio del cambio académico comienza como la comprensión de cómo las estructuras existentes condicionan los cambios posteriores” (Clark, 1983:330). Las oportunidades de cambio son, sin embargo, frecuentes y múltiples, pues las configuraciones constituyen dispositivos institucionales “moderados”: “delimitan” las conductas, pero no las determinan; producen sentido y legitiman algunos principios por sobre otros, pero no imponen un marco cognitivo único, valores, normas estrictamente compartidas y reconocidas por todos. (Musselin, 2001)

 

Varios autores abordan el tema del  de análisis del poder y la autoridad en las instituciones de educación superior que refieren a un tipo organización particular cuyo proceso de trabajo y toma de decisiones se articulan entorno a la producción y transmisión del conocimiento siendo sus tecnologías principales la enseñanza y la investigación.

 

La nueva etapa de la economía mundial surge con el nombre de “globalización”. Su sentido original en un principio, no hacía referencia ni a la economía, ni al neoliberalismo, sino a las nuevas posibilidades que ofrecían las telecomunicaciones. La globalización no implicaba originariamente un mundo unipolar, sino la posibilidad de compartir todo tipo de información y tecnologías más allá de las fronteras, no implicaba mayor dominio sino una distribución más equitativa del conocimiento y junto con él, del poder.

 

Esto influyo notablemente en la Argentina. En la década de los ´90,  se crearon una gran cantidad de instituciones universitarias privadas, que sumadas a las ya existentes amplió la oferta institucional y académica del nivel superior, profundizando el proceso de diferenciación institucional en el sistema. En el año 1989 se autorizó nuevamente  la creación de universidades por la vía de excepción del decreto del año 73 se produce así la mayor creación de instituciones privadas  de toda la historia argentina.

 

Como señala Coraggio entre las nuevas reglas “que todo sistema de educación superior moderno debía asumir, se encontraba la  equiparación de la educación “pública de gestión privada” con la educación pública de gestión estatal”, a la vez que se impulsaba a las universidades nacionales a responder directamente a las fuerzas del mercado educativo global.”. (Coraggio, 2001).

Otro elemento a tener en cuenta en la comparación es el que introduce Clark, quien identifica diferentes niveles y formas de autoridad, es decir los sitios donde se toman las decisiones y se definen como se legitima y distribuye el poder. Los niveles son el departamento o cátedra, el establecimiento, la universidad, los sistemas unificados en varios campus, juntas regionales o consejo de rectores, el gobierno provincial o municipal y el gobierno nacional.  Las formas de autoridad académica, es decir los tipos de poder legítimamente observables son:   a) Autoridad basada en la disciplina que abarca la autoridad personalista (profesoral), autoridad colegiada (profesoral), autoridad gremial y autoridad profesional); b) Autoridad basada en el establecimiento que abarca la autoridad del patronato (Institucional) y autoridad burocrática institucional; c) Autoridad basada en el sistema que incluye la autoridad burocrática (gubernamental), autoridad política, oligarquía académica pansistémica y; por último,  d) Autoridad basada en el carisma (Clark, 1983).

 

Se intenta la construcción de un cuadro comparativo entre la Universidad Pública  y la Privada:

                                  UNIVERSIDAD PÚBLICA           UNIVERIDAD PRIVADA

FORMA DE GOBIERNO

Según la Constitución Nacional las universidades públicas son autónomas y por influyo de los principios de la Reforma Universitaria del ´18 sus formas de gobierno son colegiadas y  con representación de los diferentes claustros. Los alcances de la autonomía suponen  la elección por claustros de sus representantes a los órganos colegiados y de las autoridades unipersonales (rector y decanos)

En la mayoría de las universidades privadas los Consejos de Administración o Comisión directiva de las fundaciones o asociaciones civiles,  son los encargados de designar  a los rectores y decanos y estos a su vez designan a los profesores. Si bien pueden existir órganos colegiados de gobierno, en general, sólo participan de ellos los profesores y con limitación en su decisiones casi exclusivamente  a lo académico

 

FINANCIAMIENTO

La principal fuente de financiamiento es pública

provienen de los aranceles de los estudiantes

RELACION CON EL GOBIERNO CENTRAL

El nivel de conflictividad con el gobierno central fue mayor en las instituciones públicas que en las privadas, porque su forma de gobierno es colegiada y plural y las medidas fueron tomadas como imposición.

 

Las características del gobierno institucional de las universidades privadas le permitieron a las mismas accionar de manera diferencial ante las políticas del gobierno nacional.

 

AUTORIDAD

Autoridad burocrática institucional; c) Autoridad basada en el sistema que incluye la autoridad burocrática (gubernamental), representación indirecta por diferentes claustros.

Tomando en cuenta la tipología de formas de gobierno que presentan se caracterizan por tener un tipo de gobierno que combina dos tipos de modelos: el jerárquico-burocrático y el de oligarquía empresarial o religiosa.

CURRICULA

Dificultades para el cambio de currícula, mayor rigidez en las curricular. Obstáculos en el cambio de curriculas.

Por ejemplo para el cambio de la currícula de la carrera de Trabajo Social se realizó un diagnóstico que nos permitió detectar los problemas centrales del  Plan de estudios de 1992, el cual tiene un “MODELO CERRADO”, sin posibilidades de flexibilización,  y una tendencia en la que predominan los contenidos de información en detrimento de los de formación. También presenta errores en la concepción epistemológica de la Profesión. El actual plan lleva en curso 9 años y recién después de mucha resistencia se encuentra en revisión.

 

 

La flexibilidad y rapidez que otorga su forma y tipo de gobierno para tomar decisiones e introducir cambios en la estructura institucional, permitieron a las universidades privadas incorporar nuevas unidades en la estructura orgánica funcional para gestionar las políticas de evaluación.

la mayoría de las universidades privadas introducen mayores cambios que las públicas y estas fueron producto principalmente de las exigencias del mercado ocupacional y de consumidores. Tanto porque su principal fuente de financiamiento es el arancel por lo cual deben adecuar sus estudios a las exigencias del cambiante mercado laboral y porque la creación de más instituciones privadas aumento la competencia interinstitucional. Las universidades privadas se vieron más exigidas que las públicas a actualizar sus ofertas de grado y a establecer alianzas estratégicas con instituciones universitarias extranjeras que le otorgaron un prestigio adicional a sus ofertas. 

 

RELACIÓN ALUMNOS-DOCENTES.

Nuestra universidad ha priorizado hasta ahora una equivocada estrategia, sobredimensionando sus casas de estudio con altos índices de alumnos inscriptos y desertores y con distintos tipos de localizaciones distantes, que impiden a los alumnos el contacto directo y vívido con los centros de excelencia y los profesores.

Pocos alumnos, relación más personalizada.

INVESTIGACIÓN.

Este excesivo crecimiento de la matrícula ha actuado como obstáculo para la formación de comunidades científicas consolidadas y para el avance de actividades de investigación, desatendidas en pos de la atención de grandes cantidades de estudiantes.

Instrumento: Secretaria de Ciencia y Técnica. No todos los docentes están categorizados.

 

Es sumamente escasa la tarea de investigación.

El eje esta en retener  la matricula.

DESERCIÓN

Deserción promedio del 55% entre primer y segundo año.

Deserción promedio del 23% entre primer y segundo año.

En este contexto, la educación –de todos los niveles- tiene un papel central para garantizar que se adquieran, generen y consoliden los conocimientos y las capacidades necesarias para que una sociedad se desempeñe en el incierto contexto actual. Su abandono, en cambio, compromete el futuro de una sociedad por varias generaciones. La innovación tecnológica necesaria para estar a la altura de la situación actual, requiere desarrollar políticas que se centren en la educación, tanto en la difusión como en la creación de nuevos conocimientos.

 

Estas políticas comprometen al sistema educativo en el nivel terciario y  muy especialmente al sector universitario. No sólo aparecen como relevantes los avances en el conocimiento de las ciencias “duras”, o de aquellas que aparenten tener más rápidas aplicaciones en el desarrollo de nuevas tecnologías, sino que también importa desarrollar las ciencias sociales y por supuesto, también la investigación “básica” o teórica. Es que en realidad, no se puede anticipar ni en qué nivel ni en qué área surgirán los conocimientos que sirvan de insumos a nuevas tecnologías ni qué conocimientos sociales serán relevantes para desarrollar nuevas políticas.

En la tradición latinoamericana la idea mas fuerte que prima es que las instituciones de educación superior son, básicamente, una comunidad. Una comunidad de profesores y de alumnos, y/o de profesores y alumnos y de personal administrativo no académico. Esta comunidad, de alguna manera, tiene que encontrar una forma de gobierno que exprese los intereses, las aspiraciones, los valores de estos distintos grupos que conforman la comunidad universitaria. Entonces, acá el énfasis está puesto en una forma de gobierno donde los elementos de solidaridad, de participación, de co-intervención de distintos actores, es lo principal.

 

La universidad o las instituciones de educación superior, dicen, han llegado a ser tan complejas que, en realidad, reproducen en un macrocosmos o en un microclima, lo que es la comunidad políticamente organizada a nivel de la sociedad. Operan, por lo tanto, como lo que los cientistas políticos llaman  "arena política". Aquí existen distintos grupos organizados en tomo a intereses y a visiones de las cosas, visiones ideológicas en el sentido mejor de la palabra.

 

En la vereda de enfrente (en la entrevista al informante clave se ve claramente), tendió a percibiese la universidad fundamentalmente como una empresa. Así, entonces, cualquiera sea la cosa que la universidad tenga que hacer, cualquiera sea la sustancia propia de su trabajo, independientemente de que sean conocimientos en un caso y bienes y servicios en el otro, estas instituciones altamente complejas operan, y deben operar, para ser relativamente eficientes y responder efectivamente a las demandas de la sociedad, como empresas. Tienen que preocuparse de su imagen corporativa, tienen que competir entre sí como unidades productoras y transmisoras de bienes, en este caso bienes culturales que son los conocimientos, y tienen que tener un tipo de organización que sea adecuado a este clima propiamente productivo empresarial. (Brunner, 1990)

 

A MODO DE CONCLUSIÓN:

 

Cabe acotar que en este apartado, que la magnitud de la transformación estructural vivida y los impactos que ésta tuvo sobre la economía, empleo y la sociedad Argentina en general, sumándoles la gran recesión del período 1998-2002 ha influido notablemente sobre las aristas de la problemática de la mercantilización de las universidades.

 

La crisis de Argentina no puede definirse  solamente desde el aspecto económico, como se tiende en el discurso actual de los medios de difusión. Estamos en presencia  de una crisis social en tanto la fragmentación del sistema salarial, y la fragilidad en los soportes o lazos sociales. También está en peligro la ciudadanía social. Se produce hoy en la Argentina más que nunca,  una vulnerabilidad de masa que está destruyendo la escasa  integración y cohesión social. El análisis intenta ir más allá aún, incluyendo el problema antropológico ya desaparecidas las antiguas formas de protección y los procesos identitatarios. No se descarta en el presente, la fragilidad en los “gobiernos Argentinos” lo que denota una crisis de gobernabilidad, ... “si definimos la gobernabilidad como la capacidad que tiene el Estado de mantener, reproducir y aumentar la vida, conduciendo los procesos de desarrollo para asegurar así la integración social. Y finalmente estamos frente a un problema político de magnitud. La perdida de confianza en las instituciones significa una disminución de la credibilidad en el sistema político, en el valor de representatividad”. (FÓSCOLO N, 1996).

 

En el contexto de las economías globalizadas, del neoliberalismo y de la adhesión al Consenso de Washington, los Estados se vieron seriamente debilitados.

 

De este recorrido amenazador es factible que se hayan desprendido algunas enseñanzas: “el todo económico nunca fundó el orden social; en la sociedad compleja la solidaridad no es ya un dato sino un contructo; la propiedad social es a la vez compatible con el patrimonio privado y necesaria para inscribirlo en estrategias colectivas; el salario para salir de su indignidad secular, no puede reducirse a la simple retribución de una tarea, la necesidad de hacerle a cada individuo un lugar en una sociedad democrática no se puede satisfacer  mediante una mercadización completa de esta sociedad, explotando algún “yacimiento de empleos”, etcétera.” (CASTEL R. 1997,Pag. 391).

 

Indudablemente esto lleva a priorizar “otros aspectos” y no la educación superior.

El estado preocupado por la reducción de la pobreza destina escasos recursos para la educación superior. Esto entre otros aspectos favorece que las universidades salgan a “venderse” de una manera atractiva para las corporaciones, insistiendo en la “relevancia económica” que tiene la tarea que en ella se lleva a cabo.

Universidad sin dinero en relación con empresa inversionista no parece ser una relación del todo simétrica, más bien suena a la imposición de “contratos de adhesión” a favor de empresas que tuvieron la suerte de dar con las empobrecidas universidades y sus desmantelados laboratorios.

 

Por ello nos encontramos ante una decisión política importante que es central en la discusión acerca del modelo de país y de sociedad en que aspiramos a vivir. ¿Deseamos un país socialmente justo, integrado económicamente, generador de riquezas -y conocimientos- equitativamente distribuidos? Una respuesta afirmativa nos obliga repensar qué lugar se le asignará al sistema educativo, a la ciencia y a la tecnología, a las instituciones universitarias, a los institutos y laboratorios de investigación universitarios y no universitarios, cómo se articularán éstos institutos con otros organismos oficiales y con las empresas e instituciones estatales). Por ello es imprescindible no sólo aliviar la situación de los más pobres dándoles más educación primaria como parte del proceso inclusivo, permitir su acceso y continuidad en el sistema educativo otorgando subsidios y becas, sino más bien la idea central debería estar en crear un sistema educativo de alta calidad, y que el acceso y permanencia no dependa de la situación económica familiar, dado que en una investigación en la que participamos, que hace referencia a la permanencia de los alumnos en la facultad de ciencias políticas y sociales, se pone de manifiesto después de un estudio de casi dos años que del total de alumnos que desertan el 55% presentaba como causa en la falta de recursos para permanecer en la facultad. Hoy el sistema educativo se ve en crisis, pero repensarlo, dándole el énfasis necesario al nivel superior, implica también la urgente reestructuración del nivel primario y medio. En la investigación “Articulación entre el nivel medio y la Universidad” financiada por el Departamento de Ciencia y Técnica de la Universidad Nacional de Cuyo, se puso en relieve una caja negra, el talón de Aquiles del ingreso a la Universidad Nacional de Cuyo. “DEFICIENTE ARTICULACIÓN ENTRE EL NIVEL MEDIO Y LA UNIVERSIDAD”

 

Este es, en parte el problema presente y el futuro, por ello este “problema” no puede ser dejado en manos de representantes de corporaciones, intereses particulares, sino debe involucrar a todos los sectores que son actores del sistema o que resultarán afectados como lo es: “la sociedad toda”.

 

En la sociedad actual, se visualiza que la lógica empresarial, es la que genera las reglas, y que el eje emblemático, que en un momento fue la escuela, hoy paso a ser el mercado. Desde esta lógica se le exige a la Universidad ser exitosa en ese campo específico “la lógica eficientista, que parte de una simple relación costo/beneficio”. La ley superior de educación pretende incorporar esta lógica a las Universidades Nacionales y la Universidad Nacional de Cuyo no esta ajena. Por ello, la universidad parece tener que exhibir resultados mensurables y comercializables. Esto no es muy difícil para Facultades que brinden “productos” acabados y consumidos por el mercado, profesionales que se incorporan al mundo empresarial de la zona, en este sentido los graduados de Ciencias Políticas y Sociales por lo general no son cooptados por el mercado, dado que estos graduados responden a una lógica diferente, la del Estado.

 

Llegó la hora de demostrar la eficacia institucional y los supuestos “productos” deberán satisfacer a los supuestos “inversores”. “La sociedad de los ciudadanos se convierte así en una sociedad anónima, los contribuyentes actúan como accionistas, y cuanto más poderío económico poseen, más votos tienen en la asamblea de accionistas”. … “El eje del problema estaba ligado a valores culturales y académicos y no a los puramente materiales y comerciales.

 

No quiere advertirse que es imposible aplicar la lógica de las empresas a un “producto” tan difícil de definir como lo es un “estudiante educado” o un “conocimiento significativo”, un “buen profesional”, o un “excelente investigador”. (Lopez Meyer 2004)

 

¿Necesitamos adherir a estos valores y conceptos técnico-burocráticos? ¿Podemos creer que un estudiante que se preparo a través de la pantalla de su computadora es “igual de estudiante” que uno que asistió a clases reales, sólo porque el certificado tenga el sello y membrete de una prestigiosa empresa universitaria, a la que su familia diligente y puntualmente abonó sus cuotas mensuales?. Esta supuesta universidad de la excelencia es seguramente una empresa comercial influenciada por las fuerzas del mercado. Es muy probable que esté más interesada en los márgenes de ganancia que en la generación de cultura, conocimiento y pensamiento crítico.

 

Como se argumenta regularmente, la universidad debe adaptarse a los cambios en la sociedad, y en tal sentido debiera considerar seriamente cuál es la “salida laboral” de sus estudiantes. La idea parece ser que al egresar, los jóvenes profesionales debieran rápidamente encontrar inserción en el mercado laboral. La universidad debería así, adaptarse rápidamente a los nuevos tiempos. Pero ¿cómo es posible prever la demanda laboral de dentro de seis o siete años, si no se diseña previamente siquiera un modelo de país? Por ejemplo, ¿alguien puede asegurar que los programas de computación hoy vigentes serán los utilizados dentro de siete años? En tal sentido, correr por adaptar la curricula a las demandas técnicas o económicas actuales no parece ser tan sensato como se lo plantea, y menos aún si eso va en detrimento de una sólida formación general. No se tiene en cuenta que formar esta mano de obra superespecializada ha llevado tiempo y ha costado una considerable inversión del Estado. La función de la universidad, en todo caso, debería ser la de proporcionar a sus profesionales una formación básica, polivalente, que les permita adaptarse con facilidad a los cambios tecnológicos”. 

 Es obvio que se pretende una buena inserción de los jóvenes en el mundo del trabajo, pero es necesario seguir considerando que las universidades “pretenden formar personas completas integrantes de una dirigencia que comparte una visión de la complejidad del mundo”, es decir, no sólo pretende formarse mano de obra calificada inmediatamente útil a los fines del mercado, sino que se deben formar también ciudadanos pensantes y reflexivos, porque sin duda el conocimiento es un aspecto central y condición necesaria para una plena ciudadanía.

 Tenemos en nuestra tradición en el ámbito de la educación, heredera de la europea, un debate entre dos polos opuestos. Por un lado, las empresas económicas, con su objetivo manifiesto de ganancia monetaria, sin importar el producto con tal de que se obtenga el ansiado lucro en el plazo más breve posible. En el otro polo, el sistema educativo en general y las universidades en particular, con poco interés en el costo, con tal de que el resultado de la educación tenga la calidad necesaria, ya sea por sus valores educacionales, culturales, científicos o tecnológicos. En este esquema, las instituciones públicas son totalmente “sin fines de lucro”. Esto incluye la gratuidad total de la enseñanza en todos los niveles. Razonado en estos términos, se presenta una dicotomía de oposición entre dos lógicas irreconciliables.

 

Con el avance de la ideas anglosajonas, especialmente a partir de los ’80, esta frontera parece desdibujarse. Son muchos los que piensan que las universidades debieran ser tratadas como empresas, y como vimos más arriba, sus resultados deben ser medidos con técnicas propias del mundo empresario. En este esquema, ya no habría espacio para los estudiantes más lentos o para las personas mayores, o para los de menores recursos, excepto que fueran casi superdotados, pues en todos estos casos estaríamos ante un despilfarro de recursos. En este esquema, el eje del debate ya no se centrará en las estructuras académicas o la orientación de las universidades, el eje será el mercado y la reorientación de la educación en torno a esta lógica, que como ya se vio, es diferente a la de la economía. Por lo tanto, sería acertado volver el debate al terreno al que pertenece, es decir, al de las políticas de Estado.

 

La lógica empresarial que se difundió con fuerza avasalladora instaló en la sociedad la idea de que, para justificar su existencia, resulta imprescindible que la universidad exhiba resultados mensurables y comercializables. De allí que se aplique a la universidad y los estudiantes los mismo criterios con los que se juzgan la productividad y la eficiencia de la empresas que comercializan bienes, en este caso el bien sería la educación. Para demostrar la eficacia de la institución se emprenden evaluaciones de todo tipo para justificar ante los clientes -el Estado, los contribuyentes, las empresas- la inversión que se ha realizado. Parecería que no se advierte que resulta imposible aplicar la lógica de las empresas a un producto tan difícil de definir -un estudiante educado o un conocimiento significativo-. No es tarea sencilla distinguir entre la educación y su certificación, entre pensar y repetir información, entre producir conocimiento y simplemente consumirlo.

 

Volvemos a lo dicho más arriba: un cierto tipo de lógica empresarial se expandió en un territorio que, hasta no hace mucho, estaba ligado a valores culturales y académicos y no a los puramente materiales y comerciales. Esto significa que las preguntas centrales para tener en cuenta cuando se evalúa una universidad remiten ahora a cómo bajar los costos, cómo obtener mayores beneficios, cómo ofrecer productos más tentadores, cómo satisfacer mejor los deseos del consumidor, cómo acceder a mejores presupuestos, cómo vender aquello que hasta ayer era gratuito. Así, una determinada universidad puede tener un estudiado “posicionamiento” en el mercado y apuntar a un cierto “target” de consumidores. “Las universidades se están transformado en corporaciones transnacionales en las que la idea de la cultura esta siendo reemplazada por el discurso de la excelencia. Deberíamos ser cautos en adherir rápidamente a este enfoque tecno-burocrático. Esta universidad de la excelencia es en realidad, una corporación movida por fuerzas de mercado y, como tal, está más interesada en los márgenes de beneficio que en el conocimiento y pensamiento critico”

 

Cabe aclarar que la filosofía política deja ver que la equidad no es parte de un ideario, no es un ideal social como la igualdad o la libertad. Es más bien un principio que regula las relaciones sociales, está dirigido a ordenar esas relaciones; en suma, es una parte sustancial del proyecto de una sociedad y en ese contexto la Universidad Publica cumple un rol preponderante. Desde nuestro punto de vista, la educación es un factor clave en todo proyecto social. Si de lo que se trata es de construir una sociedad más equitativa, es necesario tener en claro qué puede hacer la educación y qué se puede hacer con la educación para realizar el proyecto. Por lo tanto, cuando de equidad se trata, la educación es parte del problema, pero también es parte de su solución.

 

 

 

BIBLIOGRAFÍA CITADA

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LA EDUCACIÓN: INCURSIONANDO EN LA FUNCIÓN SOCIAL DE LA ESCUELA, ANALISIS DESDE LA MIRADA MARXISTA. Manoni, Flavia

LA EDUCACIÓN: INCURSIONANDO EN LA FUNCIÓN SOCIAL DE LA ESCUELA, ANALISIS DESDE LA MIRADA MARXISTA. Manoni, Flavia

                                                                                                                       Autora: FLAVIA MANONI

 

INTRODUCCIÓN

El objetivo que persigue el presente trabajo, es exponer de manera sintética una aproximación a la visión marxista de la educación. Tomando la educación desde un enfoque marxista, se rescatan algunos de los rasgos conceptuales y presuposicionales relevantes en torno al tema. Desde esta teoría se  plantea la idea  “que la escuela tiene como función esencial reproducir las relaciones de producción capitalistas”. Así se partirá del análisis de la reproducción tomando como hilo conductor a Marx y en un segundo momento a Louis Althusser quién desarrolla en “Ideología y Aparatos Ideológicos de Estado” la relación entre la superestructura y la reproducción de las relaciones de producción.

En un segundo momento se elaborara una aproximación al sistema escolar y su función de reproducción desde las dos perspectivas que consideramos más consistentes: “La reproducción. Elementos para una teoría de la enseñanza” de Bourdieu y Passeron y “La escuela capitalista” de Baudelot y Establet. El cierre girara en torno a que aportes que hace la teoría al análisis actual de la “escuela”.

El propósito del análisis intenta mostrar desde dos posiciones teóricas distintas, el papel de la escuela en la reproducción del capitalismo y analizar si hay una perspectiva superadora que integre visión macro - micro…y en caso de que fuera posible, que elementos, proposiciones, se tendrían en cuenta del paradigma materialista.  

 

 EL MATERIALISMO DIALECTICO Y EDUCACIÓN: UN ANÁLISIS DESDE  LO MACRO SOCIAL.

Karl Marx “considera que la sociedad humana es como un proceso en desarrollo que finalizara conflicto tras conflicto… Y la principal contribución que hace para comprender la sociedad se basa en su análisis de las causas económicas del conflicto social y los modos en que la clase dominante que existe en cada sociedad lo contiene y suprime antes de dividirse en nuevas formas de vida social” (Campbell, 1988)

En “Ideología y Aparatos Ideológicos de Estado” Althusser citando a Marx expone: “…incluso un niño sabe que, si una formación social no reproduce las condiciones de la producción al mismo tiempo que produce, no puede durar ni un año.” (Althusser, L 1977). Esta mera aseveración, pone en cuestión la función de reproducción de los aparatos ideológicos de Estado en especial del aparato escolar.  La educación es, en definitiva, desde esta perspectiva un instrumento de la clase dominante para perpetuar las condiciones que hacen posible la dominación. La hipótesis de base de este enfoque es que la educación, en las sociedades capitalistas, cumple la función de reproducir mentalidades y conductas apropiadas para asegurar de este modo la división social del trabajo, transmite la ideología de la clase dominante y legitima las desigualdades sociales características del modo de producción capitalista. Por lo tanto, la educación es una fuerza básicamente conservadora; e intenta en este sentido el mantenimiento del status quo, para cambiarla es necesario cambiar las bases del orden social existente, es decir, suprimir la propiedad privada de los medios de producción.  

Desde esta perspectiva  se podría preguntar ¿existe una pedagogía marxista?... ¿se puede visualizar en el marxismo una dimensión pedagógica?

Se partirá con una afirmación que hace a la esencia del pensamiento marxista. En esta corriente cualquier modo de producción para que pueda seguir existiendo como tal, debe necesariamente reproducirse. En este sentido el materialismo histórico, entiende a la estructura social constituida por instancias: por un lado la infraestructura o base económica (fuerzas productivas más relaciones de producción) y por otro la superestructura (jurídico político más ideológico).  La infraestructura es quién determina en última instancia a la superestructura, la cual posee una autonomía relativa con respecto a la base, al mismo tiempo que ejerce una acción de reflujo sobre dicha base. Por lo tanto, la reproducción de un modo de producción cualquiera implica la reproducción tanto de la estructura como de la superestructura, se puede decir que la  reproducción material de la fuerza de trabajo se realiza mediante el salario. Éste “...representa únicamente la parte del valor producido por el empleo de la fuerza de trabajo, indispensable para su reproducción: es decir para la reproducción de la fuerza de trabajo del asalariado (para alojarse, vestirse y alimentarse; en definitiva para encontrarse en estado de volver a presentarse al día siguiente a la puerta de la empresa); y se añade: indispensable para el mantenimiento y la educación de los hijos en los que el proletariado se reproduce como fuerza de trabajo. ”(ibídem)

A partir de la división técnica social del trabajo, la fuerza de trabajo debe ser reproducida en su calificación. Esta reproducción se realiza de diferentes maneras según el modo de producción de que se trate. Así por ejemplo, en el capitalismo, la escuela tiene un papel de suma importancia en dicha reproducción.

En síntesis, la reproducción de las fuerzas productivas implica, por un lado, la reproducción de los medios de producción, y por otro, la reproducción de la fuerza de trabajo. Esta última a su vez implica la reproducción material, la reproducción de la calificación y la reproducción de la sumisión a la ideología dominante.

Baudelot y Establet entienden a la escuela como un Aparato Ideológico de Estado por lo que ven en ella uno de los instrumentos más importantes para la reproducción de las relaciones sociales capitalistas.

En este punto hay que aclarar que para el materialismo histórico, el proceso de reproducción de las  relaciones de producción no se limita a una reproducción mecánica de cada clase a partir de sí misma. Lo importante en este sentido es que la clase obrera y la clase burguesa se reproducen simultáneamente en su antagonismo (separación del capital y del trabajo y explotación del trabajo por el capital) y que ésta se efectúa esencialmente en la producción: “La separación de la fuerza de trabajo de los medios de producción, separación que define al obrero, le impide radicalmente volverse un capitalista ya que el salario corresponde exactamente a la reproducción de la fuerza de trabajo. No tiene materialmente ningún medio para acumular capital. Esta separación que lo define es, a su vez, la condición de su reproducción.”

De todas maneras, el aparato escolar también reproduce las relaciones sociales de producción, ya que:

è Contribuye a la formación de la fuerza de trabajo mediante la “repartición material de los individuos en dos masas desiguales (25% - 75%) distribuidas entre  dos redes internas de la escuela y entre dos posiciones tendencialmente opuestas de la división de trabajo sobre la cual estas dos redes desembocan en  el exterior de la escuela

 

è Inculca la ideología burguesa “bajo dos formas diferentes, correspondientes a las dos masas consideradas, con un destino único: el mantenimiento de las relaciones de producción existentes.”

     (Baudelot y Establet, 1976)

Los dos puntos del párrafo anterior muestran lo fundamental que es el estudio del aparato escolar en la reproducción del modo de producción  capitalista, pues es el único en el modo de producción  considerado que inculca la ideología dominante sobre la formación de la fuerza de trabajo. Desde esta mirada, la escuela reproduce las relaciones sociales porque inculca la ideología burguesa enseñando ciertos contenidos  y dejando de  enseñar otros.

Cómo se asegura la reproducción de las relaciones de producción,  “en su mayor parte se asegura por medio del ejercicio del poder de Estado en los Aparatos de Estado, el Aparato (represivo) de Estado de una parte y, de otra, los Aparatos Ideológicos de Estado.”(( Althusser L, 1977)

 

El Aparato de Estado funciona en última instancia a través de la violencia y comprende al Gobierno, a la Administración, a la Policía, a las cárceles, al Ejército, etc. Su función es asegurar mediante la violencia las condiciones políticas para la reproducción de las relaciones de producción y para el funcionamiento de los Aparatos ideológicos de Estado.

Los aparatos ideológicos funcionan mediante la ideología y comprenden a ciertas realidades que se presentan al observador de modo inmediato en forma de “instituciones diferenciadas y especializadas.” Algunos de ellos son: las iglesias, el sistema de enseñanza (escuela), los medios de comunicación, los sindicatos, etc.

 

Para poder comprender con claridad la realidad del aparato escolar, Baudelot y Establet comienzan el análisis estudiando a la escuela tal como se presenta espontáneamente. En otras palabras, la abordan explicando a la escuela tal cual ella se explica a sí misma para pasar luego a un conocimiento desde la perspectiva marxista del aparato escolar.

En este sentido, los autores afirman que la ideología de la escuela – que pertenece a la ideología de la clase dominante - se organiza alrededor de dos temas principales: la unidad de la escuela y la escuela unificadora. Se pretende presentar que significan estas dos representaciones.

“La unidad de la escuela significa: a pesar de la diversidad e igualdad de sus órganos, que está se organiza de acuerdo a un plan de conjunto único. Todas sus piezas concurren a un objetivo único (objetivo que se denomina a si mismo: ‘formar’, ‘educar’, instruir, impartir la ‘cultura’ y el ‘saber’, etc.”

Esta representación se presenta en una serie de imágenes: la línea en grados y la pirámide escolar.

Línea en grado implica un orden continuo, la escuela está construida de acuerdo  a un solo bloque y que los alumnos irán pasando de un grado a otro de acuerdo a los grados mismos del saber y de la edad. En este sentido, la escuela está conformada por un determinado orden que se realiza en su totalidad a partir de un solo movimiento: de la primaria a la secundaria y de ésta a la universidad.

 

La imagen de la pirámide escolar es más conflictiva para la ideología de la escuela, pues claramente es un elemento científico inserto en esta ideología, muestra el lugar que ocupan las masas en el sistema escolar. Esta imagen demuestra que la escuela tiene una población muy desigual en cada uno de sus niveles. Ante esta diferenciación indiscutible la ideología de la escuela busca explicaciones que van desde las aptitudes individuales (inteligencia, potencialidades,  dones personales etc.) hasta el origen familiar. Es decir, siempre busca el principio de dicha desigualdad en causas exteriores a la escuela. De hecho hoy se ve la vuelta atrás en cuanto a que los equipos de orientación escolar, cambian su denominación a “Gabinetes psicopedagogicos” y pasan a depender de Salud, esto nos remonta al funcionalismo, totalmente contrapuesto con la teoría que se esta abordando en el presente trabajo.

Con respecto a la escuela unificadora, su ideología dice: atento que la escuela debe recibir, al menos por un  período, a todos los niños, y puesto que debe realizar necesariamente una unidad de funcionamiento, tiene también ineludiblemente como efecto unificar en el seno de una cultura común a aquellos que la frecuentan ” o invierte el razonamiento y plantea “todos van a la escuela porque al escuela es unificadora... las diferencias debidas al origen familiar, profesional, es decir al origen de clase desaparecen o deberían desaparecer.” La posición de estos autores es que no existe aquella unidad de la escuela y que su función no es para nada la unificación de los individuos que transitan por ella. Baudelot y Establet van a encontrar una realidad escolar totalmente distinta a aquella vista  por la ideología de la escuela.

La escuela continua y unificada es tal, sólo para aquellos que la recorren por entero, sólo para aquellos que encuentran en la escuela un principio y un  fin, es decir, para la parte de la sociedad que abarca a la burguesía y a una fracción de la pequeña burguesía.

Para la gran mayoría, para todos aquellos que no llegan al “fin” de la escuela, es decir a la cúspide de la pirámide escolar; para la parte de la sociedad que abarca al proletariado, la escuela no es ni continua, ni unificada, muy por el contrario, se les presenta como escuelas distintas, más precisamente, como redes de escolarización opuestas sin comunicación entre sí.

Este es un punto muy importante en el análisis de estos autores, pues lo que están afirmando es que no existe una escuela sino que existen dos redes de escolarización, y que cada una de ellas funciona por la clase social a la que está destinada por la división técnica y social del trabajo. En otras palabras, los hijos de clases populares son escolarizados en la primaria, EGB, CEBA ( en los CEBA que se han podido analizar, la totalidad de los estudiante pertenecen al los sectores en proceso de desafiliación)  y los de la burguesía en la secundaria, y más aun a la universidad.  

Pero  “la primaria y la enseñanza ‘profesional corta’ no ‘desembocan’ de ninguna manera en la secundaria, sino en el mercado de trabajo, en el mundo de la producción material. Son finales de caminos interrumpidos que no se trata de continuar...Son caminos interrumpidos desde el punto de vista del mito de la unidad y la continuidad de la escuela. Pero no son de manera alguna caminos interrumpidos desde el punto de vista  de la producción  y del mercado de trabajo. Desde el punto de vista de la producción y del mercado de trabajo, muy por el contrario, estas rutas llegan a su destino sin interrupción, por supuesto que ese destino no es el saber de la enseñanza secundaria superior, sino simple y llanamente la producción.”

Por lo tanto, la escuela tiene dos fines muy distintos. El fin de la primaria profesional es el trabajo manual y el fin de la secundaria superior es el trabajo intelectual.

EL sistema de enseñanza.

 

Situado el sistema educativo en el campo que le es pertinente, se pude analizar el concepto de sistema de enseñanza tal cual lo comprenden Bourdieu y Passeron es decir, como un campo específico en donde existe una autoridad escolar determinada que realiza un trabajo escolar determinado que produce y reproduce las condiciones para su funcionamiento que es al mismo tiempo su función de reproducción de la cultura dominante y su función reproductora de las relaciones sociales. El mismo proceso de análisis lleva a determinar los factores que provocan el éxito o el fracaso escolar de los estudiantes.

La acción pedagógica es uno de los conceptos centrales en el estudio del sistema educativo. Ésta tiene una serie de características. Una de ellas es que toda acción pedagógica es violencia simbólica en un doble sentido. Los autores entienden por violencia simbólica el poder que logra imponer significaciones e imponerlas como legítimas ocultando las relaciones de fuerza en que se fundan.

La acción pedagógica es violencia simbólica en un primer sentido porque es “... imposición por parte de un poder arbitrario de una arbitrariedad cultural ”, y en un segundo sentido, “... en la medida que las relaciones de fuerza entre los grupos o clases que constituyen  una relación social son el fundamento del poder arbitrario...” (Bourdieu y Passeron, 1996)

No importa el tipo de acción pedagógica de que se trate, la idea de que la acción pedagógica implica violencia simbólica, se aplica tanto para la educación de tipo familiar, para la  educación difusa, como para  la educación institucionalizada.

Se dijo que la acción pedagógica es violencia simbólica porque impone una arbitrariedad cultural por parte de un poder arbitrario. Se puede afirmar entonces, que la acción pedagógica dominante es aquella que impone mediante la violencia simbólica la cultura de los grupos dominantes. La fuerza de esta acción depende de las relaciones de fuerza que fundamentan la cultura que intenta imponerse como legítima.

Por lo general, la acción pedagógica que se ejerce en el sistema educativo, corresponde a la acción pedagógica dominante, siendo el poder de imposición de dicha acción más elevado cuanto más fuerte sea el grado de arbitrariedad de la cultura impuesta. “…el éxito de una determinada acción pedagógica está en función del sistema de relaciones entre la arbitrariedad cultural que impone esta acción pedagógica, la arbitrariedad cultural dominante y la arbitrariedad cultural inculcada por la primera educación en los grupos o clases de donde proceden los que sufren esta acción pedagógica.” (ibidem)

Pero la acción pedagógica no puede ser ejercida por cualquier agente. Una acción pedagógica implica siempre como condición social de existencia una autoridad pedagógica, la cual siempre es reconocida como legítima. “ En tanto que poder arbitrario de imposición que, por el solo hecho de ser ignorado como tal, se halla objetivamente reconocido como autoridad legítima, la autoridad pedagógica …refuerza el poder arbitrario que la fundamenta y que ella disimula.” (ibídem)  Por lo tanto, al ser reconocida como legítima, dicha autoridad contribuye al desconocimiento de la verdad objetiva de la acción pedagógica como arbitrariedad cultural. Al mismo tiempo esa autoridad tiene el poder, al imponer el mensaje, de controlar la imposición mediante  sanciones socialmente aprobadas.

La productividad especifica del habitus, se mide por la durabilidad, la transferibilidad y la exhaustividad. Esto quiere decir que el trabajo pedagógico es productivo cuando “... el habitus que produce es capaz de engendrar duraderamente las prácticas conformes a los principios de la arbitrariedad inculcada...[cuando]…es capaz de engendrar prácticas conformes a los principios de la arbitrariedad inculcada en el mayor número posible de campos distintos...[cuando]…reproduce más completamente en las prácticas que engendra los principio de la arbitrariedad cultural de un grupo o de una clase.” (ibídem)

La importancia de la autonomía relativa del sistema de enseñanza formal se debe básicamente a que logra ocultar su contribución a la reproducción de la distribución de capital cultural entre las clases. Es de suma importancia insistir en que para Bourdieu y Passeron, la escuela no tiene la función de reproducir el orden social sino que contribuye a reproducirlo. El sistema de enseñanza, contribuye de manera irremplazable a perpetuar la estructura de las relaciones de clase, y al mismo tiempo, a legitimarlas.

 

EL ORIGEN SOCIAL Y FRACASO ESCOLAR:

Uno de los factores más importantes en la determinación del éxito o fracaso escolar es el origen social.  Se relaciona el sistema de enseñanza con la estructura de las relaciones de clase.  “El origen social define las posibilidades de escolarización, determina modos de vida y de trabajo completamente diferentes y es, entre los factores que intervienen en la configuración de la vida escolar el único cuya influencia se irradia en todas direcciones y alcanza todos los aspectos de la vida estudiantil, comenzando por las condiciones de existencia.” (Bordieu y Passeron) El resultado positivo o negativo de los estudiantes no depende,  de las dotes individuales, naturales o de su pasado “inmediato” sino que dicho resultado es el fruto de las primeras orientaciones propugnadas por la familia. Así, los alumnos de estratos sociales más favorecidos llegan a la escuela con hábitos, modos de comportamiento y actitudes de su medio social de origen que son sumamente útiles en todo el transcurso de la escolaridad. Su familia de origen los provee de ciertos “saberes” que le otorgan una  gran rentabilidad escolar. Por su lado, los estudiantes de los estratos menos favorecidos cuando se incorporan al sistema de enseñanza se encuentran con hábitos culturales muy distintos a los adquiridos en su primera educación. Esto provoca que tengan una rentabilidad escolar muy baja.

La determinación de los factores sociales en la vida escolar no se realiza de manera mecánica: “Así, pues, desconocida o pasada por alto, la influencia de los factores sociales de diferenciación actúa siempre en el medio estudiantil, aunque no en la forma de un determinismo mecánico; sería erróneo, por ejemplo, creer que el patrimonio cultural favorece por igual y de modo automático a todos los que lo heredan.”

El sistema de enseñanza maneja su propio capital lingüístico, el cual se encuentra desigualmente alejado de la lengua hablada por las distintas clases sociales. “Dado que el rendimiento informativo de la comunicación pedagógica está siempre en función de la competencia lingüística de los receptores, la desigual distribución entre las diferentes clases sociales del ‘capital lingüístico escolarmente rentable’ constituye una de las mediaciones más ocultas por las cuales se instaura la relación entre origen social y éxito escolar... El éxito o fracaso de los individuos en la escuela, depende de la distancia del dominio práctico del lenguaje transmitido por la educación primera al exigido por la escuela, el que corresponde a los grupos dominantes, es decir, al de los agentes de la burguesía. Este es un punto muy importante, pues lleva a que la mayoría de los exitosos sean aquellos que pertenecen a la burguesía. En otras palabras, el sistema de enseñanza incorpora, y por lo tanto exige en sus cursos, el dominio de la lengua burguesa, la cual en su extremo opuesto se enfrenta a la lengua “vulgar”. Sucede lo siguiente: en el aula, a los alumnos, se les exige, en palabras de los autores, un lenguaje elaborado y correcto que suponga solamente el contexto de la cultura legítima pero, para aquellos que provienen de estratos bajos dicho lenguaje es opuesto al que han adquirido en su primera educación. Es tan grande la distancia que separa la lengua de estos alumnos de estratos pobres a la que exige  la escuela, que sus probabilidades de fracaso son muy altas. Por lo tanto, las probabilidades de éxito o de fracaso en la escuela están condicionadas por el origen de clase de los alumnos. Cuanto más alto sea el estrato social del que provenga el alumno menos distancia existirá entre su dominio práctico lingüístico y el exigido por la escuela. Es necesario diferenciar entre la facilidad de asimilar la cultura transmitida por la escuela y la propensión a adquirirla que alcanza su punto máximo en las clases medias. Éstas son las que más fuerte se “imbuyen” de los valores escolares, pues ven en la escuela la posibilidad de alcanzar todas sus expectativas de éxito social.

La escuela es vista entonces, como una de las instituciones de mayor relevancia en la sociedad burguesa. Lo que ella logra no podría ser realizado por ninguna otra institución. Es el “instrumento privilegiado de las sociedad  burguesa que confiere a los privilegiados el privilegio supremo de no aparecer como privilegiados, logra tanto más fácilmente convencer a los desheredados de que deben su destino escolar y social a su falta de dones y de méritos cuanto más la desposesión absoluta excluya en materia de cultura la conciencia de la desposesión.” (Bourdieu y Passeron, 1997)

¿Cómo tener en cuenta la autonomía relativa que la Escuela debe a su función propia sin dejar escapar las funciones de clase que realiza necesariamente en una sociedad dividida en clases?

Por lo general, esta dificultad ha llevado a que se tenga tan sólo en cuenta su relación con la estructura de clase, obteniendo una concepción instrumentalista de la escuela (pues estaría solamente al servicio de las clases dominantes), o a que, se constate sólo su autonomía relativa y se afirme la ilusión de la  neutralidad del sistema de enseñanza. Así se podrá percibir que la autonomía relativa es siempre la contrapartida de una dependencia, al mismo tiempo, que se podrá observar las funciones externas que el sistema de enseñanza realiza al llevar a cabo su función propia.

Los  autores comienzan afirmando que la escuela primaria está regida por normas es decir, por una “pedagogía normativa” que se ubica en el plano de la ideología dominante. Este conjunto de normas que se desarrolla en la escuela primaria no tiene otra función que la de imponer a todos como un ideal a realizar los resultados medios de los niños de la burguesía. Si no se puede cumplir con lo que exige la escuela – que es el resultado medio de los niños de la burguesía – se está fuera de la norma, no se cumple la normativa. Por ejemplo, los alumnos que entran a la escuela primaria tienen que tener una edad normal y tiene que pasar de un curso a otro en un tiempo normal. Es decir, en cada etapa hay resultados que el alumno tiene que cumplir  con supuesta normalidad.

 

Entonces, si el alumno no puede cumplir con las normas escolares, es decir, si el alumno tiene problemas en el transcurso de su vida escolar, la pedagogía normativa apela de inmediato a recursos médicos psiquiátricos, psicopedagógicos etc. La tendencia a “psiquiatrizar” los problemas escolares  es una de las maneras que tiene la ideología de la escuela para ocultar los problemas reales, es decir, las contradicciones de clase y sus efectos  y esto es lo esencial, los alumnos que tienen “problemas escolares” son en su gran mayoría  hijos de obreros o desocupados.

 

En realidad lo que hace la escuela primaria es eliminar el léxico “de casi todos los términos que permitirían a un hijo de obrero comprender y describir las condiciones materiales de existencia de su familia [por lo cual] todo ayuda negativamente a presentar a la familia obrera como escolarmente anormal... en estas condiciones... el universo escolar que repite, refuerza, prolonga y valoriza las condiciones de existencias de la familia burguesa y que rechaza las condiciones de existencia de la clase obrera, [aparece extraño] a los niños de obreros.”

La norma es un instrumento que identifica la escolaridad normal con la escolaridad de los hijos de la burguesía. Esta identificación conduce a la anormalidad (a lo patológico) a  la gran mayoría de los niños de la clase proletaria y por lo tanto al fracaso escolar. En realidad, este “fracaso” no es tal pues logra el objetivo de la escuela: separar a los hijos del proletariado de los hijos de la burguesía, ya que los hijos del proletariado deben ser escolarizados en la red primaria profesional para que tengan como destino el mundo del mercado de trabajo, el mundo de la producción.

El segundo instrumento de división es la alfabetización. Para Baudelot y Establet, la alfabetización es el proceso mediante el cual la escuela primaria enseña a leer y a escribir. Éste se realiza a muy temprana edad y termina constituyendo una barrera infranqueable para la mayoría de los niños.

La calidad del aprendizaje del lenguaje escrito en el transcurso del primer año escolar determina el éxito escolar ulterior. En segundo lugar, este aprendizaje forma un todo en ese nivel: quién sabe leer, sabe también ortografía; quién no sabe, comete faltas de ortografía. En tercer lugar, el porcentaje de fracasos es un fenómeno masivo: está fuertemente asociado al origen social y, en cuarto lugar, se trata de un fenómeno irreversible. Asi, el aprendizaje de la lectura y la escritura es determinante para la ubicación del alumno en una u otra red. Si el alumno tiene éxito en esta práctica, seguramente, tendrá como destino la red secundaria superior. Por el contrario, si fracasa tendrá como destino la primaria profesional. Debido a que el fracaso en el proceso de alfabetización es un fenómeno masivo, la ideología de la escuela debe recurrir a diferentes elementos para explicarlo es decir, para justificarlo.

 

A la pregunta de porqué tantos niños tienen problemas en el aprendizaje de la lectura y la escritura, la escuela busca respuestas en causas exteriores a ella con el fin de no tener responsabilidad. La ideología de la escuela recurre entonces a la dislexia, la cual, afirman los autores, es una enfermedad biológica localizada en la corteza cerebral que provoca la persistencia y la frecuencia de faltas en la lectura, y por consiguiente, el fracaso escolar. Ahora bien, si se realiza un estudio profundo de la dislexia se observa que no tiene una causa reconocida, lo que lleva a afirmar a los autores, que esta enfermedad no existe (por lo menos en los términos planteados por la ideología de la escuela) sino que se la hace existir: “Se trata entonces de un acta, de un acta escolar mágicamente desplazada hacia el campo médico. No hay nada más que la constatación escolar de un mal aprendizaje de la lectura. En la medida que no se trata no de una lesión orgánica, ni del efecto necesario de un trastorno específico, puede decirse que la dislexia no existe fuera del colegio: no se entra disléxico a la escuela, uno se vuelve disléxico en la escuela. Es el aprendizaje de la lectura en las condiciones que se practica en el curso preparatorio el que produce al disléxico y no al contrario, es decir, que las fallas en el aprendizaje son la manifestación de un disléxico.”(Bourdieu 1998).

Entonces, de qué manera el proceso de alfabetización realiza la división entre las dos redes dando como destino la primaria profesional a los hijos del proletariado y la secundaria superior a los hijos de la burguesía.

 

En primer lugar para poder analizar esta problemática debe quedar en claro que:

 

è Las clases sociales tienen prácticas lingüísticas diferentes determinadas por sus condiciones materiales de existencia.

è La escuela primaria reprime todas las formas de expresión espontáneas que entren en contradicción con la  “lengua escolar”.

è La lengua no es sólo un instrumento técnico pues es indisociable de los elementos que transmite.

 

Ante esta situación pueden entonces surgir dos cosas: “…o bien el discurso escolar…impuesto por la escuela primaria, se encuentra en la prolongación más o menos directa de las discusiones efectuadas o escuchadas por la familia de origen, en cuyo caso la adaptación se realiza con facilidad…O bien el [el lenguaje escolar] entra en contradicción con los discursos producidos por la clase de origen: éste es el caso de los niños de las clases populares. ” (Bourdieu 1998)

 

La cuestión es simple. Los niños de las clases populares entran en contradicción con el lenguaje escolar, principalmente, porque no les dice nada de sus condiciones materiales de existencia, porque no pueden reconocerse en las “imágenes tranquilizadoras de la familia pequeño burguesa” que se les trasmite a través de los textos, porque se les reprime su lenguaje espontáneo (expresión oral), porque sus prácticas extraescolares dan irrealidad a los contenidos ideológicos inculcados en la escuela. En otras palabras, la escuela primaria en el proceso de alfabetización deja de lado el mundo de los niños de las clases populares: en los textos de la primaria  aparecen muy poco las palabras trabajo, salario, huelga, sexo, etc.

 

ALGUNAS REFLEXIONES:

El recorrido fue interesante para poder sacar la venda de los ojos. Ahora bien como hacer para modificar la función de reproducción y mantenimiento del status quo. La tradición neo marxista como se ha visto, reviste cierto interés en su elaboración sobre los orígenes o las funciones de los sistemas de educación. Desafortunadamente muchos han mostrado un afán desmedido por invocar una sociología marxista de la educación un tanto apresurada. Los estudiosos marxista tienen toda la razón cuando se sienten tergiversados por alguna inanidades sobre temas de educación producidas en su nombre en especial cuando estas incurren en los mismos errores que los marxistas han venido expurgando con grandes esfuerzos.

 

Sin embargo las teorías que más llamaron la atención porque proporcionaban una macro sociología de la educación están bien fundamentadas en la tradición marxista europea. Por ejemplo la obra de Althusser y Polanza no incurrían en la tosquedad de tratar las instituciones superestructurales como epifenómenos de base económica y se interesaba por la dinámica de las estructuras sociales y no meramente por correspondencia superficiales e inexplicable entre sus partes.

Como se ha podido ver a lo largo del trabajo, todos los enfoques marxistas, tienen en común el considerar que el sistema educativo en común favorece a las clases sociales privilegiadas, de modo que la escuela se convierte en una institución que justifica las desigualdades previamente existentes.

 

Desde esta mirada El objetivo primordial de los enfoques macrosociológicos es producir la evidencia empírica necesaria para sostener enunciados teóricos de un cierto nivel de generalidad, con un grado de validez comprobable. (Brigido, 2006)  La macrosociologia adhiere a una idea del orden social como una realidad objetiva, de naturaleza "suigeneris", independiente de las realidades individuales que la componen. Se podrá discutir si la base de este orden es consensual o conflictiva, si su validez es estable o precaria, pero ni el funcionalismo estructural ni el funcionalismo marxista, ponen en tela de juicio su carácter objetivo [Cesarec, 1986].

Los enfoques macrosociales, como privilegian la realidad objetiva del sistema, buscan las explicaciones de los hechos sociales en la estructura social: el comportamiento de los actores se explica por referencia al contexto en el cual se produce. Para ello recurren, preferentemente, al análisis histórico comparativo y, en general, a los métodos cuantitativos. Dos son los trabajos de investigación considerados clásicos en la sociología marxista de la educación, el de Baudelot y Establet [1975], en Francia, y el de Bowles y Gintis [1976], en los EEUU. Ambos tratan de probar la estrecha ’correspondencia’ entre las relaciones sociales en el modo de producción capitalista y las relaciones sociales en la educación. Representa una postura opuesta al estructural - funcionalismo, considerado el máximo exponente de la sociología del consenso. En realidad, una parte importante del marco teórico marxista, en sus diversas versiones, constituye una critica a los supuestos y los postulados del funcionalismo estructural.

En el enfoque analizado se contemplan a los seres humanos como meros productos del proceso de socialización. La creatividad de la gente queda ignorada y desaparece su libertad. Son precisamente estos aspectos los que condujeron a un replanteamiento de la sociología que se tradujo en la aparición de las corrientes de carácter interpretativo, en las cuales el nivel macro es sustituido por el análisis microsociológico.

Los enfoques interpretativos pretenden estar más cerca de las realidades de la vida social y la cotidianidad. Uno de los problemas a que tradicionalmente se ha enfrentado la sociología ha sido el de su supuesta falta de cientificidad, supuesta ausencia que, especialmente en la producción funcionalista posterior a la segunda guerra mundial, pretendió ser compensada por medio de la introducción de procedimientos matemáticos, con lo que se ignoró la capacidad activa de los sujetos sociales.

Es necesario superar de la teoría marxista, su visión de vinculación mecánica entre la base y la superestructura por la teoría de la ’correspondencia’. Se deberían aplicar al campo de la educación las formulaciones más recientes de la teoría marxista general de la estructura social elaborada por Gramsci, y los recientes avances de la historiografía marxista, dos de cuyas tesis pueden contribuir a la comprensión del origen y el funcionamiento de los sistemas educativos: una, expuesta por Lock-wood sobre los desarrollos institucionales autónomos en relación con la base económica; la otra, ejemplificada en los trabajos de Anderson, que confiere igual peso a los factores materiales y a los históricos .

Para finalizar se decide exponer las críticas que realiza Nicos Poulantzas, en su libro “Las clases sociales en el capitalismo actual”, a algunas ideas de Baudelot y Establet. Se pone de manifiesto que desde la posición de Poulantzas, para cada formación social no existe un mismo aparato ideológico dominante, por lo que considera errónea la proposición de Baudelot y Establet de que la escuela es el aparato ideológico dominante. También sostiene que la escuela esta divida en dos redes, pero si se afirma que se trata de una división bipolar tendencial, pues sino, se oculta el lugar que ocupa la pequeña burguesía en el aparato escolar. En este sentido, Poulantzas observa que dichos autores no pueden vislumbrar la escolarización específica de la pequeña  burguesía.

Este análisis fue elaborado entendiendo que es imprescindible para el estudio de la realidad, tanto el conocimiento del papel que juega la escuela en las sociedades capitalistas, como el discernimiento de las explicaciones sobre dicho tema.

Margaret Archer, elabora una propuesta teórica de análisis sociológico de los sistemas escolares que contiene algunos elementos interesantes para superar la polarización micro - macro. Dicha propuesta parte de una lectura moderna del pensamiento de Marx, Durkheim y Weber. En lo que hace al marxismo. Archer considera necesario superar la vinculación mecánica entre la base y la superestructura planteada en la sociología de la educación por la teoría de la ’correspondencia’. Del texto de Brigido se rescata el analisis que hace sobre la propuesta de Archer, donde se destaca la integración micro - macro: el mecanismo de elaboración y cambio del sistema. Este mecanismo supone un complejo interjuego de influencias recíprocas entre la estructura y el proceso de interacción, según el cual no es posible comprender la estructura del sistema en un momento dado sin atender a los procesos de interacción que le dieron origen y del cual esa estructura es un resultado, y a su vez, es imposible entender éstos, sin tener en cuenta los condicionamientos estructurales a que estuvieron sometidos.

Brigido ve en este intento de Archer, grandes posibilidades para la construcción de una teoría de los sistemas escolares que permita comprender y explicar el origen y desarrollo de los mismos. “Una mayor exploración en esta línea de  investigación permitiría a la sociología de la educación contemporánea superar los enfoques fragmentarios e irreductibles que hoy la caracterizan y hacer importantes aportes a la teoría sociológica general. (Brigido 2006)

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LA MODERNIDAD:RELACIÓN ENTRE LA CONSTRUCCIÓN CIUDADANA Y LA EDUCACIÓN

LA MODERNIDAD:RELACIÓN ENTRE LA CONSTRUCCIÓN CIUDADANA Y LA EDUCACIÓN

AUTORA: FLAVIA MANONI

 

INTRODUCCIÓN

 

Tras una lectura del material, es que se pone de manifiesto que en cada teoría en forma implícita o explicita, hay una determinada concepción de hombre y esto orienta también  la planificación y ejecución de políticas sociales. Con esta afirmación se intentará preguntar y encontrar ciertas respuestas a algunos de los desafíos sociales y políticos de nuestro tiempo, tal como la construcción ciudadana y la ética.

 

Para este análisis se adopta la perspectiva de la Construcción de Ciudadanía que como tal se presenta como un punto crucial de estricto carácter ético –político, ya que constituye una meta hacia la cual las sociedades deben dirigir sus aspiraciones.

 

La mayor o menor cercanía a ese fin se dirime entre la titularidad de los de derechos sociales y la provisión de los mismos.

UNA BREVE APROXIMACIÓN TEÓRICA:

Entendemos que el tema adquiere una importancia central en estos momentos para nuestro país, en el que miles de sujetos excluidos o deficientemente incluidos, han decidido hacerse socialmente visibles, y apelan a distintas estrategias, tales como cortes de rutas, piquetes, marchas, carpas y otras modalidades tradicionales o inéditas de protesta social. Si están demandando inclusión y pertenencia, sin duda están demandando ciudadanía. Pero ¿Qué tipo ciudadanía?

En este sentido nos preguntamos: ¿Cuáles son los valores sustentados y significados a través de contenidos concretos por la población, en relación a sus derechos?, ¿Se han producido modificaciones en cuanto a jerarquía de valores de ciudadanía, contenidos de significación y participación ciudadana?, ¿Cuáles son los diseños institucionales que posibilitan la canalización y articulación de las demandas de los ciudadanos? ¿Cuál es la percepción del régimen democrático y del sistema político que hoy subyace en la mayoría de la población?¿un gran numero de políticas sociales focalizadas, presentan en su diseño, planteos de ciudadanía, pero ¿Qué a que tipo de ciudadanía hacen referencia? ...

Acá radica nuestro problema esencial, si los procesos de modernización fomentaron ideas de igualdad y libertad en las que se basa la democracia …¿Cómo plantear la validez de una sociedad de “iguales” en las condiciones de exclusión y diferenciación social que dejan fuera de la ciudadanía a enormes masas de la población?.

Comenzaremos rescatando lo expuesto por la Dra. Arpini respecto del humanismo, “éste se esfuerza por responder ciertas preguntas: ¿cómo son los hombres?, ¿cómo deben ser en cuanto a su dignidad?, ¿cuál es el modo de convivencia social u organización política que privilegia el ejercicio de la autonomía? Es, por tanto, a la vez una antropología, una moral y una política. Desde el punto de vista político hay que señalar la afinidad entre pensamiento humanista y democracia.

 

Afinidad que no significa plena coincidencia o implicación mutua, pues otras concepciones ideológicas prosperan también en la democracia, así como formas no democráticas de organización se arrogan la defensa de la humanidad. Además, el humanismo político es pasivo y mínimo en relación con el humanismo activo que, desde el punto de vista moral, aspira a la realización de valores positivos basados en la finalidad del tú; es decir, en la aceptación de cada ser humano como fin de nuestras acciones. Desde el punto de vista antropológico, el humanismo subraya tres caracteres principales: la pertenencia de todos los hombres a una y la misma especie, la sociabilidad y la libertad”. (Arpini)

 

Muchas interrogaciones…pocas respuestas…

 

Durante los últimos treinta años, los estudios culturales se constituyeron en importantes corrientes teóricas que criticaron fuertemente la occidentalización, estas coinciden con el carácter dualista y excluyente que asumen las relaciones modernas de poder. La modernidad es una gran generadora de alteridades que en nombre de la razón y el humanismo, homogeniza, arrasa con la multiplicidad, la ambigüedad.

 

El enunciado fin de la modernidad, implica que se encuentra en “crisis” el dispositivo de poder, en el marco del sistema mundo capitalista, que sin embargo ha tomado otras formas en los tiempos de globalización, sin que ello implique la desaparición de ese mismo sistema. Lejos de que esta crisis esté contribuyendo a destruir este sistema, creemos que está contribuyendo a consolidarlo. La modernidad que construía al “otro” mediante una lógica binaria que reprimía las diferencias ha entrado en crisis. Acá cabe destacar el aporte de Habbermas es lo que denominó “el proyecto de la modernidad”, buscando la génesis de dos fenómenos sociales: la formación de los estados nacionales y la consolidación del colonialismo. “En efecto, el siglo XX, ha sido testigo de una aguda crisis de normatividad que cuenta entre sus principales causas el debilitamiento de la razón como fundamento único, último y normativo. En los años 60, desde la perspectiva del estructuralismo, por un lado y de la fenomenología por otro, se hicieron intentos de buscar otra fundamentación, ya sea recurriendo a una idea de estructura carente de centro y finalidad o bien apelando a una subjetividad no sustancial, en continuo devenir”.  (Arpini).

 

Se resalta  el papel del conocimiento técnico-científico en la consolidación de estos fenómenos. La necesidad láctica que dará origen a las ciencias sociales es la necesidad de “ajustar” la vida de los hombres al aparato de producción. Todas las políticas e instituciones estatales como la escuela, las constituciones, el derecho, los hospitales, los neuropsiquiátricos, las carceles etc) vendrán definidas por el imperativo jurídico de la “modernización” es decir por la necesidad de “disciplinar” las pasiones serán orientadas hacia el beneficio de la colectividad a través del trabajo. De lo que se trataba era de ligar a todos los ciudadanos al proceso de producción mediante una serie de normas que venían definidas y legitimadas por el conocimiento. La formación del ciudadano como “sujeto de derecho” solo es posible dentro del marco de las escritura disciplinaria y este espacio era definido por la constitución, dándole a esta una función jurídico – política.

 

Pero si la constitución define formalmente un tipo deseable de subjetividad moderna, la pedagogía es el gran artífice de su materialización. Hasta hoy todavía se recuerda la escena de los alumnos con mascaras todos “idénticos” cayendo a la maquina de picar carne de la película “The Wall”

 

…El retroceso de las imágenes religiosas del mundo como forma de cohesión social, que se verifica a partir de la modernidad, produjo la sensación de que no era posible una moral compartida, capaz de aglutinar a los ciudadanos. Sin embargo, en los países democráticos se logra consenso fáctico en torno a determinados valores: parece que es preferible la tolerancia a la intolerancia, la no-esclavitud a la esclavitud, el respeto de los derechos humanos a su infracción. ¿Pueden tales valores consensuados conformar una ética cívica, democrática?, ¿es posible cimentar en ellos ciertos hábito o “virtudes” característicos de la vida en común? (Arpini. 2007.)

 

En este sentido conviene tener en cuenta que para Marshall, “la ciudadanía es un status social que garantiza a los individuos iguales derechos y deberes, libertades y restricciones, poderes y responsabilidades” (MARSHALL, 1975, 1981 y 1992).

 

Aunque no existe un principio universal que determine cuáles habrán de ser exactamente los derechos y deberes de un ciudadano, las sociedades donde la ciudadanía es una fuerza en desarrollo, según Marshall, una imagen de la “ciudadanía ideal” por añadidura, una meta hacia la cual se pueden orientar las aspiraciones. Dentro de todas esas sociedades, la promoción de ese ideal es la promoción “de una medida mayor de igualdad”, un enriquecimiento de la materia que compone la ciudadanía y un aumento de la cantidad de personas que detentan el status de ciudadanos”, (MARSHALL, 1975, 1981 y 1992), de modo que la ciudadanía aparece como una construcción, con metas que se van dando históricamente.

           

El siglo XVIII fue el principal período formativo de los derechos civiles o legales, cuando quedaron consagradas la libertad individual y la igualdad ante la ley. En el siglo XIX, se consagraron los derechos políticos, la “libertad política” entrañó un proceso por el cual estos derechos que habían sido patrimonio de unos pocos privilegiados fueron extendidos al conjunto de la población masculina. Si la ciudadanía es un derecho, debe ser el derecho de participar plenamente en la sociedad. (HELD, 1997).

           

Los derechos sociales se afirmaron bien entrado el siglo XX. Estos incluirían una amplia gama de derechos, “desde el derecho a un mínimo de seguridad y bienestar económico hasta de llevar una vida de acuerdo a los estándares prevalecientes en la comunidad de pertenencia”.

 

El punto neurálgico del problema, según Marshall, se encuentra en la ciudadanía social ya que el capitalismo genera un sistema de estratificación social que sería el límite para la extensión de los derechos sociales.

 

Esta nueva configuración capitalista de las relaciones mundiales de poder, ya no basada tanto en la represión sino en la producción y generación de las diferencias, “los problemas de “NO INGRESO AL MERCADO, o de la exclusión” son enfocados a nivel individual sin que influya en esto la pertenencia del individuo a un grupo determinado de desafilados o vulnerables, condicionados... Por ello “La política (neo) liberal no ve en el sistema social las imperfecciones causantes de la pobreza y marginación, sino en los individuos”. (CORVALAN  1996. Pág. 8)

 

“Efectivamente las características de la subproletarización intensificada del trabajo lleva al cambio de las formas anteriores del trabajo, de tiempo completo a tiempo parcial, temporario, subcontratado, “terciarizado” que marca hoy las sociedades generando un proceso dual interno y externo, es decir sociedades más ricas y más pobres, regiones más ricas y más pobres, al interior de los países llamados subdesarrollados y que han entrado al proceso de globalización en condiciones estructurales que vienen arrastrando desde su conformación como Estado-Nación”. (ROSAS M 1997. Pág. 3).

 

 

Lograr desentrañar el funcionamiento de la lógica que atraviesa a cada uno de ellos en tanto representación significante de espacios determinados e indagar en las complejas tramas del poder, los comportamientos y las prácticas que se despliegan, se considera necesario en la medida que aportan elementos imprescindibles cuando se trata de esclarecer las relaciones que entrecruzan el proceso a fin de poder interpretar los factores que restringen y los que favorecen instancias posibilitadoras de participación democrática y construcción ciudadana.

 

“Con los derechos sociales no se garantiza un cambio en el sistema de estratificación social que se deriva de la lógica del mercado”, no obstante, aunque la ciudadanía social no pueda modificar la estructura de la  distribución de la riqueza y el ingreso, progresar en el desarrollo social requerirá mecanismos concretos para alterar esa distribución. En los hechos, Marshall fue claro al advertir que los países podrán mejorar la calidad de vida y avanzar en el progreso social. (BUSTELO y MINUJIN, 1998).

           

Marshall entendió a los derechos sociales como habilitadores para su ejercicio como desarrollo de capacidades y por lo tanto, abierta a la posibilidad de su conquista. (Zincone, 1987). Lo que impone la constitución de actores que “ganen” el espacio político que posibilite su implementación concreta. En el contexto de una “guerra”, según  Marshall, entre el principio de igualdad que deviene de la expansión de la ciudadanía y la desigualdad que surge de las relaciones de producción capitalista se produce una tensión entre los tipos de derechos,  por lo que los derechos sociales solo pueden afianzarse en la dimensión política, que emana de derechos políticos, es decir: grupos sociales que participen en la lucha por el poder para distribuir recursos socialmente relevantes. Es por lo tanto en la política donde se define el avance o retroceso del proceso de ciudadanía. Y es por la razón de ser “derechos sociales” y no individuales que la construcción de ciudadanía social es fundamentalmente lucha y por lo tanto conquista política: “el método normal de establecer los derechos sociales es a través del ejercicio del poder”, afirmaba Marshall.

           

Por su parte la Profesora, Fóscolo, advierte que sería conveniente hacer algunas consideraciones respecto de lo que se entiende por “político”. Lo “político”  está ligado al poder. Pero existen distintas formas de poder. En lo que respecta al poder estatal, existe más de un tipo de poder y de ejercicio del poder. Los Estados Modernos fueron posibles precisamente, porque se intentó sustituir el poder absoluto del monarca por el poder del estado. Pero este mismo poder de estado encontró la manera de limitarse a través, por ejemplo, de la división de los poderes sin perder por eso su direccionalidad vertical, de arriba hacia abajo: del Estado hacia los individuos. Otro tipo de poder es el que ha sido denominado poder de “gobernabilidad” o “gubernamentalidad” cuyo origen es el poder “pastoral”, es decir el cuidado que el pastor espiritual tiene del rebaño humano o el padre de sus hijos. Es el poder que el Estado, desde el siglo XVIII, se había adjudicado de administrar los territorios, los productos de la tierra y las poblaciones, para asegurar la reproducción de la riqueza. Así aparecen, posibilitados por el dominio de las disciplinas –otra forma de poder- los “ministerios” de economía y de acción social, seguridad y salud pública. El Estado se atribuye legítimamente la tarea de administrar la salud de las poblaciones controlando la natalidad, morbilidad y mortalidad, realizando las grandes empresas de potabilización de las aguas, construyendo viviendas destinadas a la clase obrera, etc. (FOUCAULT, 1991 en Fóscolo 1996).

           

Producto de este cambio en la modalidad del poder y de las luchas obreras, el siglo XIX ve nacer la protección jurídica de derechos ligados al trabajo y los planes e instituciones de política social.

           

La “cuestión social” había dejado de ser definitivamente, un problema de beneficencia providencial y se había convertido en el problema número uno de la gobernabilidad en vistas  de la paz social. No ya el Estado benefactor de poblaciones tuteladas, sino el estado social que reconocía a los ciudadanos como sujetos de los derechos sociales jurídicamente protegidos.

           

La legitimidad misma de ese estado reposa en su capacidad de proteger a su población, de garantizar el trabajo, de prevenir riesgos, de arbitrar los conflictos de intereses entre capital y trabajo. La crítica de Marx al estado capitalista burgués se basaba en la sospecha de que el mismo estaba al servicio exclusivo de los intereses de las clases dominantes.

           

En este punto, cabe señalar, además, que aún antes de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, de 1948, donde se da un lugar explícito a los derechos sociales, ya los asambleístas de 1789 pensaban que Todo Ciudadano tiene derecho a exigir de la sociedad que le brinde trabajo o  socorros si está impedido.( ROSANVALLON, 1995).

 

Se podría aceptar que, a diferencia de los derechos individuales que constituyen al mismo tiempo una obligación del Estado (no hay derecho sin obligación, se dice), los derechos sociales determinan solo una existencia. Y que su grado de exigibilidad tiene que ver con el grado de desarrollo de la estructura socioeconómica de un país. De allí la dificultad que exista también una especie de tribunal que pudiera medir con precisión matemática (económica) una medida indicadora de la satisfacción de estos derechos. Los organismos internacionales (el Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas o el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo), solo pueden solicitar informes y recomendar políticas sociales a los países miembros. (FÓSCOLO, N, 1996).

           

Las dificultades que conciernen específicamente a los derechos sociales es el de su universalidad, lo que tiene que ver con su exigibilidad “ontológica”. En efecto, el sujeto de los derechos individuales es el individuo, ontológicamente igual, que todos, sin excepción somos. Son derechos que se tienen por el mero hecho de existir y en igual medida pues tienen que ver con características propias del sujeto –hombre- universal o de la condición humana. Por el contrario,  los derechos sociales están ligados al individuo en situación y las situaciones son desiguales. (BOBBIO, 1991).

 

El aspecto más importante del debate contemporáneo sobre los derechos sociales, es el de su exigibilidad política.

 

Ahora bien en América Latina hay dos maneras básicas de pensar políticas de ciudadanía respecto a los tres problemas más importantes que afligen la región y que se reflejan en los presentes niveles de desigualdad, vulnerabilidad y exclusión social. (BUSTELO, E. 1998).

 

Estas dos maneras son descriptas en términos de dos modelos que disputan la orientación conceptual  de la Política Social, en tanto diferentes formas paradigmáticas de ciudadanía. En este sentido Bustelo distingue entre Ciudadanía Asistida (C.A.) y ciudadanía Emancipada (C.E.).

 

El modelo de Ciudadanía Asistida, se debe ubicar en la tradición más conservadora de política económica y social. (Hajek y Milton Friedman), es la concepción asociada a los ajustes económicos y a la apertura económica relacionados con el denominado “consenso de Washington”.  El arquetipo es “el hombre económico”, el mercado es concebido como un mecanismo autoregulatorio, autónomo de la política social y su lógica impregna la formulación de políticas públicas. Al no existir el “BIEN PÚBLICO” como algo superior al interés de los individuos: no existe la posibilidad de políticas públicas, (BUSTELO, E. 1998).

 

La ciudadanía es concebida esencialmente de naturaleza civil. Los Derechos Sociales en el supuesto de ser asimilables a servicios sociales, están siempre sujetos a la disponibilidad de recursos, BARBELET, los llama “oportunidades condicionales”

 

Las políticas sociales aparecen “focalizadas” sobre la pobreza y los grupos sociales más vulnerables “formando redes de contención”. (BUSTELO, E, 1992)  y no sobre la distribución del ingreso.

 

La política Social desde este paradigma es sostenida para establecer las bases de gobernabilidad que legitiman las reformas exigidas por el mercado.

 

En este contexto se produce lo que Arroyo y Penaba denominan la “Municipalización de la Crisis del Estado Social”. En este paradigma predomina la ética de la compasión que se traduce en “el subsidio”. La ciudadanía Social es esencialmente una “Ciudadanía Subsidiada” (BUSTELO, E, y Otros, 1992).-

 

Tomando el paradigma de “Ciudadanía Emancipada” y remitiéndonos a su origen, éste debe ubicarse en la tradición conceptual de los pensadores utópicos y que culmina en el denominado Estado de Bienestar. Esta tradición reconoce como valor central la igualdad social en tanto derecho de las personas de una comunidad a tener iguales oportunidades de acceso a los bienes social y económicamente relevantes, es decir, “UNA JUSTICIA REDISTRIBUTIVA”, basada en la solidaridad colectiva. (ANDERSON, 1988).

 

Aquí se da una preocupación por el común, por el interés del conjunto, en consecuencia podemos hablar de “esfera pública”, de  “ALTER” en el sentido Leviniano. Se trata del acceso a posibilidades  entonces la igualdad se presenta como proyecto habilitador en el que los actores son captados en su doble dimensión individual y societaria.

 

La emancipación, es individual ya que los sujetos ya son autónomos, no obstante implica una comunidad de argumentos y responsabilidades por el conjunto, por eso se trata de una emancipación democrática. (BUSTELO, E y otros, 1992)

 

Teniendo en cuenta lo expuesto  nos aproximamos a un primer concepto de CONSTRUCCIÓN DE CIUDADANÍA, al que entendemos como la relación entre la posesión y la realización  de los derechos sociales, la que define mayores o menores espacios de construcción de ciudadanía. Kessler sostiene: “la ciudadanía se conforma por dos dimensiones: La titularidad que implica la existencia legal de los derechos propios de los ciudadanos y la provisión,  referida al acceso real  a los beneficios, sean bienes y servicios , materiales o simbólicos de los que se tiene titularidad”.

En otras palabras a ¿Qué ciudadanía se hace referencia en el presente trabajo?

“Sabemos que se trata de una categoría problemática, que puede inscribirse en distintos discursos, y que por tanto provoca profundos debates tanto en el campo de la teoría social como política. Entre las diferentes interpretaciones sobre la categoría de ciudadanía, optamos por referirnos a ella como un proceso definido históricamente, ejercido con una diversidad de prácticas históricas según interpretaciones nacionales con consecuencias importantes para la cultura política de la sociedad. La ciudadanía es la expresión de valores como parte de la cultura política, también la posesión de derechos y la obligación de cumplir ciertos deberes en una sociedad específica; la pertenencia a una comunidad política vinculada por lo general a la nacionalidad y la oportunidad de contribuir a la vida pública de la comunidad a través de la participación...

...estudiamos la ciudadanía en cuanto valores sustentados y significados a través de contenidos concretos por la población, para detectar qué contenidos de valores de ciudadanía forman parte del sentido común actual, como evidencias compartidas acerca de lo que es normal y natural, y qué prácticas se derivan de esos contenidos de valores”. (AQUIN N. 1998).

El carácter de las relaciones y las reglas de interacción, se vinculan estrechamente con dos grados diferentes de consolidación del derecho social”. (MENFELD y COMPANINI, 1995).-

 

“Desde la perspectiva ética del neocontractualismo se asume la tradición moderna del contrato social, cuya formulación clásica se desarrolló en los siglos XVII y XVIII, con pensadores tales como Thomas Hobbes, John Locke, Jean-Jacques Rousseau, Inmanuel Kant.

 

Hoy, el lenguaje de los derechos y las libertades de los individuos, la idea de un acuerdo racional basado en el interés y la reciprocidad, constituye el atractivo de esa tradición cuyo postulado básico es que las relaciones sociales libres adoptan la forma de un contrato aceptado libremente y reconocido públicamente.

 

Lo novedoso de esta orientación ético-política es la acentuación de la noción de justicia, y la búsqueda de una explicación filosófica del contrato social como modelo de razonamiento sobre la justicia, que descarta los argumentos de la fuerza y la apelación a la naturaleza para dotar de un fundamento moral al orden social y político. (Cfr. Agra Romero, M. J., 1992). El neocontractualismo de raigambre liberal, puede ser ubicada en el ámbito de la filosofía moral y política entre las posiciones normativistas, se enfrenta a otra teoría liberal basada en la búsqueda de la felicidad, el utilitarismo. el momento de mayor relevancia del neocontractualismo se produce en circunstancias socio-históricas concretas: la crisis del estado de bienestar” (arpini )

 

 

En las políticas sociales focalizadas, predomina el clientelismo. Lo importante, es que no  solamente se trata de una  práctica política sino, de un modo de socialidad,  en cierta medida lo clientelístico sería generador de sentidos de orden, o expresado de otra forma, una institución que definiría un tipo de orden social. Tal configuración resultaría contraria a la igualdad de derechos y deberes, propuesta por la vida democrática.

 

En definitiva la ciudadanía se opone a la clientela, ambas se sustentan en lógicas contradictorias entre sí, sin embargo aunque teóricamente la afirmación anterior resulte clara, ambas modalidades en la experiencia política suelen convivir y hasta complementarse.

 

En este marco, podemos definir como clientelismo político a  “un conjunto de intercambio desiguales verificados entre diversas  posiciones en una red de intermediación política. La relación entre la  clientela y el puntero, o líder barrial, es el primer eslabón de la cadena de sucesivas mediaciones que se extienden hasta los niveles locales y extralocales de mayor decisión y control político”. “Panorama de la Antropología política del clientelismo, (LAZZARI, 1993).-

 

Además la vida cotidiana de la gente (familias, individuos, grupos) transita por la implementación de comportamientos y estrategias de los diferentes agentes, que difiere de grupo a grupo, el que deja su huella en ese contexto. Son las condiciones, los principios sociales globales los que condicionan y limitan los resultados, más “al cambiar los actores, cambian las reglas, cambian las estrategias y las condiciones se modifican” (GRASI, Op.Cit).-

 

 

En relación con este tema habrá que bucear en las particularidades socio-culturales, identitatarias en relación con el orden político.

Atento  lo expresado ut supra es que nos preguntamos  ¿cómo relacionar espacios de participación a canales institucionales ya constituidos para generar diferentes formas de involucramiento de las Organizaciones? ¿Cómo desarrollar estrategias de comunicación que impacten de manera masiva ampliando la noción de ciudadanía teniendo en cuenta los senderos que se han utilizado en las políticas sociales? ¿Cómo apuntar a una planificación estratégica que favorezca procesos de desarrollo local y empoderamiento social? Y por ultimo ¿qué rasgos deben tener tanto las instituciones como las políticas sociales para que favorezcan la construcción de ciudadanía?

Creemos que la descentralización y la participación de los ciudadanos organizados y comprometidos refuerza el camino de la democratización, reduce el autoritarismo  de los funcionarios e influye en la toma de las decisiones importantes en su comunidad. Pero este mecanismo no está dado naturalmente, hay que construirlo. Pensamos en la construcción de un nuevo pacto social, que articule  adecuadamente equidad, solidaridad y un espacio de ciudadanía.

 

 

 

 

 

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LAS REPRESENTACIONES SOCIALES Y LA REINCIDENCIA DELICTIVA DE NIÑOS Y ADOLESCENTES EN LA JUSTICIA EN LO PENAL DE MENORES

AUTORA: Docente -Investigadora: FLAVIA MANONI

 

 

Introducción.

 

Desde las diferentes corrientes psicosociológicas y sociocognitivas del aprendizaje, la teoría de las representaciones sociales, es que se hace una lectura de la reincidencia delictiva de niños y adolescentes en conflicto con la ley penal.

 

Se selecciona este tema, porque se considera una mirada innovadora desde las ciencias sociales. Durante años, “la supuesta objetividad y neutralidad científica, propuesta por el positivismo” ha teñido gran parte de los estudios sociales.  Por otro lado las corrientes psicologistas parecían no congeniar con las antes mencionadas.  Se pone de manifiesto una supuesta “disidencia entre individuo y sociedad”, entre “conocimiento por elaboración individual o por imposición social”. Como respuesta a ello Moscovici, con la teoría de las representaciones sociales parece aportar algunos argumentos superadores.

 

Moscovici propuso el concepto de representación social en 1961. Desde entonces, se ha pasado de la elaboración del concepto a un desarrollo de la teoría que ha permeado las ciencias sociales porque constituye una nueva unidad de enfoque que unifica e integra lo individual y lo colectivo, lo simbólico y lo social; el pensamiento y la acción.

 

La teoría de las Representaciones Sociales es una valiosa herramienta dentro y fuera del ámbito de la sicología social porque ofrece un marco explicativo acerca de los comportamientos de las personas estudiadas que no se circunscribe a las circunstancias particulares de la interacción, sino que trasciende al marco cultural y a las estructuras sociales más amplias.

 

Se comenzará con una primera aproximación, donde se definirán como a las representaciones sociales como esquemas de conocimiento compartidos acerca de "objetos sociales" que adquieren así una tipicidad. Son elaboraciones del "sentido común", de la experiencia cotidiana que orientan la conducta de las personas de un grupo social. En este sentido D. Jodelet (1989) expone el concepto de representación social: "Es una forma de conocimiento socialmente elaborado y compartido que posee un alcance práctico y concurre a la construcción de una realidad común a un conjunto social. Indistintamente designado como un "saber de sentido común" o "saber ingenuo (naïf)" o "natural" esta forma de conocimiento ha de distinguirse del científico. Pero se le considera objeto de estudio legítimo en razón de su importancia en la vida social y de la luz que arroja sobre los procesos cognitivos y las interacciones sociales. Se acepta que las representaciones sociales, en tanto que sistemas de interpretación que rigen nuestra relación al mundo y a las demás personas, orientan y organizan las conductas y la comunicación social. Asimismo intervienen en procesos tan diversos como la difusión y asimilación de conocimientos, el desarrollo individual y colectivo, la definición de la identidad personal, la expresión de grupo y las transformaciones sociales". (Jodelet)

 

Luego de dicha aclaración se seleccionara un artículo, que será analizado de acuerdo a diferentes categorías de análisis a la luz del marco teórico brindado en el doctorado. Por ultimo se intentará  realizar un pequeño ensayo desde la teoría de las representaciones sociales, de un “problema” que interesa particularmente, porque está en boga en la opinión pública. En este caso se hace referencia a las representaciones sociales de la mayoría de la población en relación a los niños y adolescentes infractores de la ley penal. Para el mismo se contó con la colaboración de los profesionales del CAI Valle de Uco.

REINCIDENCIA DELICTIVA  DE NIÑOS Y ADOLESCENTES EN LA JUSTICIA EN LO PENAL DE MENORES”

La familia, el contexto, y la intervención del Trabajo Social.

Casuística Valle de Uco. Representaciones sociales.

AUTORAS:

Mgter. Flavia M. Manoni

Mgter. Stella Cusimano.

 

INTRODUCCIÓN:

 

Con el presente trabajo se intentó analizar aspectos relevantes que convergen en la respuesta transgresora de niños y adolescentes infractores de la ley penal reincidentes del Valle de Uco, intentando entender las representaciones sociales que sustentan dichos comportamientos y la visión al respecto de la sociedad.  Se plantea desde la doctrina de la protección integral, el postulado de la construcción de ciudadanía. Cabe aclarar que la mirada es multidisciplinaria.

 

En este sentido Moscovici, definió a las representaciones sociales como “GUIAS PARA LA ACCIÓN” abriendo la brecha de una importante serie de investigaciones orientadas al estudio del funcionamiento de una “modalidad” especifica de conocimiento común a un grupo de personas”. En este trabajo se demuestra como las representaciones sociales elaboradas en situación de “interacción” juegan un rol, frecuentemente, más importante en las conductas adoptadas por los sujetos, que las características objetivas de la situación. Ejemplo de ello es la sensación de inseguridad de la población.

 

En pos del estudio cabe exponer la situación de los niños y adolescentes en conflicto con la ley penal, realizando el análisis no sólo desde las variables familiares y del contexto inmediato, sino también se presentan las condiciones socio-económicas que provocan la reacción de los sistemas de control social formal y la vulnerabilidad post institucional producto de mitos, estereotipos, los procesos culturales  y la institucionalización. Este es en muchos casos un factor importante en la reincidencia de los adolescentes estudiados. En efecto, se concibió como relevante abordar el desajuste social juvenil a partir de un enfoque que abarque aspectos familiares, sociales culturales y del control social formal e informal que son decisivos en la configuración de esta problemática social.

 

La secuencia metodológica derivó de las particularidades que asumió el objeto de intervención en este año. Se indagó la escala de valores de los jóvenes, la prioridad y contenidos de significación otorgados a los valores y el ejercicio efectivo de su condición de ciudadano. También profundizamos en relación al aspecto familiar, ocupación, valores de ciudadanía y ejercicio de participación por parte de los jóvenes del Valle de Uco en conflicto con la ley penal.

El trabajo incluirá el análisis del contexto, aspectos teóricos y el estudio cualitativo de seis adolescentes del Valle de Uco que no sólo están judicializados sino que también han reincidido en su conducta infractora de la ley penal. La muestra fue seleccionada al azar, esta se compone de  dos jóvenes por departamento del Valle de Uco.

 

Para facilitar el análisis, los datos fueron ordenados en distintas variables, como familia, salud, vivienda, reincidencia etc. Con este marco referencial nos preguntamos ¿qué predomina en la conducta de dichos jóvenes, los aspectos individuales o psicologicos o los sociales?

 

 

ENCUADRE TEÓRICO:

 

No hace falta insistir en que la criminalidad no es un fenómeno privativo de la franja más pobre de la sociedad, sino que está presente, bajo diversas modalidades en todos los sectores sociales. Desgraciadamente en las representaciones sociales existe una fuerte presencia de prejuicios que le otorgan “peligrosidad a los niños y adolescentes de los sectores vulnerables, o excluidos”. Infortunadamente la mayoría de los causantes en el Valle de Uco, captados por el sistema y judicializados provienen de los sectores más vulnerables. Estos mitos se refuerzan en la ciencia desde el paradigma “positivista”.  O responden a análisis lineales como: Que el sistema social es el que determina la conducta delictiva, los problemas familiares son los que llevan a la delincuencia, o los trastornos psicológicos…

 

Siguiendo este razonamiento, podemos afirmar que el sistema penal ha respondido en muchos casos con prácticas abusivas a la demanda de seguridad “de la gente bien, no delincuente, trabajadora que paga sus impuestos…”. (se sismetatizaron las entrevistas 100 ciudadanos al azar) Desde esta mirada, Pegoraro señala, que la que está en crisis es “una sociedad hipócrita que no se cuestiona el proyecto social que lleva adelante, que produce en cierta medida a estos jóvenes y sólo atina a transformarlos en chivos expiatorios en donde colocar todos los males sociales”.

 

Este es el contexto donde se construye el concepto de delincuencia infantil, señalando que el rol de la escuela y demás agencias de control social es decisivo.  Bermann en este sentido cita un párrafo de la ley del Estado de Colorado donde se expresa claramente a que se refieren con la palabra delincuente: "Las palabras niño delincuente se aplican a todos los niños de diez y seis años, o menores de esta edad, que violen alguna ley o alguna ordenanza de una ciudad o aldea; o al que es incorregible- a los que,  se asocian con ladrones o con personas viciosas o inmorales; o cuando se desarrollan en un ambiente de holgazanería y de delincuencia;  visita o entra en casas de mala reputación; visita alguna casa de juego, visita un café o un despacho de licores, o vagabundea por las calles durante la noche sin poder justificar una ocupación legítima,  o emplea habitualmente un lenguaje vil, obsceno, vulgar, profano o indecente; o se hace culpable de una conducta inmoral en un lugar público o en las cercanías de una escuela"…

 

Este segmento traduce algunos de los mitos a los que América Latina no está ajena. Muchos se preguntan ¿Será que los jóvenes de hoy son más violentos? ¿Los jóvenes de hoy tienen tendencia a delinquir? ¿No son capaces hoy de respetar los valores?. Para Corsi, La adolescencia no es en si misma una edad critica, ni los jóvenes constituyen un peligro para la sociedad, pero también es cierto que la expectativa sostenida de que una persona o grupo actuarán violentamente contribuye finalmente a que eso suceda. Los jóvenes perciben las respuestas por parte de los distintos ámbitos de “autoridad”  y estas son negligentes o represivas en lugar de educativas; y esa violencia ejercida sobre los jóvenes solo consigue incrementar el odio y la necesidad de venganza que redunda en nuevas conductas delictivas. Esto lo tenemos en cuenta dado que todos los jóvenes de la muestra han reincidido en conductas delictivas. En Argentina el fenómeno se ve agravado por “su empobrecimiento, sus carencias y sus niños, recordamos a los millones de niños y adolescentes que deambulan por las calles, mendigando, limpiando autos, prostituyéndose, en un permanente contacto con la violencia de la que son víctimas y victimarios y con notoria proximidad con la muerte”. Estos son los niños y adolescentes que llegan a ser captados por los sistemas de control social formal, prueba de ello es que en el Valle de Uco, el 90% de los Jóvenes judicializados corresponden a la franja de pobres estructurales.

 

Se pone de manifiesto una cadena en la reproducción de violencia donde el joven es un eslabón más. Es altísima la probabilidad de que los niños maltratados o testigos de violencia sean a su vez adultos maltratadores en el hogar y/o violentos en el mundo social ya que es el comportamiento que han internalizado como natural en su proceso de sociabilización primaria.

 

Por ello afirmamos que “las representaciones sociales no son un simple reflejo de la realidad, ellas constituyen una organización significante, significación que depende a la vez de factores contingentes, como por ejemplo, el contexto inmediato, la finalidad de la situación, las “circunstancias” y de factores más generales que depasan la situación misma, como por ejemplo el lugar que ocupa el individuo dentro de la organización social, el contexto social e ideológico en el cual dicha organización se encuentra, la historia del individuo y de su grupo de pertenencia”. (Aparicio 2007)

 

Esto no quita que rescatemos además, algunos aspectos personales para la elaboración del diagnóstico y posterior abordaje, dado que la representación supone un sujeto activo, desde este punto se poderi decir que la representación evidencia una “textura psicológica” (Moscovici 1976).

 

Los aspectos personales detectados en los adolescentes de la muestra son:

·        el déficit en la integración del Yo,

·        baja autoestima,

·        labilidad afectiva,

·        dificultad en el control de impulsos, agresividad, resolución de conflictos de manera violenta.

·        dificultad en la capacidad de anticipación y planeamiento conductual,

·        escasos hábitos reflexivos,

·        tendencia a culpabilizar al entorno,

·        baja empatía,

·        utilización de mecanismos de defensa tales como la racionalización, justificación, minimización y proyección de la propia conducta,

 

Si a esto le sumamos la violencia a la que son sometidos en tanto a la vulneración de la mayoría de sus derechos de la mano de la exclusión, marginación, esta realidad se ve agravada. Por ello no  podemos dejar de lado el análisis macrosocial, argumentando como los procesos mundiales, la concentración de capitales, la escasa distribución de los mismos, desempleo, subempleo etc.,  ejerce una violencia material sobre los sectores de escasos recursos, que se traduce en la vulnerabilidad de masas, y fuertes procesos de exclusión y desafiliación social. En síntesis esta violencia estructural impide que amplios sectores participen de los beneficios sociales, por ende se reduce “su estatus de ciudadano, en tanto le son negados los bienes socialmente relevantes”.

 

Desde esta mirada ROSANVALLON,  plantea una relación entre delincuencia y desunión social.  En esta situación se encuentran numerosos jóvenes, que fueron por diversos motivos excluidos del sistema educativo, que viven en familias multiproblemáticas, sin ninguna perspectiva de empleo, donde la trasgresión les ofrece una oportunidad de hacerse viriles, en suma de socializarse, aunque sea de manera negativa. En síntesis de una u otra forma esto les da IDENTIDAD.  Los destinatarios de tal identidad, puestos bajo sospecha, asumen la  identificación de su situación con el crimen, acatando el rol desviado, teniendo en cuenta que el control social crea la norma, y de hecho también las desviaciones a la misma. Cuando los niños actúan la desviación, es decir el rol esperado de ellos, justifican su conducta asumiendo la representación social como la criminalización anterior al crimen, la peligrosidad latente, la violencia como mecanismo de sobrevivencia etc. En las representaciones sociales se decodifica el mensaje trasmitido a los jóvenes, que  es sumamente contradictorio, por un lado deben respetar las normas del mundo de los adultos, pero por el otro deben asumir su responsabilidad de individuos en un mundo con algunas manifestaciones anómicas. Para el sociólogo Juan Pegoraro. ¨La violencia juvenil  ha adquirido en la última década una cierta autonomía y una visibilidad creciente, en parte debidas a un modelo de apropiación y distribución regresiva de bienes y servicios que ha victimizado a amplios sectores de esta franja etaria, en especial a los de bajos recursos, expulsándolos, del ámbito escolar y del trabajo, sumiéndolos en la degradación y en la miseria”.

 

Para este autor “la sociedad le ha creado a los jóvenes de hoy una imagen de lo que significa ser joven... estrechamente ligada a la necesidad de consumir objetos que antes no eran necesarios y no a modelos productivos. La búsqueda de la satisfacción de esas necesidades materiales choca contra los altos niveles de exclusión social, lo que da por resultado un quiebre de las normas de convivencia social. Para estos jóvenes la barrera social es infranqueable, solo se franquea mediante el delito, porque no pueden acceder a “ser Jóvenes” de otra manera. Esta sociedad produce estos Jóvenes y después quiere meterlos bajo la alfombra. Pero ellos se hacen presentes violando las normas”. Este padecimiento encuentra también su resorte en la transformación de los vínculos, tanto familiares como los sociales. Por ello Rosanvallon manifiesta que la pertenencia a una estructura familiar “clásica” en efecto ofrecía un punto de equilibrio al individuo, al mismo tiempo lo insertaba en un espacio de sostenimiento social y redistribución económica; también le recordaba que el mundo no empezaba con él, que estaba incluido en una genealogía que le brindaba un punto de apoyo y referencia.

 

Consideramos desde lo expuesto que la familia es el espacio donde convergen las identidades de sus miembros, pero los jóvenes que integran la muestra pertenecen a una estructura familiar multiproblemática. Esta es caótica,  disgregada, dispersa. En relación a este aspecto surge un nuevo padecimiento, que para intentar mitigar se desarrolla que  el uso creciente de toda clase de medicamentos, alcohol, somníferos, tranquilizantes, antidepresivos, antiestrés, etc.…de los que se espera una ayuda para hacer frente a todas las nuevas exigencias y responsabilidades del mundo pos-moderno… Para Rosanvallon el lugar que ocupan las drogas en nuestras sociedades corresponde a un fenómeno de la “civilización”. “La droga en efecto promete la reconstitución del yo, de manera temporaria y ficticia, es cierto, pero aligera el peso de las restricciones. Los tranquilizantes generan la ilusión de resolver la gran contradicción moderna de ser uno mismo y estar a la vez liberado de sí mismo”.

 

Por supuesto que no se trata aquí de hacer una apología de la violencia juvenil, sino es un intento de no ser tan lineales en el análisis y comenzar a examinarnos como sociedad, científicos  y profesionales para así poder revisar críticamente nuestra practica.

 

Desde esta mirada hemos intentado corrernos del rol de controladores sociales, para intervenir desde un nuevo enfoque, que disminuya la intervención judicial, que atenúe la violencia de las instituciones cerradas o totales, que ofrezca verdaderas alternativas de reeducación y reinserción de los jóvenes. En fin tratar de generar respuestas más profesionales, humanitarias y más comprometidas de toda la sociedad. 

 

Como hemos visto   nuestra contemporaneidad se ubica en un tiempo de ruptura histórica, epistemológica, donde, lo viejo no termina de morir y lo nuevo no termina de nacer…Nos encontramos en el marco de una crisis civilizatoria que se expresa en el plano de los valores, de las ideas, del conocimiento, de las practicas sociales que nos incluye y no escapa a los jóvenes con los que trabajamos, sino que por el contrario este es uno de los últimos estamentos de esta constante reproducción de desigualdad.

 

Como lo expresa Bourdieu, lo que está en juego es inventar progresivamente una nueva figura de la acción intelectual, en ruptura con los modelos del "intelectual orgánico" o del "compañero de ruta", sino debemos ser capaces de agrupar, de hacer circular energías, analizar y hacer transitar los análisis, en definitiva, resistir intelectualmente  a la hegemonía del pensamiento neoliberal.

Como hemos visto en todo el documento, las representaciones sociales juegan un rol fundamental en la dinámica de las relaciones y las practicas sociales a través del cumplimiento de cuatro funciones esenciales a saber:

1.     La función cognitiva: ellas posibilitan la comprensión y la explicación de la realidad.

2.     la función identitataria: puesto que intervienen en la definición de la propia identidad social, permitiendo a su vez, salvaguardar la especificidad de los grupos.

3.     la función de orientación. Ellas guían las conductas de los individuos.

4.     La función de justificación: ellas permiten a posteriori la justificación y conductas adoptadas por los individuos.

Se pone de manifiesto, que las tres primeras funciones aquí descriptas hacen referencia al rol ejercido por las representaciones sociales antes de llevarse a cabo una acción. La última hace referencia al rol postcomportamental, puesto que las representaciones sociales permiten a los actores sociales la explicación y justificación de sus conductas.

ANÁLISIS DE LOS DATOS OBTENIDOS:

 

 

Del análisis de los datos obtenidos podemos inferir lo siguiente:

                                                   I.      DEL CONTEXTO:

·        Que el total de los jóvenes de la muestra se encuentran bajo la línea de la pobreza.

·        la mayoría están incluidos en la denominada pobreza estructural,  con necesidades básicas insatisfechas y bajo la línea de la indigencia.

·        El 100% presentan Repitencia y deserción escolar. Han sido expulsados o excluidos del sistema.

·        Tienen escasa o nula vinculación con las organizaciones de la comunidad, sean estas deportivas, culturales recreativas etc.

·        Tienen antecedentes previos en los Juzgados de Familia.

                                               II.      DE LA FAMILIA

·        El 90% de la familia se encuentran excluidos del sistema laboral formal y del educativo (deserción escolar).

·        También encuentran etiquetados o estigmatizados por su apellido, o por el lugar donde residen.

·        pertenecen a familias multiproblemáticas.

·        Se observa en todos los grupos estudiados diversas formas de violencia intrafamiliar.

·        Conflictos entre progenitores. Familia expulsora o sobreprotectora, con limites difusos y contradictorios.

                                           III.      PERSONALES

·        Están incluidos en la denominada personalidad vulnerable.

·        Internación en el COSE.

·        Comportamiento que oscila entre la agresividad y la abulia, sin proyectos hacia el futuro.

 

CONCLUSIÓN Y APORTES:

 

 

Después de este recorrido teórico y el análisis de los casos, podemos afirmar que la vulnerabilidad psicosocial y de las instituciones de control social permite visualizar los serios problemas que surgen cuando el Estado interviene, pero con intentos no asertivos. Los jóvenes con los que estamos trabajando en el Valle de Uco, están “menos educados, menos sanos, condicionados a un espacio social muy limitado etc. Esta desprotección vulnera los derechos consagrados en la Convención de los derechos del niño.

 

La breve descripción ha descuidado el aspecto vincular, “el lazo social”, que incluye el modo y calidad de las relaciones, lo que puede o no coincidir con los aspectos formales. Las consecuencias de un diagnostico incompleto, acritico y meramente formal, no reduce los aspectos negativos y por ende no colabora con elementos de reinserción o rehabilitación, sino por el contrario puede incrementar la vulnerabilidad. En cuanto al aspecto comunitario, este es un dato de gran valor, ya que es necesaria  la historia de la comunidad en tanto espacio originario, dado que ha producido formas de organización social, de producción y de comunicación. Estar atentos en como construyen los jóvenes y sus familias el lazo con la comunidad y viceversa. Esta se aborda a través de sus instituciones, escuelas, centros de salud, iglesia, uniones vecinales, municipio, y el rol que cada una de esta juega. Debemos recordar que los grupos vulnerables lo han sido más al control social ya que el prematuro proceso de condicionamiento social, que favorece la criminalización temprana de estos grupos, aumenta el grado de deterioro. Por esto es que planteamos un  giro en la intervención, que tienda a acciones que generen alternativas concretas. No sólo que sean viables y eficaces sino que tiendan a revisar el contrato social  brindando un impacto no solo en los  niños y adolescentes, sino en toda la comunidad. Entendemos que se deben evitar  las medidas de protección que con “buenas intenciones” reproducen los modelos de exclusión social con actividades represivas, o negligentes y no educativas que generan una inevitable reacción negativa de los jóvenes. Pensar en niños y adolescentes como ciudadanos es una manera de corrernos de acciones paternalistas, represivas o asistencialistas.

 

Esto significa abandonar la concepción de los sujetos como si fueran víctimas, por lo tanto incapacitados para decidir su propio destino. Abandonar también la idea de "beneficiario" o "destinatario” para reemplazarla por la noción de ciudadano activo, esto es, sujeto de derechos pero también de responsabilidades.

 

Construir ciudadanía implica, tensar al máximo tanto las posibilidades distributivas de las políticas vigentes, el trabajo en redes, reconstruirlas o fortalecerlas, como así también acciones culturales de reconocimiento del otro. Asimismo implica, a través de la dimensión cultural de nuestra práctica, elevar el capital cultural de los sujetos con los que trabajamos, en tanto está constatada una asociación positiva entre disponibilidad de capital cultural y ejercicio activo de la ciudadanía.

 

Por ello para el análisis del tema propuesto, el estudio de las representaciones se localiza en el punto de intersección de imaginarios y comportamientos, entre los niveles micro y macro de la realidad. “los vínculos entre sujeto, objeto y contexto”.

Mead y Blummer ya habían precisado que los fenómenos de representación tienen su origen en interacciones como los propios intercambios comunicativos. Para Moscovici, las representaciones pueden originarse, también, a través de mecanismos de observación o de reflexión individuales los cuales, por supuesto siempre están mediados por el contexto.

 

Las representaciones son sociales porque son inseparables de los grupos y de los objetos de referencia. Por ello en el “tema de los adolescentes infractores de la ley penal, lo social interviene ahí de varias maneras: a través del contexto concreto en que se sitúan los adolescentes estudiados y los grupos de pertenencia; a través de la comunicación que se establece entre ellos; a través de los marcos de aprehensión que proporciona su bagaje cultural; a través de los códigos, valores e ideologías relacionados con las posiciones y pertenencias sociales específicas. 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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EDUCACIÓN PARA EL FUTURO

EDUCACIÓN PARA EL FUTURO

Mgter. Elsa Yolanda Cáceres

 

                                           

Por una Educación más Humana

Ciertamente el panorama descrito en la primera parte de este ensayo, constituye el marco en el cual de forma más específica nos toca colocar algunas reflexiones en torno a lo que se ha dado en llamar los escenarios de futuro en los que la Educación está llamada a repensarse y jugar su rol.

Tenemos que reconocer que pretender bosquejar escenarios de futuros no es cuestión de vaticinios, aunque sí de anclaje simultáneamente en la historia que precede, en la historia de hoy leída desde sus raíces y sus matices o novedades propios. Y es que los escenarios de futuro son hijos de los de hoy que a su vez arrastran huellas de los de ayer

Esto equivale a preguntarnos y aguzar el análisis por quiénes son hoy entonces los sujetos a educar en las actuales conformaciones sociales, culturales y político-.económicas de nuestro país, habida cuenta de las orientaciones que dichas conformaciones expresan como tendencias que las harán diferentes o las terminarán consolidando en los escenarios futuros.

Pero además, plantearse un  ejercicio de imaginar escenarios de futuro, es un ejercicio de no-postmodernidad, en la medida que ésta tendería a la renuncia de la finalidad  que representa,  rendirse al presente, a su mediocridad y a sus injusticias.

En este sentido el ensayo tiene como propósito hacer un recorrido de los paradigmas desde lo educativo y de las corrientes pedagógicas contemporáneas en escenarios del futuro, como marco de referencia para plantear desde la teoría y la práctica  las condiciones en las que debe desarrollarse la educación de cara al nuevo milenio, asumiendo una actitud crítico- reflexiva y científica desde mi profesión. 

  DESDE LOS PARADIGMAS EPISTEMOLÓGICOS DE LA GLOBALIZACIÓN: LOS RETOS A LA EDUCACIÓN

Frente al torbellino de transformaciones, de novedades cotidianas que los nuevos dueños del mundo lanzan,  se corre el riesgo de pensar que todo lo anterior ha quedado superado,  que los ideales de una modernidad inacabada como lo recuerda Habermas, ya no son parte de un horizonte entusiasmante, de un sentido de la utopía como realidad material e inmaterial existentes.

Quizá aquí radique, de haberlo logrado, uno de los factores que explican las nuevas formas de marginalidad y de reproducción ampliada de la exclusión. Utopía no es voluntarismo ni nostalgia. Hay razones materiales para afirmar que hoy existe, que hoy se expresa, que hoy se concretiza en movimientos sociales, en colectivos de solidaridad, de  indignación frente a lo que niega la dignidad.

 Las grandes transformaciones, del capitalismo, mantienen y amplifican  su originario carácter discriminador, excluyente, incapaz de dar posibilidades de vida en dignidad, ni siquiera de sobre vivencia digna para las mayorías, aunque referirse al derecho a la sobre vivencia aparezca como una contradicción, pues no nacimos para apenas sobrevir. Sobrevivir deviene el derecho a no morir antes de tiempo.

Hoy pareciera que todo aboga por descalificar los discursos desde y por la utopía, y ésto como signo de sensatez, de realismo, de tener los pies sobre la tierra. El refrán más vale pájaro en mano que cien volando cobra un realismo inusitado

Pero quienes apuesten por la educación, apuestan por la utopía de un hombre y mujer nuevos, humanamente humanos; la educación nos coloca a las antípodas del pesimismo subyacente a quienes predican que éstos no son tiempos de utopías o más sutilmente, que la utopía que hay que abrazar es la que el mercado nos ofrece como espacio de libertad, de realización personal, de éxito en la vida.

Apuntar así a uno de los fines irrenunciables de la educación, es entrar en la complejidad y conflictualidad que la búsqueda de algo, siempre embrional en su materialización, nos plantea. La pregunta que debemos hacernos es si la educación está realmente aportando a la formación de motivaciones, expectativas, deseos e intereses que confluyan en una razón utópica dinamizadora de los seres humanos y de los colectivos societales.

La Sociedad Industrial impuso por más de dos siglos su paradigma de sociedad y su concepción sobre la función de la educación. Este se concretaba en su valor de uso y su funcionalidad al modelo de desarrollo económico y de dominación político-cultural, en muchos casos político-militar colonizador.

Con el término de la sociedad industrial y el ingreso en la era post-industrial, entramos en el paradigma de la globalización como lugar epistemológico para la redefinición de los grandes fines de la educación y de las formas institucionalizadas de su materialización: la informática, la telemática, los grandes medios de comunicación y las instituciones sobrevivientes, como la escuela y la universidad, redefinidas en su rol y en sus alcances.

La educación entonces tiende a dejar de ser considerada un bien social y pasa a ser un botín del mercado. De un derecho que refiere intrínsecamente a la dignidad del ser humano, pasa a ser un derecho entendido a la luz de su significación para el mercado. Heredamos del siglo pasado una educación continental marcada por la globalización de la educación y la presencia hegemónica del neoliberalismo en educación (Torres, Grandezas y miserias de la educación latinoamericana del siglo XX en Paulo Freire y la Agenda de la Educación Latinoamericana en el siglo XXI, Clacso, 2002, p.28)

Es con este paradigma epistemológico con el que hemos ingresado al siglo XXI. Paradigma hegemonizado por la razón económica, comercial y tecnológica, es por allí que el paradigma se transforma simultáneamente en un paradigma político, cultural y ético que marcará a la educación

Hoy no hay visos de que a largo plazo se pueda revertir la lógica de este paradigma aparejado a la grave crisis que en el mundo se percibe en la educación cuando de estándares de calidad deseable para toda la población se trata.

Una de las impresiones generalizadas y reales que se tiene en la actualidad, es lo inmanejable para la población mayoritaria de su situación de exclusión, es decir de discriminación, de desigualdades flagrantes.

 Los escenarios de futuro- entendido éste como los próximos 25 años- que según algunos expertos no sólo no detendrán su tendencia a acentuar las distancias entre excluidos e incluidos, sino que, la tendencia es a un agravamiento de estas señales de discriminación social, cultural y educativa. Cabe entonces preguntarnos por las condiciones no sólo materiales de vida de los potenciales participantes a los sistemas y clientes de las instituciones educativas, sino las condiciones subjetivas de las que dependen los aprendizajes en un porcentaje casi total. Y es que actualmente .el modelo neoliberal refleja una agenda internacional de investigación e inversión educativa que predica la privatización como solución educativa, tanto para subsanar las deficiencias de la inversión estatal en educación como para confrontar la crisis fiscal del Estado

3-La educación: aportar a un mundo donde quepan todos los mundos.

El nuevo paradigma retoma una vieja y colonizante idea de la homogeneización cultural o uniformización cultural; la cuestión de la diversidad cultural viene a ser encarada como la de diferencias culturales, la misma que facilita una ideología, aún remozada de cuando en cuando, de la necesidad de apuntar a una cultura idealmente modernizada y modernizante como condición para superar la marginalidad en que ciertas culturas tienen atrapadas a fuertes colectividades en el planeta.

 Pero como hoy se da una resistencia a esta pretensión, .se trabaja en esta perspectiva, respetando las peculiaridades culturales, en la medida que no son un obstáculo a la expansión de la cultura económica, de la cultura social y de la cultura política occidentales modernas

 Este mismo paradigma da pie a otra versión que aún reconociendo la diversidad cultural, aboga por un sistema mundial único que la asuma en su interior.

Es en América Latina que los zapatistas acuñaron una visión distinta Un mundo que contiene muchos mundos, para indicar una relación mutua en que ningún mundo puede pretender ser el mundo. Podríamos decir que es por allí que coinciden perspectivas y esfuerzos como los del Foro Social Mundial al apuntar aun mundo otro como posible

4--La educación: abordar la complejidad como condición de

Responsabilidad  social

Los escenarios, son complejos y lo es también la educación como proceso de cada persona, década ,comunidad, como práctica social, como organización      institucionalizada en las más diversas agencias, tiempos y espacios; lo es como relación humana, como conexión virtual, como encuentro  intergeneracional, como interculturalidad; lo es como propuesta axiológica, como ofrecimiento de desarrollo social, etc.

Es evidente que el paradigma que emerge desde el capitalismo neoliberal informacional (Manuel Castells), nos acompañará por tiempo aún imprevisible; en efecto, algunos de sus avances en el campo de la tecnología y los modos de vida que se van modelando bajo su influencia, son realidades aparentemente irreversibles.

Decimos aparentemente, pues, sin ingenuos voluntarismos, tampoco es que el terreno esté totalmente libre, sin resistencia alguna desde otros paradigmas humanizantes, alentadores de la dignidad de los humanos, del respeto por el entorno, de un nuevo sentido y significado de la vida en el planeta.  

Es lo que el mismo M.Castells llama la lógica de los flujos, vale decir, de la comunicación, la misma que sostenida y desarrollada por la revolución tecnológica en el campo de la telemática, conoce desarrollos nunca antes conocidos. Y es que sólo esto, trastoca la vida, su comprensión y el para qué y el cómo de la educación. Si bien la era informática ha simplificado muchísimos aspectos de la vida de las naciones,  simultáneamente  ha abierto un cúmulo de nuevos retos.

 El mero hecho de la hiper acumulación de información disponible, reta al desarrollo de capacidades de selección crítica y de su uso creativo.

5-La ética como la educación, necesarias, pero insuficientes

La cuestión central para nosotros se pone en relación a la necesidad de una radical transformación de los paradigmas heredados en materia educativa, en una visión crítica e innovadora de los paradigmas que se nutren en la cultura capitalista en su versión neoliberal. Y es que referirse a paradigmas educacionales, es ingresar directamente en la cuestión ética que subyace a los mismos. Sabemos que un discurso desde la ética no resuelve por sí solo los problemas económicos, sociales, humanos que subyacen a toda labor educativa.

Pero igualmente correcto es decir que sin dicha revisión de la ética hoy dominante, tampoco otras entradas están libres de no ser, en cuanto respuestas de más de lo mismo, dejando intocada la situación de hoy.

Lo que está en juego es el proyecto humano, de humanidad; la cuestión principal es una preocupación por el destino de la especie humana en las próximas décadas; quizá no sea tanto imaginar guerras de destrucción masiva, de exterminio violento de la humanidad. Lo más grave es que la exclusión, la relegación a condiciones infrahumanas de gruesos sectores de la población mundial, equivale a su exterminio social, a su insignificancia política, a su relegamiento cultural, a su desaparición como población económicamente productora de riqueza y bienestar.

La educación deberá estar preparada para dar su contribución a todo esfuerzo que pretenda establecer, institucionalizar y naturalizar la existencia de una humanidad de primera categoría y otra, de ínfima categoría apenas numeraria. Y en este sentido, la educación recobra trascendencia, vale decir, su misión y su labor transcienden lo puntual, lo coyuntural, lo inmediato al encararlos en la vida cotidiana. No habrá humanización sin educación, aunque no toda educación hoy sea gestora de humanización.

Sin embargo es innegable que el paradigma dominante esgrime con fuerza un discurso sobre capital humano, sobre capital inmaterial, la formación de recursos humanos. Lo pertinente es analizar el contenido y el sentido que cada uno de estos discursos trae consigo. Como bien lo recuerda  este modelo está basado en las teorías económicas neoclásicas que postulan la benevolencia del auto interés.

Es decir que los individuos son racionales, que toman sus decisiones siempre en función de un cálculo económico deliberado (aún cuando las decisiones que tomen sean equivocadas), y que la persecución de intereses totalmente auto centrados resultará, en última instancia, en un beneficio para la sociedad en su conjunto

Cabe señalar que la ética por sí sola no cambia el mundo, al igual que no basta el esfuerzo educativo para transformar y revertir la historia.

No es realista imaginar que la ética como cuestionamiento de los proyectos sociales, económicos, políticos, culturales, en una palabra de proyectos donde se juega la dignidad y la felicidad de los humanos, sea suficiente para asegurar que así sea, por más necesaria que la ética sea.

Cuando hoy se levantan discursos sobre la ética, ciertamente de gran relevancia, se hace pertinente recordarnos esta verdad de perogrullo. En relación a la educación suenan músicas similares.

Ni una ni otra desligadas de la política y de la economía podrán encara exitosamente la crisis orgánica de nuestra sociedad que se expresa en un sucumbir a procesos de universalización de símbolos, de discursos, de propuestas homogeneizantes de modos de vida, de sentido común que el tipo de globalización dominante pretende compulsivamente imponer y seguirá intentándolo.

ANÁLISIS DE PARADIGMAS MÁS REPRESENTATIVOS

 DE CORRIENTE PEDAGÓGICAS CONTEMPORÁNEAS

Para identificar el o los paradigmas que los sustentan actualmente o que sustentaron en su momento, las corrientes pedagógicas contemporáneas, debemos hacernos preguntas tales como tales como por ejemplo; ¿cuáles son los fundamentos filosóficos, epistemológicos y psicológicos que las sostienen?, ¿qué tipo de interrelaciones establecen?, ¿por qué apoyarnos en uno u otro paradigma?, ¿bajo que criterios un paradigma se considera "tradicional" o “caduco”?, y ¿qué factores han constatado la ineficiencia o caducidad del anterior modelo?.

Ahora bien, con la pretensión de rediseñar las prácticas pedagógicas y la naturaleza del proceso enseñanza - aprendizaje, se han fortalecido enérgicamente varias tendencias contemporáneas del área pedagógica. Estas son consideradas por Contreras y Cols, (1996) como: "Los campos, corrientes o discursos que expresan, a nuestro entender, líneas de fuerza en el pensamiento y/o en la práctica educativa" (p. 10).

 Es decir. Las "corrientes pedagógicas contemporáneas" se refieren a los movimientos y/o teorías que se caracterizan por tener una línea del pensamiento e investigación definida sobre la cual se realizan aportes permanentemente, y que les dan coherencia, solidez y presencia en el tiempo a los discursos que la constituyen. Estas "corrientes" describen, explican, conducen y permiten la comprensión de lo pedagógico ante las exigencias del contexto y pasan a ser referentes que modifican los contextos sociales y pedagógicos de la escuela y las líneas de discurso o de la práctica en que se definen diversas pedagogías.

Estas corrientes constituyen los discursos actuales, aquí y ahora, sobre el problema de la formación del hombre, objeto central de la acción pedagógica. La formación, según la perspectiva de Flórez (1994), "es el proceso de humanización que va caracterizando el desarrollo individual, según las propias posibilidades; la formación es la misión de la educación y de la enseñanza, facilitar la realización personal, cualificar lo que cada uno tiene de humano y personal, potenciarse como ser racional, autónomo y solidario" (p. 108).

Las corrientes pedagógicas contemporáneas responden al reclamo social de una formación que les permita a los sujetos resolver problemas de diferente índole de forma autónoma, esto significa, poder enfrentar la búsqueda de soluciones, encontrar una respuesta y tener algún control sobre ésta, dado que en la mayoría de los casos, los problemas que se presentan implican encontrar respuestas nuevas a preguntas también nuevas. Por ejemplo, en la educación tradicional, las viejas soluciones responden de manera simplista o mecánica a las demandas sociales: a mayor número de solicitudes de ingreso de estudiantes, más instalaciones construidas y, por ende, más burocracia. Con esta lógica se sigue reproduciendo un modelo que ha mostrado su insuficiencia al concebir la enseñanza más para sí misma que para apoyar los requerimientos de formación de la sociedad, en lo general, y de cada una de las personas.

Los paradigmas educativos no han tenido un desarrollo sencillo, de hecho su tránsito entre los actores educativos ha sido en cierto sentido tortuoso por las posturas polares siempre presentes en el campo pedagógico.

 Por una parte, se encuentran las instituciones escolares, que siguen observando hacia el pasado y que se erigen como defensoras de las tradiciones, con una manera segura y aceptada de hacer las cosas, y por otra, surgen precisamente estas corrientes innovadoras en diversos campos, direcciones y visiones, no obstante las prácticas y la investigación educativa no necesariamente avanzan a la par.

Las repercusiones de las corrientes pedagógicas contemporáneas van más allá de lo convencional, quizás su mayor aporte, y a riesgo de cometer una sobre simplificación, la pregunta más importante que han planteado estas tendencias es considerar ¿si la educación debe dedicarse a transmitir los saberes científicos establecidos?, o bien ¿debe preocuparse por desarrollar una nueva forma de concebir y representar el mundo, más allá de la forma en que inicialmente los alumnos lo ven?

Tenemos ahora una nueva cultura pedagógica, un nuevo consenso en torno a la idea superada en el sentido de una pedagogía de corte burocrático, instrumental, procedimental  meramente técnica o simplemente didáctica. Se han abierto otras nuevas formas de pensar referente a la pedagogía. Nos hemos contagiado de postmodernidad y hemos asumido el reto de pensar en la pedagogía desde la pedagogía.

 La bienvenida de las corrientes pedagógicas contemporáneas han obtenido acuse de recibido, en tanto no se hace un planteamiento crítico o se fomenta la investigación pedagógica autónoma a esta recepción inicial. Las tendencias pedagógicas resultan descontextualizadas de su original marco de referencia o peor aún, reducidas a meros componentes didácticos, inventarios decisionales o diseños instruccionales que a toda costa se pretenden aplicar en los campos de enseñanza. Ahora bien, respecto a las principales corrientes pedagógicas contemporáneas, iniciemos su descripción básica y brevemente.

I. El paradigma de “La escuela nueva”

La llamada “Escuela Nueva” fue un movimiento pedagógico heterogéneo iniciado a finales del siglo XIX. La escuela nueva, llamada también escuela activa, surge como una reacción a la escuela tradicional y a las relaciones sociales que imperaban en la época de ésta. Se constituye en una verdadera corriente pedagógica, en una propuesta educativa de nuevo perfil, quizás cuando al finalizar la primera guerra mundial, la educación fue nuevamente considerada esperanza de paz.

 Pese a que sus orígenes son más remotos, el movimiento encontró su mayor auge en tiempos bélicos, por lo que su ánimo renovador de la enseñanza es característico, además de fundamentar gran parte de sus planteamientos en la psicología del desarrollo infantil. Para algunos estudiosos llegó a ser como una revolución copernicana en la educación.

En la opinión de Ferriere (1982) los pedagogos de la escuela nueva fueron poseídos por un ardiente deseo de paz y volvieron a ver en la educación el medio más idóneo para fomentar la comprensión entre los hombres y entre las naciones, la solidaridad humana; desarrollar el amor fraternal sin importar diferencias de nacionalidad, de tipo étnico o cultural; que el impulso de vida se impusiera por fin sobre el instinto de muerte; que se pudieran resolver de manera pacífica los conflictos entre las naciones y entre los grupos sociales. De esta manera, la nueva educación tendría que ser capaz de formar a los individuos para la paz, la comprensión y la solidaridad.

Según el movimiento de la Escuela Nueva era importante denunciar y modificar los  vicios de la educación tradicional: pasividad, intelectualismo, superficialidad, enciclopedismo, verbalismo con el propósito de definir un nuevo rol a los diferentes participantes del proceso educativo. Así pues, tenemos que la noción de niño en este modelo debe estar basado en planteamientos del desarrollo, y el acto educativo debe tratar a cada uno según sus aptitudes. No hay aprendizaje efectivo que no parta de alguna necesidad o interés del niño, ese interés debe ser considerado el punto de partida para la educación. Respecto a la relación maestro – alumno se transita de una relación de poder-sumisión que se da en la escuela tradicional a un vínculo marcado por una relación de afecto y camaradería. Es más importante la forma de conducirse del maestro que la palabra. El maestro será pues un auxiliar del libre y espontáneo desarrollo del niño. La autodisciplina es un elemento que se incorpora en esta nueva relación, el maestro cede el poder a sus alumnos para colocarlos en posición funcional de autogobierno que los lleve a comprender la necesidad de elaborar y observar reglas.

En este sentido, si se considera el interés como punto de partida para la educación, es innecesaria la idea de un programa impuesto. La función del educador será descubrir las necesidades o el interés de sus alumnos y los objetos que son capaces de satisfacerlos. Están convencidos de que las experiencias de la vida cotidiana son más capaces de despertar el interés que las lecciones proporcionadas por los libros. Se trata de hacer penetrar la escuela plenamente en la vida; la naturaleza, la vida del mundo, los hombres, los acontecimientos serán los nuevos contenidos.

 En consecuencia, si hay un cambio en los contenidos, debe darse también un cambio en la forma de transmitirlos, así que se introdujeron una serie de actividades libres para desarrollar la imaginación, el espíritu de iniciativa, y la creatividad. No se trataba sólo de que el niño asimilara lo conocido sino que se iniciara en el proceso de conocer a través de la búsqueda, respetando su individualidad.

A pesar de que sus principales representantes mantenían diferencias sustantivas, tanto en sus concepciones sobre la educación, sobre el niño, sobre la naturaleza social de la institución escolar, como en el contexto político y sociológico en que se desarrollaron cada una de las escuelas pertenecientes al movimiento, existen correspondencias significativas entre ellos. Entre los representantes más destacados de esta nueva corriente pedagógica se encuentran: Rousseau, Pestalozzi, Tolstoi, Dewey, Montessori, Ferrieri, Cousinet, Freinet, Piaget. Claparede y Decroly (Palacios, 1999).

 

II. El paradigma de “La pedagogía liberadora”

Respecto a la pedagogía liberadora resulta una obligación ineludible comentar que fue en los años setenta cuando el pedagogo Paulo Reglus Neves Freire, conocido mundialmente como Paulo Freire, marco un avance cualitativo en las ciencias de la educación al proponer una nueva mirada sobre cómo trabaja la cultura dominante para legitimar ciertas relaciones sociales.

 La propuesta liberadora parte de una mirada dialéctica de la cultura, según la cuál, ésta no solo contiene una forma de dominación, sino además las bases para que los oprimidos puedan interpretar la realidad y transformarla según sus propios intereses. Los fundamentos de su propuesta pedagógica se basan en que el proceso educativo ha de estar centrado en el entorno de los alumnos.

Freire supone que los educandos tienen que entender su propia realidad como parte de su actividad de aprendizaje. No basta con suponer, por ejemplo, que un estudiante sabe leer la frase “Mario ha sembrado fríjol en el campo”. El estudiante debe aprender a “Mario” en su contexto social, descubrir quién ha trabajado para producir la siembra y quién se ha beneficiado de este trabajo. Ese “sistema” le valió el exilio en 1964, tras haber pasado setenta y cinco días en prisión, acusado de ser un revolucionario y un ignorante. Su publicación más conocida; Pedagogía del oprimido (1999), está dedicada a los que trabajan la tierra y a los que se identifican con los pobres, sufren con ellos y luchan por ellos.

Para tales fines, Freire (1999) tuvo que recurrir a ciertas nociones básicas y hasta entonces escasamente utilizadas en el lenguaje de la pedagogía, como es el caso del poder, la deshumanización, conscientización, ideología, emancipación, oprimido, opresor, dialogicidad. antidialogicidad, concepción bancaria de la educación, educación problematizadora, radicalización, sociedad cerrada, sociedad en transición, democratización, conciencia intransitiva, conciencia ingenua o mágica, conciencia crítica, educación liberadora, alfabetización y otros muchos que han contribuido a criticar los mecanismos más usualmente utilizados en política de alfabetización, en tanto reducen los procesos de lectura, escritura y pensamiento  a meras técnicas alienantes que no solo ignoran la cultura del oprimido, sino que además contribuyen a fortalecer las ideologías dominantes.

 En tal sentido, numerosas experiencias populares de educación en todo el mundo han basado su método en los aportes de Freire. De todos los términos mencionados anteriormente valdría la pena recuperar al menos cuatro de su principal obra: Pedagogía del oprimido (1999), que orientan y clarifican el análisis de la corriente pedagógica liberadora de Freire que, sin duda, se constituye como entre los últimos pedagogos que han analizado la problemática educativa desde un punto de vista integral. Estos conceptos son: 

  1. Deshumanización: Freire señala la “deshumanización” como consecuencia de la opresión. Esta, afecta no solamente a los oprimidos sino también a aquellos que oprimen.
  2. Educación Bancaria: En la educación bancaria la contradicción es mantenida y estimulada ya que no existe liberación superadora posible. El educando, sólo un objeto en el proceso, padece pasivamente la acción de su educador, el saber es como un depósito.
  3. Educación Problematizadora: La propuesta de Freire niega el sistema unidireccional propuesto por la “Educación bancaria” ya que da existencia a una comunicación de ida y vuelta constituyéndose un diálogo liberador.
  4. La dialogicidad: El diálogo es este encuentro de los hombres, mediatizados por el mundo, para pronunciarlo no agotándose, por lo tanto, en la mera relación yo-tú, es la esencia de la educación como práctica de libertad.

El contexto histórico en donde se desarrolla esta corriente pedagógica contemporánea esta matizado por las ideas nuevas y revolucionarias que surgen en América Latina en los años sesentas, además es interesante indagar sobre la formación personal de Freire, quién por una parte, da cuenta de su formación católica combinada con el lenguaje liberacionista proveniente de las corrientes progresistas del catolicismo, y, por otra, utiliza elementos de la dialéctica marxista que le permiten el uso de un patrón de visión y comprensión de la historia. No obstante, su enfoque también se nutre de otras corrientes filosóficas, como la fenomenología, el existencialismo, y el hegelianismo.

Respecto al discurso pedagógico de la corriente liberadora, éste se constituye como un método de cultura popular cuya finalidad inmediata es la alfabetización, y en su dimensión más amplia como la educación entendida como práctica de la libertad, en donde se busca transformar el proceso educativo en una práctica del quehacer del educando. No obstante, la radicalidad democrática de sus postulados ha desenmascarado también la distancia que todavía existe entre la concepción teórica y la praxis diaria que tiene lugar en nuestras salas de clase. La obra de Paulo Freire surge, pues, como toma de conciencia de las fuerzas socioculturales de su época y como intento explícito por indagar, desde el campo pedagógico, sobre las causas que frenaban la transformación de su sociedad. Freire (1999) partía de un presupuesto fundamental: “No pienso auténticamente si los otros tampoco piensan. Simplemente, no puedo pensar por los otros ni para los otros, ni sin los otros. La investigación del pensar del pueblo no puede ser hecha sin el pueblo, sino con él, como sujeto de su pensar” (p. 120).

 Al centrar su atención en los sistemas educativos, descubre que el elemento común que los caracteriza es que se trata de “una educación para la domesticación”. Es decir, el educando no es el sujeto de su educación. La caracterización que logra Freire (1998) de los sistemas de educación de su época suena por desgracia todavía muy familiar en nuestros días: “La educación se torna un acto de depositar, en que los educandos son depositarios y el educador el depositante. En lugar de comunicarse, el educador hace comunicados y depósitos que los educandos, meras incidencias u objetos, reciben pacientemente, memorizan y repiten. He ahí la concepción bancaria de la educación, en la que el único margen de acción que se ofrece a los educandos es el de recibir los depósitos, guardarlos y archivarlos” (p. 63).

Finalmente, en esta corriente pedagógica se hace patente la deuda que tenemos con Freire en el sentido de haber concebido y experimentado un sistema de educación, así como una filosofía educativa, que se centró en las posibilidades humanas de creatividad y libertad en medio de estructuras político-económicas y culturales opresivas.

Su objetivo es descubrir y aplicar soluciones liberadoras por medio de la interacción y la transformación social, gracias al proceso de “conscientización”. Es importante mencionar como colofón a esta corriente pedagógica, la posibilidad de precisar más a fondo la cuestión de si se puede llevar a cabo una labor radical de educación popular en el marco de instituciones estatales o de proyectos financiados por el Estado.

III. El paradigma del “Enfoque cognitivo”

En los últimos 30 años, las tendencias cognitivas en su conjunto han contribuido a un entendimiento multidisciplinario de la mente y de la cognición en general.

A mediados de los años cincuentas, un conjunto de investigadores de distintas disciplinas (filósofos, lingüistas, psicólogos, computólogos, antropólogos, sociólogos y neurocientíficos) descubrieron que tenían un interés común en un conjunto de premisas encaminadas todas hacia la interpretación del funcionamiento del cerebro: ¿cuál es la naturaleza de la inteligencia? ¿Qué mecanismos biológicos y computacionales apoyan esta actividad? ¿Cuál es el rol del medio ambiente -cultural, físico y social- en el proceso de adquisición de conocimiento? ¿Cuál es el papel del aprendizaje, la adaptación y el desarrollo en el desarrollo del comportamiento cognitivo? La forma más adecuada de responder a todas las interrogantes fue a través de investigaciones multidisciplinarias e integradoras en donde se tendieran puentes entre distintos puntos de vista y se generaran nuevos paradigmas.

Continuando con la descripción del marco histórico particular de la corriente pedagógica es importante señalar que el slogan común y tarjeta de presentación de este paradigma es la denominada “La Revolución Cognitiva”. Sin embargo, fue más que una revolución, fue un rescate de la idea de procesos mentales complejos que William James había tratado de explicar medio siglo antes (Bruner, 1956). Lo que había dominado la investigación del aprendizaje hasta ese momento -la conexión estímulo-respuesta, las sílabas sinsentido, la rata y la paloma- dejó de ser importante para tomar temas de investigación que trataban de descifrar lo que ocurría en la mente del sujeto entre el estímulo y respuesta. La actividad mental de la cognición humana era de nuevo respetable en el campo de la psicología y digno de estudio científico (Simon, 1991).

     Desde otro punto de vista el cognitivismo intentó oponerse al conductismo, más que revivir las ideas funcionalistas. No era simplemente un rechazo del conductismo sino una integración de este en un nuevo esquema teórico de referencia.

 Las reglas de  reforzamiento fueron puestas dentro de la mente del individuo y se les llamó reglas de representación simbólica de un problema. El comportamiento visible del organismo en sus procesos de aprendizaje fue reemplazados por procesos internos de pensamiento llamados en forma genérica resolución de un problema.

 En términos filosóficos el cognitivismo cambió el énfasis empírico por un énfasis racionalista. Sin embargo, el cognitivismo reclamaba también su estatus científico y su aspecto experimental, se extendió hacia el estudio de problemas que no podían ser observados visual o externamente como depósito de información en la memoria, representación del conocimiento, metacognición y otros.

El desarrollo de la tecnología creó otro pilar de apoyo a las nuevas teorías cognitivas. La computadora creó un asombroso modelo de funcionamiento mental que eventualmente habría de ser rechazado en las teorías socio históricas.

Los inicios del cognitivismo como corriente pedagógica contemporánea pueden situarse en los trabajos de Jean Piaget quién propuso una teoría racionalista frente a las tesis empiristas de la tabula rasa. En otras palabras, el conocimiento era una interpretación activa de los datos de la experiencia por medio de unas estructuras o esquemas previos.

Consideró estas estructuras no como algo fijo e invariable, sino como algo que evolucionaba a partir de las funciones básicas de la asimilación y la acomodación. La filosofía racionalista, la biología evolucionista y el pragmatismo funcionalista, constituyen las principales coordenadas de su pensamiento. Este diluvio de ideas nuevas continuó desatándose gracias a las capacidades analíticas de otra gran figura intelectual del siglo XX, Noam Chomsky (1975). Como lingüista, Chomsky trato de entender el aprendizaje de una lengua en términos de los postulados conductistas y se encontró continuamente con contradicciones teóricas. En sus propias palabras Chomsky (1975, p. 30) explica esto con precisión:

"Si un conductista acepta las definiciones generales de caracterización de un evento físico impactando un organismo como estímulo y cualquier parte de este organismo como respuesta, es necesario concluir que la mayor parte de este comportamiento del organismo no esta regido por las leyes conductistas.

En otras palabras Chomsky decía que el conductismo hacía análisis científicos de situaciones extremadamente simples y de ahí explicaba situaciones complejas (con su vocabulario de laboratorio) que nunca podía probar experimentalmente. El lenguaje era un ejemplo de ello. Es posible enseñar a un loro a repetir ciertas palabras, no es posible enseñar a un ser humano a escribir cada una de sus palabras de la forma que él o ella escribe. Tiene que haber una contribución interna, elaboración,  construcción, estructuración o cualquier término que indique este acto interno y personal que llamamos en forma general pensamiento.

Al mismo tiempo que Chomsky lanzaba sus devastadoras críticas al conductismo como Lingüista, Bruner (1960) tomaba una posición igualmente crítica como psicólogo con estudios que directamente aplicaban a la educación.

 Otro teórico que nutrió el comienzo del cognitivismo fue Herbert Simon (1976), quién siendo uno de los pioneros del campo de la inteligencia artificial, trato de formalizar los modelos cognitivos de resolución de problemas por medio de simulación en  la computadora. Su pregunta clave fue siempre qué clase de representación de un problema hace una persona cuando resuelve problemas y cuáles son las diferencias representacionales entre un experto y un aprendiz.

Su conclusión más importante fue que la resolución de problemas en la mente humana era simulación y prueba de hipótesis que permitieran alcanzar ciertas metas. En términos fundamentales no había diferencia entre la resolución de problemas de una rata en un laberinto y un humano en el laboratorio. Los dos lograban sus metas por medio del método de prueba y error.

 La diferencia con los conductistas era que el comportamiento externo de la rata era llevado al cabo internamente en el pensamiento del científico. El intento de Simon fue ambicioso. Él creía que toda la cognición humana tenía una naturaleza pragmática que se manifestaba en la resolución de problemas.

En resumen, las contribuciones de los cognitivitas citados tienen gran influencia en la consolidación de esta corriente pedagógica contemporánea. Es muy importante prestar atención a todas estas implicaciones diversas del pensamiento funcionalista. Es interesante observar cómo el pensamiento científico y filosófico puede tomar la misma fuente y producir ideas que se oponen las unas a las otras. Es como tener una colección de piedras, dividirla en dos y darle una parte a cada arquitecto. Con el mismo material uno de ellos se propone construir una torre y el otro se propone construir un pozo.

Las implicaciones educativas del cognitivismo son impactantes, particularmente en cuanto a sus aplicaciones inmediatas en el aula escolar, en la solución de problemas, en los procesos de metacognición, en el pensamiento creativo, en cuanto a los estilos y dimensiones de aprendizaje, en los diseños instruccionales, en el planteamiento de “escuelas inteligentes”, en la aparición de los nuevos enfoques para enseñar a pensar y el en el desarrollo de habilidades de pensamiento entre otros muchos aportes, lo cual deja claro que la corriente cognitiva está lejos de ser un cuerpo de conocimientos terminado y completo. Por ser una área de conocimiento relativamente nueva, día con día se siguen generando avances sobre el pensamiento humano a través del uso del método experimental.

IV. El paradigma del “Enfoque constructivista”:

Recientemente hemos estado observando cómo un vocablo aparece, cada vez con más frecuencia en el discurso de los educadores. Esta corriente pedagógica contemporánea denominada "constructivismo", es ofrecida como "un nuevo paradigma educativo”. La idea subyacente de manera muy sintética, es que, ahora, el estudiante no es visto como un ente pasivo sino, al contrario, como un ente activo, responsable de su propio aprendizaje, el cual él debe construir por si mismo. Como todo aquello que se divulga con la intención de que sea masivamente "consumido", se corre el riesgo de usar la expresión "constructivismo" de manera superficial y no considerar las implicaciones ontológicas, epistemológicas y metodológicas que derivarían de sustentar un diseño del proceso enseñanza-aprendizaje sobre bases constructivistas.

De acuerdo a las ideas constructivistas en educación todo aprendizaje debe empezar en ideas a priori. No importa cuán equivocadas o cuán correctas estas intuiciones de los alumnos sean. Las ideas a priori son el material que el maestro necesita  para crear más conocimiento. No obstante, no debe olvidarse que en todo acto de enseñar estamos imponiendo una estructura de conocimiento al alumno, no importa cuán velada esta imposición se haga. Como maestros podemos ser gentiles, pacientes, respetuosos y cordiales en nuestra exposición  y aún así estamos imponiendo una estructura de conocimiento. 

Si enseñamos, por ejemplo, la teoría socio histórica de Vygotsky, imponemos una serie de conceptos que el alumno no tendrá la oportunidad de validar por sí mismo a  no ser que se convierta en el facilitador de un grupo. La imposición de estructuras de conocimiento  no es lo que hace un mal maestro.  Un mal maestro es aquél que impone nuevo conocimiento en forma separada de lo que el alumno ya sabe y de ahí crea simplemente aprendizaje reproductivo en los educandos y los priva del uso completo de su capacidad cognitiva más importante; aquella de transformar su propio conocimiento.

El constructivismo es primeramente una epistemología, es decir una teoría de cómo los humanos aprenden a resolver los problemas y dilemas que su medio ambiente les presenta, es una teoría que intenta explicar cual es la naturaleza del conocimiento humano, o por decirlo mas crudamente es simplemente una teoría de cómo ponemos conocimiento en nuestras cabezas. 

El constructivismo asume que nada viene de nada. Es decir que conocimiento previo da nacimiento a conocimiento nuevo.  La palabra “conocimiento” en este caso tiene una connotación muy general.  Este término incluye todo aquello con lo que el individuo ha estado en contacto y se ha asimilado dentro de él,  no solo conocimiento formal o académico.  De esta manera, creencias, prejuicios, lógicas torcidas y piezas de información meramente atadas a la memoria por asociación y repetición, son tan importantes en el juego del aprendizaje como el conocimiento más puro y más estructurado que pudiéramos pensar. 

En el corazón de la teoría constructivista yace la idea de que el individuo “construye” su conocimiento.  ¿Con qué lo construye?  Pues con lo que tenga a su disposición en términos de creencias y conocimiento formal.  Así como el buen arquitecto levanta con piedra y lodo bellas construcciones, así el buen aprendiz levanta bellas ’cogniciones’ teniendo como materia prima su conocimiento previo (prejuicios y creencias incluidos).

Nuestras construcciones mentales son fundamentalmente una creación de reglas, modelos, esquemas, generalizaciones o hipótesis que nos permitan predecir con cierta precisión que va a pasar en el futuro.  Hacemos, por ejemplo, construcciones mentales de la personalidad de aquellos que nos rodean y frecuentemente estamos cambiando estas construcciones adaptándolas a lo que vamos viendo en esas personas. 

El constructivismo, en un plano más humilde, vino al mundo para hacernos ver que nuestro conocimiento es construido imperfectamente desde bloques que solo pueden catalogarse como reflejos o creencias.  En el constructivismo no hay ideas “puras”. 

 La cognición humana no es el edificio perfecto de ideas básicas que se combinan con lógica impecable para formar ideas más complejas.  Todo lo que pasa en nuestras cabezas es en esencia un mundo personal que sorpresivamente se adapta al mundo exterior.  Todo lo que se genera en la cognición humana es producto de una combinación de sentimientos, prejuicios y juicios, procesos inductivos y deductivos, esquemas y asociaciones, representaciones mentales que juntos nos dan elementos para resolver nuestros problemas.  Este “juntar” es construir estructuras de significado y la manera de ’juntar’ es altamente personal, algo que realmente no se puede enseñar sino que se tiene que dejar al individuo a que lo construya y una vez que ha construido monitorear si esta clase de construcción tiene paralelo en el mundo real.

El constructivismo como corriente pedagógica es revolucionaria por que le roba el aura de misterio que rodeaba a todo maestro como ’”bastión de la verdad”, “mensajero de la idea” o ’”veneros de verdad”. 

 El constructivismo parece decir a los maestros todo lo opuesto: En efecto este concepto esta cambiando nuestra visión del proceso enseñanza aprendizaje y no de manera sorpresiva desde un punto de vista histórico.  El constructivismo aparece como metáfora del conocimiento en un mundo donde la explosión del conocimiento rebasa con mucho la capacidad del cerebro humano. El maestro tiene que humildemente tomar su lugar de sargento en la batalla del conocimiento y dejar vacío el lugar del general.  Hombro con hombro hay que ir con los alumnos al campo de batalla y humildemente reconocer que el docente está expuesto a los mismos peligros que los alumnos en el campo del error, la diferencia es que, como todo sargento,  simplemente ha peleado mas batallas.

Para el alumno el constructivismo viene a corroborar lo que prácticamente ha conocido desde siempre pero no era algo fácil de revelar o hacer explicito en un ámbito donde la autoridad del maestro era indiscutible.

 El constructivismo en un grito de batalla para que el alumno deje su papel sumiso de receptor de conocimiento y adquiera responsabilidad en su propia formación intelectual.  Es un reto abierto a la supuesta autoridad del maestro y una aceptación tacita de que en el mundo de las ideas solo se reconoce la autoridad del conocimiento.  Esto no es nuevo por supuesto. 

Muchas cosas “románticas” se han dicho acerca del constructivismo que ajustan a la imagen que queremos ver en el hombre moderno.  Se piensa mucho en la libertad del individuo para construir su propio conocimiento, y esto suena melodioso a los oídos posmodernistas. 

Aquí el maestro tiene una misión que es tan difícil como es sublime… tiene que fomentar el análisis crítico de las ideas con el mismo fervor que las construye y las impone en los alumnos.

El constructivismo ha tomado la mente de todos los educadores actuales. En todas partes se hacen manifiestos constructivistas muchas veces sin entender del todo el compromiso docente que este concepto implica.

 Este concepto ha ocupado las mentes pedagógicas más brillantes del planeta como Bruner, Freire, Piaget y Vygotsky, las cuales fervientes y metódicas se adhieren con determinación al concepto.  El constructivismo parece ser la culminación de una serie de ideas pedagógicas muy anheladas que se han presentado en la historia de la humanidad y que, con apoyo de la filosofía y los desarrollos de la psicología cognitiva, le han dado un estatus incomparable en la vida profesional de millones de maestros.  Este acuerdo de pensamientos, ya que no es realmente un acuerdo en la práctica,  alrededor de un concepto educativo es un fenómeno sin precedentes en la historia de nuestra profesión de maestros.

V. El paradigma de “La teoría socio histórica”

¿Cuál es la esencia de los planteamientos de la teoría socio-histórica y de su más respetado representante Lev Semionovich Vygotsky? La respuesta creo podría encontrarse en la celebre línea del Poeta John Donne (1991, p. 58):

“No man is an island, entire of itself, everyone is a part of the continent a piece of the main”: En efecto ninguno de nosotros somos islas autosuficientes en el océano social.

Se ha atacado a la teoría socio-histórica de Vygotsky como un “conductismo social” en el cual la mente y autodeterminación del individuo sí bien existen, son insignificantes frente al monstruo que es la sociedad. Los estímulos que vienen de la sociedad, las respuestas y hábitos generados en el individuo son predecibles con una asombrosa precisión estadística. La ciencia de la publicidad y la propaganda se encargan de dar una ilustración perfecta de este supuesto “conductismo social.”

Sin temor a cometer un error fácilmente, puede considerarse que ningún pensador ha dado más fundamento teórico a la profesión pedagógica como lo ha hecho Vygotsky. La educación más que ser un derivado de la psicología educativa como ha sido hasta ahora, muy pronto ha de ocupar un lugar independiente en las ciencias sociales como la antropología, la sociología y la psicología.

 En un futuro tal vez lejano aquellos que tienen como función estudiar la enseñanza y el aprendizaje no serán llamados maestros sino ‘educólogos’. Si el psicólogo ha de hablar de la mente, el ‘educólogo’ ha de hablar de la mente y de la sociedad como unión inseparable.

El cognitivismo descrito con anterioridad, aun con todas sus virtudes y descubrimientos en la estructura de la mente, la memoria, la representación mental y la psicolingüística siempre padeció de una gran limitación.

La teoría Socio-Histórica no rechazó al cognitivismo sino que lo incorporó dentro de ella y lanzó devastadoras críticas en sus limitaciones. Este fue un paso decisivo en la historia de la pedagogía.

Respecto a la corriente pedagógica sociocultural es importante establecer que la preocupación social de Vygotsky tiene sus orígenes en el pensamiento de Marx quien vigorosamente defendió la idea de que la ideología de una sociedad está moldeada en las actividades sociales (en particular sociales y productivas) en que el individuo participa, no dentro de su cerebro exclusivamente.

Vygotsky, (1978) siendo psicólogo, se propuso demostrar que todo aprendizaje tiene un origen social. El siguiente párrafo ha llegado a ser uno de los textos más famosos en la historia de la educación:

“En el aprendizaje, los procesos interpersonales son transformados en procesos intrapersonales. Todas las funciones en el desarrollo cultural del niño aparecen dos veces: primero en el ámbito social y luego en el ámbito individual; primero entre las personas (interpsicológicamente) y luego dentro del niño (intrapsicológicamente). Esto aplica igualmente al control voluntario de la atención, la memoria lógica y la formación de conceptos. Todas las funciones de alto nivel se originan en relaciones reales entre humanos.” (p.57)

Todo esto queda encapsulado en otra célebre frase de Vygotsky (1978): “a través de otros llegamos a ser nosotros mismos.” Otra contribución importante de Vygotsky en el desarrollo de esta corriente pedagógica fue el estudio de la zona de desarrollo próximo, a la cual Vygotsky (1980) definió de esta manera:

“La zona de desarrollo próximo es la distancia entre el nivel de desarrollo actual determinado por la habilidad para resolver problemas bajo la dirección de un adulto o de un compañero más capaz. La zona de desarrollo próximo define aquellas funciones que aún no han madurado pero están en el proceso de maduración; funciones que madurarán mañana pero se encuentran en estado embrionario en el presente. Estas funciones puede decirse que son capullos o flores... más todavía no los frutos.” (p.86).

Notemos de nuevo la incesante influencia funcionalista en todos estos paradigmas.

En términos educativos la zona de desarrollo próximo es importante porque en ella se conectan aprendizaje y desarrollo cognitivo, y además define qué clase de aprendizaje ha de promover desarrollo. Bien, podemos decir que no todo aprendizaje genera desarrollo cognitivo, pero sí que todo desarrollo cognitivo debe ser función del aprendizaje.

 De esta manera, aprendizaje es la condición necesaria de todo desarrollo pero no es suficiente; aprendizaje en la zona de desarrollo próximo es condición necesaria y suficiente para el desarrollo cognitivo. Por ejemplo: aprender matemáticas es incorporar en la estructura de la memoria permanente hechos básicos de las matemáticas. Pero el desarrollo matemático cognitivo implica usar este hecho básico para resolver un problema o probar un teorema.

Así que de acuerdo a Vygotsky (1980) se puede hacer una distinción importante: “aprendizaje auténtico” es solo aquel que promueve desarrollo cognitivo, mientras que ‘aprendizaje’ es simplemente incorporación de hechos en la memoria permanente. Desde el punto de vista constructivista el primero es la integración de nueva información en una estructura previamente construida, mientras que el segundo es información nueva pero desconectada de la estructura.

Finalmente, no olvidemos el elemento “histórico” de la teoría socio-históricaEsto es crucial para el entendimiento del pensamiento del psicólogo ruso.  Azares genéticos pusieron al individuo en cierta posición social y en cierto punto de la historia de la humanidad.

Estos hechos histórico-sociales determinan las posibilidades de aprendizaje. Genes que han de proveer inteligencia natural son por sí mismos casi irrelevantes en el aprendizaje del individuo. Todo ha de depende en qué forma su ámbito socio-histórico favoreció el desarrollo de esa potencialidad. La semilla de una manzana tiene genéticamente el potencial para llegar a convertirse en bello manzano de ramas gruesas y flores sonrosadas y olorosas. Sin embargo, ese potencial nunca fructificará si la semilla no encuentra tierra fértil que favorezca su desarrollo y además, durante el tiempo de su crecimiento, el manzano debe coexistir con un medio ambiente libre de catástrofes meteorológicas.

Así como es el manzano es el aprendizaje humano. Semilla buena, tierra fértil, estabilidad ambiental son metáforas para capturar la esencia de una idea poderosa que se ha cultivado durante toda la historia de la humanidad, y que nadie como Vygotsky le dió forma más concreta: el aprendizaje de todo individuo está determinado por la escabrosa intersección de la genética, la sociedad y la historia.

ANÁLISIS DE PARADIGMAS MÁS REPRESENTATIVOS

 DE CORRIENTE PEDAGÓGICAS CONTEMPORÁNEAS

Para identificar el o los paradigmas que los sustentan actualmente o que sustentaron en su momento, las corrientes pedagógicas contemporáneas, debemos hacernos preguntas tales como tales como por ejemplo; ¿cuáles son los fundamentos filosóficos, epistemológicos y psicológicos que las sostienen?, ¿qué tipo de interrelaciones establecen?, ¿por qué apoyarnos en uno u otro paradigma?, ¿bajo que criterios un paradigma se considera "tradicional" o “caduco”?, y ¿qué factores han constatado la ineficiencia o caducidad del anterior modelo?.

Ahora bien, con la pretensión de rediseñar las prácticas pedagógicas y la naturaleza del proceso enseñanza - aprendizaje, se han fortalecido enérgicamente varias tendencias contemporáneas del área pedagógica. Estas son consideradas por Contreras y Cols, (1996) como: "Los campos, corrientes o discursos que expresan, a nuestro entender, líneas de fuerza en el pensamiento y/o en la práctica educativa" (p. 10).

 Es decir. Las "corrientes pedagógicas contemporáneas" se refieren a los movimientos y/o teorías que se caracterizan por tener una línea del pensamiento e investigación definida sobre la cual se realizan aportes permanentemente, y que les dan coherencia, solidez y presencia en el tiempo a los discursos que la constituyen. Estas "corrientes" describen, explican, conducen y permiten la comprensión de lo pedagógico ante las exigencias del contexto y pasan a ser referentes que modifican los contextos sociales y pedagógicos de la escuela y las líneas de discurso o de la práctica en que se definen diversas pedagogías.

Estas corrientes constituyen los discursos actuales, aquí y ahora, sobre el problema de la formación del hombre, objeto central de la acción pedagógica. La formación, según la perspectiva de Flórez (1994), "es el proceso de humanización que va caracterizando el desarrollo individual, según las propias posibilidades; la formación es la misión de la educación y de la enseñanza, facilitar la realización personal, cualificar lo que cada uno tiene de humano y personal, potenciarse como ser racional, autónomo y solidario" (p. 108).

Las corrientes pedagógicas contemporáneas responden al reclamo social de una formación que les permita a los sujetos resolver problemas de diferente índole de forma autónoma, esto significa, poder enfrentar la búsqueda de soluciones, encontrar una respuesta y tener algún control sobre ésta, dado que en la mayoría de los casos, los problemas que se presentan implican encontrar respuestas nuevas a preguntas también nuevas. Por ejemplo, en la educación tradicional, las viejas soluciones responden de manera simplista o mecánica a las demandas sociales: a mayor número de solicitudes de ingreso de estudiantes, más instalaciones construidas y, por ende, más burocracia. Con esta lógica se sigue reproduciendo un modelo que ha mostrado su insuficiencia al concebir la enseñanza más para sí misma que para apoyar los requerimientos de formación de la sociedad, en lo general, y de cada una de las personas.

Los paradigmas educativos no han tenido un desarrollo sencillo, de hecho su tránsito entre los actores educativos ha sido en cierto sentido tortuoso por las posturas polares siempre presentes en el campo pedagógico.

 Por una parte, se encuentran las instituciones escolares, que siguen observando hacia el pasado y que se erigen como defensoras de las tradiciones, con una manera segura y aceptada de hacer las cosas, y por otra, surgen precisamente estas corrientes innovadoras en diversos campos, direcciones y visiones, no obstante las prácticas y la investigación educativa no necesariamente avanzan a la par.

Las repercusiones de las corrientes pedagógicas contemporáneas van más allá de lo convencional, quizás su mayor aporte, y a riesgo de cometer una sobre simplificación, la pregunta más importante que han planteado estas tendencias es considerar ¿si la educación debe dedicarse a transmitir los saberes científicos establecidos?, o bien ¿debe preocuparse por desarrollar una nueva forma de concebir y representar el mundo, más allá de la forma en que inicialmente los alumnos lo ven?

Tenemos ahora una nueva cultura pedagógica, un nuevo consenso en torno a la idea superada en el sentido de una pedagogía de corte burocrático, instrumental, procedimental  meramente técnica o simplemente didáctica. Se han abierto otras nuevas formas de pensar referente a la pedagogía. Nos hemos contagiado de postmodernidad y hemos asumido el reto de pensar en la pedagogía desde la pedagogía.

 La bienvenida de las corrientes pedagógicas contemporáneas han obtenido acuse de recibido, en tanto no se hace un planteamiento crítico o se fomenta la investigación pedagógica autónoma a esta recepción inicial. Las tendencias pedagógicas resultan descontextualizadas de su original marco de referencia o peor aún, reducidas a meros componentes didácticos, inventarios decisionales o diseños instruccionales que a toda costa se pretenden aplicar en los campos de enseñanza. Ahora bien, respecto a las principales corrientes pedagógicas contemporáneas, iniciemos su descripción básica y brevemente.

I. El paradigma de “La escuela nueva”

La llamada “Escuela Nueva” fue un movimiento pedagógico heterogéneo iniciado a finales del siglo XIX. La escuela nueva, llamada también escuela activa, surge como una reacción a la escuela tradicional y a las relaciones sociales que imperaban en la época de ésta. Se constituye en una verdadera corriente pedagógica, en una propuesta educativa de nuevo perfil, quizás cuando al finalizar la primera guerra mundial, la educación fue nuevamente considerada esperanza de paz.

 Pese a que sus orígenes son más remotos, el movimiento encontró su mayor auge en tiempos bélicos, por lo que su ánimo renovador de la enseñanza es característico, además de fundamentar gran parte de sus planteamientos en la psicología del desarrollo infantil. Para algunos estudiosos llegó a ser como una revolución copernicana en la educación.

En la opinión de Ferriere (1982) los pedagogos de la escuela nueva fueron poseídos por un ardiente deseo de paz y volvieron a ver en la educación el medio más idóneo para fomentar la comprensión entre los hombres y entre las naciones, la solidaridad humana; desarrollar el amor fraternal sin importar diferencias de nacionalidad, de tipo étnico o cultural; que el impulso de vida se impusiera por fin sobre el instinto de muerte; que se pudieran resolver de manera pacífica los conflictos entre las naciones y entre los grupos sociales. De esta manera, la nueva educación tendría que ser capaz de formar a los individuos para la paz, la comprensión y la solidaridad.

Según el movimiento de la Escuela Nueva era importante denunciar y modificar los  vicios de la educación tradicional: pasividad, intelectualismo, superficialidad, enciclopedismo, verbalismo con el propósito de definir un nuevo rol a los diferentes participantes del proceso educativo. Así pues, tenemos que la noción de niño en este modelo debe estar basado en planteamientos del desarrollo, y el acto educativo debe tratar a cada uno según sus aptitudes. No hay aprendizaje efectivo que no parta de alguna necesidad o interés del niño, ese interés debe ser considerado el punto de partida para la educación. Respecto a la relación maestro – alumno se transita de una relación de poder-sumisión que se da en la escuela tradicional a un vínculo marcado por una relación de afecto y camaradería. Es más importante la forma de conducirse del maestro que la palabra. El maestro será pues un auxiliar del libre y espontáneo desarrollo del niño. La autodisciplina es un elemento que se incorpora en esta nueva relación, el maestro cede el poder a sus alumnos para colocarlos en posición funcional de autogobierno que los lleve a comprender la necesidad de elaborar y observar reglas.

En este sentido, si se considera el interés como punto de partida para la educación, es innecesaria la idea de un programa impuesto. La función del educador será descubrir las necesidades o el interés de sus alumnos y los objetos que son capaces de satisfacerlos. Están convencidos de que las experiencias de la vida cotidiana son más capaces de despertar el interés que las lecciones proporcionadas por los libros. Se trata de hacer penetrar la escuela plenamente en la vida; la naturaleza, la vida del mundo, los hombres, los acontecimientos serán los nuevos contenidos.

 En consecuencia, si hay un cambio en los contenidos, debe darse también un cambio en la forma de transmitirlos, así que se introdujeron una serie de actividades libres para desarrollar la imaginación, el espíritu de iniciativa, y la creatividad. No se trataba sólo de que el niño asimilara lo conocido sino que se iniciara en el proceso de conocer a través de la búsqueda, respetando su individualidad.

A pesar de que sus principales representantes mantenían diferencias sustantivas, tanto en sus concepciones sobre la educación, sobre el niño, sobre la naturaleza social de la institución escolar, como en el contexto político y sociológico en que se desarrollaron cada una de las escuelas pertenecientes al movimiento, existen correspondencias significativas entre ellos. Entre los representantes más destacados de esta nueva corriente pedagógica se encuentran: Rousseau, Pestalozzi, Tolstoi, Dewey, Montessori, Ferrieri, Cousinet, Freinet, Piaget. Claparede y Decroly (Palacios, 1999).

 

II. El paradigma de “La pedagogía liberadora”

Respecto a la pedagogía liberadora resulta una obligación ineludible comentar que fue en los años setenta cuando el pedagogo Paulo Reglus Neves Freire, conocido mundialmente como Paulo Freire, marco un avance cualitativo en las ciencias de la educación al proponer una nueva mirada sobre cómo trabaja la cultura dominante para legitimar ciertas relaciones sociales.

 La propuesta liberadora parte de una mirada dialéctica de la cultura, según la cuál, ésta no solo contiene una forma de dominación, sino además las bases para que los oprimidos puedan interpretar la realidad y transformarla según sus propios intereses. Los fundamentos de su propuesta pedagógica se basan en que el proceso educativo ha de estar centrado en el entorno de los alumnos.

Freire supone que los educandos tienen que entender su propia realidad como parte de su actividad de aprendizaje. No basta con suponer, por ejemplo, que un estudiante sabe leer la frase “Mario ha sembrado fríjol en el campo”. El estudiante debe aprender a “Mario” en su contexto social, descubrir quién ha trabajado para producir la siembra y quién se ha beneficiado de este trabajo. Ese “sistema” le valió el exilio en 1964, tras haber pasado setenta y cinco días en prisión, acusado de ser un revolucionario y un ignorante. Su publicación más conocida; Pedagogía del oprimido (1999), está dedicada a los que trabajan la tierra y a los que se identifican con los pobres, sufren con ellos y luchan por ellos.

Para tales fines, Freire (1999) tuvo que recurrir a ciertas nociones básicas y hasta entonces escasamente utilizadas en el lenguaje de la pedagogía, como es el caso del poder, la deshumanización, conscientización, ideología, emancipación, oprimido, opresor, dialogicidad. antidialogicidad, concepción bancaria de la educación, educación problematizadora, radicalización, sociedad cerrada, sociedad en transición, democratización, conciencia intransitiva, conciencia ingenua o mágica, conciencia crítica, educación liberadora, alfabetización y otros muchos que han contribuido a criticar los mecanismos más usualmente utilizados en política de alfabetización, en tanto reducen los procesos de lectura, escritura y pensamiento  a meras técnicas alienantes que no solo ignoran la cultura del oprimido, sino que además contribuyen a fortalecer las ideologías dominantes.

 En tal sentido, numerosas experiencias populares de educación en todo el mundo han basado su método en los aportes de Freire. De todos los términos mencionados anteriormente valdría la pena recuperar al menos cuatro de su principal obra: Pedagogía del oprimido (1999), que orientan y clarifican el análisis de la corriente pedagógica liberadora de Freire que, sin duda, se constituye como entre los últimos pedagogos que han analizado la problemática educativa desde un punto de vista integral. Estos conceptos son: 

  1. Deshumanización: Freire señala la “deshumanización” como consecuencia de la opresión. Esta, afecta no solamente a los oprimidos sino también a aquellos que oprimen.
  2. Educación Bancaria: En la educación bancaria la contradicción es mantenida y estimulada ya que no existe liberación superadora posible. El educando, sólo un objeto en el proceso, padece pasivamente la acción de su educador, el saber es como un depósito.
  3. Educación Problematizadora: La propuesta de Freire niega el sistema unidireccional propuesto por la “Educación bancaria” ya que da existencia a una comunicación de ida y vuelta constituyéndose un diálogo liberador.
  4. La dialogicidad: El diálogo es este encuentro de los hombres, mediatizados por el mundo, para pronunciarlo no agotándose, por lo tanto, en la mera relación yo-tú, es la esencia de la educación como práctica de libertad.

El contexto histórico en donde se desarrolla esta corriente pedagógica contemporánea esta matizado por las ideas nuevas y revolucionarias que surgen en América Latina en los años sesentas, además es interesante indagar sobre la formación personal de Freire, quién por una parte, da cuenta de su formación católica combinada con el lenguaje liberacionista proveniente de las corrientes progresistas del catolicismo, y, por otra, utiliza elementos de la dialéctica marxista que le permiten el uso de un patrón de visión y comprensión de la historia. No obstante, su enfoque también se nutre de otras corrientes filosóficas, como la fenomenología, el existencialismo, y el hegelianismo.

Respecto al discurso pedagógico de la corriente liberadora, éste se constituye como un método de cultura popular cuya finalidad inmediata es la alfabetización, y en su dimensión más amplia como la educación entendida como práctica de la libertad, en donde se busca transformar el proceso educativo en una práctica del quehacer del educando. No obstante, la radicalidad democrática de sus postulados ha desenmascarado también la distancia que todavía existe entre la concepción teórica y la praxis diaria que tiene lugar en nuestras salas de clase. La obra de Paulo Freire surge, pues, como toma de conciencia de las fuerzas socioculturales de su época y como intento explícito por indagar, desde el campo pedagógico, sobre las causas que frenaban la transformación de su sociedad. Freire (1999) partía de un presupuesto fundamental: “No pienso auténticamente si los otros tampoco piensan. Simplemente, no puedo pensar por los otros ni para los otros, ni sin los otros. La investigación del pensar del pueblo no puede ser hecha sin el pueblo, sino con él, como sujeto de su pensar” (p. 120).

 Al centrar su atención en los sistemas educativos, descubre que el elemento común que los caracteriza es que se trata de “una educación para la domesticación”. Es decir, el educando no es el sujeto de su educación. La caracterización que logra Freire (1998) de los sistemas de educación de su época suena por desgracia todavía muy familiar en nuestros días: “La educación se torna un acto de depositar, en que los educandos son depositarios y el educador el depositante. En lugar de comunicarse, el educador hace comunicados y depósitos que los educandos, meras incidencias u objetos, reciben pacientemente, memorizan y repiten. He ahí la concepción bancaria de la educación, en la que el único margen de acción que se ofrece a los educandos es el de recibir los depósitos, guardarlos y archivarlos” (p. 63).

Finalmente, en esta corriente pedagógica se hace patente la deuda que tenemos con Freire en el sentido de haber concebido y experimentado un sistema de educación, así como una filosofía educativa, que se centró en las posibilidades humanas de creatividad y libertad en medio de estructuras político-económicas y culturales opresivas.

Su objetivo es descubrir y aplicar soluciones liberadoras por medio de la interacción y la transformación social, gracias al proceso de “conscientización”. Es importante mencionar como colofón a esta corriente pedagógica, la posibilidad de precisar más a fondo la cuestión de si se puede llevar a cabo una labor radical de educación popular en el marco de instituciones estatales o de proyectos financiados por el Estado.

III. El paradigma del “Enfoque cognitivo”

En los últimos 30 años, las tendencias cognitivas en su conjunto han contribuido a un entendimiento multidisciplinario de la mente y de la cognición en general.

A mediados de los años cincuentas, un conjunto de investigadores de distintas disciplinas (filósofos, lingüistas, psicólogos, computólogos, antropólogos, sociólogos y neurocientíficos) descubrieron que tenían un interés común en un conjunto de premisas encaminadas todas hacia la interpretación del funcionamiento del cerebro: ¿cuál es la naturaleza de la inteligencia? ¿Qué mecanismos biológicos y computacionales apoyan esta actividad? ¿Cuál es el rol del medio ambiente -cultural, físico y social- en el proceso de adquisición de conocimiento? ¿Cuál es el papel del aprendizaje, la adaptación y el desarrollo en el desarrollo del comportamiento cognitivo? La forma más adecuada de responder a todas las interrogantes fue a través de investigaciones multidisciplinarias e integradoras en donde se tendieran puentes entre distintos puntos de vista y se generaran nuevos paradigmas.

Continuando con la descripción del marco histórico particular de la corriente pedagógica es importante señalar que el slogan común y tarjeta de presentación de este paradigma es la denominada “La Revolución Cognitiva”. Sin embargo, fue más que una revolución, fue un rescate de la idea de procesos mentales complejos que William James había tratado de explicar medio siglo antes (Bruner, 1956). Lo que había dominado la investigación del aprendizaje hasta ese momento -la conexión estímulo-respuesta, las sílabas sinsentido, la rata y la paloma- dejó de ser importante para tomar temas de investigación que trataban de descifrar lo que ocurría en la mente del sujeto entre el estímulo y respuesta. La actividad mental de la cognición humana era de nuevo respetable en el campo de la psicología y digno de estudio científico (Simon, 1991).

     Desde otro punto de vista el cognitivismo intentó oponerse al conductismo, más que revivir las ideas funcionalistas. No era simplemente un rechazo del conductismo sino una integración de este en un nuevo esquema teórico de referencia.

 Las reglas de  reforzamiento fueron puestas dentro de la mente del individuo y se les llamó reglas de representación simbólica de un problema. El comportamiento visible del organismo en sus procesos de aprendizaje fue reemplazados por procesos internos de pensamiento llamados en forma genérica resolución de un problema.

 En términos filosóficos el cognitivismo cambió el énfasis empírico por un énfasis racionalista. Sin embargo, el cognitivismo reclamaba también su estatus científico y su aspecto experimental, se extendió hacia el estudio de problemas que no podían ser observados visual o externamente como depósito de información en la memoria, representación del conocimiento, metacognición y otros.

El desarrollo de la tecnología creó otro pilar de apoyo a las nuevas teorías cognitivas. La computadora creó un asombroso modelo de funcionamiento mental que eventualmente habría de ser rechazado en las teorías socio históricas.

Los inicios del cognitivismo como corriente pedagógica contemporánea pueden situarse en los trabajos de Jean Piaget quién propuso una teoría racionalista frente a las tesis empiristas de la tabula rasa. En otras palabras, el conocimiento era una interpretación activa de los datos de la experiencia por medio de unas estructuras o esquemas previos.

Consideró estas estructuras no como algo fijo e invariable, sino como algo que evolucionaba a partir de las funciones básicas de la asimilación y la acomodación. La filosofía racionalista, la biología evolucionista y el pragmatismo funcionalista, constituyen las principales coordenadas de su pensamiento. Este diluvio de ideas nuevas continuó desatándose gracias a las capacidades analíticas de otra gran figura intelectual del siglo XX, Noam Chomsky (1975). Como lingüista, Chomsky trato de entender el aprendizaje de una lengua en términos de los postulados conductistas y se encontró continuamente con contradicciones teóricas. En sus propias palabras Chomsky (1975, p. 30) explica esto con precisión:

"Si un conductista acepta las definiciones generales de caracterización de un evento físico impactando un organismo como estímulo y cualquier parte de este organismo como respuesta, es necesario concluir que la mayor parte de este comportamiento del organismo no esta regido por las leyes conductistas.

En otras palabras Chomsky decía que el conductismo hacía análisis científicos de situaciones extremadamente simples y de ahí explicaba situaciones complejas (con su vocabulario de laboratorio) que nunca podía probar experimentalmente. El lenguaje era un ejemplo de ello. Es posible enseñar a un loro a repetir ciertas palabras, no es posible enseñar a un ser humano a escribir cada una de sus palabras de la forma que él o ella escribe. Tiene que haber una contribución interna, elaboración,  construcción, estructuración o cualquier término que indique este acto interno y personal que llamamos en forma general pensamiento.

Al mismo tiempo que Chomsky lanzaba sus devastadoras críticas al conductismo como Lingüista, Bruner (1960) tomaba una posición igualmente crítica como psicólogo con estudios que directamente aplicaban a la educación.

 Otro teórico que nutrió el comienzo del cognitivismo fue Herbert Simon (1976), quién siendo uno de los pioneros del campo de la inteligencia artificial, trato de formalizar los modelos cognitivos de resolución de problemas por medio de simulación en  la computadora. Su pregunta clave fue siempre qué clase de representación de un problema hace una persona cuando resuelve problemas y cuáles son las diferencias representacionales entre un experto y un aprendiz.

Su conclusión más importante fue que la resolución de problemas en la mente humana era simulación y prueba de hipótesis que permitieran alcanzar ciertas metas. En términos fundamentales no había diferencia entre la resolución de problemas de una rata en un laberinto y un humano en el laboratorio. Los dos lograban sus metas por medio del método de prueba y error.

 La diferencia con los conductistas era que el comportamiento externo de la rata era llevado al cabo internamente en el pensamiento del científico. El intento de Simon fue ambicioso. Él creía que toda la cognición humana tenía una naturaleza pragmática que se manifestaba en la resolución de problemas.

En resumen, las contribuciones de los cognitivitas citados tienen gran influencia en la consolidación de esta corriente pedagógica contemporánea. Es muy importante prestar atención a todas estas implicaciones diversas del pensamiento funcionalista. Es interesante observar cómo el pensamiento científico y filosófico puede tomar la misma fuente y producir ideas que se oponen las unas a las otras. Es como tener una colección de piedras, dividirla en dos y darle una parte a cada arquitecto. Con el mismo material uno de ellos se propone construir una torre y el otro se propone construir un pozo.

Las implicaciones educativas del cognitivismo son impactantes, particularmente en cuanto a sus aplicaciones inmediatas en el aula escolar, en la solución de problemas, en los procesos de metacognición, en el pensamiento creativo, en cuanto a los estilos y dimensiones de aprendizaje, en los diseños instruccionales, en el planteamiento de “escuelas inteligentes”, en la aparición de los nuevos enfoques para enseñar a pensar y el en el desarrollo de habilidades de pensamiento entre otros muchos aportes, lo cual deja claro que la corriente cognitiva está lejos de ser un cuerpo de conocimientos terminado y completo. Por ser una área de conocimiento relativamente nueva, día con día se siguen generando avances sobre el pensamiento humano a través del uso del método experimental.

IV. El paradigma del “Enfoque constructivista”:

Recientemente hemos estado observando cómo un vocablo aparece, cada vez con más frecuencia en el discurso de los educadores. Esta corriente pedagógica contemporánea denominada "constructivismo", es ofrecida como "un nuevo paradigma educativo”. La idea subyacente de manera muy sintética, es que, ahora, el estudiante no es visto como un ente pasivo sino, al contrario, como un ente activo, responsable de su propio aprendizaje, el cual él debe construir por si mismo. Como todo aquello que se divulga con la intención de que sea masivamente "consumido", se corre el riesgo de usar la expresión "constructivismo" de manera superficial y no considerar las implicaciones ontológicas, epistemológicas y metodológicas que derivarían de sustentar un diseño del proceso enseñanza-aprendizaje sobre bases constructivistas.

De acuerdo a las ideas constructivistas en educación todo aprendizaje debe empezar en ideas a priori. No importa cuán equivocadas o cuán correctas estas intuiciones de los alumnos sean. Las ideas a priori son el material que el maestro necesita  para crear más conocimiento. No obstante, no debe olvidarse que en todo acto de enseñar estamos imponiendo una estructura de conocimiento al alumno, no importa cuán velada esta imposición se haga. Como maestros podemos ser gentiles, pacientes, respetuosos y cordiales en nuestra exposición  y aún así estamos imponiendo una estructura de conocimiento. 

Si enseñamos, por ejemplo, la teoría socio histórica de Vygotsky, imponemos una serie de conceptos que el alumno no tendrá la oportunidad de validar por sí mismo a  no ser que se convierta en el facilitador de un grupo. La imposición de estructuras de conocimiento  no es lo que hace un mal maestro.  Un mal maestro es aquél que impone nuevo conocimiento en forma separada de lo que el alumno ya sabe y de ahí crea simplemente aprendizaje reproductivo en los educandos y los priva del uso completo de su capacidad cognitiva más importante; aquella de transformar su propio conocimiento.

El constructivismo es primeramente una epistemología, es decir una teoría de cómo los humanos aprenden a resolver los problemas y dilemas que su medio ambiente les presenta, es una teoría que intenta explicar cual es la naturaleza del conocimiento humano, o por decirlo mas crudamente es simplemente una teoría de cómo ponemos conocimiento en nuestras cabezas. 

El constructivismo asume que nada viene de nada. Es decir que conocimiento previo da nacimiento a conocimiento nuevo.  La palabra “conocimiento” en este caso tiene una connotación muy general.  Este término incluye todo aquello con lo que el individuo ha estado en contacto y se ha asimilado dentro de él,  no solo conocimiento formal o académico.  De esta manera, creencias, prejuicios, lógicas torcidas y piezas de información meramente atadas a la memoria por asociación y repetición, son tan importantes en el juego del aprendizaje como el conocimiento más puro y más estructurado que pudiéramos pensar. 

En el corazón de la teoría constructivista yace la idea de que el individuo “construye” su conocimiento.  ¿Con qué lo construye?  Pues con lo que tenga a su disposición en términos de creencias y conocimiento formal.  Así como el buen arquitecto levanta con piedra y lodo bellas construcciones, así el buen aprendiz levanta bellas ’cogniciones’ teniendo como materia prima su conocimiento previo (prejuicios y creencias incluidos).

Nuestras construcciones mentales son fundamentalmente una creación de reglas, modelos, esquemas, generalizaciones o hipótesis que nos permitan predecir con cierta precisión que va a pasar en el futuro.  Hacemos, por ejemplo, construcciones mentales de la personalidad de aquellos que nos rodean y frecuentemente estamos cambiando estas construcciones adaptándolas a lo que vamos viendo en esas personas. 

El constructivismo, en un plano más humilde, vino al mundo para hacernos ver que nuestro conocimiento es construido imperfectamente desde bloques que solo pueden catalogarse como reflejos o creencias.  En el constructivismo no hay ideas “puras”. 

 La cognición humana no es el edificio perfecto de ideas básicas que se combinan con lógica impecable para formar ideas más complejas.  Todo lo que pasa en nuestras cabezas es en esencia un mundo personal que sorpresivamente se adapta al mundo exterior.  Todo lo que se genera en la cognición humana es producto de una combinación de sentimientos, prejuicios y juicios, procesos inductivos y deductivos, esquemas y asociaciones, representaciones mentales que juntos nos dan elementos para resolver nuestros problemas.  Este “juntar” es construir estructuras de significado y la manera de ’juntar’ es altamente personal, algo que realmente no se puede enseñar sino que se tiene que dejar al individuo a que lo construya y una vez que ha construido monitorear si esta clase de construcción tiene paralelo en el mundo real.

El constructivismo como corriente pedagógica es revolucionaria por que le roba el aura de misterio que rodeaba a todo maestro como ’”bastión de la verdad”, “mensajero de la idea” o ’”veneros de verdad”. 

 El constructivismo parece decir a los maestros todo lo opuesto: En efecto este concepto esta cambiando nuestra visión del proceso enseñanza aprendizaje y no de manera sorpresiva desde un punto de vista histórico.  El constructivismo aparece como metáfora del conocimiento en un mundo donde la explosión del conocimiento rebasa con mucho la capacidad del cerebro humano. El maestro tiene que humildemente tomar su lugar de sargento en la batalla del conocimiento y dejar vacío el lugar del general.  Hombro con hombro hay que ir con los alumnos al campo de batalla y humildemente reconocer que el docente está expuesto a los mismos peligros que los alumnos en el campo del error, la diferencia es que, como todo sargento,  simplemente ha peleado mas batallas.

Para el alumno el constructivismo viene a corroborar lo que prácticamente ha conocido desde siempre pero no era algo fácil de revelar o hacer explicito en un ámbito donde la autoridad del maestro era indiscutible.

 El constructivismo en un grito de batalla para que el alumno deje su papel sumiso de receptor de conocimiento y adquiera responsabilidad en su propia formación intelectual.  Es un reto abierto a la supuesta autoridad del maestro y una aceptación tacita de que en el mundo de las ideas solo se reconoce la autoridad del conocimiento.  Esto no es nuevo por supuesto. 

Muchas cosas “románticas” se han dicho acerca del constructivismo que ajustan a la imagen que queremos ver en el hombre moderno.  Se piensa mucho en la libertad del individuo para construir su propio conocimiento, y esto suena melodioso a los oídos posmodernistas. 

Aquí el maestro tiene una misión que es tan difícil como es sublime… tiene que fomentar el análisis crítico de las ideas con el mismo fervor que las construye y las impone en los alumnos.

El constructivismo ha tomado la mente de todos los educadores actuales. En todas partes se hacen manifiestos constructivistas muchas veces sin entender del todo el compromiso docente que este concepto implica.

 Este concepto ha ocupado las mentes pedagógicas más brillantes del planeta como Bruner, Freire, Piaget y Vygotsky, las cuales fervientes y metódicas se adhieren con determinación al concepto.  El constructivismo parece ser la culminación de una serie de ideas pedagógicas muy anheladas que se han presentado en la historia de la humanidad y que, con apoyo de la filosofía y los desarrollos de la psicología cognitiva, le han dado un estatus incomparable en la vida profesional de millones de maestros.  Este acuerdo de pensamientos, ya que no es realmente un acuerdo en la práctica,  alrededor de un concepto educativo es un fenómeno sin precedentes en la historia de nuestra profesión de maestros.

V. El paradigma de “La teoría socio histórica”

¿Cuál es la esencia de los planteamientos de la teoría socio-histórica y de su más respetado representante Lev Semionovich Vygotsky? La respuesta creo podría encontrarse en la celebre línea del Poeta John Donne (1991, p. 58):

“No man is an island, entire of itself, everyone is a part of the continent a piece of the main”: En efecto ninguno de nosotros somos islas autosuficientes en el océano social.

Se ha atacado a la teoría socio-histórica de Vygotsky como un “conductismo social” en el cual la mente y autodeterminación del individuo sí bien existen, son insignificantes frente al monstruo que es la sociedad. Los estímulos que vienen de la sociedad, las respuestas y hábitos generados en el individuo son predecibles con una asombrosa precisión estadística. La ciencia de la publicidad y la propaganda se encargan de dar una ilustración perfecta de este supuesto “conductismo social.”

Sin temor a cometer un error fácilmente, puede considerarse que ningún pensador ha dado más fundamento teórico a la profesión pedagógica como lo ha hecho Vygotsky. La educación más que ser un derivado de la psicología educativa como ha sido hasta ahora, muy pronto ha de ocupar un lugar independiente en las ciencias sociales como la antropología, la sociología y la psicología.

 En un futuro tal vez lejano aquellos que tienen como función estudiar la enseñanza y el aprendizaje no serán llamados maestros sino ‘educólogos’. Si el psicólogo ha de hablar de la mente, el ‘educólogo’ ha de hablar de la mente y de la sociedad como unión inseparable.

El cognitivismo descrito con anterioridad, aun con todas sus virtudes y descubrimientos en la estructura de la mente, la memoria, la representación mental y la psicolingüística siempre padeció de una gran limitación.

La teoría Socio-Histórica no rechazó al cognitivismo sino que lo incorporó dentro de ella y lanzó devastadoras críticas en sus limitaciones. Este fue un paso decisivo en la historia de la pedagogía.

Respecto a la corriente pedagógica sociocultural es importante establecer que la preocupación social de Vygotsky tiene sus orígenes en el pensamiento de Marx quien vigorosamente defendió la idea de que la ideología de una sociedad está moldeada en las actividades sociales (en particular sociales y productivas) en que el individuo participa, no dentro de su cerebro exclusivamente.

Vygotsky, (1978) siendo psicólogo, se propuso demostrar que todo aprendizaje tiene un origen social. El siguiente párrafo ha llegado a ser uno de los textos más famosos en la historia de la educación:

“En el aprendizaje, los procesos interpersonales son transformados en procesos intrapersonales. Todas las funciones en el desarrollo cultural del niño aparecen dos veces: primero en el ámbito social y luego en el ámbito individual; primero entre las personas (interpsicológicamente) y luego dentro del niño (intrapsicológicamente). Esto aplica igualmente al control voluntario de la atención, la memoria lógica y la formación de conceptos. Todas las funciones de alto nivel se originan en relaciones reales entre humanos.” (p.57)

Todo esto queda encapsulado en otra célebre frase de Vygotsky (1978): “a través de otros llegamos a ser nosotros mismos.” Otra contribución importante de Vygotsky en el desarrollo de esta corriente pedagógica fue el estudio de la zona de desarrollo próximo, a la cual Vygotsky (1980) definió de esta manera:

“La zona de desarrollo próximo es la distancia entre el nivel de desarrollo actual determinado por la habilidad para resolver problemas bajo la dirección de un adulto o de un compañero más capaz. La zona de desarrollo próximo define aquellas funciones que aún no han madurado pero están en el proceso de maduración; funciones que madurarán mañana pero se encuentran en estado embrionario en el presente. Estas funciones puede decirse que son capullos o flores... más todavía no los frutos.” (p.86).

Notemos de nuevo la incesante influencia funcionalista en todos estos paradigmas.

En términos educativos la zona de desarrollo próximo es importante porque en ella se conectan aprendizaje y desarrollo cognitivo, y además define qué clase de aprendizaje ha de promover desarrollo. Bien, podemos decir que no todo aprendizaje genera desarrollo cognitivo, pero sí que todo desarrollo cognitivo debe ser función del aprendizaje.

 De esta manera, aprendizaje es la condición necesaria de todo desarrollo pero no es suficiente; aprendizaje en la zona de desarrollo próximo es condición necesaria y suficiente para el desarrollo cognitivo. Por ejemplo: aprender matemáticas es incorporar en la estructura de la memoria permanente hechos básicos de las matemáticas. Pero el desarrollo matemático cognitivo implica usar este hecho básico para resolver un problema o probar un teorema.

Así que de acuerdo a Vygotsky (1980) se puede hacer una distinción importante: “aprendizaje auténtico” es solo aquel que promueve desarrollo cognitivo, mientras que ‘aprendizaje’ es simplemente incorporación de hechos en la memoria permanente. Desde el punto de vista constructivista el primero es la integración de nueva información en una estructura previamente construida, mientras que el segundo es información nueva pero desconectada de la estructura.

Finalmente, no olvidemos el elemento “histórico” de la teoría socio-históricaEsto es crucial para el entendimiento del pensamiento del psicólogo ruso.  Azares genéticos pusieron al individuo en cierta posición social y en cierto punto de la historia de la humanidad.

Estos hechos histórico-sociales determinan las posibilidades de aprendizaje. Genes que han de proveer inteligencia natural son por sí mismos casi irrelevantes en el aprendizaje del individuo. Todo ha de depende en qué forma su ámbito socio-histórico favoreció el desarrollo de esa potencialidad. La semilla de una manzana tiene genéticamente el potencial para llegar a convertirse en bello manzano de ramas gruesas y flores sonrosadas y olorosas. Sin embargo, ese potencial nunca fructificará si la semilla no encuentra tierra fértil que favorezca su desarrollo y además, durante el tiempo de su crecimiento, el manzano debe coexistir con un medio ambiente libre de catástrofes meteorológicas.

Así como es el manzano es el aprendizaje humano. Semilla buena, tierra fértil, estabilidad ambiental son metáforas para capturar la esencia de una idea poderosa que se ha cultivado durante toda la historia de la humanidad, y que nadie como Vygotsky le dió forma más concreta: el aprendizaje de todo individuo está determinado por la escabrosa intersección de la genética, la sociedad y la historia.

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